No
hubo acuerdo para zanjar diferencias por pacto
militar entre Colombia y EEUU
Fracasó
una nueva cumbre de la Unasur en Quito
Reuters,
16/09/09
Quito.–
La cumbre de ministros de la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur), celebrada ayer en Quito para tratar
el polémico acuerdo militar entre Bogotá y Washington,
terminó ayer en un nuevo fracaso luego de que otro duro
intercambio de acusaciones entre Colombia y Venezuela alejó
las posibilidades de alcanzar un consenso.
"No
se logró un acuerdo [...] y hay que seguir trabajando con
ánimo positivo para llegar a acuerdos finales", declaró
el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, quien por primera
vez pisó Ecuador desde la ruptura de relaciones entre Quito
y Bogotá por el ataque colombiano a un campamento de las
FARC en territorio ecuatoriano, el 1° de marzo del año
pasado.
El
primer obstáculo para lograr un acuerdo surgió cuando el
ministro de Defensa venezolano, Ramón Carrizalez, acusó a
Colombia de negarse a informar con transparencia sobre el
pacto que firmará con Estados Unidos para permitirle el uso
de sus bases militares, del cual se desconocen puntos
centrales porque permanece en secreto.
"Ha
habido resistencia de Colombia a entregar la información
sobre los acuerdos para instalar bases militares",
declaró Carrizalez durante un receso de la reunión
ministerial de la Unasur, que analiza mecanismos para
fomentar la confianza sobre la seguridad en la región.
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"No
hemos visto ni letras grandes ni letras chicas, y eso por
supuesto genera preocupación sobre las verdaderas cláusulas
de este acuerdo", dijo Carrizalez durante un receso de
la reunión, convocada tras la cumbre de presidentes del
bloque celebrada el mes pasado en Bariloche.
Para
la delegación de Venezuela, los detalles del acuerdo, que
también solicitan otras naciones, podrían dar
transparencia y, consecuentemente, confianza a la región.
El
ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, no tardó en
responder a su par venezolano: "Colombia está
dispuesta a lo que se llama la simetría. Queremos que todo
el mundo ofrezca garantías, información y abra sus puertas
a todos los temas que hemos planteado", dijo, en
referencia a asuntos como armamentismo, lucha contra el
narcotráfico y terrorismo.
"Es
muy importante que se discutan de manera amplia y democrática
las compras de armas, garantías y mecanismos de confianza.
Lo mismo con la presencia de grupos terroristas en la región
[...] y la lucha contra el narcotráfico", dijo en la
misma línea el canciller colombiano.
En
respuesta, Carrizalez afirmó que Venezuela está dispuesta
a informar con transparencia a la Unasur sobre la millonaria
compra de armas a Rusia, que generó la preocupación de
Estados Unidos y Uruguay (ver aparte).
"Nosotros
tenemos la obligación constitucional de protegernos. Hemos
adquirido un armamento eminentemente defensivo", declaró
Carrizalez, en momentos en que la región vive una
inquietante carrera armamentística.
El
presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció la semana
pasada un acuerdo con Rusia para financiar la compra de
armamento por unos 2200 millones de dólares. En tanto,
Brasil está negociando un acuerdo similar con Francia, como
parte de un amplio plan para fortalecer sus fuerzas armadas.
Anticipándose
a ellos, Ecuador y Chile fortalecieron su flota aérea
recientemente, mientras que Bolivia anunció planes para
comprar helicópteros franceses y rusos y aviones de
combate.
En
el centro de las críticas regionales, el presidente
colombiano, Alvaro Uribe, declaró desde Bogotá que su
gobierno no ha contemplado iniciar una carrera armamentista
y expresó que los equipos comprados por su país están
destinados exclusivamente a combatir la guerrilla y el
narcotráfico.
"Desde
que empezó nuestro gobierno, tomamos la decisión de dotar
al país de los instrumentos para recuperar el orden público
interno, sin pensar en una carrera armamentista. Y en eso se
mantiene Colombia. Nuestra preocupación se llama el orden público
interno", afirmó el mandatario colombiano.
El
presidente peruano, Alan García, había enviado una carta a
los ministros de la Unasur en la que solicitaba frenar la
compra de armas en la región y recomendaba establecer un
"pacto de no agresión" militar, propuesta
rechazada por Chile, que consideró que ese lenguaje es
propio de un "clima bélico".
Al término
de la cumbre, el canciller de Bolivia, David Choquehuanca,
se manifestó en consonancia con su aliado venezolano y
también acusó a Colombia de asumir una posición
intransigente en la reunión ministerial.
"Por
su intransigencia, Colombia no quiere transparentar el
convenio sobre las bases militares [...], eso les preocupa
mucho a todos los países sudamericanos", dijo el
ministro boliviano. "Lamentablemente, no hemos arribado
a resoluciones", agregó Choquehuanca.
Por
su parte, Celso Amorim, canciller de Brasil, país que junto
con la Argentina adoptó un tono más moderado y busca
mediar en el conflicto, insistió en que su país requiere
"garantías" de que el pacto militar que se
proponen firmar Bogotá y Washington no va a desbordar las
fronteras colombianas. Sin embargo, Amorim reconoció el
derecho de los países de la región a firmar sus propios
acuerdos.
Tras
el fracaso en Quito, Colombia evaluaría abandonar Unasur
El
ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva indicó que su
país
podría pensar en salir del bloque regional si no se
avanza en
temas como narcotráfico
Agencia
EFE, 16/09/09
Bogota.–
Mientras la Argentina consideró que "hubo muy poca
flexibilidad del lado de Colombia" durante la reunión
de cancilleres y ministros de Defensa de la Unión de Nación
Sudamericanas (Unasur) celebrada ayer en Quito, donde se
debatió el acuerdo militar entre Bogotá y Washington,
Colombia afirmó hoy que no descarta abandonar la Unasur si
no encuentra en el resto de países que conforman el bloque
"sensibilidad" hacia los temas que le preocupan,
dijo hoy su ministro de Defensa, Gabriel Silva.
"Si
no vemos preocupación por el narcotráfico, el armamentismo
y el crimen organizado, si no hay sensibilidad por esos
temas tocaría evaluar la salida de Unasur", advirtió
Silva en declaraciones a varias emisoras locales.
El
ministro explicó que el gobierno de Álvaro Uribe todavía
tiene esperanza en "enderezar el camino", pero
insistió en que en la reunión de cancilleres y ministros
de Defensa de Unasur celebrada ayer en Quito "no hubo
sensibilidad suficiente" hacia los temas que preocupan
a Colombia.
Ese
encuentro, convocado fundamentalmente para analizar el
convenio que permitirá a militares estadounidenses usar
bases en territorio colombiano, terminó sin consenso y sin
acuerdos concretos.
"La
situación fue tensa y difícil. Había confabulación
contra Colombia promovida por algunos países", dijo
Silva sobre esa cita, a la que asistió junto al canciller,
Jaime Bermúdez. Aunque aclaró que en Quito "no se
contempló explícitamente la retirada" de Colombia de
Unasur, enfatizó que para que ese organismo funcione
"tiene que ser sensible" a las preocupaciones de
sus doce países miembros.
En
cuanto a las críticas que ha recibido Colombia por no haber
revelado en la cita de Quito los detalles de su acuerdo
militar con EEUU, el titular de Defensa señaló que primero
hay que concluir una serie de "trámites
internos", como el análisis del convenio por parte del
Consejo de Estado.
Posición
argentina. "Todos ofrecimos flexibilidad, todos
contribuimos, pero en verdad hubo muy poca flexibilidad del
lado de Colombia", sostuvo el canciller Jorge Taiana en
un comunicado divulgado hoy, luego de participar ayer de la
cita ministerial de la Unasur.
Taiana
dijo que "hubo un gran esfuerzo y se trabajó mucho en
la construcción de confianza y consenso" durante el
encuentro, en el que surgieron preocupaciones por el acuerdo
entre Bogotá y Washington para que tropas estadounidenses
usen bases colombianas.
"La
posición de la Argentina es clara en general: nosotros
pensamos que lo mejor es que en Sudamérica estemos los
sudamericanos. Que entre nosotros creemos los mecanismos de
defensa y de construcción de una doctrina común, que es el
objetivo de mediano plazo del Consejo de Defensa
Sudamericano", manifestó.
El
canciller insistió en que "la presencia de fuerzas
extrarregionales de carácter militar, como se ha visto,
produce tensiones entre países de la región, y no se
encuentra muchas veces explicación" si se mira el
panorama estratégico del bloque.
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