Los
mineros cortan caminos y marchan a La Paz
Econoticiasbolivia,
04/08/08
Ni
la represión policial, ni los grupos de choque ni el
terrorismo verbal acusando a los sindicatos de servir a la
derecha y al imperialismo, detienen a la COB. Los mineros
cortan caminos en cuatro de las nueve regiones del país y
van rumbo a La Paz a definir el conflicto.
La
Paz.– A seis días del referéndum que definirá si el
Presidente indígena de Bolivia y sus principales opositores
de derecha se mantienen o no en sus cargos, la rebelde
Central Obrera convocó a sus bases a cortar los caminos y
aumentar la presión sobre La Paz, en pos de una nueva ley
de pensiones de carácter solidario, en reemplazo de la
actual que es defendida tanto por el presidente Evo Morales
como por la oligarquía.
En
los hechos, los obreros bolivianos están recuperando
paulatinamente su independencia de clase y están
proclamando que no están ni con el pusilánime gobierno indígena–campesino
de Evo Morales (que defiende la propiedad privada, los
inmensos latifundios en el oriente y los negocios
transnacionales y se niega a mejorar el salario real y las
pensiones de los trabajadores) ni menos con la oligarquía y
los 100 clanes familiares, que son dueños de la tierra y de
los grandes negocios, explotando sin medida ni clemencia a
los trabajadores.
Desde
la madrugada de este lunes, dos mil mineros proletarios y
maestros rurales cortaban las principales carreteras que
unen La Paz con Oruro, Cochabamba y Chuquisaca, en cuatro de
las nueve regiones del país, mientras otros centenares de
mineros de Huanuni comenzaban a arribar a la sede de
gobierno para potenciar las marchas de protesta y
manifestaciones que han colapsado a La Paz desde la pasada
semana.
Las
últimas asambleas de obreros, mineros y maestros,
celebradas el fin de semana, han desoído la demanda del
Gobierno de Morales para suspender las movilizaciones hasta
después del referéndum revocatorio y, por el contrario,
han instruido redoblar la presión para conquistar sus
reivindicaciones.
Este
sábado, la asamblea de casi 5.000 mineros de Huanuni, que
están en huelga indefinida desde el pasado jueves, ha
determinado iniciar el bloqueo de las carreteras a nivel
interdepartamental y marchar sobre La Paz, exigiendo al
Gobierno la aprobación del proyecto de ley de pensiones
presentado por la Central Obrera Boliviana (COB), que pugna
por acabar con el sistema neoliberal que tiene escaso
alcance (cubre sólo al 10 por ciento de la fuerza laboral)
y está sustentado tan sólo con el aporte individual de los
trabajadores, para reemplazarlo por otro sistema de carácter
solidario, con menor edad para la jubilación (55 años en
vez de 65 años) y financiado, además del aporte laboral,
por las empresas privadas, las transnacionales y el Estado.
Los
mineros de Huanuni rechazaron vehementemente las acusaciones
del presidente Morales en sentido de que su protesta estaría
favoreciendo a la oligarquía y condenaron que Evo haya
olvidado sus promesas y de que es Presidente gracias a la
lucha de la COB y de los mineros.
La
vanguardia obrera
“Por
determinación de los compañeros se ha definido salir a las
movilizaciones de los 5.000 mineros de Huanuni, lo que
significa que se acata estrictamente la huelga general
indefinida con bloqueo de caminos”, dijo Guido Mitma,
secretario ejecutivo de la revolucionaria Federación
Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb) y minero
de Huanuni.
En
esa asamblea también participaron los principales
dirigentes de la COB, Pedro Montes, y de la Central de
Oruro, Jaime Solares, que asimismo son delegados de Huanuni,
la mina estatal de estaño más grande de Bolivia y que
ahora se ha convertido en la dirección ideológica y
organizativa de los trabajadores bolivianos. Montes es un
dirigente ligado al gobierno de Morales, pero por la presión
de las bases ha tenido que “radicalizarse”.
Montes,
Mitma y Solares aseguraron que “no habrá cuarto
intermedio” en las protestas, tal como la demandaron
varios dirigentes de la cúpula de la COB, alineados con el
Gobierno de Morales.
“Los
mineros estamos asumiendo esta medida de presión por el
caso omiso que hace el Gobierno en el pedido de que se
apruebe una nueva ley de pensiones que beneficie a los
trabajadores de todo el país”, dijo Mitma, que volvió a
exigir a Morales que deje de defender los intereses
empresariales y que comience a gobernar a favor de los más
pobres.
Sistema
privado con parches
“Lamentablemente
el Gobierno sigue con su tozudez porque no hace caso al
pedido de los trabajadores, considero que el Presidente Evo
Morales está rodeado de ministros neoliberales, por eso
existe una posición radical de varios de sus ministros ya
que no quieren escuchar a los trabajadores”, agregó el
dirigente de la Federación de Mineros.
Hasta
ahora, los ministros y el propio Morales han advertido que
no modificarán el sistema de “capitalización
individual”, por el cual cada trabajador aporta en una
cuenta individual para su propia jubilación futura.
En
lo esencial, el gobierno de Morales plantea sólo dos
cambios importantes, aunque no fundamentales: i) que los
aportes de los trabajadores (3.200 millones de dólares)
sean manejados por el Estado y ya no por las privadas AFPs
Zurich Financial Services y el Banco Bilbao Vizcaya
Argentaria y ii) la creación de un fondo con recursos de
los propios trabajadores para financiar una pensión mínima
equivalente a un salario mínimo (75 dólares al mes).
La
posición del Gobierno de Morales es compartida, en lo
fundamental, por la oligarquía, los partidos de derecha,
las asociaciones y gremios empresariales y los grandes
medios de comunicación, aunque ellos postulan que los
recursos de los aportantes sigan en manos de las AFPs, total
o parcialmente, según sea la decisión de cada trabajador.
El Gobierno ha prometido estudiar esta posibilidad.
Diálogo
sin frutos
En
el diálogo que desde el sábado entablan los dirigentes de
la COB con parlamentarios y funcionarios del Gobierno, en el
Parlamento, no hay hasta ahora avances significativos, por
lo que la presión social ha vuelto a emerger.
“Los
bloqueos tenemos que reiniciarlos porque no confío en el diálogo,
que es para desinflar y desorganizar, pero sí mantenemos la
fuerza para que se cumpla y se ponga en la agenda de la Cámara
de Diputados nuestro proyecto”, dijo Montes, que aseguró
que esta semana se radicalizarán las medidas y no habrá
tregua durante los festejos del aniversario patrio (6 de
agosto).
“Hemos
esperado por más de dos años y no hay nada (…) El
Gobierno siempre usa el argumento de la conspiración de la
derecha para desorganizar a los trabajadores, para que
dejemos de luchar por nuestros derechos”, agregó.
Esto,
obviamente, ha generado mayor malestar en las filas del
Gobierno, donde se acusa con mayor insistencia a los
dirigentes cobistas por “hacerle el juego a la derecha”.
Contraofensiva
verbal
“Las
reivindicaciones de la COB son legítimas, pero ahora le están
haciendo el juego a la derecha (…) Si esa dirigencia
intenta obligarnos a hacer cosas irracionales, esto no lo
vamos hacer, así nos presionen”, dijo el ministro de
Trabajo, Wálter Delgadillo. Días atrás, el oficialismo
había intentado detener la lucha popular mediante el uso de
la represión policial y la participación de grupos de
choque contra los trabajadores.
El
Ministro aseguró que “los dirigentes de la COB están en
movidas turbias” con la oligarquía, que este lunes también
inició una huelga de hambre en el oriente y los valles para
presionar por la devolución de recursos, para mermar el
apoyo electoral para Morales y para lograr captar el voto de
la ciudadanía a favor de los prefectos (gobernadores) de
Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando y Cochabamba.
"No
se sabe si la dirigencia de la COB está desorientada o si
ha tenidos puentes con la más negra reacción fascista,
separatista", agregó Delgadillo, en una clara
ratificación de la permanente política gubernamental de
parar la lucha laboral (por salarios, jubilación,
nacionalización de gas y minas y expropiación de
latifundios) con el argumento de que sirven a la derecha y a
la oligarquía, y que son financiadas por la CIA y el
imperialismo.
Por
ello, y por desarrollo de la consciencia de clase de los
trabajadores, esta contraofensiva verbal del oficialismo sólo
tuvo eco entre los sindicalistas alineados al Gobierno, como
el dirigente de la COB, Sósimo Panigua. “Veremos si
seguimos con las medidas, pero si no se soluciona nada y en
el momento del revocatorio el Gobierno dicta el auto de buen
gobierno, no se puede hacer nada”, dijo. Otros dirigentes
también han convocado a suspender las protestas, por lo
menos hasta después de la votación del domingo. Ellos
convocaron a los trabajadores a votar en las urnas a favor
de Morales y en contra de los prefectos derechistas.
Hasta
ahora, la COB no se ha pronunciado oficialmente sobre si los
trabajadores deben o no participar del referéndum, ni cómo
deben hacerlo, aunque los sectores más radicales señalan
que “voto no resuelve nada”, que “el referéndum es un
circo” y “una distracción” para que los trabajadores
dejen de luchar por sus demandas.
Encuestas
y resultados
Mientras
se libra esta batalla, varias encuestas difundidas por los
grandes medios de comunicación confirman el vaticinio de
que, el próximo domingo, Evo, su vicepresidente Alvaro García
Linera y varios de los prefectos derechistas serán
ratificados en las urnas, con lo que se mantendrá la
virtual existencia de dos gobiernos en Bolivia, el de
Morales que tiene el control del altiplano y de las zonas
rurales en los valles, y el de la oligarquía, que gobierna
en el oriente y gran parte de los valles.
Concluido
el referéndum, la proyección de Evo es lograr un gran
acuerdo nacional con la oligarquía para preservar la
democracia representativa y fortalecer el funcionamiento del
capitalismo andino. También quiere lograr la aprobación de
una nueva Constitución Política que otorgue, por lo menos
en lo formal, más derechos a las poblaciones indígenas,
impulse el desarrollo capitalista de Bolivia y abra paso a
su reelección a partir del
2010.
La
derecha, en cambio, ya no quiere ningún pacto con Evo,
menos su nueva Constitución y su posible reelección, y
apuesta a desgastarlo y a impedir que se mantenga en el
gobierno más allá del 2010, cuando concluye oficialmente
su mandato de cinco años.
En
medio de estas dos grandes tendencias, los sectores más
radicalizados de la COB postulan destruir el poder económico
de la oligarquía y, al mismo tiempo, obligar a Evo Morales
a ejecutar la agenda de la insurrección de octubre, que se
sintetiza en gas, petróleo y minas para Estado, tierras
para los indios y empleo y salarios para los trabajadores.
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