En
universidades de todo el país
Lanzamiento de la Cátedra Libre Socialismo o Barbarie
Por
Martín Primo
Socialismo
o Barbarie, periódico, 17/04/08
“La
historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la
historia de las luchas de clases”
(Manifiesto del Partido
Comunista, 1848)
Desde
el MAS y la Agrupación ¡Ya Basta! estamos lanzando la Cátedra
Libre “Socialismo o Barbarie” con el objetivo de aportar
al debate y a la lucha por el relanzamiento de la
perspectiva de la revolución obrera y socialista. En este
momento histórico está latente una importante crisis de
hegemonía y económica del imperialismo yanqui que amenaza
con trastocar todas las bases de la economía y los
“equilibrios” políticos en el mundo, con la
consecuencia esperable de que se profundicen las colisiones
entre las clases. Es por esto que entendemos de capital
importancia prepararnos política e ideológicamente para
las batallas que se vendrán.
Sin
duda, este comienzo de siglo ha venido preñado de inmensos
procesos de rebeliones populares, siendo América Latina el
escenario por excelencia donde se concentran las más ricas
experiencias de la lucha de clases en la actualidad. Las
luchas de los pueblos originarios en el Ecuador, las dos
insurrecciones populares protagonizadas por las masas en el
Altiplano boliviano, la comuna popular de Oaxaca, el
“Argentinazo” de 2001 y los acontecimientos en Venezuela
desde el “caracazo” hasta el presente son, con todos sus
zig-zags, las crestas más altas que emergen de un mar de
fondo que sacude a todo el continente.
Pero
América Latina conserva en su entrañas, es decir, en sus
tradiciones de lucha, las experiencias acumuladas de largos
siglos de resistencia y enfrentamiento a la opresión. Desde
las rebeliones indígenas de Tupac Amaru, pasando por la
grandiosa gesta de la revolución de independencia de los
esclavos negros en Haití, hasta las revoluciones del siglo
XX. Son esas tradiciones, resignificadas al calor de las
luchas, las victorias y las derrotas, las que aparecen y
reaparecen en la actualidad.
Por
esto es necesario tener en cuenta la valiosa observación
que nos legara Marx: “Los hombres hacen su propia
historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo
circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas
circunstancias con que se encuentran directamente, que
existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición
de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla
el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse
precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a
crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis
revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en
su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus
nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este
disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado,
representar la nueva escena de la historia universal”.
Ante
el retorno del populismo y el nacionalismo burgués,
levantemos las banderas de la revolución socialista
Lejos
han quedado las esperanzas incubadas a principios de los 90
desde el imperialismo y las burguesías locales, de hacer
del siglo XXI un paraíso de la explotación, donde los
trabajadores y las masas populares se resignen pacíficamente
a ser el paté en el banquete del capital. Pero las derrotas
y retrocesos de los 90 no han pasado sin dejar su marca. Los
retrocesos en el plano de la lucha tienen su correlato en el
político-ideológico. El escepticismo, la desmoralización
y la desconfianza en las propias fuerzas abonaron el terreno
para el surgimiento de corrientes políticas e ideológicas
que dejaban por fuera del horizonte de la historia la lucha
por la emancipación de los trabajadores. Sin duda, más allá
de su prédicas “progresista”, eran tributarias del
paradigma del “fin de la historia” de Fukuyama y
funcionales a los mismos intereses.
Pero
en este comienzo de siglo, junto con el emerger de las
luchas populares, el escepticismo y la desmoralización
empiezan a disiparse. Las masas no sólo mostraron que no se
puede vivir en estas condiciones, sino que además que están
dispuestas a luchar contra sus condiciones de existencia.
Como producto y necesidad de estos procesos es que poco a
poco se empiezan a poner sobre el tapete todos los debates
estratégicos: la posibilidad y necesidad de la revolución,
el socialismo, qué socialismo, la organización de los
trabajadores, el sujeto social capaz de encarar esta
trasformación histórica. A esta discusión –verdadera
batalla política que se reproduce, más o menos solapada,
en cada huelga, asamblea o movilización–, afluyen
respuestas de todo tipo y color. Desde los que niegan la
posibilidad innata de la humanidad de ir más allá del
capitalismo y nos proponen luchar por formas más
“humanizadas” de explotación, o quienes apuestan la
suerte de la humanidad al surgimiento de un caudillo bueno y
colosal que, librado de toda atadura con su medio social,
“libere” a los oprimidos de sus cadenas. Frente a esto,
estamos los que levantamos las banderas de los trabajadores
y de la revolución obrera y socialista apoyándonos en la
riquísima tradición de lucha que han mostrado los trabajadores a lo largo de todo el siglo XX, que en
nuestro continente tienen como su máximo estandarte la
gloriosa revolución obrera de los mineros bolivianos en
1952.
Desde
el Movimiento al Socialismo y la Agrupación Universitaria
¡Ya Basta! estamos convencidos de que es necesario buscar
las raíces históricas de estos debates estratégicos para
así saldar cuentas con el pasado de cara a las necesidades
del presente; mirar de frente a los fantasmas de nuestra
historia y transformarlos en armas de lucha. Por eso es que
en las universidades de Buenos Aires, La Plata, Córdoba,
Luján, General Sarmiento, Mar del Plata y del Comahue
lanzamos esta Cátedra Libre Socialismo o Barbarie:
“Revolución y Socialismo en América Latina” como un
aporte para, junto con los estudiantes y trabajadores, pasar
revista de manera crítica y científica a ese rico cúmulo
de experiencias de lucha y al bagaje teórico-político que
se gestó al calor de estos, como contribución a relanzar
la perspectiva de la revolución obrera y socialista en el
siglo XXI.
|