Argentina

Gracias a la sequía...

El “campo” vuelve al ruedo

Por Manuel Rodríguez
Socialismo o Barbarie, periódico, 05/02/09

Luego de un año que estuvo marcado políticamente por el enfrentamiento campo-gobierno K, las patronales agrarias le han puesto fecha a una nueva medida de fuerza. Enarbolando básicamente el mismo programa liberal de eliminación de las retenciones y libre exportación de sus productos, ahora le han agregando el reclamo de subsidios por parte del Estado a la rentabilidad de los sectores más golpeados por la crisis mundial y la sequía. Al mismo tiempo, van acomodando fichas en la oposición burguesa de cara a las elecciones. Subsiste sin embargo una contradicción cual es que no terminan de dar cuenta del nuevo escenario político se abrió con la crisis mundial.

No hay mal que por bien no venga

Irónicamente, la importante sequía que sufre el país le permitió al “campo” volver a reclamar por su rentabilidad. Se habla de más de 20 millones de toneladas de soja perdidas, entre 3.000 a 9.000 millones de dólares perdidos en exportaciones agrícolas y cientos de miles de vacas muertas (Clarín 18/01/09). Pero al mismo tiempo, cayó como regalo del cielo al darle de nuevo a las patronales del campo fuerza para reclamarle al gobierno por la “pobre” rentabilidad de su negocio.

Al estar damnificados –dicen–, además de la sequía, por la supuesta falta de política del gobierno K para el sector y la caída de los precios de las commodoties por la crisis financiera internacional (aunque la misma sequía de Argentina y Uruguay está haciendo subir el precio de la soja en Chicago), retoman de lleno la “agenda campestre”: el fin de las retenciones, la libertad de exportar toda la producción y una batería de subsidios a la producción. Hasta el momento no han mostrado preocupación por los efectos que la sequía pueda tener en el precio de los alimentos, ni el posible efecto inflacionario de la misma: ¡como buenos patrones, sólo cuidan sus bolsillos!

Más allá del fuerte malestar entre los patrones del campo, especialmente entre los pequeños productores obviamente más débiles que los medianos y ni hablar los grandes, una vez más hay consenso entre la conducción campestre de la necesidad de actuar de manera conjunta y unificada, que tanto resultado les dio en el primer round del año pasado.

Es por eso que con pequeños adelantos a mediados de enero (concentración de productores lecheros frente a una planta de SanCor en Santa Fe y el acto y corte de la ruta 2 a la altura de Mar Chiquita) han decidido un plan de lucha desde este mismo mes y una fuerte concentración el 14 de marzo en Córdoba donde pretenden repetir su éxito de los actos de Rosario y el Rosedal el año pasado.

La pelea con el gobierno K de la mano de la oposición patronal

El movimiento social conservador surgido en el campo se encamina a cobijarse en una u otra expresión patronal opositora a los K. De hecho, han declarado que les “conviene diversificar las posibilidades y presentarse en todas las listas opositoras relevantes que se presenten en las elecciones de Octubre”. Como declaró para Página 12 el 04 de Febrero el diputado macrista Gribaudo, Llambías (y también De Angeli) podría ir con Carrió, Buzzi con Pino Solanas (aunque también coquetea con el peronismo disidente), mientras que el PRO lo quiere a Miguens.

El campo escuálido apuesta fuerte a la construcción de una oposición fuerte y/o unida. Esto explica el apuro en dar el número de puesto a ocupar en las listas del 2009… o del 2011, mucho más que mantener la ficción de una independencia frente a sus bases corporativas o cuidar la sensibilidad de las señoras de Belgrano y Barrio Norte y de algún izquierdista desorientado.

El gobierno responde este llamado a alistar a las tropas anunciando una serie de pequeñas medidas para intentar ir desarticulando el frente agrario (maquinaria agrícola, agroquímicos, subsidios al sector lechero, provisión de alimentos para paliar los efectos de la sequía). Aunque no parece que esta política logre resultado alguno.

Al mismo tiempo, por presión de los gobernadores, concede la emergencia agropecuaria (postergación del pago de una serie de impuestos al campo) por la sequía. Por otro lado, no escatima en maniobras como la montada por Moreno al asignarle el reparto del alimento para el ganado afectado por la sequía a un productor amigo, la quita del otorgamiento de las Carta de Porte (transporte de granos) a la Federación Agraria y el llamado a citación a Menem y Cavallo en un juicio a la Sociedad Rural por la venta a ésta de inmueble a precios irrisorios.

Sin embargo, todo esto no parece estar dándole éxito alguno: mientras el gobierno sigue debilitado, el campo y la oposición se están jugando a meter todo el descontento detrás de sus intereses patronales. Mezclando la reingeniería institucional de los subsidios y créditos Cristina desnuda su incapacidad de vencer a las patronales del campo, dando cuenta otra vez más de su humillante derrota política en un poco más de un año de gestión.

¿Sólo comparsas campestres en el 2009?

Pero el gobierno ya no tiene un solo frente del cual preocuparse. El empeoramiento de la situación económica, con causas tanto nacionales como mundiales, inquieta por las inevitables consecuencias sociales que la crisis económica trae y va a traer: la lucha de la clase trabajadora por mantener el empleo, el salario y las condiciones de trabajo. No hay que ver la huelga general francesa para ver la resistencia obrera en curso. Basta ir a Parque Patricios y ver a los obreros de Indugraf, o en Quilmes a los obreros de la papelera Massuh y las decenas de pequeños conflictos que están emergiendo en estos mismísimos momentos.

Por su lado, las patronales del campo siguen enfrascadas en su reclamo corporativo, buscando su proyección política en los partidos patronales. Y en todo caso intentará utilizar los despidos, suspensiones y luchas obreras y populares contra la crisis para llevar agua a su molino: como lo hizo patroncito Buzzi en Paraná Metal.

Esto demuestra los importantes límites con los que se prepara a enfrentar el 2009 la “gusanería campestre”: mientras se encuentra enfrascada en un reclamo corporativo sin ampliar su lucha a otros reclamos patronales, tampoco le escapa él principal problema del conjunto de la patronal: todavía no han esbozado un plan alternativo de conjunto a los K que tenga alguna sintonía con lo que pasa en el mundo; mientras que este va para un lado, en realidad lo esbozado hasta ahora es una orientación neoliberal pura y dura que está justamente siendo cuestionada en todo el mundo…

Es por eso que de cara al panorama electoral, aparte del circo K, ya se van formando 3 comparsas campestres: la de la Coaliación Cívica, con los rejuntes del radicalismo y el socialismo sojero de Binner, con Castells y a la CCC-PCR de furgón de murga; la del “campo progre”, con Pino Solanas, parte de la CTA, Solano, Sabatella y posiblemente Ibarra, formación a la cual le gustaría engancharse Vilma Ripoll y su Nueva Izquierda, y por último al PJ “no positivo” de Solá, De Narváez, Duhalde y probalmente Macri.

Entre el circo K y las comparsas campestres amenazan con llevarse todas las palmas del carnaval político del 2009 dejando en la vereda al actor político social que recién empieza a irrumpir: la clase obrera y los sectores populares.

Por más que le pese a la izquierda campestre y también a los sectarios y marginales de vocación, es necesario poner en píe desde ahora mismo una alternativa política independiente de los trabajadores. Es necesario poner en pie un frente único de la clase obrera y los sectores populares, un frente de independencia de clase para intervenir con fuerza en la política nacional, plantar bandera política en los conflictos que ya están despuntando y en el proceso electoral que se avecina construyendo un polo de referencia clasista y socialista.