¡Fuera
Piñera YA!
Por
Oscar Alba
Para
Socialismo o Barbarie, 01/09/11
"El
10% de los chilenos tiene ingresos promedio que superan los
de Noruega, mientras que los ingresos del 10% más pobre son
similares a los de los habitantes de Costa de Marfil. La
gran mayoría (el 60%) tiene, en promedio, menos ingresos
que los angoleños", señala el estudio de un sociólogo
de la Universidad Diego Portales. Y concluye: "En la
realidad, existen dos Chiles... En la práctica, el 60 % del
país vive con ingresos promedio peores que Angola. Este es
el Chile de la mayoría, nos guste o no." (1) Esta síntesis
muestra claramente la realidad salarial de los trabajadores
chilenos y hace de Chile, uno de los países con más
desigualdad social y económica del mundo.
En
el plano político la dictadura pinochetista sancionó una
nueva Constitución en 1980 que echó sus cimientos sobre el
triunfo del golpe proimperialista de setiembre de 1973 que
derrocó al gobierno reformista de Salvador Allende. La
represión, el terror y el aplastamiento de la clase obrera
prohijaron esta nueva Constitución. El proyecto de una
"democracia protegida" aseguraba a Pinochet y los
militares perpetuarse en el poder. A tal fin, la carta
constitucional incluyó nuevos "enclaves
autoritarios", introduciendo instituciones llamadas de
Seguridad Nacional como el Consejo de Seguridad Nacional
(COSENA) y la conformación de un Tribunal Constitucional
que controlaría la redacción de las leyes. La nueva
"democracia" chilena ha mantenido este marco
constitucional. Ahora el "modelo" político y económico
alabado, en su momento, por el mismísimo Barack Obama, ha
comenzado a mostrar sus fisuras ante la embestida de los jóvenes
estudiantes y trabajadores. Y aunque aún presente
limitaciones y repliegues, se ha dado un paso fundamental:
ganar las calles.
La
movilización estudiantil conmueve al régimen
Ha
sido el movimiento estudiantil chileno un factor de
vanguardia en la lucha contra los gobierno de Michelle
Bachelet y ahora contra el del presidente Piñera. Las
protestas se han sucedido a partir del carácter privatista
de la educación del régimen neoliberal chileno,
continuador de la dictadura pinochetista.
En
todo el país los estudiantes salieron a las calles
enfrentando la represión del gobierno, que ha encarcelado
ya a miles de manifestantes durante las jornadas de las
manifestaciones que abrieron una nueva situación de crisis
política en el país trasandino.
Luego de las primeras marchas estudiantiles, el
gobierno propuso una suerte de reforma educativa que de
fondo no cambiaba nada. Pero los estudiantes agrupados en
federaciones rechazaron dicha propuesta por ser lisa y
llanamente una provocación (ver reportaje)
y continuaron la lucha.
Una
nueva situación política
La
confluencia de las masivas marchas estudiantiles con los
reclamos que surgen de distintos sectores de trabajadores ha
detonado una nueva situación política en Chile que se ha
convertido en el
proceso de luchas más importante desde el fin de la
dictadura de Pinochet.
Desde
las huelgas mineras en Codelco y La Escondida, hasta la
pueblada en la ciudad más austral del país, Punta Arenas,
por el precio del gas, están dando un marco diferente a la
relación de fuerzas en la lucha de clases, dinamizando la
crisis del gobierno de Piñera. Sectores de la oposición
burguesa han dado cuenta de esto: el ex presidente Eduardo
Frei afirmó en nuestro país que "Chile está al borde
del desgobierno" provocando la reacción del
oficialismo y abriendo aún más la brecha en el frente
burgués.
Ante
la creciente movilización de distintos sectores de
trabajadores, pobladores y campesinos indígenas que luchan
contra el latifundio, la Central Única de Trabajadores de
Chile (CUTCH) llamó a una huelga general de 48 horas para
el 24 y 25 de agosto. Los reclamos levantados fueron: la
reforma de la Constitución, un cambio en el Código de
Trabajo, rebaja de los impuestos a los combustibles y apoyo
a las reivindicaciones de los estudiantes. La huelga general
fue acompañada por marchas multitudinarias en distintos
puntos del país que derivaron en violentos enfrentamientos
con los carabineros y fuerzas de seguridad de Piñera. Miles
de detenidos y heridos por gases lacrimógenos y balas y la
muerte de Manuel Gutiérrez, un joven de 19 años, dejaron a
las claras la dureza de la medida.
¡Continuar
la lucha independiente hasta echar a Piñera!
La
nueva oleada no se ha detenido y Piñera busca una negociación
posible que frene los reclamos y la agitación popular y
obrera. Pero es evidente que ha estallado un profundo
cuestionamiento del gobierno y del régimen. "En este
cuadro, ha sido decisiva la irrupción de una nueva generación
juvenil, principalmente de estudiantes secundarios. Esta
nueva generación ya no carga sobre sus hombros ni la
terrible derrota del golpe militar de 1973 y la dictadura de
Pinochet, ni tampoco la desmoralización debido a la
capitulación infame de los viejos partidos de izquierda
como el PS y el PC, o su disgregación como el MIR".
(2)
No
obstante, en el desarrollo de la movilización deberán
romper lanzas con los enemigos políticos que dentro de las
filas populares procuran dividir y preparar el terreno de la
capitulación al gobierno y al régimen. Los partidos de la
Concertación de Bachelet y el nefasto Partido Comunista,
responsable de la derrota de 1973, tienen la política de no
unificar los reclamos para debilitar al movimiento.
La
tarea primordial de los
jóvenes luchadores estudiantiles y de la clase
obrera debe ser independizarse de las influencias políticas
y de clase de la Bachelet, de los Frei y del estalinismo,
desarrollando nuevos organismos asamblearios que preparen el
camino para echar a Piñera y su gobierno capitalista y
generen una ofensiva del movimiento de masas.
Notas:
1.
Andrés Zahler Torres. "¿En que país vivimos los
chilenos?" CIPER, (6/6/011) citado en Declaración de
Corriente Internacional Socialismo o Barbarie. 9/8/11
2.
Declaración de la Corriente Internacional Socialismo o
Barbarie. 9/8/2011
Nuevos
frentes de conflicto en la semana más difícil de Piñera
La
muerte de un joven complica a carabineros
y un ministro
Por
Carlos Vergara
Corresponsal
en Chile
La
Nación, 31/08/11
Santiago.–
El nerviosismo del gobierno encabezado por Sebastián Piñera
volvió a ser puesto a prueba ayer en Chile con el
reconocimiento oficial por parte de los carabineros de que
uno de sus oficiales fue el autor del homicidio de Manuel
Gutiérrez, de 16 años, que murió a causa de un disparo en
medio del paro nacional convocado por los trabajadores la
semana pasada.
El
incidente, del cual carabineros eludió toda responsabilidad
en un primer momento, pese al testimonio del hermano y
acompañante de Gutiérrez, que había asegurado que los
disparos habían llegado desde una patrulla, tensó aún más
el crispado momento político que se vive en Chile, producto
de la crisis estudiantil iniciada hace más de tres meses,
en reclamo de una reforma de fondo en el sistema educativo.
En
una arriesgada maniobra, el presidente Piñera invitó al
palacio presidencial de La Moneda a los líderes
estudiantiles, con el fin de establecer una primera
instancia de diálogo directo.
La
cita, que inicialmente estaba prevista para ayer, fue
postergada hasta el sábado, a la espera de que se aquieten
las aguas, luego de la comprobación de la responsabilidad
de carabineros en la muerte del chico, hecho que afecta
directamente al cuestionado ministro del Interior, Rodrigo
Hinzpeter, máximo responsable de la seguridad pública en
el país.
Puesta
en la encrucijada, la institución de carabineros anunció
ayer la expulsión de sus filas del sargento segundo Miguel
Millacura, el autor de los disparos –que quedó
detenido–, además de otros siete oficiales. No fue todo.
El general y subjefe de la zona metropolitana, Sergio
Gajardo, fue llamado a retiro por haber descartado una
investigación interna y haber deslindado responsabilidades.
Con
una fuerte presión oficialista sobre sus hombros, el
general director de carabineros, Eduardo Gordon, pidió ayer
disculpas públicas a la familia del joven.
El
temporal, sin embargo, está lejos de amainar. La líder
estudiantil Camila Vallejo fue clara al respecto, y dio a
entender que no cejarán en la búsqueda de responsables políticos
de la tragedia: "En esto no basta con dar de baja a
unos carabineros, hay una responsabilidad política que se
debe asumir, porque no son casos aislados, sino una política
institucional. Hinzpeter debería dar un paso al lado por la
represión y en algunos casos de tortura y abuso".
Diversos
grupos de derechos humanos también han hecho hincapié en
que verificarán el accionar de carabineros y las fuerzas
del orden durante las protestas estudiantiles, mientras que
la oposición encabeza las críticas contra la figura del
ministro.
"[Hinzpeter]
ha sido un gran instigador de la represión. Ha
criminalizado la protesta social, ha deslegitimado el
derecho de la gente a movilizarse, y cuando se produce una
muerte, tratan de sacar provecho político de esa situación,
en lugar de aclararla y ser firmes en buscar la
verdad", dijo la presidenta del Partido por la
Democracia (PPD), Carolina Tohá.
"Al
Ministro del Interior no le corresponde renunciar. A juicio
del gobierno no existe ninguna responsabilidad política",
respondió ayer el vocero, Andrés Chadwick.
El
otro foco de conflicto se produjo en el propio gabinete. El
ministro de Educación, Felipe Bulnes, no compartió la
decisión presidencial de llevar el diálogo a La Moneda,
que dejó de lado la estrategia pactada de focalizar el
debate en el Congreso, adonde se enviaron cuatro proyectos a
mediados de agosto.
Fuentes
del gobierno dijeron a La Nacion que de los 12 puntos
demandados por los estudiantes, hay dos que no serán
negociados, precisamente los más críticos: la gratuidad
total de la educación y el fin del lucro en las
instituciones de enseñanza. El gobierno asume que el
movimiento está totalmente radicalizado y que los líderes
de las protestas no arriesgan mayores costos en su cruzada.
Mes
complejo
Por
otra parte, esta semana comienza el mes más complejo en la
agenda de conflictos del año: el domingo se realizará el
tercer funeral del ex presidente, Salvador Allende, que si
bien será privado, coincide con la fecha en que asumió la
presidencia; para el jueves 8, está anunciado un nuevo paro
nacional de los estudiantes, y el domingo 11, en tanto, será
el 38° aniversario del golpe de Estado .
Para
las tres fechas se esperan fuertes desórdenes sociales en
Santiago y las principales ciudades del país. Para el
gobierno, el gran temor radica hoy en el "patrimonio
moral" perdido por carabineros tras la muerte de Gutiérrez.
Lejos de acotarse la crisis, nuevos flancos se abren
en el horizonte. El empresariado chileno, agrupado en la
emblemática y poderosa Confederación de la Producción y
del Comercio, ya manifestó su preocupación por la crisis
estudiantil, el orden público, los rumores sobre una
posible reforma tributaria y los costos ya asumidos sobre
las principales políticas sociales de Piñera: la eliminación
de la cotización para los jubilados y la extensión del
posnatal. Además, criticaron abiertamente al nuevo ministro
de Economía, Pablo Longueira, que pronunció un descarnado
discurso en defensa de los consumidores, en el que anunció
fuertes fiscalizaciones al comercio minorista y los bancos.
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