Agrarios
en armas contra el gobierno de Evo
Por
Pablo Stefanoni (*)
Corresponsal
en La Paz
Il
Manifesto, 12/04/08
Sin
Permiso, 13/04/08
Un
patrón "gringo" llamado Ronald Larsen,
comunidades guaraníes cautivas y grupos de choque armados
que impiden el ingreso de funcionarios gubernamentales a la
hacienda. La saga que transcurre en la región de Alto
Parapetí, en el departamento de Santa Cruz, podría ser el
guión de una película sobre las condiciones de explotación
en el campo del siglo XIX, pero sin embargo es parte de la
realidad boliviana del siglo XXI.
Según
una denuncia de la Asamblea del Pueblo Guaraní, trece
terratenientes mantienen en condiciones de semiesclavitud a
167 familias en esta región del Chaco cruceño, de las
cuales doce se encontrarían en la hacienda del
estadounidense Larsen.
En
una suerte de feudalismo moderno, los guaraníes sobreviven
trabajando la tierra del patrón, pagados en especies o míseros
jornales, sin educación y endeudados al estilo de los
quebrachales de La Forestal argentina. Aunque la mayoría de
las haciendas ha "regularizado" la situación
laboral de los indígenas, sus ingresos rondan los 15
bolivianos (2 dólares) diarios, más la ración de coca y
algún potaje llamado almuerzo.Ahora, los predios que no
cumplen con una función económica y social serán
revertidos al Estado y entregados a las comunidades indígenas.
Los guaraníes reclaman 157.000 hectáreas bajo la figura de
la "tierra comunitaria de origen", prevista por la
legislación agraria.
Pero
esto es tomado por los propietarios como una declaración de
guerra. El 28 de febrero pasado, el viceministro de Tierras,
Alejandro Almaraz, fue secuestrado por los ganaderos que
dispararon armas de fuego contra los neumáticos de su
camioneta y ahora es impedido por la fuerza su ingreso a la
hacienda de Larsen. El hotel donde se aloja la ministra de
Desarrollo Rural Susana Rivero, en Camiri, fue cercado por
hacendados y activistas de la Unión Juvenil Cruceñista
para forzar su expulsión de la zona. "Esto les va a
durar sólo unos días más porque desde el 4 de mayo ya no
estarán ustedes", dijo uno de los propietarios en
alusión al estatuto autonómico que se plebiscitará ese día
y otorga al gobernador la potestad de manejar la política
de tierras sin injerencia del gobierno central.
Ayer,
los ganaderos se aprestaban a bloquear la ruta que conduce a
la frontera con Argentina. "Vivimos un alzamiento
terrateniente contra el estado de derecho y la
democracia", dice el director nacional de Tierras
Cliver Rocha. Y un relevo del Instituto Nacional de Reforma
Agraria cuantificó en 57.000 hectáreas la superficie de
tierra en manos de la familia Larsen.
"De
pequeño fui a la escuela, pero la patrona me sacó para ir
a cuidar a los cerdos", cuenta Zoilo Peñaranda en un
video contra el trabajo servil. Fidelina Corrales, otra
guaraní, asegura que es hora de que se cumpla la sentencia
de la Ita Kuatía -piedra marcada- dejada por sus ancestros
analfabetos como único "título de propiedad"
sobre estas tierras. Pero los hacendados amenazan: "Si
la gente sigue así con nosotros buscaremos la forma de
mecanizarnos", dice Chiqui Chávez con tono de
frustración.
(*)
Pablo Stefanoni es corresponsal en LaPaz de los diarios Il
Manifesto (Roma) y Clarín (Buenos Aires).
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