Ricardo
Alarcón, presidente del parlamento cubano: “gran
victoria”, el acuerdo que anuló la exclusión de Cuba
Mientras
la atención está puesta en la OEA,
se construye
una agenda entre
Washington y La Habana
Por
Gerardo Arreola
Corresponsal
en Cuba
La
Jornada, 05/06/09
La
Habana, 4 de junio.– El líder del Parlamento, Ricardo
Alarcón, recibió hoy como “una gran victoria” el
acuerdo que anuló la exclusión del gobierno de Cuba de la
Organización de Estados Americanos (OEA), hace 47 años.
“Es
una gran victoria para América Latina y el Caribe y también
para el pueblo de Cuba”, dijo Alarcón a periodistas.
“Pone fin a una injusticia y, además, a un atavismo
realmente histórico”.
Conforme
a la conocida posición de rechazar el regreso a su asiento
en la OEA, Alarcón señaló: “Cuántas veces hemos dicho
lo mismo: lo que ha ocurrido ayer no modifica en nada lo que
Cuba pensaba antier, ayer y aquí hoy…”
Veterano
diplomático, experto en las relaciones con Estados Unidos y
jefe de la delegación cubana que negoció los acuerdos
migratorios con ese país en 1994 y 1995, Alarcón dijo que
aún no está fijada la fecha en que se reanudarían las
conversaciones bilaterales sobre esa materia.
Tras
firmar los dos acuerdos migratorios vigentes, Washington y
La Habana acordaron revisarlos cada seis meses, en reuniones
que se realizarían alternadamente en ambas capitales.
Así
ocurrió hasta 2003, cuando el gobierno de George W. Bush
decidió suspender unilateralmente esas negociaciones.
Pero
el domingo pasado el Departamento de Estado anunció que
Cuba había respondido favorablemente a la iniciativa
estadunidense de reanudar ese diálogo.
“Estamos
en contacto para ajustar agendas y muchos detalles”,
enfilados a restablecer las conversaciones, dijo hoy Alarcón.
Apenas
un día antes, en San Pedro Sula, el secretario de Estado
adjunto para América Latina, Thomas Shannon, había citado
la nueva ronda de pláticas migratorias como parte de la política
de Barack Obama de “un nuevo comienzo” con la isla, que
anunció en la Cumbre de las Américas de abril.
Shannon
puso en fila el reinicio ya pactado de las pláticas, la
liberación de los viajes a la isla de los cubanos que viven
en Estados Unidos y las remesas que envían a sus
familiares, con la decisión de su gobierno de unirse al
consenso en la OEA para anular la sanción a La Habana,
medidas todas que, aseguró, “reflejan el mayor cambio en
nuestra aproximación a Cuba en los últimos 40 años”.
Alarcón
recordó que los dos países no han hablado recientemente
solamente de migración. El gobierno de Estados Unidos no ha
respondido a las propuestas cubanas de discutir acuerdos de
lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y el tráfico
humano.
Y la
lista, afirmó el líder parlamentario, podría incluir
otros temas, como la prevención de desastres naturales.
Es
decir que mientras los reflectores están, por ahora,
puestos sobre la OEA, en la práctica se está construyendo
una agenda entre Washington y La Habana.
La
Habana: ni pedimos, ni queremos volver a
ese organismo de
“historia tenebrosa”
Por
Gerardo Arreola
Corresponsal
en Cuba
La
Jornada, 04/06/09
La
Habana, 3 de junio.– “Nuestra generación gritó una y
otra vez: con la OEA o sin la OEA ganaremos la pelea”,
recordó esta noche en la televisión el académico Luis Suárez.
“Hoy se puede decir… que hemos ganado, que el pueblo de
Cuba ha ganado esa pelea y la hemos ganado a pesar de la
OEA”.
Investigador
especializado en las relaciones hemisféricas, profesor de
la academia diplomática cubana, Suárez resumió con una de
las más resonantes consignas de los primeros años de la
revolución cubana, hace casi cinco décadas, una de las
reacciones en Cuba a la anulación del acuerdo por el cual
la Organización de Estados Americanos excluyó al gobierno
de Cuba, en 1962.
Pero
más allá de celebrar el giro que dobló una de las últimas
páginas de la guerra fría en el hemisferio, Suárez apuntó
hacia adelante, al subrayar que “la madre de todas las
batallas es la batalla por formar la organización de
estados latinoamericanos y caribeños, que ha sido reclamada
por los pueblos de este continente”.
Ese
siguiente paso será el plato fuerte de la próxima cumbre
del Grupo de Río, que debe convocar México en 2010, y del
que ya han hablado en voz alta el propio anfitrión, el
presidente Felipe Calderón, y otros líderes como el
ecuatoriano Rafael Correa, el nicaragüense Daniel Ortega y
el venezolano Hugo Chávez.
“Ahí
es donde, en mi opinión, se decide el futuro del
continente”, dijo Suárez.
El
trazo de la ruta regional tiene ahora mayor peso para Cuba,
que ya ingresó al Grupo de Río en diciembre pasado y,
formalmente, puede volver a ocupar su asiento en la OEA, si
así lo solicita, “de conformidad con las prácticas, los
propósitos y los principios” de la organización,
“relacionados con la seguridad, la democracia y la
autodeterminación, la no intervención, los derechos
humanos y el desarrollo”, según el acuerdo negociado en
San Pedro Sula.
Pero
el gobierno cubano ha rechazado en todos los tonos regresar
a la organización interamericana. Esta noche un comentario
editorial de la televisión confirmó que “Cuba no ha
pedido ni quiere regresar a la OEA, llena de una historia
tenebrosa y entreguista, pero reconoce el valor político,
el simbolismo y la rebeldía que entraña esta decisión,
impulsada por los gobiernos populares de América Latina”.
No
obstante, el comentario dijo que este es “un día histórico
y de reivindicación para los pueblos de nuestra América”.
“Un
día histórico”, agregó, “este 3 de junio en el que
felicitamos a Raúl en su cumpleaños, por ser protagonista
junto a Fidel de estas duras y victorias batallas de nuestro
pueblo”.
El
presidente Raúl Castro, que cumplió el miércoles 78 años,
recibió en la tarde al mandatario de Paraguay, Fernando
Lugo, el décimo jefe de Estado latinoamericano que viene en
visita oficial a Cuba en lo que va del año.
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