Se vuelve más real el espacio para
construir un campo autónomo
a la izquierda de Correa
Consulta popular: balance preliminar
Por Mario Unda
Desde Quito
La Haine, 13/05/11
Quito, 10 de mayo.– Cuando, a
las 5 de la tarde del sábado 7 de mayo, se hicieron públicos
los datos de la encuesta a boca de urna, que le daban al
"Sí" un muy amplio margen de 20 puntos a su
favor, el oficialismo gritó victoria, cantó y bailó. Pero
unas horas después, pasadas las 9 de la noche, se dieron a
conocer los resultados del conteo rápido del Consejo
Nacional Electoral: si bien la propuesta gubernamental
estaba en ventaja, se trataba de un margen más reducido,
que fluctuaba entre 10 y 2%. Al baile le siguió una reunión
de emergencia. Tres días después, a las 2 de la tarde del
10 de mayo, cuando nos acercamos a un50% de juntas
escrutadas, en dos preguntas (la 4 y la 9) el "Sí"
ha quedado unas décimas por debajo del "No". Quizás
por el momento esto pueda considerarse anecdótico: los
resultados no pueden ser tomados como definitivos, más aún
cuando falta por ingresar la mayor parte de los votos de las
ciudades grandes. De todos modos, sea cual fuere el
resultado, el gobierno se encamina a una derrota política.
No obstante, y sin caer en las precipitaciones de los
festejos anticipados, se pueden extraer algunas conclusiones
preliminares:
1. El gobierno sigue teniendo un
respaldo relativamente alto, pero se reduce su base
electoral. Lejos estamos del apoyo avasallador de la primera
hora, lejos del tsunami verde de la elección de asambleístas
en 2007, lejos también del referéndum aprobatorio de la
nueva Constitución. Probablemente rondemos el nivel de
apoyo en su segunda elección[1]. El conteo rápido del CNE
dice que, si se toman en cuenta los votos blancos y nulos, sólo
la primera pregunta habría obtenido más del 50% de los
votos emitidos; las 9 restantes, aunque triunfadoras,
fluctuarían entre el 44.6 y el 47.9%[2].Evidentemente, la
situación sería más grave si llegara a perder en alguna
de las preguntas cuya ganancia parece peligrar. La reducción
de su base electoral es tanto geográfica como social.
2. Geográficamente, la propuesta del
gobierno habría obtenido respaldo para su propuesta en toda
la Costa (Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas,
Los Ríos, Guayas, Santa Elena, El Oro) y en Galápagos,
pero sólo en 3 provincias de la Sierra (Imbabura, Pichincha
y Azuay) y en una de la Amazonía (Sucumbíos). Por el
contrario, perdería en casi toda la serranía (Carchi,
Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Loja) y
en casi toda la Amazonía (Napo, Orellana, Pastaza, Morona y
Zamora). En fin: ganaría en 12 provincias y perdería en
las otras 12.
Además, su principal base de sustento
se desplaza de la sierra hacia la costa, lo que podría
tener consecuencias políticas: tradicionalmente, la votación
de la costa ha sido más conservadora y más establemente
presa de populismos y clientelas. Varias de las redes
clientelares que actualmente apoyan a Alianza Pais apoyaron
en el pasado reciente a los partidos tradicionales de la
derecha: Socialcristiano, Roldosista, Prian, inclusive
Sociedad Patriótica, de modo que no podría considerarse un
respaldo seguro. Por otro lado, no toda la votación por el
"Sí" en Guayaquil es una votación propia pues,
en realidad, es compartida con Nebot y Madera de Guerrero
(el alcalde de Guayaquil no participó activamente en la
campaña y, de alguna manera "dejó espacio libre"
para el "Sí", al menos en algunas preguntas, con
las cuales no discrepaba en el fondo). Por lo tanto, reducción
y desplazamiento hacia espacios de conductas políticas más
conservadoras.
3. Socialmente, el proyecto de gobierno
aparece reducido desde varios ángulos. a) pierde respaldo
entre las clases medias urbanas (por ejemplo, en Quito, en
varias parroquias electorales de predominio de capas medias,
el "No" sale triunfador; una parte de esos votos
perdidos, quizás una mayoría, fueron arrastrados desde la
derecha, ya desde hace algún tiempo; pero otra parte,
seguramente significativa, proviene de un desencanto de
izquierdas, siguiendo los pasos de la disidencia reciente de
AP).
b) Comienza a perder respaldo entre los
sectores populares urbanos; aunque entre ellos mantiene
todavía un respaldo mayoritario, este ha sido menor ahora
(y en algunos barrios populares de Quito, por ejemplo,
Chilibulo, incluso triunfaría el "No").
c) Se confirma la ruptura entre el
gobierno y el movimiento indígena, el principal movimiento
social en el Ecuador de hoy. En la mayoría de provincias
con fuerte presencia indígena se ha rechazado la propuesta
del gobierno. Los votos de rechazo firme ("No" y
"nulo") superan con amplitud al "Sí" en
las parroquias indígenas. Mucho más si se suman los votos
en blanco, una suerte de rechazo por indiferencia. Y en las
provincias y cantones en los que triunfa el "Sí",
las parroquias indígenas dan un porcentaje mucho mayor de
votos por el "No" (en Cayambe, por ejemplo, se
puede comparar la cabecera cantonal con Cangahua). Este
resultado es de mucha importancia: el gobierno se ha empeñado
en debilitar y fragmentar al movimiento indígena y a la
Conaie, y aprovechó la campaña electoral para profundizar
su intento de separar a las bases de sus dirigencias y de
sus organizaciones; durante la campaña el gobierno recurrió
a las viejas tácticas clientelares para tratar de atraer
votos, y puso en juego la propia figura del presidente
Correa quien, personalmente, recorrió varias parroquias de
mayoría indígena. Nada de esto le dio resultado. El
movimiento indígena ha resistido con éxito una vez más.
Desde esta perspectiva, los resultados de la consulta
popular son un triunfo de la Conaie sobre el gobierno.
4. Ideológicamente, aún el triunfo
del gobierno, ciertamente aminorado, reafirmará su
desplazamiento hacia la derecha. Por una parte, porque
implica un desplazamiento ideológico hacia un electorado más
conservador, como ya lo indicamos. Por otro lado, porque se
expresa una tendencia a obtener una votación más alta en
las preguntas 1 y 2, que reflejan con claridad la asimilación
del discurso gubernamental al "sentido común" y a
las propuestas de la derecha frente a la inseguridad, la
violencia y la delincuencia. La votación relativamente alta
en la pregunta 10 (la seguridad social) expresa, en cambio,
la pervivencia de las ilusiones progresistas entre los
votantes populares de AP.
5. Políticamente se trataría de un
triunfo que contiene en sí mismo ciertas dosis no menores
de derrota (aún si efectivamente vence en las 10
preguntas): no sólo por la reducción de su base electoral,
sino, además, porque las preguntas más apoyadaspor los
votantes no fueron precisamente aquellas en las que más énfasis
puso la campaña gubernamental: aquellas relativas a la
reestructuración del sistema judicial (preguntas 4 y 5) y
al control de los medios de comunicación y de la información
(preguntas 3 y 9).
6. Aunque el gobierno pueda reivindicar
una victoria reducida, la consulta significa un triunfo de
todas las oposiciones. La oposición de derechas, porque
mantiene sus espacios (si bien Sociedad Patriótica
retrocede frente a Alianza País en la costa rural) y se
beneficia de parte del descontento de las capas medias. La
oposición de izquierdas, porque mantuvo la unidad y la
presencia de la principal organización social y porque logró
comenzar a construir un espacio político social
independiente del gobierno.
7. Por lo tanto, se abre inmediatamente
un espacio de disputa del sentido del "No" en la
conciencia social, tanto entre quienes votaron por el
"No" como entre aquellos que respaldaron la tesis
gubernamental. Tanto el gobierno como las derechas se
esforzarán por "demostrar" que todo el
"No" cae en las arcas de la derecha. Las
izquierdas, por lo tanto, deben empeñarse en profundizar
frente a las amplias masas la diferencia de tesis y de
propuestas que originó su propio "No", en afirmar
y profundizar su distancia igual del gobierno que de las
derechas; en afirmar y profundizar sus posibilidades de
encuentro.
8. Ahora, por fin, se vuelve más real
el espacio para construir un campo autónomo a la izquierda
de Correa.
Notas:
[1] En abril de 2007, Correa y Alianza
Pais obtuvieron el respaldo de casi un 82% de votantes para
la propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente; unos
meses más tarde, en septiembre, el movimiento de gobierno
consiguió elegir a 80 asambleístas, sobre 130 posibles. El
año siguiente, cerca de 64% de la población aprobó la
nueva Constitución. Finalmente, en abril de 2009, Correa
fue elegido nuevamente presidente con un 52% de los votos en
la primera vuelta. (http://www.elnuevoempresario.com/noticias_
79503_consulta-popular-en-ecuador-ecuatorianos-aprueban-con-62-contra-38-iniciativa-de-rafael-correa.php).
[2]http://conteo.cne.gob.ec/resultados/index.php?option=com_wrapper&view=wrapper&Itemid=68.
En el Ecuador, los votos nulos y blancos no causan efecto en
la elección, de modo que, sin considerar el alrededor de
10% que sumaron entre ambos, el sí habría obtenido entre
51,2 y 56%, y el no entre 44 y 48.8%.
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