Obreros
indignados por anuncio de despidos masivos
matan al gerente
AFP,
27/07/09
Pekín.-
Obreros indignados por el anuncio de despidos masivos en una
fábrica del noreste de China mataron a uno de sus jefes, en
un caso aparentemente sin precedentes en el país, y
consiguieron la anulación del plan de fusión empresarial
que motivaba la reestructuración.
Empleados
de la fábrica siderúrgica pública Tonghua Iron and Steel,
primer productor de la provincia de Jilin (noreste), mataron
a golpes el pasado viernes a su nuevo director general, Chen
Guojun, que acababa de anunciarles que el plan de fusión
podría suponer el despido de hasta 30.000 empleados,
indicaron el lunes un responsable gubernamental y el China
Daily.
Aunque
los conflictos sociales son cada vez más frecuentes en
China y a veces adquieren un cariz violento, sería la
primera vez que miles de trabajadores matan a un patrón.
"Recientemente
oí casos de secuestros de patrones, pero no de patrones
golpeados a muerte de esta manera (...) que yo sepa es la
primera vez, o en cualquier caso la primera vez que se
anuncia", declaró Jean-Philippe Béja, del Centro de
Estudios Francés sobre la China contemporánea (CEFC) en
Hong Kong.
Unos
3.000 obreros bloquearon la producción y la emprendieron
con Chen, recién nombrado, tras el anuncio de la compra de
su unidad por el grupo privado Jianlong.
"Chen
decepcionó y provocó a los obreros al anunciar que la
mayoría se quedaría sin empleo en los tres días próximos",
indicó el China Daily, citando a un policía local,
identificado como Wang.
"La
multitud se enfureció cuando Chen hizo saber que el número
total de trabajadores se reduciría a 5.000".
Tras
golpear al responsable, los empleados se enfrentaron a la
policía e impidieron que la ambulancia accediera hasta el
herido.
Chen
murió el viernes por la noche tras ser finalmente
trasladado al hospital.
Un
portavoz del gobierno provincial de Jilin, contactado el
lunes por la AFP, confirmó la muerte del responsable, pero
no quiso dar más detalles.
"El
gobierno provincial de Jilin ha decidido parar la fusión",
indicó este responsable, que se identificó como Li.
"La policía ha abierto una investigación sobre el
asesinato", añadió.
La
agencia oficial China Nueva explicó que la venta de la fábrica
fue anulada "para impedir que se agrave la situación".
En
un comunicado publicado el fin de semana, el Centro de
Información para los Derechos Humanos y la Democracia, con
sede en Hong Kong, afirmó que 30.000 obreros participaron
en el movimiento de protesta, y que unas cien personas
resultaron heridas en enfrentamientos con la policía
antidisturbios.
"Nunca
he visto nada igual", declaró a la AFP Geoff Crothall,
investigador del China Labour Bulletin, en Hong Kong.
"En
la mayoría de casos de privatizaciones, los empleados temen
ser despedidos con indemnizaciones irrisorias, que apenas
les permitirán vivir unos años", añadió.
El
15 de junio, en la ciudad meridional de Dongguan, un obrero
de una compañía metalúrgica mató a puñaladas a dos
patrones taiwaneses e hirió gravemente a un tercer
ejecutivo, por un conflicto laboral, delante de 200 colegas
que no intervinieron.
China
registra cada año decenas de miles de "incidentes de
masa", denominación oficial de los conflictos
sociales, disturbios, manifestaciones motivadas por
presuntos casos de corrupción o abusos por parte de
responsables locales.
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