EEUU
sigue encubriendo los genocidios de los militares
Viaje
de Obama a Yakarta
Por Amy Goodman (*)
Democracy
Now!, 11/11/10
Traducido
por Fernanda Gerpe y Democracy Now! en español
Cuando
un volcán mata a civiles en Indonesia, es noticia. Pero
cuando el gobierno es el que realiza la matanza,
lamentablemente no genera mucho revuelo, especialmente si un
presidente estadounidense apoya la matanza tácitamente,
como lo acaba de hacer Barack Obama con su visita a
Indonesia.
Mientras
la gente que vive alrededor del Monte Merapi trata de salir
de entre las cenizas tras una serie de erupciones que
dejaron un saldo de más de 150 muertos, una nube más negra
acecha a Indonesia en forma de apoyo renovado de Estados
Unidos al tristemente célebre Kopassus, el comando de
fuerzas especiales del país. Al tiempo que Obama aterrizaba
en Yakarta esta semana, el periodista Allan Nairn (www.allannairn.com)
publicó varios documentos secretos del Kopassus, que
muestran el nivel de represión política violenta ejercida
por este comando especial de las fuerzas armadas, ahora, por
primera vez en más de una década, con el apoyo de Estados
Unidos.
En
marzo de este año, Nairn reveló detalles de un programa de
asesinatos del Kopassus en la provincia Indonesia de Aceh.
Estos nuevos documentos del Kopassus revelados esta semana
brindan bastante detalle acerca de la provincia de Papúa
Occidental. Como escribió Nairn en el artículo que acompaña
los documentos, Papúa Occidental es "donde decenas de
miles de civiles fueron asesinados y donde el Kopassus está
más activo... Cuando Estados Unidos reanudó la ayuda al
Kopassus en julio de este año alegó como fundamento la
lucha contra el terrorismo, pero los documentos demuestran
que el Kopassus de hecho persigue sistemáticamente a los
civiles". Según figura en los documentos del Kopassus,
los civiles "son mucho más peligrosos que cualquier
oposición armada".
En
uno de los documentos se hace mención a 15 líderes de la
sociedad civil papú, todos ellos "civiles, comenzando
por el principal referente del Sínodo Bautista de Papúa.
Entre los otros hay ministros evangelistas, activistas, líderes
tradicionales, legisladores, estudiantes e intelectuales, así
como también figuras del establishment local y el
presidente de la organización de Jóvenes Musulmanes de Papúa".
El
Presidente Obama vivió en Indonesia desde los 6 a los 10 años,
luego de que su madre se casó con un ciudadano indonesio.
Obama dijo en Yakarta esta semana: "Obviamente se ha
dicho mucho acerca del hecho de que este momento marca mi
regreso a donde viví de niño. ...Pero hoy, como
presidente, estoy aquí para centrarme no sólo en el
pasado, sino en el futuro, en la amplia asociación integral
que estamos construyendo entre Estados Unidos e
Indonesia". Parte de esa relación implica el renovado
apoyo al Kopassus, que había sido reiteradamente negado
desde que las fuerzas armadas indonesias destruyeron por
completo el territorio de Timor Oriental en 1999, entonces
ocupado por Indonesia, dejando un saldo de más de 1.400
timoreses muertos.
Una
serie de videos filmados con teléfonos celulares salieron a
la luz pública en Papúa. Los videos muestran escenas de
tortura a manos de los que parecen ser miembros de las
fuerzas armadas. En un video publicado hace apenas dos
semanas, se ve que los soldados le queman los genitales a un
hombre con una vara caliente, le cubren la cabeza con una
bolsa de plástico para sofocarlo y lo amenazan con un
rifle. Otro video muestra a un hombre papú morir lentamente
de una herida de bala mientras el soldado que lo filma con
su teléfono celular se burla de él, llamándolo
"salvaje".
Hablé
con Suciwati Munir, la viuda del conocido activista de
derechos humanos indonesio Munir Said Thalid, en la reunión
de los ganadores del Premio Nobel Alternativo en Bonn,
Alemania. Su esposo, un firme crítico de las fuerzas
armadas indonesias, recibió el premio poco antes de su
muerte. En 2004, mientras viajaba a Holanda por una beca
para estudiar derecho, a bordo de la aerolínea nacional
indonesia Garuda, lo pasaron a primera clase. Allí, le
sirvieron té envenenado con arsénico. Murió antes de que
el avión aterrizara. Suciwati tiene un mensaje para Obama:
"Si
Obama tiene un compromiso con los derechos humanos en el
mundo, en particular en Indonesia, tiene que prestar atención
a la situación de los derechos humanos en Indonesia. Y lo
primero que debería pedir al Presidente Susilo Bambang
Yudhoyono es que resuelva el caso de Munir". Le pregunté
si quería reunirse con el Presidente Obama cuando viniera a
Indonesia. Respondió: "Quizá sí o quizá no. Quizá
sí porque quiero recordarle la situación de los derechos
humanos en Indonesia. Quizá no, porque con la decisión
equivocada que tomó ha perpetuado la impunidad en
Indonesia".
Se
trata del tercer intento del Presidente Obama de visitar
Indonesia. El primer intento no se concretó porque tuvo que
quedarse en Estados Unidos para impulsar la reforma del
sistema de salud. Su segundo intento de visita se canceló
en medio del desastre del derrame de petróleo de BP. Esta
vez llegó, a pesar de que la erupción del Monte Merapi lo
forzó a irse algunas horas antes.
Desde
Yakarta, el periodista Allan Nairn reflexionó: "Es
bueno poder regresar al lugar donde uno se crió, pero no
debería llevar armas de regalo. No debería llevar
entrenamiento para la gente que está torturando a sus
antiguos vecinos. Obama dijo en su conferencia de prensa que
quiere acercarse al mundo musulmán. Dijo que hubo
malentendidos y desconfianza. Bueno, una forma de comenzar a
acercarse a los musulmanes, y también a los cristianos, los
hindúes y los budistas en Indonesia, sería cortar todo el
apoyo de Estados Unidos al ejército indonesio que ha matado
a cientos de miles de civiles indonesios y a civiles del
territorio anteriormente ocupado de Timor Oriental; y una
forma de acercarse al resto del mundo musulmán es dejar de
atacar a Afganistán y a Irak, detener los ataques en Pakistán,
Yemen, Kenia, y en todas partes. Ése sería el comienzo de
un verdadero acercamiento: poner fin a los actos
criminales".
(*)
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero
internacional que se emite diariamente en más de 550
emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 250
en español. Es coautora del libro "Los que luchan
contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos
extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le
Monde Diplomatique Cono Sur. Denis Moynihan colaboró en la
producción periodística de esta columna.
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