Balance de
la derrota del Casino y otras noticias del movimiento obrero
•
Dura derrota en el Casino
- Cristina es responsable
• Ante
la nueva asamblea trucha del gremio el 28/03 -
Derrotar
el ataque de Curi, la AOT y Scioli contra la comisión
interna y la lucha
•
Kraft – Terrabusi
- Tras la
elección de delegados, se reanuda la pelea salarial
•
La tragedia de Dolores
- La responsabilidad del gobierno, la
patronal y la burocracia
******
Dura derrota en el
Casino
Cristina
es responsable
Por Héctor
“Chino” Heberling
Socialismo
o Barbarie, periódico, 20/03/08
El primer paso para realizar un
balance (serio) es tratar de ser lo más objetivo
posible en analizar el resultado de la extraordinaria lucha
que llevaron a cabo los jóvenes trabajadores del Casino a
lo largo de todos los meses del verano.
Tomando en cuenta este recaudo, lo
que se ve a simple vista (y lo que sienten hasta en los
huesos los compañeros) es que la lucha del Casino terminó duramente
derrotada. Quedaron fuera del trabajo alrededor de 400
compañeros. Conteniendo esto compañeros que estuvieron
todos en la huelga: entre ellos los despedidos, otros
activistas y también algunos delegados que llegaron a un
arreglo económico con la patronal cuando vieron que el
conflicto no daba más. Al mismo tiempo, un grupo reducido
de compañeros sigue con la intención de recuperar el
puesto de trabajo por la vía judicial.
Esta primera (y dolorosa) conclusión
de que prácticamente ha sido liquidada la organización
que los compañeros se habían dado desde comienzos del 2006,
no se puede ocultar y menos diluir con la consideración,
también verdadera, de que la heroica lucha de prácticamente
4 meses ha sido realmente excepcional por su combatividad.
Pero esto no puede servir para perder las proporciones de
las cosas con afirmaciones del estilo de un supuesto avance
general de la “conciencia de clase” en abstracto,
inaplicable en concreto en el Casino (o donde sea)
simplemente por la dispersión que provocó la derrota.
O, peor aún, tirándole el fardo a
otro, tratando de ocultar responsabilidades, al mismo tiempo
que se cae en la autoproclamación más barata diciendo todo
lo bueno que hizo uno mismo.
¿Por
qué lucha política y conflicto testigo?
El conflicto del Casino estalla por
el ataque coordinado del gobierno, la patronal y la
burocracia contra la organización, el cuerpo de delegados,
el convenio y las asambleas de base del Casino: es decir,
una “Santa Alianza” para poner en caja y liquidar las
nuevas experiencias combativas del movimiento obrero (Subte,
Casino, Dana, Fate, Mafisa, 60) combinando provocaciones,
despidos, desafueros, la represión “legal”de la policía
y la justicia con la “ilegal” de las patotas sindicales.
El gobierno K aprovecha una coyuntura
política que arranca con la reelección que le da el aire
suficiente -entre las grandes masas- para ajustar cuentas
con la vanguardia abriéndose una coyuntura de luchas
defensivas pero muy duras porque la vanguardia se la
banca y resiste los ataques.
Los K salieron a actuar así con el
objetivo más general de continuar con la política de
“normalización”del país. Por ejemplo, eliminaron la
doble indemnización para que vuelva a ser “normal” que
el patrón pueda despedir a diestra y siniestra trabajadores
cuando le plazca.
Pero además, a esto se le suma el
objetivo más inmediato de evitar desbordes en las
paritarias, ante la posibilidad de que comience el
malestar por los aumentos de precios y tarifas que
tienen que ver también con el reflejo nacional que ya
comienza a hacerse sentir de la crisis económica
internacional.
Por todas estas consideraciones,
desde el comienzo de la lucha (desde el nuevo MAS) alertamos
que se estaba frente a un conflicto de características políticas.
Que así había que encararlo y así había que armar a toda
la base trabajadora en lucha.
A las evidencias antedichas, se
agrega la decisión -desde el riñón kirchnerista- de hacer
de Cristóbal López el zar del juego en el país.
Esto ya no es un mero negocio económico sino que, además, hace
parte de un proyecto político de apadrinar empresarios
afines.
Estamos entonces ante una doble
necesidad política del gobierno K de reventar la
experiencia del Casino. Una, como parte de la cuestión más
general de reventar a la vanguardia (necesidad compartida,
claro está, con sus perros falderos de la burocracia
sindical). Y dos, como necesidad de liquidar la piedra en el
zapato que significaba esa vanguardia luchadora y su
convenio metidos dentro del Casino, mal ejemplo para todos
los trabajadores del juego del futuro “Imperio Cristóbal
K”.
Es por eso que desde el primer
momento la Santa Alianza tenía la decisión política de ir
por todo, sin medias tintas. El gobierno lo tomó como
conflicto testigo. Pero si esto fue así, inevitablemente la
orientación de la lucha debería haber “rebalsado”, y
por mucho, el estrecho marco sindical del enfrentamiento
patronal-trabajador: era necesario elevar la pelea al
terreno político haciendo eje en la responsabilidad no sòlo
de Cristóbal López sino pricipalmente del gobierno K.
Una
orientación equivocada
Teniendo en cuenta todos estos
elementos y la disposición de lucha de los compañeros del
Casino, desde el primer día el nuevo MAS apoyó
incondicionalmente la lucha y propuso hacer eje en una política
de exigencias y denuncias al gobierno K como
responsable directo de todo lo que pasaba. Esto con el
objetivo de tratar de que el costo político que tuviera
que pagar el gobierno en mantener el conflicto fuera lo
suficientemente alto para obligarlo a negociar una salida.
Después de la represión del 4/12
para desalojar los piquetes de las puertas del Casino, la
conciliación trucha, la negativa a dejar entrar a “los
violentos”y el remate de una nueva “clausura”, se
hizo evidente la necesidad de una respuesta política a los
ataques del gobierno.
Por eso desde el nuevo MAS y sin
levantar el piquete en Puerto Madero, propusimos llevar a
cabo un acampe político en Plaza de Mayo para hacer eje
en esta política de embrete y denuncia al gobierno de
Cristina K por la patota, por la represión de la
Prefectura, por los despidos, por la Justicia, por apañar a
Cristobal López, para obligar a que se abra una negociación
política con las más altas autoridades políticas del país,
que le dé una salida al conflicto. Es decir, desarrollar
una muy fuerte lucha y campaña política dirigida hacia los
trabajadores y la población en general para obtener el
apoyo necesario rompiendo el aislamiento para obligar al
gobierno a una negociación, aclarando que esta orientación
no garantizaba el resultado de la pelea pero que hacia más
posible su desenlace favorable.
Esta idea se concretó parcialmente
con el encadenamiento de varios compañeros después del
acto del 20/12 y fue el momento donde comenzó una
proyección más política al disputar con el gobierno. Por
ejemplo, con “las mujeres y las madres del Casino”
pidiendo audiencia a la Presidenta; los ayunantes de la
Catedral; la entrevista con Bergoglio; la realización del
Primer Encuentro que organiza una Marcha a la Plaza de Mayo
con otras luchas, etc. Se trataba de profundizar en este
camino político al tiempo que se mantenía el piquete
frente al Casino. Pero lamentablemente, nuestro planteo se
entendió y se tomó sólo a medias, sin comprender el fondo
de la cuestión: que el conflicto era político y sólo
una lucha que se elevara al plano político poniendo en el
centro al gobierno podía abrir una brecha.
Reiteramos: éste fue el problema
central del conflicto: no se hizo eje en el gobierno sino
unilateralmente en Cristobal López y ese fue el tono que tiño
todas las actividades, especialmente después de la
reapertura en enero.
La
responsabilidad de las corrientes
Es así que todo giró alrededor
“del piquete al casino” transformando una medida de
organización, importantísima, pero que no podía
resolver por sí misma toda la política del conflicto,
en toda una “estrategia”. Incluso, se estuvo detrás de
un objetivo a todas luces ridículo, imposible de lograr
(dado el sustento del gobierno K a este empresario): “con
el piquete vamos a quebrar económicamente a la
patronal”... “Estrategia” que al no obtener
resultados, fue llevando a la desmoralización y al
desgaste de energías que ha esa altura comenzaban a
mermar. Tozudamente se insistió, una y otra vez, en limitar
la política a Cristobal López y el Casino. En ocasión
del 2º Plenario y contando ya con la represión del 11 y el
14/01 la resolución fue “megapiquete en Puerto Madero y
todos los Casinos”. Y todavía más, luego de la represión
con detenidos del 30/01, cuando era un momento propicio para
pegar directamente sobre el gobierno de Cristina por la
brutal represión que había descargado, la respuesta fue
“megapiquete en Puerto Madero”, una medida en la que a
estas alturas, por las fuerzas reales que tenía la lucha,
ya nadie creía, siquiera sus fervorosos impulsores de ocasión.
Al mismo tiempo, por ejemplo, el “inofensivo” cartel
“Cristina lo hizo”, estuvo “guardado” bajo
siete llaves... durante casi 50 días, o se le sacaba
el apoyo a los ayunantes de la Catedral, hasta que
abandonaron la medida.
Así a pesar de la gran abnegación y
predisposición a la lucha demostrada por los compañeros,
es evidente que nunca se llegó a ver del todo la necesidad
de atacar al gobierno. Inclusive los mejores activistas y el
cuerpo de delegados que entendían mejor el problema, no
daban batalla a fondo al atraso político de la base. Pero
esto no fue responsabilidad de los compañeros del cuerpo de
delegados: fue responsabilidad de las corrientes que tenían
mayor influencia en los delegados y activistas. En
primer lugar, del PO, que siempre impuso su criterio sin
escuchar a otros; ni dejar nunca que se formara un verdadero
comité de apoyo a la lucha porque “la coordinación se
resumía al PO”. Pero también del PTS, que defendió a
capa y espada la sindicalista y rebajada orientación de
“hacer eje en Cristobal López y el piquete al Casino”,
postura que siguen manteniendo en sus balances (ver PO Nº1027-1029
y LVO Nº268).
La
importancia del balance
A comienzos de febrero y después de
soportar una seguidilla de duras represiones la situación
de la lucha entró en un punto crítico. Muchos compañeros
que habían bancado la huelga optaron por entrar a trabajar
o aceptar el arreglo que ofrecía la empresa. Estaba claro
que el gobierno y la patronal querían destruir por
completo la experiencia del casino, negando cualquier
negociación. Ante esa circunstancia el nuevo MAS
propuso (aún sabiendo las escasas fuerzas que había) ensayar
una última carta: largar una huelga de hambre en Plaza
de Mayo con un discurso que le haga pagar algún costo al
gobierno, en contraposición a las propuestas de levantar
sin más o la confianza en una mentirosa negociación que
nunca se concretó (que vino de la mano del MST y de los
“contactos” que tiene en el gobierno).
La definición de qué hacer se dilató
innecesariamente, aumentando la confusión y llegando a un
final con las fuerzas muy deshilachadas, situación que
aprovecharon la patronal y la burocracia para dejar afuera
al núcleo de activistas y delegados que aguantaron hasta el
final.
Aunque es evidente que la derrota es
muy dura, sin embargo no deja de ser un hecho cierto que se
deben sacar lecciones y enseñanzas aun en la derrota.
Porque a pesar del cansancio y el desgaste, es importantísima
la discusión y el intercambio de ideas alrededor del
balance de la lucha de manera tal de tratar de no
desmoralizarse sino de comprender y sacar lecciones
para la acción futura. La lucha de clases continua, no
terminó.
Al mismo tiempo, no hay que abandonar
al resto de los trabajadores que hoy están trabajando en el
Casino Buenos Aires o que están entrando por los avisos de
la empresa. Ahora mismo recomienza una muy dura tarea de recomposición
y reagrupamiento de fuerzas, asumiendo que cualquier
tipo de iniciativa dentro del Casino tendrá que ser por un
largo tiempo clandestina.
Y también se agrega una importante
tarea hacia afuera, hacia el resto de los trabajadores,
activistas y luchadores que vivieron al ritmo de la lucha
del Casino, para contarles lo que les pasó, para
advertirles que el gobierno de Cristina es antiobrero, por
eso saludamos la iniciativa que tomaron un grupo de compañeros
del Casino de concurrir a la Marcha del 24 de Marzo para
gritar con toda la fuerza “El gobierno de Cristina K es
responsable de la represión y las patotas”.
PS:
A los chicos del Casino, espero que les sirvan estas
reflexiones. Un abrazo para todas/os.
Ante
la nueva asamblea trucha del gremio el 28
Derrotar
el ataque de Curi, la AOT y Scioli contra
la comisión
interna y la lucha
Por
Ariel Orbuch
Socialismo
o Barbarie, periódico, 20/03/08
El
gobierno provincial volvió a demostrar de qué lado está
en el conflicto de Mafissa. Había generado expectativas en
que si los trabajadores flexibilizaban su postura, el
Ministerio de Trabajo podía actuar para destrabar la
situación. Los obreros presentaron su propuesta para abrir
la negociación, pero jamás encontraron una respuesta seria
para encaminarse a una posible solución.
Es
más, el Ministerio de Trabajo se negó a fiscalizar una
masiva asamblea de trabajadores el pasado sábado 15, escudándose
en que la Asociación Obrera Textil (AOT) la desconocía. El
gobierno trata de tapar su responsabilidad pasándole la
pelota a la AOT, que a su vez “presta” su sede para que
la patronal la use como oficina de personal. Como en todos
los conflictos bajo Kristina, los trabajadores se enfrentan
al trío gobierno-patronal-burocracia.
Pero
los trabajadores no confiaron en la “promesa” del
gobierno y siguieron adelante con las medidas, recorriendo
distintos sectores de trabajo y estudio para difundir el
conflicto y avanzar en el fondo de huelga, haciéndose
presentes con mucha fuerza y un documento en la marcha por López
a un año y medio de su desaparición, entre otras cosas.
En
una reunión de la multisectorial con la interna en la
puerta de la fábrica, se dio un gran paso adelante al
definir los delegados hacer eje en el reclamo a Scioli en
las pintadas. Desde el nuevo MAS planteamos que esa
instancia se tiene que convertir en un verdadero comité
de lucha en el que el activismo que garantiza la toma,
con la comisión interna a la cabeza y los distintos
sectores que apoyamos, podamos intercambiar ideas sobre el
conflicto y las tareas a llevar a cabo. Eso no implica que
los partidos queremos pasar por arriba de los trabajadores
de la fábrica. Está claro que las decisiones las toman los
trabajadores en asamblea. La democracia obrera se potencia
cuando se clarifican las distintas posiciones de los que le
ponemos el cuerpo al conflicto en un ámbito común. Siempre
entre los trabajadores hay distintas posiciones. Las
discusiones entre los partidos que nos reivindicamos de la
clase trabajadora son expresión de eso. Para nosotros,
democracia obrera y politización van de la mano.
¿Cómo
enfrentar la “asamblea” de la AOT, la patronal y el
gobierno?
Ahora
la AOT llamó a una asamblea nuevamente en su sede central
en Capital para “discutir y resolver el pedido de
desplazar a los delegados”. La AOT pide abiertamente el
desalojo de la fábrica, incluso vía judicial. Busca dejar
sin fueros gremiales a los delegados para que su socia, la
patronal, los eche, y deslegitimar cada vez más la lucha
para abrir paso a la represión.
Los
trabajadores rechazan la asamblea al servicio de la patronal
y convocan a una en la fábrica para el otro día, ya que
muchos compañeros están haciendo changas y el sábado se
gana en masividad.
Nos
parece que en esta ocasión sería mejor hacer la
asamblea en la fábrica el mismo viernes, y que todavía
se está a tiempo de rediscutirlo. Polarizar sirve para
discutir a fondo con compañeros que creen que la única
manera de entrar a trabajar es agachando la cabeza ante la
patronal y la burocracia, para horadar la pequeña pero real
base que la empresa y la patronal construyeron. Por otro
lado, para explicar a los compañeros que hoy están con la
interna y la lucha, pero de manera pasiva, que se vienen
instantes definitorios y que se precisa aumentar la
participación.
Nos
parece que habría que instalar en las calles en estos días
que la asamblea de Mafissa es en Olmos y no en Capital.
Se podría hacer una marcha al Ministerio de Trabajo, con el
apoyo de las organizaciones, para imponerles que tengan que
fiscalizar la asamblea de los trabajadores. Como se votó
en asamblea, lanzar con todo el planteo de que se va a
defender la fuente de trabajo como sea, y que si Curi no
quiere producir, que el estado provincial se haga cargo. Es
decir, poner en el centro un programa acorde a un momento de
definición. Eso es lo que además puede activar a compañeros
que están con la lucha pero tienen miedo de quedar pegados
con la ocupación porque la ven difícil. Verían que hay
una perspectiva, que aunque no es fácil, va por la fuente
de trabajo de todos. Más que nunca ¡viva la lucha de los
obreros de Mafissa!
Kraft -
Terrabusi
Tras la
elección de delegados, se reanuda
la pelea salarial
Trabajadores
de la Alimentación del MAS
Socialismo o Barbarie,
periódico, 20/03/08
Empecemos
con un resumen de los últimos meses. Luego de la importante
pelea desarrollada a mediados del año pasado cuando los más
de 3.000 trabajadores de Kraft cortaron la Panamericana,
pararon, realizaron un prolongado quite de colaboración, se
logró la reincorporación de los compañeros despedidos y
que la empresa deje por algunos meses de emplear el
mecanismo de tomar y despedir continuamente compañeros, con
el que mantenía el temor que nos impedía pelear por
nuestro salario y condiciones de trabajo. También
conseguimos la efectivización de centenares de compañeros,
así como un pequeño aumento por encima del techo salarial
que el sindicato había aceptado en la paritaria.
La falta de
un plan de lucha para extender y profundizar la pelea
condujo a cierto agotamiento, y el quite se levantó con
estos logros. En una de las últimas asambleas realizadas
por entonces, se votó la elección de delegados por sector,
herramienta muy importante para la organización de los
trabajadores para la lucha.
Hacia fin
de año surgió la pelea por una suma fija para las fiestas,
como habían conseguido varios gremios. En asamblea se
decidió salir al paro, que fue respondido por la patronal y
el Ministerio de Trabajo con el dictado de una conciliación
obligatoria. Después de muchas negociaciones y marchas al
Ministerio, modalidad de lucha en la que no interviene el
conjunto de los trabajadores sino un nutrido grupo de
activistas que se movilizó en jornadas agotadoras, ya que
no dejaban de trabajar los días de movilización,
realizando cortes de calle frente al Ministerio de Trabajo,
se obtuvo una muy pequeña bonificación de $450 en tres
cuotas de $ 150. Mientras tanto, la patronal viene aplicando
nuevamente el método de tomar y despedir compañeros,
aunque de manera más limitada (los compañeros que llegan a
los seis meses quedan efectivos, cuando antes podían estar
años por agencia).
En la
elección de delegados por sector se eligieron más de
treinta delegados, y el conjunto de los compañeros de la fábrica
participó con su voto, comprendiendo que lograr tener un
cuerpo de delegados significa un importante avance en la
organización de los trabajadores de Kraft; vamos a tener
que imponerle a la patronal, el sindicato y el ministerio de
trabajo el reconocimiento de estos nuevos delegados.
Al cierre
de esta edición, se realizaron importantes
concentraciones por turno dentro de la fábrica, que
marcan el inicio de una nueva etapa del conflicto entre los
trabajadores y la patronal superexplotadora de Kraft.
La empresa
se está llenando de plata gracias al trabajo de su
personal, y “tiró” preventivamente $ 600 en tres cuotas
hasta llegar a las paritarias. Pero los trabajadores de
Kraft comenzaron por exigir que se efectivicen los $ 1200
que van a dar al conjunto de la alimentación a cuenta de
los aumentos de las futuras paritarias.
Así también
debemos exigir, para mantener la unidad de los trabajadores
de Kraft que se termine con el trabajo basura en la empresa:
basta de agencias y tercerizadas. ¡Por la efectivización
ya de todos los compañeros!
También,
para reforzar nuestra organización, debemos incluir entre
nuestros reclamos el reconocimiento inmediato de nuestros
delegados.
Asimismo,
es preciso acabar con los atropellos de la patronal, que
desconoce las justificaciones médicas a las inasistencias y
descuenta los días no trabajados, muchas veces a causa del
agotamiento que producen los insoportables ritmos de
producción y las interminables jornadas de trabajo, ya sea
por la presión para realizar extras o, como los compañeros
de la noche, que se ven obligados a realizar 48 horas
semanales de trabajo nocturno, dejando su vida y su salud
para aumentar las ganancias empresarias. Por el pago de los
días por enfermedad. ¡Por los domingos sin explotación!
Los
trabajadores de Kraft tienen muy presentes los logros
obtenidos por los trabajadores de FATE, con quienes
compartieron el corte de Panamericana, que han podido
recuperar su seccional y realizar una importante elección
(43%) a nivel nacional en su gremio. Por eso, se aprestan a
dar una importante pelea en las paritarias para romper el
techo salarial de las patronales, los sindicalistas
traidores y este gobierno, que cada vez se apoya más en las
patotas y la represión para condenarnos a los trabajadores
a la esclavitud laboral.
Sabemos que
también los obreros y obreras de Kraft tendrán que
enfrentar la alianza de todos estos enemigos pero confiamos
en que la unidad de los trabajadores, discutiendo y
decidiendo por sí mismos un plan de lucha, logrará imponer
todas las reivindicaciones planteadas.
La tragedia de
Dolores
La responsabilidad del gobierno, la
patronal y
la burocracia
Por Oscar
Alba
Socialismo
o Barbarie, periódico, 20/03/08
El accidente ocurrido en la
madrugada del sábado 8 en Dolores fue una de las mayores
tragedias ocurrida en los últimos tiempos. A pocas horas
del hecho, el banquillo de los acusados ya estaba ocupado,
los choferes condenados y presentados como asesinos
seriales.
Un micro de la empresa Rápido
Argentino fue embestido por un tren provocando la muerte de
17 personas y más de sesenta heridos. La magnitud del
desastre concitó la atención y sobre todo la preocupación
de la mayor parte de la población.
Los accidentes en calles y rutas de
nuestro país se han convertido en una postal cotidiana de
la cual nadie está exento. Pero no podemos quedarnos con la
información, las acusaciones y los hipócritas consejos que
destilan los medios y el gobierno.
A
pocas horas de ocurrido el hecho el banquillo de los
acusados ya estaba ocupado por Javier Rodríguez, que conducía
el micro, y su acompañante Luis Garófalo. Rodríguez fue
detenido y procesado por homicidio con dolo eventual, cargos
que contemplan pena de 8 a 25 años de prisión. Pero no fue
sólo la fiscalía correspondiente la que lo apuntó como
responsable. Desde los medios, el gobierno y la patronal
salieron a lavarse las manos e indicar la culpabilidad
absoluta del chofer. Daniel Millaci, titular de la Cámara
Empresaria del Transporte Automotor, negó que Rodríguez y
su acompañante se hubieran excedido en su jornada laboral:
“La ley dice que el límite de trabajo de los dos choferes
es de 16 horas en total: ocho horas de uno más ocho horas
del otro. A ambos les faltaba para entrar en su período de
descanso. No es algo que estemos inventando ahora. Esta es
la manera en que trabaja todo el sector” (Clarín,
10-3-08). En algo Millaci tiene razón: la cantidad de horas
que trabajan los choferes, sobre todo en temporada de
vacaciones, no es un invento de ahora. Desde hace años
los trabajadores del transporte son obligados a manejar sin
el descanso necesario. Este ritmo de superexplotación
ha seguido aumentando durante los gobiernos K.
Mayor
explotación
Cuando
se privatizaron los ferrocarriles, en los años 90, el
transporte automotor de pasajeros cobró un gran impulso. Así
se formaron fuertes grupos (como el Grupo Plaza, dueño de
El Rápido Argentino). En un principio los choferes sólo
debían manejar, ya que la tarea de servir la comida y
ocuparse durante el viaje de la atención del pasajero recaía
en otro trabajador o trabajadora. Posteriormente se sacó a
este personal y, desde entonces, son los choferes los que
además de manejar, tienen que servir la comida, juntar los
desperdicios y atender al pasaje. Lo cual significó un
recargo de tareas.
La
superexplotación que sufren los choferes es posible también
por que la burocracia de la UTA actúa en connivencia con la
patronal. Se limitan a sacar comunicados, pero son incapaces
de tomar una medida efectiva para que mejoren las
condiciones laborales de los compañeros, a la vez que
matonean y agreden a quienes luchan, como en el caso de los
delegados de la línea 60, que fueron golpeados por oponerse
a la burocracia de Fernández/Palacios.
“Todos
los niveles de la modernidad”
Dejamos
para el final de los “acusadores” al gobierno. Cristina
K, refiriéndose al accidente, el lunes 10 del
corriente mes, dijo en un acto en la localidad entrerriana
de Larroque que “ayer vimos que se perdían vidas humanas
por un acto de irresponsabilidad”. Y para que quedara
claro a quién le endilgaba la “irresponsabilidad”,
aclaró “era un colectivo nuevo, impecable, de reconocida
marca, modelo 2007. El paso a nivel tenía todos los niveles
de la modernidad: barrera automática, señalamiento sonoro
y lumínico” (DyN)
La
“modernidad” a la que se refiere la presidenta K para
los choferes significa jornadas laborales extenuantes, mayor
recarga de tareas, salarios que no alcanzan y una legislación
que resguarda los intereses patronales. Esta es la verdadera
“modernidad” capitalista de la que se ufana Cristina K.
Las
medidas que se han anunciado para paliar estos accidentes,
como control policial en las rutas, control de alcoholemia a
los choferes y el llamamiento a los pasajeros de los micros
a que “vigilen” las actitudes de los choferes no son más
que para continuar garantizando a la patronal la
superexplotación de los trabajadores.
Es
necesario poner en pie una lucha para que los
trabajadores del transporte automotor cambien sus
condiciones laborales. Por la reducción de la
jornada laboral sin rebaja salarial, abriendo nuevos puestos
de trabajo, y aumento de salarios que cubran el aumento
de los precios de la canasta familiar. Esta lucha debe
contemplar la organización democrática de los
trabajadores, echando a los burócratas, matones y corruptos
al servicio de la patronal y del gobierno, verdaderos
responsables de la tragedia de Dolores y de otras tantas que
seguirán sufriendo los trabajadores y los sectores
populares si no se lucha. Por eso esta pelea es,
fundamentalmente, antipatronal y contra la política de
Cristina K de hacer de la superexplotación de los
trabajadores la fuente de ganancias de los empresarios.
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