Universitarios y secundarios chilenos
anuncian otro paro
Los estudiantes contra Piñera
Por Christian Palma
Desde Santiago
Página 12, 28/06/11
Las propuestas del gobierno de
derecha son “insuficientes y poco profundas”, afirman
dirigentes de colegios secundarios y universidades. Dentro
de los pedidos se destaca la estatización de los
establecimientos educativos.
Ni los tres días feriados del fin de
semana detuvieron el ímpetu de los estudiantes en Chile.
Luego de numerosas reuniones en Santiago y Valparaíso,
adonde llegaron representantes de todo el país, los
dirigentes secundarios y universitarios junto al Colegio de
Profesores oficializaron ayer el total rechazo a las
propuestas del gobierno y reiteraron el llamado a un gran
paro nacional para el próximo jueves 30 de junio.
El presidente del Colegio de
Profesores, Jaime Gajardo, que se dio cita ayer con los líderes
estudiantiles, fue tajante al señalar que “no aceptaremos
una mesa de diálogo o negociadora si no están presentes
todos los estamentos educacionales, es decir,
universitarios, secundarios, profesores, asistentes,
apoderados. Esa es nuestra primera condición”, explicó
el dirigente.
Aseguró, no obstante, la búsqueda de
diálogo, pero sin terminar con las movilizaciones.
“Ratificamos el paro social y ciudadano por la educación
pública, pues existe un denominador común”, añadió
Gajardo.
La semana pasada, el ministro de
Educación, Joaquín Lavín, respondió en parte al
petitorio de los universitarios ofreciendo una inyección de
75 millones de dólares y avanzar hacia el fin del lucro en
la educación. Además propuso revisar la gratuidad de la
movilización escolar, más dinero para la reconstrucción
de colegios dañados por el terremoto y revisar alternativas
para acabar con la municipalización de las escuelas.
Con la carta en la mano, los líderes
se replegaron, informaron de la situación a sus bases y
decidieron ayer continuar con las movilizaciones, pues
consideran ambiguo y poco claro el ofrecimiento de Lavín.
Para los estamentos involucrados, éstos
son los planteamientos básicos, los cuales, de implicar
modificaciones constitucionales, se deben hacer mediante un
plebiscito.
En este escenario, la Confech –que reúne
a las universidades tradicionales– espera convocar a más
personas que en las anteriores marchas. El pasado jueves 16
de junio, sólo en Santiago unos 80 mil jóvenes salieron a
las calles.
Camilo Ballesteros, vocero de la
Confech, dijo que el movimiento busca afinar una
“plataforma única” donde se discuta todo lo que ocurre
hoy día en educación, no tan sólo a nivel secundario o
universitario. Más radical se mostró la presidenta de la
Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y líder
de la Confech, Camila Vallejo, quien sostuvo que
“rechazamos profundamente las dos propuestas del
ministerio. No se trata de que se entreguen más o menos
recursos para la educación superior, sino que es necesario
que se realice una reforma mucho más profunda”.
A la convocatoria para el jueves se sumó
la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud
Municipalizada (Confusam). La presidenta de la organización,
Carolina Espinoza, dijo que la educación y la salud son un
derecho y una responsabilidad del Estado, por lo que “es
un deber ético y moral hacerse parte del paro nacional”.
Por el lado de los pingüinos, Rodrigo
Rivera, vocero de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios
–que aglutina al 80 por ciento de los estudiantes del país–,
confirmó la adhesión al paro. Invitó además a las
autoridades a impulsar una mesa de diálogo ampliada.
“Dialoguemos, trabajemos y mejoremos la educación”, señaló.
Desde el gobierno, el ministro del
Interior, Rodrigo Hinzpeter, aseguró empatizar con algunos
de los reclamos, pero criticó la forma como se han llevado
las tratativas, pese a la propuesta de Joaquín Lavín.
“Hay demandas con las que empatizamos
como gobierno, pero quiero decir muy francamente que creo
que se les ha pasado la mano en las tomas de los colegios y
en la destrucción. Ha habido mucha violencia en las
marchas”, afirmó en TVN.
En esa línea, reiteró que los
establecimientos educacionales deben operar como tal y no
como en la actualidad. “Las tomas le están haciendo un daño
a la educación del país”, sentenció. En ese sentido, el
subsecretario del ramo, Fernando Flores, advirtió que las
tomas y la falta de clases podrían costar el año a muchos
secundarios, situación que fue descartada por los
dirigentes. Dentro del petitorio de los estudiantes se
destaca la estatización de los establecimientos
educacionales, la mejora de la infraestructura de los liceos
técnicos y el funcionamiento del pase escolar durante todo
el año. Poner fin al lucro y más equidad y gratuidad también
forma parte de sus demandas.
La
protesta educativa frente a la
moneda se extendió a todas las grandes ciudades
Setenta mil repudios a las escuelas de
Piñera
Por Christian Palma
Desde Santiago
Página 12, 17/06/11
|
Piñera:
un émulo de Bush
Excesos lingüísticos
Los excesos lingüísticos complican
cada vez más al presidente chileno, Sebastián Piñera,
desaprobado en la ciudadanía y las filas oficialistas, en
parte por generar entre ellos desconfianza e incredulidad.
Piñera afirmó un día descender del
inca Huayna Capac, otro escribió frases de connotación
nazi en el libro de visitas de la Presidencia alemana y
aseguró que el personaje literario Robinson Crusoe vivió
de verdad en el archipiélago chileno de Juan Fernández.
También regaló a la reina Isabel de
Inglaterra piedras de la mina San José, donde fueron
rescatados 33 mineros, y aseveró que en Chile habitan los
leopardos, animales originarios de Africa.
La propia enciclopedia digital
Wikipedia, leída por millones de personas en el mundo, abrió
“Piñericosas”, una página dedicada a estos
desaciertos. “Se refieren a lapsus, errores, impasses
comunicacionales y otras anécdotas ocurridas durante su
mandato. Se desarrollan dentro de un contexto de improvisación”,
apuntó el sitio.
Los errores parecen minar la
credibilidad del mandatario, en momentos en que su
popularidad está en baja y arrecian las protestas sociales
y estudiantiles.
|
El reclamo dejó en claro,
bulliciosamente, el descontento con la educación pública y
la demanda de cambios como el fin del lucro, mayor equidad y
gratuidad de la enseñanza. Crece el descontento con el
gobierno conservador.
La postal más imponente que se repetirá
hoy en todas las portadas de los diarios serán las 70 mil
personas –según cifras oficiales– que ayer salieron a
protestar por la principal avenida de Santiago: la Alameda.
Sin embargo, el cuadro se replicó en Valparaíso, Concepción,
Temuco, Valdivia, Arica, San Antonio, Chillán y
Antofagasta, las más importantes ciudades chilenas y donde
la ciudadanía se encargó –una vez más– de recordarle
al gobierno derechista de Sebastián Piñera que hay
descontento, frustración y rabia. Que el gobierno de
excelencia que prometieron no era tal.
La convocatoria de la Confederación de
Estudiantes de Chile (Confech) que agrupa a todas las
universidades tradicionales del país, junto al Colegio de
Profesores, superó todas las expectativas, pues esperaban
reunir a sólo 20 mil personas.
Pero de a poco, muy puntuales a eso de
las 11.00, la Plaza Italia, lugar que separa al Santiago más
pudiente con el de clase media y centro neurálgico de las
manifestaciones capitalinas, comenzó a llenarse de gente.
Luego la masa humana caminó tranquilamente hasta la plaza
Los Héroes, muy cerca de La Moneda. Ahí se realizó un
acto central, donde los discursos fueron pronunciados casi
en las barbas del ministro de Educación Joaquín Lavín y
el propio Piñera.
La manifestación de ayer se une a
otras marchas convocadas por los ambientalistas y donde la
ciudadanía en general participó en rechazo al proyecto que
pretende levantar hidroeléctricas en la Patagonia, y la
menos masiva, pero sí muy significativa protesta de los
secundarios efectuada el pasado miércoles y que reunió a
unos 7 mil “pingüinos”.
Los tac tac de los pasos sonaban al unísono,
mientras la marea humana avanzaba bajo la mirada atenta de
los Carabineros que esperaban el primer desorden para
reprimir. La larga fila la coloreaban diversos carteles,
lienzos y batucadas dejando en claro, bulliciosamente, el
descontento con la educación pública y exigiendo cambios
como el fin al lucro, mayor equidad y gratuidad de la enseñanza.
Una de las caras visibles es Jaime
Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, quien fue
secundado por Camila Vallejos, presidenta de la Federación
de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y un gran número
de estudiantes secundarios que desde la semana pasada se
mantienen movilizados ocupando casi 240 establecimientos
escolares y se han negado a deponer sus tomas, para sentarse
a conversar como lo ha propuesto el gobierno. “Reclamamos
lo mismo, educación pública para Chile, que se termine con
el lucro en la educación, que el Estado recupere su rol,
que se privilegie lo público por sobre lo privado, más
democracia en las escuelas y las universidades y que se
avance a una educación de calidad y no elitista como
ahora”, arengaba Gajardo.
En ese sentido, hizo un símil con la
gran rebelión contra el sistema educacional que
protagonizaron en 2006 los estudiantes secundarios, hecho
conocido como el pingüinazo y que costó la cabeza de un
ministro, puso en jaque a la administración de Bachelet y
logró que el tema educacional se instalara en la agenda.
“La diferencia es que en esta ocasión participan todos
los estamentos de la educación”, dijo Guajardo. “Aquí
se expresa el movimiento social, una expresión que es
transversal, legítima, de más de 100 mil manifestantes”,
añadió Camila Vallejos. “Algunos han dicho que la gente
no quiere manifestaciones, pero hoy día más de 100 mil
personas decimos que sí queremos manifestarnos, que sí
queremos participar para recuperar la educación pública y
para que el Estado se haga cargo de garantizar el derecho de
la educación”, agregó.
La dirigente universitaria agregó que
“hoy no nos sirve dialogar porque las cosas son claras.
Nosotros exigimos que se respete la ley, que dice que no se
puede lucrar y eso no se está respetando y no ha habido
voluntad política para que se respete”.
En el acto central estuvieron presentes
representantes de la oposición y de los ecologistas. “Es
como que todo Chile estuviera en la marcha. Hay gente de
todo tipo que está reclamando, eso me parece
maravilloso”, sostuvo María José, una periodista recién
egresada de una universidad privada y que está desempleada.
José Luis, chofer de camiones, de paso por Santiago, agregó
que “tengo 4 hijos, y sólo me alcanza para pagar una
universidad, el resto deberá ponerse a trabajar apenas
puedan. Por eso vengo a reclamar y a apoyar a los cabros (jóvenes)”.
Pero como ha sido la tónica de las últimas
manifestaciones, grupos aislados de manifestantes se
enfrentaron a Carabineros que reprimió a punta de palos,
lanzaaguas y bombas lacrimógenas en las afueras del
Ministerio de Educación en plena Alameda.
Los desórdenes siguieron más cerca de
La Moneda donde algunos “encapuchados” (gorros y pañuelos
para tapar el rostro), lanzaron piedras, palos y bombas
molotov contra personal de Fuerzas Especiales.
Ahora los estudiantes evaluarán la
marcha y seguirán analizando los caminos a seguir,
derrotero que dista mucho de concluir, mientras las puertas
del Ministerio de Educación se abran sin condiciones.
Los estudiantes
secundarios mantienen
la movilización y toma de colegios
Cuando los pingüinos vienen marchando
Por Christian Palma
Desde Santiago
Página 12, 16/06/11
Decenas de estudiantes
universitarios se sumaron a la protesta de los secundarios,
a la espera de la movilización más grande convocada para
hoy por los profesores y alumnos universitarios. Reclaman a
Piñera que mejore el sistema educativo.
La baja temperatura que se percibió
ayer en Santiago no fue impedimento para que más de siete
mil estudiantes –más unos 300 trabajadores subcontratados
de la minería– marcharan ayer por la Alameda, la
principal avenida de esta capital, en reclamo por mejoras al
sistema chileno, movimiento que recuerda el pingüinazo de
2006, que provocó la primera crisis al gobierno de Michelle
Bachelet y que amenaza con golpear ahora a la administración
de derecha de Sebastián Piñera, que recién el lunes
propuso una mesa de diálogo con los secundarios. Medida que
al parecer no calmó los ánimos de los escolares.
La jornada comenzó a calentarse cuando
un grupo de universitarios subió a un letrero de tránsito
y desplegó un lienzo con un mensaje contra el lucro en la
educación. Tras la intervención de Carabineros, hubo 3 jóvenes
detenidos. Junto a ellos, decenas de estudiantes
universitarios provenientes de Valparaíso, La Serena y
Temuco principalmente se sumaron a la marcha secundaria, a
la espera de la movilización más grande convocada para hoy
por los profesores y alumnos universitarios, que si bien
luchan por otras reivindicaciones –como el fin al lucro en
la educación–, entienden que el sistema educacional
chileno debe mejorar desde lo más básico.
La marcha de los pingüinos se
desarrolló en relativa calma; sin embargo, hubo diversas
escaramuzas a la altura del Palacio de La Moneda, que
Carabineros disolvió usando carros lanzaaguas. Lo de ayer
es la antesala de lo que comenzará hoy a las 11 de la mañana,
en que se espera que 20 mil universitarios, secundarios,
académicos y el Colegio de Profesores se reúnan en el
Parque Bustamante –en pleno centro capitalino– para
marchar por la Alameda con destino a Plaza los Héroes, a
unas cuadras de la casa de gobierno.
La presidenta de la Federación de
Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Camila
Vallejo, precisó que “los actores van en aumento y nos
estamos uniendo en ejes principales, como la necesidad de
que el Estado garantice la educación como un derecho
universal, la recuperación de la educación pública,
fiscalización al sector privado para acabar con el lucro y
avanzar en cambios constitucionales que cambien de raíz el
sistema educacional chileno”.
Respecto al llamado al diálogo
propuesto por el Ministerio de Educación, Vallejos dijo que
“estamos decepcionados del ministro porque continúan
descalificando al movimiento. Lo único que propone es el
fin de las movilizaciones, dice que somos minorías, pero no
es así, somos un movimiento legítimo porque apelamos a un
derecho fundamental que en Chile no está garantizado”.
Según la joven dirigente, hay varias federaciones de la
Confederación de estudiantes de Chile (Confech) que están
solicitando la renuncia del ministro de Educación, Joaquín
Lavín.
Adicionalmente la FECH y el Colegio de
Profesores apoyaron a los estudiantes secundarios en toma y
rechazaron las medidas de represión de los alcaldes, que
han desalojado algunos colegios. “El gobierno está
actuando contradictoriamente, porque mientras el ministro
Lavín habla de diálogo, los alcaldes que son afines a él
están actuando de esta forma (desalojo). Las autoridades
dicen una cosa para la televisión y actúan de otra forma.
Estamos en otros tiempos y no es posible que insistan en
este tipo de represalias”, reclamó Jaime Gajardo, líder
de los profesores.
Al final de la jornada, los estudiantes
lograron que la acción mediática generara atención de la
prensa, pues se desarrolló cerca de La Moneda y del
Ministerio de Educación, que ahora luce fuertemente
custodiado por vallas. El martes, el inmueble fue escenario
de una protesta con universitarios encadenados, que dejó más
de 30 detenidos.
La
crisis hunde las chances de Lavin
para el 2014
Revés para el pollo del Opus Dei
Página 12, 17/06/11
Por Christian Palma
El domingo pasado, cercado por la
prensa en un programa político en horario Premium, el
ministro de Educación, Joaquín Lavín, reconoció haber
ganado dinero con la Universidad del Desarrollo, casa de
estudios privada que fundó y dirigió por años. Con ello,
echó más nafta a una fogata que se ha propagado por las
casi veinte universidades y los cerca de 240 colegios
secundarios tomados, toda vez que el lucro en la educación
es uno de los temas que más molesta a los estudiantes. La
demanda clave es la equidad y democratización de la educación,
cosa que en Chile está lejos de suceder. Tras esa declaración,
donde rechazó la “Funa” (interpelación pública) de
los estudiantes de la UTEM y que casi lo deja en el suelo,
Lavín estratégicamente guardó silencio.
A comienzos de semana, los secundarios
llegaron hasta el Ministerio de Economía con una carta
donde expresan los cuatro ejes de sus petitorios:
Reconstrucción pos terremoto de establecimientos,
desmunicipalización de la educación secundaria, apoyo a
los liceos técnicos profesionales y locomoción gratis. Lavín
no los recibió. En reemplazo mandó a su subsecretario,
Fernando Rojas, a dialogar con los jóvenes que hasta ayer
definían los pasos a seguir.
Al día siguiente, en un intento por
controlar las protestas estudiantiles, Joaquín Lavín
respondió el petitorio de los estudiantes secundarios y los
instó a una mesa de diálogo; sin embargo, condicionó esas
reuniones a deponer las tomas. La respuesta fue obvia: No.
Lavín, hasta antes de este nuevo
estallido, era uno de los ministros mejor evaluados del
gabinete de Piñera, lo que otra vez lo puso en la primera
fila de presidenciables para el 2014 (ya fue derrotado en
1999 por Ricardo Lagos). Es Opus Dei, padre de varios hijos,
ex alcalde de Santiago y uno de los líderes de la UDI, el
partido de extrema derecha que da sustento al gobierno
actual. El año pasado se ganó las críticas de la
Concertación y el Partido Comunista por sus despidos
masivos en el ministerio. En diciembre pasado propuso una
reforma educativa que fue rechazada por docentes y
estudiantes.
Su llamado a deponer las movilizaciones
fue considerado un error –poco cálculo político similar
al del pingüinazo de 2006, donde ese hecho encendió más
los ánimos–. Habrá que ver cómo zafa de esta situación
uno de los secretarios de Estado de mejor manejo político
pero que hoy está en serios problemas a causa de los pingüinos.
|