Pekin.–
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y su par
chino, Hu Jintao, prometieron ayer aumentar su cooperación
para solucionar problemas globales, como el calentamiento
global y la proliferación nuclear, pero finalizaron su
primera cumbre bilateral sin otro logro que la buena
voluntad.
En
el marco de la primera gira por Asia de Obama, los
mandatarios se reunieron ayer durante dos horas en Pekín y
se mostraron dispuestos a superar las diferencias en materia
de derechos humanos, comercio y defensa que han crispado las
relaciones entre ambos países en las últimas décadas.
En
una comparecencia conjunta tras la reunión, Obama y Hu se
deshicieron en elogios sobre su relación, que "nunca
ha sido más importante" ni más esencial para resolver
los problemas globales, en palabras del estadounidense.
"Los
principales desafíos del siglo XX, desde el cambio climático
hasta la proliferación nuclear y la recuperación económica,
son tareas que ninguna de nuestras naciones puede solucionar
actuando en solitario", dijo el presidente
norteamericano.
Sin
embargo, el encuentro evidenció los distintos enfoques con
que China y los Estados Unidos encaran los problemas
mundiales y sembró dudas sobre la capacidad de ambas
naciones de superar este obstáculo, en momentos en que el
poder global del gobierno de Pekín parece encaminado a
equipararse al de la Casa Blanca.
En
cada de uno de los grandes temas a los que Obama y Hu
aludieron, desde el cambio climático hasta los programas
nucleares de Irán y de Corea del Norte, las diferencias
quedaron al desnudo en los comentarios sarcásticos
indirectos que los mandatarios se lanzaron entre sí.
Obama,
por ejemplo, instó a China a que permita que su moneda se
aprecie y Hu Jintao, que evitó mencionar al yuan o al dólar,
enfatizó la necesidad de evitar el proteccionismo
comercial, en una referencia levemente velada a la irritación
china por los nuevos aranceles estadounidenses a los neumáticos,
tubos de acero y otros productos chinos.
Con
la tasa de desempleo en Estados Unidos llegando al 10,2%,
una de las prioridades centrales de Obama durante su viaje
de tres días a China era presionar a Pekín respecto del
enorme desequilibrio comercial entre ambas naciones, una
estrategia que, según él cree, podría allanar la vía
para mayores oportunidades de exportación estadounidense.
Washington
sostiene que un yuan subvaluado pone en desventaja a los
fabricantes estadounidenses y contribuye a los
desequilibrios económicos globales. "Estoy complacido
de notar el compromiso chino hecho en declaraciones pasadas
para avanzar hacia una tasa cambiaria más orientada al
mercado con el correr del tiempo", deslizó ayer Obama.
Hu,
en cambio, declaró que los dos líderes hablaron sobre la
necesidad de mantenerse en estrecho contacto "para
resolver adecuadamente y enfrentar las fricciones en la
economía y el comercio", y destacó la importancia de
oponerse "a toda clase de proteccionismo".
Otros
temas
Además
de discutir sobre temas económicos, ambos líderes
prometieron cooperar para combatir el calentamiento global.
En un comunicado conjunto difundido poco después de la
reunión, ambos líderes señalaron que estaban
"determinados a trabajar juntos para alcanzar un
crecimiento económico global más sustentable y
equilibrado", haciéndose eco de la posición del
G–20 sobre resolver peligrosos desequilibrios.
Los
dos mandatarios abordaron también la no proliferación y
los programas nucleares de Corea del Norte e Irán. En este
sentido, exhortaron a Pyongyang a volver "en cuanto sea
posible" a la mesa de negociaciones a seis bandas sobre
su programa atómico.
Respecto
de Irán, Obama advirtió a la República Islámica de
"consecuencias" si no demuestra que su programa
nuclear tiene fines pacíficos. Hu, por el contrario, afirmó
que ambas partes se encuentran de acuerdo con resolver la
cuestión "mediante el diálogo".
Otra
de las prioridades del líder estadounidense en esta visita
era persuadir a su colega chino, después de haber obtenido
aparentemente el apoyo del ruso Dimitri Medvedev, de
respaldar la posibilidad de sanciones si Irán continúa sin
responder a las ofertas internacionales.
Obama
también planteó a Hu la cuestión de los derechos humanos
y en su comparecencia conjunta ante los medios aseguró,
como había expresado en un foro con estudiantes en Shanghai
el día anterior, que "los derechos universales deben
estar disponibles para todos los seres humanos y todas las
minorías".
El
presidente estadounidense también instó a China a retomar
el diálogo con los representantes del Dalai Lama tan pronto
como sea posible, y respaldó la política tradicional de su
país hacia China y Taiwan, de "una sola China".
Tras
la reunión, Obama visitó la Ciudad Prohibida y luego volvió
a encontrarse por la noche con Hu y otros líderes chinos en
una cena de Estado. La gira por Asia del mandatario
norteamericano continuará hoy en Corea del Sur.