Luis Patti preso
Triunfos
y contradicciones de la lucha democrática
Por Ana Vázquez
Socialismo o Barbarie, periódico, 29/11/07
Luis Patti fue detenido en el marco de la
megacausa Campo de Mayo que investiga delitos de lesa
humanidad. Tiene dos detenciones previas por torturas y
asesinato. En este caso, está acusado de apresar,
torturar y asesinar al entonces diputado Diego Muñiz
Barreto. También se lo acusa de secuestro de otras seis de
sus víctimas. Luis Patti es y será (más allá de los avatares de su
carrera política) un símbolo de la tortura, la represión
y la mano dura.
Su caída entre rejas es un paso adelante en la
lucha democrática y popular. Pero también
se corresponde con el momento político en el país,
previo a la asunción de la señora CK. Siguiendo una línea
de continuidad con su política en materia de derechos
humanos, en los días previos a su llegada a la Casa Rosada,
el gobierno dio varias estocadas fuertes. En el caso
de Patti, encarcelando a un personaje emblemático,
aprovechando también la poca cantidad de votos que sacó en
las recientes elecciones (2,48% como candidato a gobernador
de la provincia de Buenos Aires). Entre otras resoluciones,
la Justicia negó la apelación presentada ante la Cámara
por el cura Von Wernich y aunque es muy probable que este
apele ante la Corte Suprema, la sentencia -hasta ahora- quedó
firme. Continúa en curso, por otro lado, el juicio al ex
prefecto Héctor Febres, cuya finalización se supone será
para el 14 de diciembre.
Al mismo tiempo, donde el gobierno (acompañado de su
corte de funcionarios y organismos de derechos humanos
afines) desplegó su política
oficialmente y sin tapujos, fue en la inauguración del
Museo de la Memoria. Este predio, aparentemente testimonial,
va a ser administrado y orientado por un ente integrado por
el Estado Nacional, el Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, organismos de Derechos Humanos, entre ellos Madres
(las dos organizaciones) y Abuelas.
Como si esto fuera poco, el Presidente felicitó a la
Cámara de Casación (a la que le había tirado de las
orejas hace unos meses) por dar “un paso trascendente”
en la sustanciación de los juicios. [1] Por su parte, la señora
CK , además de pedir que se sigan dando pasos “para
equilibrar el país”, se encargó de aclarar sobre las
“virtudes” de las FF.AA. que “de una vez por todas
se separe la paja del trigo”... Los aplausos colmaron
el recinto.
Dos caras para una misma política
¿Cómo se entiende que el mismo gobierno que es
querellante en causas contra los genocidas haga votar una
Ley Antiterrorista que les restituye en parte el poder que
tuvieron en otras épocas? [2]
El gobierno quiere demostrar mano dura frente “a
los malos” del Proceso y embellecer “a los buenos”
militares de hoy porque son los pilares para la relegitimación
de las FF.AA. como garantes de la normalización burguesa. Y
“los buenos” de hoy encubren a los genocidas y sus cómplices
que siguen siendo parte del aparato represivo o de distintas
agencias de seguridad. Es sencillamente por esto que no hay
posibilidad de combate a fondo contra todos los asesinos de
la dictadura si no es desmantelando todo el aparato
represivo.
Junto con esto, institucionaliza su relación con los
organismos de derechos humanos que lo apoyan. No sólo les
cede una emisora a las Madres, sino que crea un ente común
con ellos, que los compromete directamente con el Estado.
Como muestra de confianza, la ex ministra de Economía
Felisa Miceli será la coordinadora general de Madres de
Plaza de Mayo línea Hebe de Bonafini. Y los hace
propagandistas de su política para crear en la población
esta conciencia de gobierno “combativo” por los derechos
humanos, bajo el prestigio de quienes fueron en su momento y
durante muchos años, vanguardia de ese movimiento.
Se hace intérprete de los presuntos sentimientos de
los 30.000 desaparecidos... pero no toma una sola medida
seria para esclarecer el secuestro de Jorge Julio López
cometido con total impunidad durante su gestión.
Cerró la persiana en la causa contra la Triple A, a
pesar de la cantidad de denuncias presentadas, porque por
allí se filtraba la complicidad de empresarios, políticos
burgueses peronistas y radicales, y poderosos.
Son pasos hacia la normalización y aplicación en
todo el país de su política en derechos humanos, al
tiempo que se buscar preservar (debidamente “saneado”)
el aparato represivo. Y
si los instrumentos “normales” no funcionan del
todo para frenar las luchas obreras y estudiantiles (o estas
“se van de madre”), también tiene a mano a sus patotas
obedientes, como lo han hecho en el Hospital Francés o en
el Casino.
Junto a las luchas obreras, profundizar la
movilización
La detención de Patti (aunque por ahora sea
provisoria) es uno de los triunfos logrados en largos 30
años de lucha democrática y popular. Junto con las
condenas efectivas al Turco Julián, a Etchecolatz y a Von
Wernich son mojones que la afirman, potencian y ayudan a
continuarla.
Para esto es imprescindible enfrentar la multifacética
política K, que se pone el traje de “duro” con los
represores de ayer para mejor preparar la represión de los
futuros enfrentamientos sociales.
Como declaró el Equipo de Educación Popular “Pañuelos
en Rebeldía” en un comunicado del 22 de noviembre, al
pronunciarse en contra de participar del Centro de Educación
Popular orientado por las Madres que va a funcionar en el
Museo de la Memoria: “Es también parte de este debate
imprescindible, la necesidad de relacionar las batallas históricas
por los derechos humanos, con la necesidad de su vigencia y
defensa en la actualidad, terminando con todas las
modalidades de criminalización de la protesta, y de
judicialización de los luchadores y luchadoras sociales.”
Enfrentamientos que nos exigirán profundizar la
lucha democrática pegada a los conflictos obreros y
sociales, porque de su unidad y masividad dependerá que
avancemos en logros que paren la “mano dura” contra los
que se atrevan a enfrentar el Pacto Social y sus
consecuencias.
Notas:
1. La Cámara de Casación (Sala II) ratificó la
validez de la reapertura de las causas por violaciones a los
derechos humanos al rechazar un recurso presentado por la
defensa del ex capitán de navío Raúl
Scheller hace cuatro años.
2.
En uno de sus puntos, vuelve a legalizar que los servicios de las
FF.AA. realicen nuevamente espionaje interno.
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