Ecuador

Correa enfrenta oposición a megaproyecto minero

Por Martiniano Rodríguez
Para Socialismo o Barbarie, 10/03/2012

Correa también sufre la oposición de los aborígenes ambientalistas, que se niegan a aceptar un mega proyecto minero en su lugar de supervivencia. Ellos han comenzado una marcha ambientalista en la provincia amazónica de Zamora, donde el gobierno junto a la empresa china, Ecuacorriente, quieren instalar la mina provocando un gran daño ambiental en la selva donde viven los aborígenes.

Desde el 9 de Marzo la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas) es la que encabeza una marcha que piensa llegar a Quito. Recordemos que esta organización participó con gran presencia en las luchas que derrotaron a Bucaram y Mahuad , y apoyaron en un principio el gobierno de Correa. Pero hoy están distanciados, entre otras cosas por la cuestión minera.

Correa ha llamado a una manifestación a su favor que reunió a miles de personas, lo cual fue visto como un triunfo por el presidente[1], ya que la marcha comenzó con unos, pero a pesar del discurso del gobierno esta marcha que empezó con unos centenares ha estado recibiendo apoyo a medida que avanza. Es que al igual que en otros países de la región, no hay solo proyecto minero, en Ecuador hay por lo menos 5 grandes proyectos (todos de capital internacional) que están siendo resistido por los lugareños. Y al igual que en Perú, la marcha a sido designada la “marcha por el agua, la vida y la dignidad” dejando claro que sus objetivos son proteger los recursos y no dejarse arrollar por las empresas imperialistas.

Esto no quedo aquí, el presidente los acusó a la marcha de ser de derecha[2], a ciertos gobiernos que alientan algunas luchas no soportan que esas luchas sean contra lo que ellos dicen. Esto ha pasado en otros países, salen a luchar y automáticamente son la derecha. La oficialista Alianza País comenzó a desparramar el rumor de que la alianza tiene fines golpistas[3], cosa que tampoco es nueva por parte de los gobiernos de la región.

Una vez más en estos tiempos los pueblos se levantan contra el saqueo, pero también contra los desastres naturales que dejan estos proyectos mineros en los lugares donde se instalan, El capitalismo necesita minerales, y muchos de ellos se encuentran en los países periféricos, si le sumamos que las materias primas están teniendo buenos precios en el mercado mundial, la rapiña es lo que queda. Los gobiernos progresistas de la región no han hecho mucha contra esto, a lo sumo aumentar los impuestos, pero esto no alcanza.

Hay que frenar el saqueo que solo deja agujeros en la tierra y contaminación en el agua y la tierra. Hay que pararle la mano a la rapiña capitalista que no le importa el futuro.


Capitalismo a cielo abierto

Por Gustavo Duch Guillot (*)
La Jornada, 17/03/2012

Se oyen los primeros rugidos. Las aves parten en vuelos urgentes sin ruta planificada. Los mamíferos corren en círculos muy desorientados. Los topos y topillos se entierran lo más hondo que pueden, y se llevan las manos a unos ojos llorosos que nunca vieron (son casi ciegos) nada igual.

Las gentes del lugar se abrazan a los árboles. Un par de jóvenes se han encadenado a dos de ellos. No importa, el primer bocado llega puntual, y la excavadora traga media tonelada de bosque, fauna y flora. Así, bocados de excavadoras y explosiones de dinamita hasta cavar en el mismo ombligo del planeta Tierra una fosa de casi dos kilómetros de diámetro y por lo menos 800 metros de profundidad.

¿Por qué un bombazo así a nuestro globo terráqueo? ¿Qué pretenden enterrar? ¿No temen que de su interior emane el fuego del averno y les carbonice? ¿Cavan su tumba? ¿No les asusta poder ser tragados en un pliegue del terreno?

No, el interés del capital y su necesidad de multiplicarse es tan intrépido como insensato y repugnante.

No, el capitalismo busca en Marte, en Plutón o en las profundidades del subsuelo cualquier cosa que le dé de comer. Ahora en Ecuador, es la atracción por el cobre lo que mueve su maquinaria pesada.

No, no hay barreras. Para la mina de cielo abierta El Mirador, el gobierno de Rafael Correa ha encontrado capital chino para la succión del cobre durante los próximos 25 años. Para el hambre campesina nunca se encuentra solución.

 No, no les preocupan los problemas técnicos ni ecológicos para depositar las 26 mil toneladas de escombros que se producirán a diario, pues de entre ellas rescatarán 600 toneladas del cobre deseado. En total una montaña de material igual a 405 años de recolección de basura de Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, para obtener unas 5 mil millones de libras de cobre.

 No, no habrá sequías para que brote su metal. De los ríos del pueblo Shuar tomarán 120 litros de agua por segundo y la devolverán ácidamente contaminada; y los peces morirán; y la población enfermará.

 No, sus corazones metálicos y fríos como el cobre, no sabrán nada de sequías río abajo. Sus camiones cargados del metal circularán entre la miseria recién nacida en el territorio.

Y 25 años después, cuando el cobre esté agotado (y el planeta anémico por la herida) entonces, como monumento a la codicia, la empresa minera hará del gran socavón un lago turístico donde los enriquecidos navegarán en sus lanchas fuera de borda. Y presumirán fachendas de una gran vista. Desde El Mirador otearán lo que fue la fabulosa Cordillera del Cóndor con sus árboles endémicos y su diversidad animal y vegetal. Pero no verán nada; será tan sólo y para siempre –gris e intoxicada– la Cordillera del Cobre.

 Y este proyecto es apenas el primero de una larga lista de violentas acciones megamineras en contra de la naturaleza, impulsadas por el gobierno nacional de ese pequeño país andino, que se precia del ser el primero en el mundo por haber entendido constitucionalmente que la naturaleza es sujeto de derechos.

El pueblo ecuatoriano está en la calle, y clama que el agua vale más que el oro.


(*) Gustavo Duch Guillot es coordinador de la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas.

[1][1] Dicho por Correa: “"Vaya a ver cuánta gente se ha reunido en Zamora (Chinchipe). Han sido más los organizadores que los convocados" Europress, 9 de marzo

[2] manifestó en su cuenta de Twitter que en la marcha están aliados la "supuesta extrema izquierda" y la "extrema derecha, aupados por ciertos medios de comunicación".

[3] El Telegrafo 13/3/2012.