Correa enfrenta oposición a megaproyecto minero
Por Martiniano Rodríguez
Para Socialismo o Barbarie, 10/03/2012
Correa también sufre la oposición de los aborígenes
ambientalistas, que se niegan a aceptar un mega proyecto
minero en su lugar de supervivencia. Ellos han comenzado una
marcha ambientalista en la provincia amazónica de Zamora,
donde el gobierno junto a la empresa china, Ecuacorriente,
quieren instalar la mina provocando un gran daño ambiental
en la selva donde viven los aborígenes.
Desde el 9 de Marzo la CONAIE (Confederación de
Nacionalidades Indígenas) es la que encabeza una marcha que
piensa llegar a Quito. Recordemos que esta organización
participó con gran presencia en las luchas que derrotaron a
Bucaram y Mahuad , y apoyaron en un principio el gobierno de
Correa. Pero hoy están distanciados, entre otras cosas por
la cuestión minera.
Correa ha llamado a una manifestación a su favor que reunió
a miles de personas, lo cual fue visto como un triunfo por
el presidente,
ya que la marcha comenzó con unos, pero a pesar del
discurso del gobierno esta marcha que empezó con unos
centenares ha estado recibiendo apoyo a medida que avanza.
Es que al igual que en otros países de la región, no hay
solo proyecto minero, en Ecuador hay por lo menos 5 grandes
proyectos (todos de capital internacional) que están siendo
resistido por los lugareños. Y al igual que en Perú, la
marcha a sido designada la “marcha por el agua, la vida y
la dignidad” dejando claro que sus objetivos son proteger
los recursos y no dejarse arrollar por las empresas
imperialistas.
Esto no quedo aquí, el presidente los acusó a la marcha
de ser de derecha,
a ciertos gobiernos que alientan algunas luchas no soportan
que esas luchas sean contra lo que ellos dicen. Esto ha
pasado en otros países, salen a luchar y automáticamente
son la derecha. La oficialista Alianza País comenzó a
desparramar el rumor de que la alianza tiene fines golpistas,
cosa que tampoco es nueva por parte de los gobiernos de la
región.
Una vez más en estos tiempos los pueblos se levantan
contra el saqueo, pero también contra los desastres
naturales que dejan estos proyectos mineros en los lugares
donde se instalan, El capitalismo necesita minerales, y
muchos de ellos se encuentran en los países periféricos,
si le sumamos que las materias primas están teniendo buenos
precios en el mercado mundial, la rapiña es lo que queda.
Los gobiernos progresistas de la región no han hecho mucha
contra esto, a lo sumo aumentar los impuestos, pero esto no
alcanza.
Hay que frenar el saqueo que solo deja agujeros en la
tierra y contaminación en el agua y la tierra. Hay que
pararle la mano a la rapiña capitalista que no le importa
el futuro.
Capitalismo a
cielo abierto
Por Gustavo Duch Guillot (*)
La Jornada, 17/03/2012
Se oyen los primeros rugidos. Las aves parten en vuelos
urgentes sin ruta planificada. Los mamíferos corren en círculos
muy desorientados. Los topos y topillos se entierran lo más
hondo que pueden, y se llevan las manos a unos ojos llorosos
que nunca vieron (son casi ciegos) nada igual.
Las gentes del lugar se abrazan a los árboles. Un par de jóvenes
se han encadenado a dos de ellos. No importa, el primer
bocado llega puntual, y la excavadora traga media tonelada
de bosque, fauna y flora. Así, bocados de excavadoras y
explosiones de dinamita hasta cavar en el mismo ombligo del
planeta Tierra una fosa de casi dos kilómetros de diámetro
y por lo menos 800 metros de profundidad.
¿Por qué un bombazo así a nuestro globo terráqueo? ¿Qué
pretenden enterrar? ¿No temen que de su interior emane el
fuego del averno y les carbonice? ¿Cavan su tumba? ¿No les
asusta poder ser tragados en un pliegue del terreno?
No, el interés del capital y su necesidad de multiplicarse
es tan intrépido como insensato y repugnante.
No, el capitalismo busca en Marte, en Plutón o en las
profundidades del subsuelo cualquier cosa que le dé de
comer. Ahora en Ecuador, es la atracción por el cobre lo
que mueve su maquinaria pesada.
No, no hay barreras. Para la mina de cielo abierta El
Mirador, el gobierno de Rafael Correa ha encontrado capital
chino para la succión del cobre durante los próximos 25 años.
Para el hambre campesina nunca se encuentra solución.
No, no les
preocupan los problemas técnicos ni ecológicos para
depositar las 26 mil toneladas de escombros que se producirán
a diario, pues de entre ellas rescatarán 600 toneladas del
cobre deseado. En total una montaña de material igual a 405
años de recolección de basura de Guayaquil, la ciudad más
grande de Ecuador, para obtener unas 5 mil millones de
libras de cobre.
No, no habrá
sequías para que brote su metal. De los ríos del pueblo
Shuar tomarán 120 litros de agua por segundo y la devolverán
ácidamente contaminada; y los peces morirán; y la población
enfermará.
No, sus
corazones metálicos y fríos como el cobre, no sabrán nada
de sequías río abajo. Sus camiones cargados del metal
circularán entre la miseria recién nacida en el
territorio.
Y 25 años después, cuando el cobre esté agotado (y el
planeta anémico por la herida) entonces, como monumento a
la codicia, la empresa minera hará del gran socavón un
lago turístico donde los enriquecidos navegarán en sus
lanchas fuera de borda. Y presumirán fachendas de una gran
vista. Desde El Mirador otearán lo que fue la fabulosa
Cordillera del Cóndor con sus árboles endémicos y su
diversidad animal y vegetal. Pero no verán nada; será tan
sólo y para siempre –gris e intoxicada– la Cordillera
del Cobre.
Y este
proyecto es apenas el primero de una larga lista de
violentas acciones megamineras en contra de la naturaleza,
impulsadas por el gobierno nacional de ese pequeño país
andino, que se precia del ser el primero en el mundo por
haber entendido constitucionalmente que la naturaleza es
sujeto de derechos.
El pueblo ecuatoriano está en la calle, y clama que el
agua vale más que el oro.
(*) Gustavo Duch Guillot es coordinador de la revista
Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas.
[1]
Dicho por Correa: “"Vaya a ver cuánta gente se
ha reunido en Zamora (Chinchipe). Han sido más los
organizadores que los convocados" Europress, 9 de
marzo
[2]
manifestó en su cuenta de Twitter que en la marcha están
aliados la "supuesta extrema izquierda" y la
"extrema derecha, aupados por ciertos medios de
comunicación".
[3]
El Telegrafo 13/3/2012.
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