Japón ante la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial
El PBI cae el 12,7% anual y las exportaciones un 46%
Por
Yuka Hayashi
Wall
Street Journal, 17/02/09
Tokio.– La economía de Japón se contrajo
durante el último trimestre de 2008 a su ritmo más
acelerado en casi 35 años. Además, es probable que continúe
registrando un desempeño peor al de otras grandes economías
a principios de este año, a medida que colapsa la demanda
por sus bienes.
El Producto Interno Bruto de la segunda economía del
mundo se contrajo a una tasa anualizada de 12,7% durante los
últimos tres meses del año pasado, informó el lunes el
gobierno, una caída mucho más profunda que la contracción
de 3,8% reportada en Estados Unidos y de 5,9% de la zona
euro en el mismo período. La economía japonesa se vio
afectada por un declive sin precedentes de 14% en sus
exportaciones y una marcada caída en los gastos de capital
por parte de las empresas.
La economía de Japón enfrenta "sin duda alguna, la
peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial", afirmó
el ministro de Economía, Kaoru Yosano.
Los economistas proyectan que la contracción continuará.
Exportadores como Toyota Motor Corp., Nissan Motor Co., Sony
Corp. y NEC Corp. han advertido que sufrirán grandes pérdidas
en el actual año fiscal que termina en marzo y han
presentado planes de reestructuración que en su conjunto
eliminarán decenas de miles de empleos de manufactura en
los próximos meses. Esto podría limitar aún más el
consumo.
Las cifras ya apuntan a un mayor deterioro en la economía.
Se calcula que la producción industrial caerá cerca de 20%
durante el primer trimestre, según una encuesta del
gobierno. Después de desplomarse 35% en diciembre, las
exportaciones se hundieron otro 46% durante los primeros 20
días de enero frente al mismo período del año anterior.
En este entorno, la tasa de desempleo podría alcanzar un récord
de 6% o más en los próximos meses, frente al 4,4% de
diciembre, dicen los economistas. "Es muy probable que
veamos otro declive de dos dígitos (del PIB) en el actual
trimestre", dice Yoshiki Shinke, economista de Dai–Ichi
Life Research Institute.
Algunos economistas, no obstante, creen que el ritmo de
contracción podría empezar a desacelerarse en el segundo
trimestre, reflejando un aumento de la demanda por parte de
EE.UU. como resultado de los paquetes de estímulo del
gobierno de Barack Obama. El Fondo Monetario Internacional
proyectó a fines de enero que la economía de Japón se
contraerá 2,6% este año, frente a una reducción de 1,6%
para EE.UU. y de 2% para la zona euro.
Reacción del gobierno
El ministro Yosano dijo que el gobierno prepararía un
nuevo paquete de estímulo económico, el cual, según los
medios japoneses, podría alcanzar entre 20 billones
(millones de millones) y 30 billones de yenes (o entre
US$218.000 millones y US$327.000 millones). Su comentario se
produjo después de la reunión del Grupo de los Siete países
más industrializados del mundo celebrada en Roma el pasado
fin de semana, en donde los ministros de finanzas y los
banqueros centrales afirmaron su compromiso de "actuar
juntos usando toda la gama de herramientas a su disposición"
para sostener la economía.
A Japón, en todo caso, no le queda mucho margen para más
estímulos fiscales. El país tiene la mayor deuda del
mundo, equivalente al 157,5% de su PIB anual en el año
fiscal que empieza en abril.
Las cifras más recientes del PIB resaltan la
vulnerabilidad de un país que por muchos años ha dependido
del comercio global para estimular su crecimiento. Pese a
que Japón se ha librado de una burbuja inmobiliaria y de
las pérdidas crediticias que han golpeado a EE.UU. y
Europa, su economía está cediendo terreno más rápidamente
debido a que está demasiado expuesta a los vaivenes en la
demanda de los consumidores en otros países.
Antes de que la economía comenzara a contraerse en el
segundo trimestre de 2008, Japón había disfrutado de seis
años de crecimiento constante gracias a las alzas en las
exportaciones a EE.UU. y economías de rápido crecimiento
como China. La demanda interna, mientras tanto, se mantuvo
congelada ya que los sueldos de los trabajadores siguieron
siendo bajos.
Otro factor que exacerbó la caída en el último
trimestre fue el veloz enfriamiento de las exportaciones a
China y otros países asiáticos, que previamente habían
sostenido la economía japonesa cuando la demanda de autos y
electrónicos de Japón comenzó a disminuir en EE.UU. y
Europa.
Después de crecer 12% durante el primer semestre de 2008,
las exportaciones de Japón a China empezaron a caer en
octubre y se desplomaron 36% en diciembre. Japón era uno de
los pocos países desarrollados que tenía un superávit
comercial con China. Ahora que la demanda se está
reduciendo tanto dentro de China como para las exportaciones
japonesas, el comercio entre ambos países está acusando el
impacto.
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