Bandidos Rurales
Por Marcelo Buitrago
Para Socialismo o
Barbarie, 21/04/09
|
|
|
La alianza Federación Agraria, Sociedad Rural, CRA,
Coninagro vino a certificar la total identificación de la
amplísima mayoría de los productores pampeanos con la cúpula
más concentrada de la producción |
Cuando León
Giecco hizo su disco dedicado a personajes como Bairoleto y
Mate Cosido, prófugos de la justicia que asaltaban a
empresas como La Forestal y Bunge y Born o secuestraban
estancieros, despertando la simpatía popular en el interior
del país, probablemente recogía las tradiciones orales de
su niñez en el corazón de la pampa gringa santafesina,
donde el chacarero que arrendaba su campo, vivía en el
junto a su familia, siendo esta su principal fuerza de
trabajo, y era parte importante, como actor económico, de
la producción agropecuaria pampeana.
Sin
embargo, en el largo periodo desde fin de los 30 a fines de
los 80, muy bien descriptos por Javier Balsa en “El
desvanecimiento del mundo chacarero”, profundas
transformaciones se dieron en la región pampeana.
Del
predominio de los arrendatarios familiares, se paso primero
al de los propietarios familiares, los agricultores hicieron
ganadería, los criaderos e invernadores diversificaron sus
actividades y se produce la concentración de la agricultura
avanzando las explotaciones medianas sobre las más pequeñas,
acompañado por una creciente disminución de explotaciones,
el aumento de su superficie y en las inversiones de capital,
basadas en la fuerza de trabajo asalariada, reducida, pero
ya sin ser explotaciones familiares.
El abandono
de las explotaciones como lugar de residencia y los cambios
en los modos de vida , producen el despoblamiento del campo.
Todo este proceso se potenció con el nuevo marco de
apertura y desregulación de los 90. Los que sobrevivieron,
en la región pampeana, o son rentistas, o tienen un capital
y un nivel de ingresos que los califican muy lejos de la
tradicional “pequeña burguesía” que explota su propia
fuerza de trabajo.
La
alternativa ha sido convertirse en compradores de servicios:
el 65% de los "productores" contrata la cosecha, y
otro tanto la siembra y fumigación. Cuando el "pequeño
productor" dice: “estoy cosechando”, en realidad
expresa que está controlando al contratista para que éste
realice correctamente su tarea (y de paso no se lleve algún
camión con grano).
Por otro
lado, el desarrollo de la escala productiva no le deja
demasiadas alternativas: el precio promedio de una
cosechadora en 2007 fue de $ 512.000 y el de un tractor $
140.000, con lo que además se sobre capitaliza, ya que
excede ampliamente sus necesidades.
Si a pesar
de la reactivación del mercado de maquinaria agrícola a
partir de 2002 (622 cosechadores vendidas ese año contra
2.415 promedio en 2003/2007) con incorporación de tecnología
de punta como monitores de rendimiento con GPS, monitores de
proteína, tolvas autodescargables, nuevos cabezales,etc, se
calcula en U$S 465 millones según INTA Manfredi las
perdidas por ineficiencia en la cosecha de soja y maíz,
salta a la vista la imposibilididad de continuar operando
con los viejos equipos si algún nostálgico se resistiera
al nuevo modelo: siembra directa, fertilizantes, soja
transgenica-glifosato, cosecha altamente profesionalizada,
donde lo usual es que en los grandes establecimientos de más
de 5.000 has. Quien supervisa directamente el manejo de la
cosechadora sea..un ingeniero agrónomo
El Censo
Agropecuario 2002 es inapelable. Entre el 88-2002
desaparecieron 100.000 explotaciones agropecuarias en el país,
y la región pampeana explica el 66% de este total. Aquí
además la escala promedio se incremento en un 35%, pasando
de 400 a 533 hectáreas, siendo las explotaciones de hasta
500 has. las más afectadas por la desaparición de
establecimientos. En este rango hubo una caída de un 34% de
cantidad de establecimientos y de un 26% de superficie, y
como contrapartida aumentaron en cantidad y superficie los
establecimientos más grandes
Región Pampeana
|
|
Hasta 500 has.
|
500/2.500 has.
|
2.500/10.000
has.
|
Más de 10.000
has.
|
|
1988
|
2002
|
1988
|
2002
|
1988
|
2002
|
1988
|
2002
|
EAPS
|
158.584
|
104.176
|
25.279
|
25.272
|
3.981
|
4.262
|
346
|
402
|
Superficie
miles has
|
20.888
|
15.385
|
25.877
|
26.545
|
17.785
|
19.059
|
6.108
|
7.380
|
Hoy, la
producción agrícola ganadera pampeana esta concentrada en
menos manos que nunca, y el rol que Argentina tiene en el
mercado mundial es el de exportador de aceite y harina de
soja, más que de grano, rol reservado a Brasil. A tal
efecto se han instalado a la vera del Paraná en el Up River
cercano a Rosario las más modernas plantas procesadoras del
mundo, con una capacidad de molienda superior aun a las
plantas estadounidenses, principal productor mundial de
soja.
Plantas
procesadoras
|
|
Nº Plantas
|
Capacidad Total
Tn/día
|
Capacidad media
Tn/día
|
Planta más
grande Tn/dia
|
Argentina
|
47
|
154.175
|
3.280
|
18.000
|
Brasil
|
116
|
143.205
|
1.235
|
6.500
|
USA
|
70
|
159.000
|
2.271
|
6.804
|
Total
|
223
|
456.380
|
1.959
|
|
Proyección Complejo Soja
Departamento
Agricultura EEUU - USDA
|
|
|
|
USA
|
Brasil
|
Argentina
|
2005/06
|
Produccion
|
Millones Tn
|
92
|
60
|
41
|
|
Molienda
|
Millones Tn
|
47
|
33
|
31
|
|
Ex. Granos
|
Millones Tn
|
30
|
23
|
7
|
|
|
|
|
|
|
2014/15
|
Produccion
|
Millones Tn
|
90,6
|
97,5
|
48,6
|
|
Molienda
|
Millones Tn
|
52,5
|
43,6
|
39,5
|
|
Ex.
Granos
|
Millones Tn
|
28
|
49,4
|
6,7
|
Fuente:
Fundación Producir Conservando
|
No conforme
con los actuales niveles de producción, este actor económico
se venia planteando pasar de una media las 70 millones de Tn.
de producción de granos en 2001-2 / 2003-4 a un escenario
para 2015 de 115 millones de toneladas de producción.
Pero para
poder procesar ese volumen es necesaria inversión en
infraestructura: rutas, red ferroviaria e hidrovia, puertos,
almacenamiento y ampliación del parque de camiones, lo que
la misma Fundación Producir Conservando estima en U$S
6.500/7.000 millones
Además el
nuevo paquete tecnológico implica un uso industrial de
fertilizantes, que se encuentra en déficit aun a los
actuales niveles, los que seria necesario duplicar para
evitar que para entonces los rindes se desplomen.
Al reclamo
de estas obras, que el gobierno parecía no atender se sumo
la convicción que estaban contribuyendo en exceso de sus
pares a la “recuperación económica” y que ya era
momento que la renta extraordinaria volviera en su totalidad
a sus dueños “naturales”
Pero como
lograrlo en el marco de una Argentina que viene del ciclo de
rebeliones populares? Como reclamar por sus ganancias y sus
rentas cuando uno de los pilares del milagro K ha sido la
postergación salarial y la continuidad del trabajo en
negro?
Cuando
Miguens clamaba por un “plan agrícola ganadero” no se
refería solo a la baja de las retenciones, sino también a
todas las inversiones que estos liberales le exigen al
Estado, para ampliar sus ganancias.
Uno de sus
pilares clásicos, los medios de comunicación y los
intelectuales y economistas a sueldo siempre estuvieron a su
disposición. Un ejemplo de ello es el trabajo de Llach,
Harriague y O CONNOR, “La generación de empleo en las
Cadenas Agroindustriales”, donde afirman sin ponerse
colorados que en 2003 este sector genera 5.500.000 puestos
de trabajo, un 35,6% del total de ocupados en el país. Con
una metodología más cercana al rigor mortis que al rigor
científico, no dudan en meter por la ventana todo
trabajador que pase cerca para obtener el resultado
adecuado, que confiesan sin remordimientos: “se espera que
este trabajo contribuya a otorgarle a este sector (el
agroindustrial) la importancia crucial que tiene”
Lo que
resulto inesperado aun para los propios dirigentes de las
entidades que llevaron adelante la protesta en 2008 fue la
reacción de todos los “pequeños productores”,
rentistas algunos, compradores de servicios otros, pero
todos muy lejos de ser considerados productores en el
sentido económico del termino.
Cuando los
dirigentes pensaban volver a las rutas después de semana
santa, se encontraron con miles de ¿chacareros? que se
pusieron a cortar rutas sin ningún fervor católico, pero
si fanatizados por la vigencia de los mercados
internacionales, o sea, que me paguen más alquiler, y que
los impuestos los paguen otros, brindando una impensada y
maravillosa “cobertura popular”.
Como factor
adicional, lograron además capitalizar la bronca en todo el
interior pampeano contra los K, polarizando duramente contra
el gobierno. Así lo que comenzó como una protesta
sectorial se transformo en una conmoción social. También
desnudo los límites del progresismo K. Lo que se presento
como una formula irrenunciable de distribución de riquezas
(las retenciones) ocultaba que estas habían sido usadas por
gobiernos tan progresistas como el de Onganía. Asimismo,
nacionalización del comercio exterior de granos y carnes,
expropiaciones aunque a escala minúscula, planes de
colonización, el Estatuto del Peón Rural, medidas del
primer peronismo dentro del campo del nacionalismo burgués,
quedaron a años luz siquiera de ser analizadas.
Por otro
lado, el ignorar como posible punto de apoyo a los obreros
rurales, el sector peor pago de los trabajadores argentinos,
donde se registra el mayor índice de trabajo en negro y que
son sometidos junto a sus familias a un asesinato lento y
silencioso con las fumigaciones a mansalva que requiere el
modelo soja transgénica-glifosato, demuestra el rol que el
proyecto K le asigna a la clase trabajadora: meros
espectadores de cómo su sacrificio permite la recuperación
empresaria, a los que hay que por las dudas hay tener bajo
control, de ahí su preferencia por la CGT, que cumple la
función con mucha más eficacia que sus hermanos menores de
la CTA
La alianza
Federación Agraria, Sociedad Rural, CRA, Coninagro vino a
certificar la total identificación de la amplísima mayoría
de los productores pampeanos con la cúpula más concentrada
de la producción.
Son estos
los nuevos bandidos rurales, pero que viven en Puerto
Madero, contando eso si con una comparsa a la que le
hicieron creer que los precios internacionales de la soja
eran para siempre, los que sueñan con un país en el que
sobran millones de personas.
Y para
pararles la mano el gobierno K debería avanzar más allá
del cobro de impuestos, sobre la sagrada propiedad privada,
rompiendo los límites que tiene como representante general
de la patronal.
En momentos
que la crisis internacional ha hecho pasar a segundo plano
el sueño campestre, es necesario para los trabajadores
adoptar una posición de independencia de clase. No es de la
mano de ningún sector patronal, ni tampoco de un gobierno
cuyo objetivo central ha sido recuperar la institucionalidad
pérdida en 2001, la manera de que las riquezas generadas en
el país beneficien a la inmensa mayoría de quienes
realmente las producen. Porque en última instancia, estamos
hablando del trabajo no pago que una clase le extrae a otra.
(*)
En todo este escrito referimos a la producción agropecuaria
pampeana, que concentra el 89% de la superficie implantada
de cereales y oleaginosas del país. Otra realidad,
estructura social y económica se da en la región
extrapampeana, tomando como ejemplo Santiago del Estero,
donde de 21.000 explotaciones la mitad no tiene limites
definidos, y de las que lo tienen, el 36% tienen menos de 25
hectáreas. No por casualidad allí se dan organizaciones
campesinas como el MOCASE, prácticamente inexistentes, en
la región bajo análisis.
|