México

El gobierno mexicano al servicio del racismo antiinmigrante yanqui

Otro muro en la ruta a EEUU

Por Danilo Valladares
Inter Press Service (IPS), septiembre 2010

Guatemala.– Viajar sin documentos a Estados Unidos desde América Latina supone una verdadera odisea, eludiendo delincuentes comunes, leyes contra las migraciones y narcotraficantes. Pero ahora, además, parece que también habrá que sortear un nuevo muro: esta vez entre Guatemala y México.

El intendente de aduanas de la guatemalteca Superintendencia de Administración Tributaria, Raúl Díaz, afirmó que, para impedir el paso de balseros con contrabando, el sureño estado mexicano de Chiapas pretende construir un muro en la costa del fronterizo río Suchiate, similar al ya avanzado en la frontera sur de Estados Unidos.

"Podría también evitar el libre paso de inmigrantes ilegales", admitió el funcionario.

El río Suchiate es utilizado para ingresar productos mexicanos al mercado guatemalteco sin pagar impuestos, pero, a su vez, es atravesado por miles de centroamericanos y sudamericanos con destino a Estados Unidos en busca de oportunidades y sin la documentación requerida.

Unas 500.000 emigrantes cruzan cada año el territorio mexicano sin permiso, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH).

La intención de construir el muro fronterizo ha provocado una ola de rechazo en sectores sociales y gubernamentales por considerarlo una medida "sin sentido", la cual "no evitará" que las personas crucen la frontera "sin papeles" para llegar al Norte.

"Vemos con mucha preocupación la iniciativa del gobierno mexicano, porque los emigrantes están en una situación de altísima vulnerabilidad, como lo demostró la matanza de Tamaulipas, donde murieron cinco guatemaltecos", dijo a IPS Erick Maldonado, secretario ejecutivo de la Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala.

La crueldad a la que usualmente son sometidos miles de indocumentados quedó al desnudo el 23 de agosto, cuando 72 emigrantes procedentes, además de Guatemala, de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil fueron brutalmente asesinados en la localidad de San Fernando, en el oriental estado de Tamaulipas, supuestamente a manos de la mafia criminal Los Zetas.

Además, un total de 9.758 secuestros de inmigrantes fueron denunciados en México entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, según la CNDH.

La idea de amurallar la frontera guatemalteca con México "va a empeorar la situación de la población emigrante, porque nuestros connacionales tienen necesidades y siempre logran pasar en nuevos puntos ciegos que carecen de controles migratorios y de seguridad, lo cual implica mayores riesgos", señaló Maldonado.

La vulnerabilidad de la población latinoamericana, principalmente de América Central, que emigra "sin papeles" a Estados Unidos ha permanecido a flote en los últimos meses no sólo por el recrudecimiento de la violencia plasmada en la matanza de Tamaulipas, sino también por las medidas legales en su contra.

Tal es el caso de la ley SB1070, promulgada el 23 de abril por el sudoccidental estado estadounidense de Arizona, la cual autoriza a la policía a capturar a cualquier persona de la que tengan una "sospecha razonable" sobre su estatus migratorio.

A esta serie de barreras a la inmigración se ha sumado la construcción del muro en la frontera de México y Guatemala.

Sin embargo, las autoridades de Guatemala no han recibido hasta ahora ninguna comunicación del gobierno mexicano al respecto.

No obstante, Maldonado expresó el lunes su preocupación por esta medida al delegado mexicano de migración en el país, Alejandro Martínez.

El rechazo al proyecto llegó incluso a Casa Presidencial. "Los muros nos los saltamos y no son la solución a los problemas", dijo escuetamente sobre el asunto el vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada.

La intención del estado de Chiapas trajo a colación la polémica construcción del muro perimetral de 1.126 kilómetros que bordea el río Bravo que realiza Estados Unidos en su frontera con México para contener la llegada de indocumentados.

"El aumento terrible del costo de polleros (traficantes de personas) y la corrupción de las autoridades es el fruto de los muros que Estados Unidos pretende construir y ha construido en la frontera. Este caso lo podemos trasladar en esta situación y los resultados serán los mismos", dijo a IPS el sacerdote Francisco Pellizari, de la Casa del Migrante.

Según el religioso, los muros son un "error histórico" de varios países en el mundo que no han ayudado a resolver las migraciones.

"Se supone que es para detener la migración pero eso no ha dado resultado y sí ha provocado un derrame económico y el desvío del flujo migratorio por caminos más inhóspitos que provocan miles de muertes", señaló.

Erick Zúñiga, alcalde del occidental municipio de Ayutla, más conocido como Tecún Umán, fronterizo con México, dijo a IPS que el estado de Chiapas ya comenzó con la construcción de la barrera, la cual "parece un muro para evitar que el río Suchiate se desborde".

En todo caso, "ningún muro impedirá las migraciones. Eso no impedirá que las personas pasen al otro lado porque la gente va en busca de oportunidades de empleo y un futuro para su familia", explicó.


Asesinados los investigadores de la matanza
de 'sin papeles'

Por Toni Cano
Corresponsal en México
El Periódico, 09/09/10

El parte de la narcoguerra resultó ayer doblemente inquietante. A los 15 días de la matanza de 72 inmigrantes en un rancho de Tamaulipas, la fiscalía de ese estado mexicano informó del hallazgo de dos cadáveres que, por sus documentos, son del agente del ministerio público y el jefe de la policía local, los primeros investigadores que llegaron al rancho de San Fernando y desaparecieron aquel mismo día. Y el Gobierno, bajo la mira del resto del continente, afirmó sin empacho que ya abatió a seis de los asesinos de los sin papeles y tiene en sus manos a otro «plenamente identificado».

La muerte de los dos funcionarios era más que anunciada. La fiscalía tamaulipeca recordó que Roberto Suárez «fue quien dio fe de los hechos y se hizo acompañar por el secretario de seguridad pública municipal», Juan Suárez. Fueron presa fácil para Los Zetas, que escaparon del rancho a la llegada de los infantes de marina, pero dominan toda esa región, en litigio con el cártel del Golfo que los creó. Otras dos víctimas del combate al narcotráfico en las más de 28.600 de esta narcoguerra.

Pero es la matanza de los emigrantes centroamericanos la que suscita las críticas de la región, singularmente de Honduras y El Salvador, que ya han repatriado 27 cadáveres. Quizá por ello, el Gobierno mexicano anunció que, además de los tres sicarios muertos por los infantes de marina, el superviviente hondureño identificó a otros cuatro zetas del rancho: un detenido en otro lugar y tres cadáveres hallados junto a los cuerpos de dos mujeres.

El presidente Felipe Calderón afirmó que antes de que termine su sexenio, dentro de poco más de dos años, tendrá en prisión a Joaquín el Chapo Guzmán, capo del cártel de Sinaloa. El Gobierno anunció que pondrá en órbita un satélite para reforzar la seguridad del país y facilitar el combate al narcotráfico.

Como Colombia

Otras víctimas colaterales, los periodistas. La prensa «atraviesa un túnel», clamó ayer el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ). Secuestrados, torturados, ejecutados, tirados en la calle o desaparecidos como venganza por una crónica, más de 30 periodistas han sido asesinados desde que Calderón declaró la guerra al narcotráfico en diciembre del 2006. Diez en lo que va de año. México es ya el país más letal para la prensa en el hemisferio occidental. La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, afirmó ayer que esto «se está pareciendo a la Colombia de hace 20 años».