Muchos de los designados estuvieron con
el ex presidente Alejandro Toledo
Humala armó un equipo económico
moderado
Associated
Press, 07/06/11
Lima.–
Después de haber garantizado durante la campaña que
no haría un cambio radical en el modelo económico de Perú,
el presidente electo, Ollanta Humala, se enfrenta ahora al
desafío de cumplir sus promesas electorales de corte
populista sin afectar las arcas del Estado ni ahuyentar a
los inversores extranjeros.
Para lograr ese equilibrio, Humala se
ha rodeado de un equipo económico de experimentados tecnócratas,
con experiencia de gestión durante el gobierno de Alejandro
Toledo (2001–2006) y más moderados que sus asesores
anteriores.
Kurt Burneo, uno de los principales
asesores económicos del líder nacionalista, dijo ayer que
el próximo gobierno aplicará una política fiscal contracíclica
y respetará la independencia del Banco Central.
"Estamos analizando los lineamientos de una política
económico–social con metas implícitas de inflación como
las registradas en la actualidad y una política fiscal
contracíclica", señaló Burneo.
El economista, que fue viceministro de
Hacienda durante el gobierno de Toledo, adelantó que Humala
priorizará la reducción de la deuda pública y fomentará
la inversión privada, "respetando los contratos y la
estabilidad".
Temor de los mercados
Los inversores y operadores financieros
han manifestado su temor a que Humala eleve el control
estatal sobre una de las economías que más crecen en el
mundo y aumente desproporcionadamente el gasto fiscal. Sin
embargo, Burneo lanzó un mensaje de tranquilidad: "En
realidad, nada va a cambiar, excepto el énfasis en los
programas sociales, y estos se van a aplicar gradualmente,
mirando siempre el tema del equilibrio fiscal como elemento
fundamental".
"Descarto totalmente que pueda
producirse una farra [derroche] fiscal; descarto totalmente
que para financiar el gasto social se tengan que reducir los
depósitos del sector público que forman parte de las
reservas", añadió.
Durante la campaña electoral, Humala
prometió implementar una serie de programas sociales, como
otorgar una pensión de jubilación de unos 89 dólares a
todas las personas pobres mayores de 65 años, y aumentar el
salario mínimo de 214 a 267 dólares. Para el equipo económico
de Humala, esos programas sociales pueden aplicarse si se
realiza una reforma tributaria y se combate la evasión
fiscal.
El líder de Gana Perú también planteó
la aplicación de un impuesto a lo que denominó las "sobreganancias"
de las empresas mineras, que por la coyuntura internacional
de fuerte alza de los precios de los minerales incrementaron
sustancialmente sus ingresos.
Además de Burneo, el equipo económico
de Humala lo integran Félix Jiménez, ex asesor económico
del presidente boliviano, Evo Morales; Daniel Schydlowsky,
ex profesor de Harvard y ex asesor de Toledo, y Oscar
Dancourt, ex director del Banco Central, entre otros.
Schydlowsky dijo ayer que el plan de
gobierno de Humala es sólido y garantiza la inclusión
social. "Se pretende crear las condiciones que permitan
que las empresas sigan funcionando y que el país siga
creciendo. Esto se puede conseguir si hay una buena política
monetaria, una buena política fiscal y una buena política
social en la que los beneficios del crecimiento se
distribuyan de una forma equitativa", dijo el asesor.
Para el analista Luis Felipe Arizmendi,
presidente de GPI Valores, sería crucial que Humala mandase
un mensaje tranquilizador a los mercados absteniéndose de
nombrar como ministro de Economía a alguien de la izquierda
radical.
El derrumbe bursátil de ayer fue
relativizado por el entorno de Humala. Para Burneo, fue un
movimiento "previsible" del mercado. "A
medida que pasen las horas, veremos que se trata de algo
episódico", explicó el asesor.
Entrevista
con Álvaro Vargas Llosa
Los Vargas Llosa serán
“atentos
vigilantes del futuro presidente”
Por Adriana M. Riva
Enviada especial
La Nación, 07/06/11
Lima.– La Tigresa del Oriente, una de
las cantantes peruanas más famosas del ciberespacio,
anticipó antes de las elecciones de anteayer que votaría
"por el mal menor, como dijo Mario Vargas Llosa".
Su voto fue para Ollanta Humala.
No son pocos los que creen que, de no
haber sido por el espaldarazo que el último premio Nóbel
de Literatura y su hijo Álvaro le dieron al ex militar en
la segunda vuelta, los ajustadísimos resultados de las
urnas habrían sido otros.
Su respaldo fue clave para captar a los
indecisos, que fueron quienes finalmente terminaron
inclinando la balanza a favor del candidato de Gana Perú.
Álvaro Vargas Llosa, de hecho, no sólo
hizo público su voto, sino que acompañó a Humala durante
toda la segunda vuelta electoral, e incluso participó del
acto de cierre de campaña en la histórica plaza Dos de
Mayo, en el centro de Lima.
En un diálogo telefónico con La
Nación, el autor del “Manual del perfecto idiota
latinoamericano” afirmó que tanto él como su padre
votaron por Humala "con muchísima tranquilidad y hasta
con alegría", pero prometió que de aquí en adelante
será un atento "vigilante" del futuro gobierno,
que ante "el menor indicio antidemocrático" saldrá
a "denunciar" lo que está ocurriendo.
–¿Por qué optó por respaldar
con tanto énfasis la candidatura de Humala?
–Yo viví la etapa fujimorista, en la
que no sólo se envileció el país como nunca antes, sino
que la gente perdió la dignidad. Volver a eso era
inaceptable desde el punto de vista ético y moral. Sobre
Humala había dudas, pero también un proceso de evolución
del candidato que no empezó en esta segunda vuelta, sino en
2006, cuando, tras perder frente a Alan García, Humala
reconoció sus errores y empezó a cambiar, a rodearse de
figuras confiables. En estos cinco años, además, su
bancada parlamentaria fue leal a la democracia y no presentó
proyectos chavistas. Con todos estos antecedentes, nos
inclinamos por esta opción.
–Entonces ¿no cree que
Humala es un Chávez "abrasileñado", como había
dicho antes de la segunda vuelta su padre?
–Humala representa a una Dilma
Rousseff o un José Mujica. Hay elementos suficientes para
asegurar que el Humala de hoy ha evolucionado hacia la
democracia y la economía de mercado. Es una persona de
centroizquierda que apuesta por el sistema democrático y
por programas sociales para cerrar la brecha entre ricos y
pobres. Si lo logra, vamos a salir todos beneficiados.
–¿Qué le pidió a Humala cuando
se juntó con él?
–Lo que hicimos fue pedirle
compromisos democráticos más fehacientes y que convocara a
personas confiables, como gente de Alejandro Toledo [el ex
presidente].
–¿Cree que su respaldo a Humala
contribuyó a la credibilidad del candidato?
–La diferencia entre quienes apoyaron
a Keiko y a Humala es que quienes lo hicieron por Fujimori
no lo hicieron de forma condicional, porque ya lo habían
hecho en el pasado. Nosotros, en cambio, actuamos como
respaldo de garantía de Humala, por nuestros antecedentes
democráticos.
–¿Y ahora, entonces, cuál es su
tarea en calidad de garante?
–Lo que nos corresponde es ser
sumamente vigilantes, y ante el menor indicio antidemocrático,
salir a denunciar lo que está ocurriendo. Pero tengo
confianza en que Humala va a dar pasos confiables, porque es
consciente de que no hay que patear el tablero del
crecimiento económico. No va a matar a la gallina de los
huevos de oro.
–Digamos que está tranquilo.
–Sí, estoy muy satisfecho y
tranquilo con los resultados de ayer [por anteayer]. Tanto
mi padre como yo hemos votado con muchísima tranquilidad y
hasta con alegría.
–¿Qué primeros pasos espera del
presidente electo?
–Estoy deseoso de nombramientos, para
que la gente vea que lo que dice es verdad.
–¿Algún nombre en mente?
–Beatriz Merino, de clara vocación
liberal, es uno de los nombres que se barajan para jefa de
gabinete. En puestos económicos, hay nombres como Raúl
Salazar o Elmer Cuba, que darían confianza a los mercados.
–¿Y usted aceptaría un cargo en
el gobierno de Humala?
–No, no. Prefiero mantenerme fuera
del gobierno y ser vigilante desde la sociedad civil.
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