Paro General
"A secas" para muchos,
"activo" para pocos
Correspondencia de Prensa, 08/10/10
El “acatamiento” fue grande. Sobre
todo en Montevideo y entre los trabajadores de las empresas
públicas, los bancos, la industria, la enseñanza, la
salud. La paralización en el transporte fue parcial y en el
comercio minorista la medida tuvo poca adhesión. Los
grandes supermercados y shoppings trabajaron como todos los
días. En los medios de prensa, con excepción de la radio y
televisión oficial, el paro no se cumplió. En el interior
del país el panorama se repitió.
El gobierno del Frente Amplio, a través
del Director Nacional de Trabajo, Luis Romero, acusó
recibo: reconoció que el Paro contó con “una aceptación
muy importante”. Mientras que para los dirigentes del
bloque mayoritario del PIT–CNT, fue un “éxito de la
unidad”. En particular, porque sus tres objetivos fueron
alcanzados a plenitud: 1) que el Paro General fuera “a
secas” (una especie de asueto laboral) sin movilizaciones
masivas ni pronunciamientos
“contra el gobierno”; 2) que el Paro General se
hiciera bajo la consigna vacía de “redistribución de la
riqueza”, sin poner en tela de juicio el conjunto del
programa económico acordado entre el gobierno, las
corporaciones patronales y las instituciones financieras
internacionales; 3) que el Paro General no se inscribiera en
el cuadro de un Plan de Lucha, ni de movilización solidaria
con las incontables luchas obreras.
Apenas unos centenares de militantes
sindicales y activistas de las corrientes clasistas,
promovieron la realización de un “Paro Activo”,
desafiando la estrategia pasiva del Secretariado del PIT–CNT.
Por un lado, la carpa
levantada por COFE (Confederación de Organizaciones de
Funcionarios del Estado) y la posterior manifestación de
protesta ante la función del Ballet Nacional. Por otro
lado, una “asamblea abierta” impulsada por la Tendencia
Clasista y Combativa, la Plenaria Memoria y Justicia, la
Coordinación de Trabajadores y Estudiantes Clasistas, y
algunos sindicatos identificados con una orientación lucha
de clases.
Como ya hemos dado cuenta (ver
Correspondencia de Prensa del 24–9–2010), la resolución
del Paro General generó polémicas y “contradicciones”
en las cúpulas del PIT–CNT, esto es, en el brazo sindical
del gobierno. Pero pronto se realinearon. Por encima de
cualquier “diferencia táctica” se impusieron los
acuerdos estratégicos y programáticos con el “campo
progresista”. Y una coincidencia fundamental: la de
desactivar la incipiente reacción defensiva de los
trabajadores sindicalizados – expresada en innumerables
conflictos, huelgas, ocupaciones, demandas –,
e impedir la extensión y, eventualmente, la
radicalización de la protesta y la resistencia social. Y,
sobre todo, desestimular cualquier movimiento “en contra
del gobierno”.
El propio proceso de lucha de los
trabajadores dirá si este Paro General de 24 horas – el
primero en el gobierno de Mujica –
queda en otro abrir de válvula o si es un punto de
inflexión. Para el sindicalismo de clase, no obstante, el
desafío continúa siendo el mismo. No se trata solamente de
una diferenciación en el discurso y en la “metodología”.
Ni en una barrera entre “los que luchan” y los que
“entregan”. La cuestión decisiva se ubica en el terreno
de la delimitación estratégica y, por consiguiente,
programática. Lo que quiere decir construir una verdadera
alternativa de dirección clasista en el triple sentido del
término: antiburocrática, antigubernamental y
anticapitalista. Porque en eso consiste, finalmente, la
independencia política y de clase.
De cierta manera, los dos
pronunciamientos que reproducimos a continuación, expresan
una reflexión sobre ese desafío del sindicalismo clasista.
Aún con sus limitaciones – principalmente en el campo de
las demandas y la plataforma programática – indican un
camino a recorrer en la perspectiva de reorganización de
los instrumentos de lucha. (Redacción de Correspondencia de
Prensa)
Una
medida de lucha y tres ausencias
insoslayables: programa alternativo al
del gobierno, plan de
lucha y democracia obrera
7 de octubre, paro general de 24 horas
ECOS – Empleados de Comag
Sindicalizados (*), 07/10/10
A menos de un año de la administración
Mujica, el PIT–CNT resuelve una paralización de 24 horas,
luego de un mes de idas y venidas y de discusiones cupulares
y mediáticas. En las que nunca quedó claro para el
conjunto de las trabajadoras y los trabajadores, si el Paro
era contra la política económica del gobierno, a favor de
los reclamos defensivos de los empleados públicos – que
ven peligrar conquistas históricas en la tan mentada
"reforma del Estado" –, o si se trataba de
reclamar mayor presupuesto para la educación.
Aparecieron por allí radicales voces
bregando por la necesidad de "redistribuir la
riqueza", mientras que otras tantas se mostraban
ofuscadas al sentirse entrampadas en una medida
antigubernamental injustificada. Los principales dirigentes
del movimiento sindical aparecieron, en los medios de
comunicación, impulsando o cuestionando el Paro. Algunos de
ellos incluso cambiando de posición. Pero lo que casi no
existió fue discusión y toma de posiciones en los lugares
de trabajo. Esta medida no surge de la participación
organizada y conciente de las y los trabajadores en
asambleas de base. El trabajador liso y llano, común y
corriente, se entera por la prensa si hay o no hay paro, de
cuantas horas y que día.
Las medidas de lucha no son por sí
mismas y en abstracto buenas o malas, moderadas o radicales,
de modo que un Paro General – más allá de las buenas
intenciones de muchos militantes que lo impulsaron – si no
parte de organización por la base y de real discusión de
sus alcances, si no se definen los objetivos que se
pretenden alcanzar y se cuadra en un plan de acción, va a
resultar sin duda una mera actividad propagandística,
desacreditada para muchas y muchos trabajadores que, poco y
nada acumularán en conciencia de clase. Y, por tanto, los
aleja en lugar de acercarlos a la comprensión de la
necesidad y la
posibilidad de obtener conquistas a partir de la lucha y la
organización independiente.
Un Paro General, es decir una medida de
huelga (la más contundente que los trabajadores podemos
hacer, que es dejar de hacer aquello que el orden social
existente con confiere como nuestro rol: vender nuestra
fuerza de trabajo), pierde su contenido si se la pretende
circunscribir a un acto propagandístico aislado, a una
pulseada entre sectores sindicales, o a una pulseada entre
sectores sindicales y el gobierno. También pierde contenido
si su único objetivo es hacerle ver al gobierno niveles de
disconformidad para que éste enderece un poco el rumbo. De
esta forma, una vez más es enajenada la capacidad creadora
que los trabajadores seguramente podríamos desarrollar,
organizados y tomando decisiones colectivas realmente
participativas y democráticas.
Los trabajadores sindicalizados en ECOS
hoy no integramos la orgánica del PIT–CNT, por decisión
propia. Por diferencias internas en el sindicato de base y
de rama, y también por la diferencia y la toma de partido
burocrática con desconocimiento de causa, de la cúpula
sindical. Más allá de ello, y aún con profundas
diferencias, somos luchadoras y luchadores clasistas y
estamos siempre junto a los que pelean.
– Por mejores salarios.
– Trabajo para todos.
– No a los despidos.
– Por un presupuesto redistributivo a
favor de los trabajadores, la enseñanza, la salud y la
vivienda.
– Por el No Pago de la Deuda Externa.
– Por la modificación de la ley de
Negociación Colectiva.
– Por verdadera democracia obrera.
Convocamos a la movilización a
desarrollarse frente al Palacio Legislativo, haciendo activo
el Paro. Todos al Paro de 24 horas y cargarlo de contenido,
discusión y participación.
!Arriba los que luchan!
(*) Comag (Cooperativa Magisterial).
Tendencia Clasista y Combativa (TCC)
Paro General por un Plan de Lucha, por
los reclamos
de los trabajadores y el triunfo de todos los
conflictos
Un Lugar de Lucha, periódico de la TCC,
octubre 2010
Menos neblina, más
claridad
De a poco, como marca la idiosincrasia
uruguaya, el Pueblo Trabajador, en sus cavilaciones
cotidianas donde se mezcla un poco de incertidumbre y algo
de bronca a media agua, va vislumbrando que pasado el humo
de los discursos y las promesas electorales, la cruda
realidad muestra cada vez más nítidamente que los cambios
profundos se han revelado como simples mejoras.
Que los salarios son una tajada menor
de la torta que hace 5 años y que por lo tanto la prometida
redistribución de la riqueza se ha dado…pero a favor de
los dueños del Uruguay.
El laburante de a pie constata que los
de arriba, los grandes productores rurales, los dueños de
los frigoríficos, los exportadores, los grandes
importadores comerciales, los zares de las finanzas y de la
logística informática, lejos de estar enojados, viven muy
tranquilos bajo la actual administración (…)
Y se entera por la prensa que el
presupuesto que se está discutiendo en el parlamento, es
elogiado por The Economist (revista financiera británica)
por su austeridad.
Y sí, este presupuesto de claro signo
fondomonetarista, que privilegia el pago de la deuda externa
y esconde una reforma del estado privatizadora, antipopular
y de claro ataque a los trabajadores públicos, conforma y
mucho a los amos del norte (…)
País productivo, se busca
El sostenido aumento del PBI, anunciado
una y otra vez por las cifras oficiales, no ha sido usado
para generar empleos estables, formales, vinculados a la
cobertura real de las necesidades básicas. Por el contrario
de los 170.000 que canta el gobierno, la mayoría son
blanqueo de puestos de trabajo y más de la mitad de los
nuevos empleos apenas pasan el Salario Mínimo Nacional. Y
es un dato oficial que el sector de los precarios es el más
numeroso de la clase trabajadora uruguaya.
No se ha usado el crecimiento económico
para cortar la dependencia de la inversión multinacional,
por el contrario se la fomenta. Al viejo esquema de polo
financiero, turístico, portuario y de servicios varios, se
le suman ahora las varias ofertas de enclaves. Enclave
foresta–celulósico como prioridad pero también enclave
sojero y vaya uno a saber que otro enclave nos quieren
“enclavar”.
Se ha extranjerizado la tierra a pasos
agigantados, al punto que tuvo que salir el presidente en
estos días a decir que habría que limitar un poco ésta
sangría de soberanía. Ni sombra de aprovechar también el
principal recurso para cortar la dependencia.
La otra “alternativa” de este país
productivo, agitada y promovida por la mayoría de la
dirigencia sindical es “el estado como locomotora de
desarrollo”. Se saltean dos pequeños detalles. Que la
mayoría del gobierno que integran o apoyan ya definió otro
esquema y que además no hay locomotora capaz de moverse
llevando en los vagones, la carga lapidaria de la Deuda
Externa.
De oposiciones tibias y
simulacros para la platea
La verificación cada vez mayor de los
trabajadores de la ausencia de cambios reales, obliga a las
corrientes mayoritarias del PIT–CNT a aceitar su vieja
estrategia de “movilización controlada” para que la
situación no se le escape de las manos. Luego del
desacuerdo sobre qué medidas impulsar (porque en lo
fundamental tienen acuerdo), la corriente Articulación salió
a sabotear públicamente el Paro General ya resuelto,
apostando a no perder su condición de interlocutor
privilegiado del gobierno.
Luego de una semana de peleas mediáticas
– “para la tele” –, la Mesa convocada con carácter
urgente para rever el Paro…!duró 20 minutos! No hubo
ninguna discusión y la Mesa terminó en un ambiente de
compinchería, propio de aquellos que en la subordinación a
la estrategia del progresismo están férreamente alineados.
El “polo opositor” acaudillado por
COFE, donde también están ADEOM,
Postales y otros gremios menores, trató de mostrar
una línea de mayor confrontación, pero sus principales
voceros salieron satisfechos de la reunión donde Mujica
“se comprometió a interceder a favor de los
trabajadores”, y luego con respecto del Paro de 24 horas,
declararon que “no era contra el gobierno”.
Por otro lado, la Carpa de la Dignidad,
sostenida estoicamente por un puñado de militantes de UTCC,
AFFUR y algunos estudiantes, no pudo mantenerse y debió
levantarse frente al vacío de que fue objeto y los
sectarismos varios que atravesaron.
Estas movidas, en parte producto de que
en las bases de los gremios hay bronca y exigencia de mayor
energía en las movilizaciones por sus reclamos, están
lejos de conformar una oposición real, con una estrategia
clara y una voluntad real de conducir a los trabajadores,
con independencia política, a la obtención de sus
reivindicaciones.
El sindicalismo clasista
debe definir una línea clara de intervención
Denunciábamos en estos días a través
de un volante, que el 7 de octubre no habría movilizaciones
organizadas desde el PIT–CNT. La mayoría de su “comité
central” teme que se incendie la pradera y que los
trabajadores empiecen a ver con buenos ojos un Plan de Lucha
de conjunto que involucre a los estatales y a los del sector
privado.
Por eso urge que los sectores clasistas
y de oposición a la dirigencia sindical– gubernamental,
unifiquen esfuerzos y propuestas los transformen en planteos
de acción hacia los trabajadores.
Hay que seguir trabajando sin pausas
para derrotar el sectarismo, la autoconstrucción estéril y
los personalismos intrascendentes, y levantar una opción
clara de lucha para ofrecerle al Pueblo Trabajador una
alternativa que enfrente una situación que es “más de lo
mismo” para los postergados de siempre.
– Por un Presupuesto Nacional al
servicio del pueblo trabajador, que privilegie la educación,
la salud, la vivienda.
– Salario y jubilación mínima de ½
canasta ($ 19.000).
– Eliminación del IRPF y del IVA al
consumo popular.
– Por el 6% para la educación pública
(ANEP y UDELAR).
Alto
acatamiento en el primer paro
general contra Mujica
Reclamo por aumentos salariales
Por Nelson Fernández
Corresponsal en Uruguay
La Nación, 08/10/10
Montevideo.– El presidente de
Uruguay, José Mujica, enfrentó ayer el primer paro general
de 24 horas contra su gobierno, una medida que tuvo un alto
acatamiento y que generó tensión tanto en la izquierda
gobernante como en la central única de trabajadores.
El paro estuvo impulsado por gremios de
funcionarios estatales que reclaman más aumentos salariales
en el presupuesto quinquenal que se está votando en el
Parlamento y que, además, quieren frenar un plan de reforma
del Estado que busca flexibilizar las relaciones laborales
en el sector público. La medida de fuerza también contó
con la participación de gremios privados.
El enfrentamiento del gobierno con la
central sindical se da en momentos de buena sintonía del
gobierno de Mujica con los organismos internacionales de crédito,
algo que suena extraño para la izquierda local. Esta
semana, el BID comprometió nuevos créditos para Uruguay,
la semana próxima el Banco Mundial aprobará la estrategia
quinquenal con los primeros préstamos para el gobierno de
Mujica y, en las próximas semanas, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) hará la revisión anual del programa de
gobierno, que, en líneas generales, se anticipa positiva.
La particularidad de la medida de presión
contra Mujica es que los sindicatos que impulsaron el paro
están dominados por dirigentes de los sectores que, en la
interna del Frente Amplio, impusieron al veterano tupamaro
contra su adversario interno Danilo Astori, que finalmente
fue vicepresidente.
Los militantes del grupo de Mujica, el
Movimiento de Participación Popular (MPP), y los del
Partido Comunista del Uruguay (PCU) se impusieron en la
interna de la central única de sindicatos, el Plenario
Intersindical de Trabajadores (PIT–CNT), frente a las
corrientes de izquierda moderada, que no estaban de acuerdo
con hacer un paro de 24 horas a tan sólo siete meses del
comienzo de la gestión de Mujica.
Los principales gremios del sector
privado, por su parte, se opusieron al paro, pero los
mecanismos de decisión del PIT–CNT no ponderan el voto de
cada gremio por su cantidad de afiliados. Y tras la votación
dividida, ayer todos los gremios acataron el paro y la
actividad fue muy reducida. No funcionó el transporte público,
salvo algunos taxis, no hubo clases en los colegios y
universidades, tampoco abrieron los bancos, muchas
industrias no operaron y el comercio mantuvo una actividad
regular, pero con menos clientes.
El paro de ayer será recordado como el
"del ballet", porque curiosamente la mayor polémica
se focalizó en la función de gala del cuerpo de baile del
Estado uruguayo, que dirige el argentino Julio Bocca.
El bailarín reclamó a las autoridades
que garantizaran la realización de la gala de anoche y los
sindicatos sostuvieron que no se podía violar una medida de
paro. Mujica tomó partido por Bocca y forzó a las
autoridades del instituto cultural estatal a que mantuvieran
la función. Asignó fuerzas de seguridad para evitar que
los sindicalistas complicaran la gala, lo que generó un
hecho muy inusual en un paro general.
El bailarín había anunciado que si la
función de ayer no se cumplía por el paro él dejaría el
cargo de director a fin de año, cuando vence su contrato.
Pero por el impacto que ha tenido su trabajo, con una difusión
del ballet como no se recuerda en este país y con funciones
llenas en Montevideo y el interior, las autoridades hicieron
una cerrada defensa del bailarín.
La policía, en tanto, impidió a los
sindicalistas el acceso a la entrada del teatro.
"Protestaremos hasta donde la democracia nos permita,
es lamentable que una jornada termine así, nos da mucha
pena", dijo Joselo López, sindicalista de los
funcionarios públicos. "¡Traidores!", "¡carneros!",
gritaban los gremialistas frente a un vallado policial,
mientras el público ingresaba anoche en la gala.
La senadora Lucía Topolansky, esposa
de Mujica, dijo que le extrañaba que los sindicatos
protestaran frente a la gala de ballet y no lo hicieran
contra otro espectáculo que también se hacía anoche, en
referencia a un recital de rock. Pero tampoco ocultó su
malestar por expresiones de Bocca contra la medida sindical.
A Mujica, que dijo que el paro llega en
momentos de bonanza económica para el país, lo respaldan
los números. La economía tiende a crecer 8% como mínimo
este año, el desempleo bajó a niveles históricos de poco
más de 6% de la población activa, la inflación se
mantiene baja en torno al 6 o 7% y el poder adquisitivo de
los salarios ha crecido en forma constante.
Pero los gremios reclaman un ritmo
mayor de aumento real de sus ingresos y una distribución
del ingreso más equitativa.
El gobierno de la izquierda aprovechó
el crecimiento económico de los últimos años para bajar
la indigencia y la pobreza, pero no tuvo los resultados
esperados en distribución del ingreso. "No veo nada
pecaminoso en una medida de estas características, me
parece que es un hecho natural de las transacciones
humanas", dijo Mujica en relación con el paro. Afirmó,
además, que los trabajadores tienen "todo el derecho a
manifestarse", pero advirtió que "en las
direcciones sindicales a veces hay una incoherencia" en
su accionar.
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