La Amazonía es de los pueblos originarios y
trabajadores,
no de los capitalistas
Por Natalia Robles
El Socialista, Nº 89, II de junio 2009
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Protesta ante la Embajada de Perú,
en San
José, Costa Rica |
El 5 de junio el gobierno del Perú presidido por Alan
García, envió sus fuerzas armadas para desmontar
violentamente una movilización multitudinaria de las
comunidades originarias de la amazonía de ese país. Los
indígenas protestaban contra varios decretos legislativos
para habilitar la implementación del TLC con Estados
Unidos. Estos decretos facilitarían la venta de las tierras
comunales habitadas desde larga data por los pueblos
originarios, además favorecerían la privatización del
agua para grandes usuarios como las empresas mineras. Irónicamente,
el 5 de junio se conmemoraba el Día Mundial del Ambiente.
Esta movilización se inició el 9 de abril en cinco
departamentos selváticos y producto de ella se han dado
cortes de rutas y paralización de puertos y oleoductos con
réplicas de apoyo en otras regiones del país.
El resultado de la incursión militar del gobierno son
cientos de heridos, unos 24 policías muertos, al menos 50
indígenas asesinados, y cerca de 400 indígenas
desaparecidos. Muchos de los cuerpos de los indígenas
fueron lanzados a los ríos (igual que en Bolivia) o
quemados por parte de los militares.
Gracia a la gran fortaleza de la movilización de los
pueblos originarios y las muestras de apoyo en distintas
zonas del país, un día antes de la sangrienta represión,
la mayoría parlamentaria suspendió el debate sobre la
inconstitucionalidad de los decretos para implementar el
TLC. Esta acción fue tomada con el fin de abrir
negociaciones con los originarios en un ambiente de menor
tensión y así continuar las acciones para concesionar la
Amazonía.
La represión ocurrida le ha abierto una crisis muy dura
de legitimación y de la forma de gobernar a Alan García.
Luego de la represión gubernamental han renunciado la
Ministra de la Mujer y el Primer Ministro, además de que
sectores allegados al presidente han empezado a criticarlo.
Inclusive la Iglesia Católica ha salido a defender a los
pueblos en lucha. Mientras, en las calles se le pide la
renuncia a García.
¡Alan García, fascista y genocida!
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Protesta ante la Embajada de Perú,
en San
José, Costa Rica |
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El presidente Alan García es un conocido transgresor de
los derechos humanos en Perú. El antecedente más
sanguinario ocurrió en julio de 1986 cuando presos políticos
pertenecientes a Sendero Luminoso de seis cárceles se
amotinaron coordinadamente exigiendo mejoras a sus
condiciones de reclusión. García respondió con una ola de
represión en las cárceles matando a cientos de presos.
Como capitalista el presidente peruano no solo ataca los
derechos humanos sino que también tiene los más altos
intereses mercantilistas para sacarle el jugo al mayor
recurso natural de Perú: la Amazonía.
Para citar un ejemplo, en octubre del 2007, García
propuso que en la Amazonía se deben titular terrenos de
miles de hectáreas para la producción petrolera y minera.
Además en el 2008, firmó el TLC con Bush.
Otro ejemplo son las cifras que muestran un aumento en las
concesiones petroleras y gasíferas en la Amazonía peruana.
Un 72% está cedido para la exploración y explotación de
hidrocarburos.
En el segundo mandato de García, "el número de hectáreas
concedidas ha pasado del 15 al 72%", según la ONG Save
Americas Forest.
Por una salida estratégica a la crisis en Perú
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Protesta ante la Embajada de Perú,
en San
José, Costa Rica |
Al presidente peruano Alan García y quienes le rodean
solo le importan los recursos naturales y los pueblos
originarios para explotarlos y obtener así ganancias para
sus billeteras. Para esto, los capitalistas utilizan la
violencia para explotar y oprimir a las y los trabajadores,
mujeres, indígenas entre otros, para tener cada vez más
una vida más lucrativa.
Sumada a dura explotación que vive el pueblo trabajador,
los pueblos originarios viven una permanente opresión que
los hace víctimas de una fuerte discriminación social; los
excluye política y socialmente al grado de que en realidad
no se puede asegurar que los pueblos indígenas tengan
derechos políticos. Y esto es algo de vieja data, puesto
que desde la colonia la oligarquía peruana siempre los ha
tratado como sus siervos. Ahora, Alan García se aprovecha
de su condición y como buen racista los tilda de
terroristas, de vagabundos y provocadores.
Ante esto reivindicamos la justa defensa de los indígenas
ante la agresión militar del gobierno. La movilización de
los pueblos originarios deja planteada la necesidad de
traerse abajo el Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos en Perú, y en todos los países latinoamericanos
donde exista por atacar nuestros recursos naturales.
Pero junto con esto, deja planteada la necesidad de la caída
del gobierno de Alan García y la salida de la crisis por
medio de una perspectiva socialista.
La única forma en la que los indígenas tengan derechos
políticos y participación en la toma de decisiones es a
través de un gobierno del pueblo trabajador, campesino,
verdaderamente incluyente de los pueblos originarios.
Es necesario que desde todos los rincones del mundo se
exija el juicio y castigo para los autores intelectuales de
la represión y los asesinatos contra los indígenas, y que
además se repudie la represión hacia quienes defienden los
recursos naturales. Desde el PST brindamos nuestro apoyo a
la lucha del pueblo trabajador peruano contra el TLC con los
Estados Unidos.
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