Una
catástrofe amenaza a los trabajadores: desabastecimiento,
inflación, caída salarial, despidos y demás calamidades
Ruralistas
y gobierno K están llevando el país al desastre
¡Es urgente que la clase obrera salga
a luchar por sus
reivindicaciones!
Editorial de Socialismo o Barbarie, periódico,
19/06/08
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Hay
que formar un polo de clase
Hagamos
el 9 de Julio un acto independiente en Plaza de Mayo
Como
señalamos más arriba, entre los trabajadores se ha venido
abriendo paso un elemento potencialmente
“revolucionario” en medio de la confusión generada
en los últimos meses. Se trata del total hartazgo
con los dos contendientes: el gobierno K, pero también con
los ruralistas, entre crecientes sectores obreros y
populares por una crisis que parece no tener fin y que ya
está afectando de manera concreta sus condiciones de
vida y salario.
Al
mismo tiempo, existen también un conjunto de organizaciones
de la izquierda, representaciones sindicales independientes,
movimientos de desocupados e intelectuales, que se han
manifestado de una manera más o menos consecuente de forma independiente
de ambos sectores patronales en pugna.
El
problema es que la extrema polarización política
entre ambos bandos patronales, el rol de las burocracias
sindicales y también la abierta capitulación de
sectores de la izquierda subordinándose a las entidades
patronales agrarias o al gobierno K dejó, por momentos, muy
poco “espacio” para una expresión independiente y
de clase ante la crisis.
Sin
embargo, creemos que es imperioso trabajar por la aparición
de un polo de clase que comience a recoger y expresar lo que
ya se está viendo: un creciente odio social entre
sectores populares y de trabajadores por los dos bandos
patronales que se están disputando la renta agraria
extraordinaria en su solo beneficio.
Precisamente,
este trasfondo de hartazgo creciente, puede estar
creando mejores condiciones para que esta posición
independiente se exprese.
Es
por estas razones que desde el nuevo MAS creemos que es una
obligación que hagamos una convocatoria unitaria para que
el próximo 9 de Julio, desde todos los sectores que se han
manifestado de manera independiente frente a la crisis, para
que realicemos un gran acto en Plaza de Mayo, de los que no
estamos ni con el gobierno K ni con las entidades ruralistas
y a favor de una salida de clase a esta crisis.
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Parece de novela pero es verdad: la pugna entre el gobierno
K y las entidades agrarias lleva 100 días; ahora parece
abrirse una negociación en el Congreso a la que nadie le ve
mucho futuro. ¡Mientras
tanto, los platos rotos los seguimos pagando los
trabajadores!
Una catástrofe
nos amenaza: los bienes de consumo han aumentado de manera
sideral; la inflación se está comiendo los aumentos
salariales obtenidos en paritarias; conseguir trabajo
empieza a ser más difícil y en muchos lugares se vienen
despidos y suspensiones. Como si esto fuera poco, cada vez
se nota más el desabastecimiento
de los productos de consumo popular.
Con toda justicia amplios sectores comienzan a
hartarse con esta situación. A los de arriba parece no
importarles. La pelea entre los ruralistas y el gobierno K
tiene en vilo al país, se suceden maniobras y contra
maniobras entre ellos. Hay una crisis
política, de autoridad e institucional crecientes que
exigen que la clase obrera, única clase que no se ha
expresado hasta ahora en la crisis,
diga presente con sus propios reclamos y reivindicaciones.
Una pelea entre
tiburones
Los trabajadores tenemos cosas que aprender de esta crisis.
Una importante es la tenacidad
con la que se pelean ambos bandos por sus
egoístas intereses. La clase obrera debería defender los suyos propios con la misma tenacidad por el bien de toda la
sociedad.
Hay una confusión: como en un Boca–River muchos creen
que hay que hacerse hincha de uno u otro bando. Nada más
alejado de la realidad. Gane quien gane perderemos
los trabajadores. Es que la mayoría no termina de
comprender lo que está en juego. Digámoslo sencillamente:
están peleando por la distribución, entre ellos, de una
tajada del trabajo no pagado de los obreros rurales y
urbanos. Somos los trabajadores (del campo y la ciudad) los
que con nuestro esfuerzo producimos todas las riquezas.
Lamentablemente, bajo un sistema capitalista como este, la
mayor parte de nuestro trabajo
se lo quedan los patrones, sean estos industriales,
agrarios, de los servicios o el propio gobierno K.
Esto mismo es lo que pasa hoy en el campo argentino:
mientras los propietarios agrarios se disfrazan de
“piqueteros” cortando las rutas, los
trabajadores rurales siguen produciendo y siendo explotados
tranqueras adentro. No hay que confundirse: un supuesto
“pequeño productor” en las zonas más productivas
–que son el centro del conflicto– con 500 hectáreas se
embolsa la friolera de 250.000 dólares anuales solo por
alquilar sus campos!
Lo propio ocurre con el gobierno K: se llena la boca acerca
de la “distribución de la riqueza” mientras mantiene férreamente
–de la mano de la CGT y la CTA– un techo salarial de
miseria solo a beneficio de las patronales.
En el fragor de su pelea, a nadie le importa (patronales
agrarias y gobierno K) ese millón y medio de asalariados
rurales de los cuales cerca del 70% están en negro, en
condiciones de trabajo de esclavitud laboral. ¡Si
hasta todavía es común en el campo argentino el trabajo
infantil, una rémora del siglo XIX!
Hay una falsa
izquierda que vergonzosamente apoya a uno u otro bando
patronal
A lo largo de toda esta crisis se ha generado una situación
lamentable: campo y gobierno K han puesto sus intereses
sobre la mesa. Mientras tanto la clase trabajadora, atada de
pies y manos por las burocracias sindicales, no
ha podido salir a la lucha por sus propias reivindicaciones.
Para colmo, una parte considerable de la “izquierda”
han venido cumpliendo un papel lamentable
a lo largo de la crisis ayudando a la confusión general.
Unos, enfeudados con el gobierno K como es el caso de Libres
del Sur y el Partido Comunista. Otros, de la mano de los
ricachones de la Sociedad Rural como el MST de Vilma Ripoll
y la CCC de Alderete.
Es decir, han salido
a defender y a legitimar intereses de uno u otro sector
patronal en vez de poner en alto las banderas de la
clase obrera. Una posición verdaderamente de izquierda y
socialista solo puede partir de la absoluta independencia de ambos bandos patronales.
Por esto, reiteramos el llamado a los sectores sindicales
independientes, intelectuales, organizaciones de desocupados
y partidos de la izquierda que no se han alineado con uno u
otro bando patronal a que de inmediato conformemos
un polo de clase para intervenir en conjunto en esta crisis.
Salir a la lucha y
preparar un verdadero paro general
Para los próximos días se están anunciando nuevos cortes
de ruta, paros patronales, “marchas federales” y otros
tantos actos de parte de las entidades agrarias como del
gobierno K. La crisis de gobernabilidad se está
profundizando.
Es hora que la clase obrera les diga BASTA a ambos bandos
patronales que están hundiendo el país: ¡hay
que salir a la lucha y a las calles por las propias
reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo y por darle
una salida obrera a la crisis!
Esta salida a la lucha de los trabajadores debería incluir
la preparación de un
verdadero paro general: ir discutiendo y organizándonos
para poder imponérselo a una CGT y una CTA que lo único que vienen
haciendo es cuidarle los intereses al gobierno sumándoles
gente a sus actos y a los distintos sectores patronales con
los que están relacionados en sus respectivos gremios.
A estas urgentes tareas llamamos desde el nuevo MAS: a
luchar por las reivindicaciones de nuestra clase al tiempo
que vamos organizando una medida contundente: una huelga
general activa y con movilizaciones donde la clase
trabajadora se haga ver en la escena nacional con sus
propias reivindicaciones independientemente de ambos bandos
patronales.
¡No al techo
salarial K!
¡Reapertura de las
paritarias y aumentos salariales indexados acordes con la
inflación!
¡Ningún despido ni
suspensiones!
¡Control obrero y
popular para frenar el desabastecimiento! ¡Inmediata
expropiación de todo sector que desabastezca!
¡Abajo las leyes de
esclavitud laboral!
¡Créditos baratos
para verdaderos pequeños productores y unidades de producción
familiar!
¡Expropiación de
los campos mayores de 500 hectáreas y su puesta en producción
bajo administración y/o control de los asalariados rurales!
¡Expropiación bajo
control de los trabajadores de todos los pools de siembra y
grandes empresas acopiadoras, exportadoras y productoras de
insumos y medios de trabajo para la producción agraria!
¡Monopolio del
comercio exterior bajo control de los trabajadores!
¡Huelga general para
que sea la clase obrera la que le dé una salida a la
creciente crisis social y política!
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