Masacre
en Pando I
Decenas
de campesinos indígenas ametrallados
Leopoldo
Fernández, el "carnicero de Porvenir"
Bolpress,
14/09/08
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Terror
fascista en Pando: cuerpos de campesinos masacrados
por los paramilitares del Prefecto se apilan en una
camioneta |
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Más
de 30 personas habrían sido asesinadas en la localidad
pandina de Porvenir el 11 de septiembre de 2008, una de las
peores masacres campesinas en democracia. El principal
responsable de la matanza, el prefecto de Pando, Leopoldo
Fernández, "el carnicero de Porvenir", llamó a
sus grupos de choque armados a resistir el estado de sitio
"abusivo y bravucón" del gobierno.
El
jueves 11 de septiembre, aproximadamente mil campesinos de
comunidades de Puerto Rico, Madre de Dios y el Palmar
marchaban hacia la ciudad de Cobija para participar en un
ampliado del sector.
Funcionarios
del Servicio Departamental de Caminos, empleados de la
Prefectura y activistas cívicos enviados por el prefecto
Leopoldo Fernández intentaron sin éxito detener a la
caravana campesina a unos siete kilómetros de Porvenir.
Luego emboscaron a los marchistas en inmediaciones del
puente Cachuelita, donde cavaron una zanja de 10 metros de
ancho para evitar el paso de camiones y gente.
"Todos
venían armados (los campesinos), hicimos unas zanjas para
evitar que lleguen hasta Cobija, uno de los últimos
recursos que teníamos porque tenían la intención de tomar
la Prefectura y luego Cobija; lo sabían las autoridades
policiales y militares. Y ahí tuvimos los primeros
heridos", narra el prefecto Fernández.
Según
Fernández, el supuesto "enfrentamiento" se desató
cuando su grupo de choque "incendió dos camionetas de
esta gente (campesinos); parecía un polvorín, durante
varios minutos regaba balas y disparos por todo lado, porque
estaba explosionando todo el cargamento que tenían estos
campesinos pacíficos que dice el gobierno".
Los
campesinos desarmados recuerdan que francotiradores
instalados en las copas de los árboles comenzaron a
disparar ametralladoras automáticas. Una volqueta del
Servicio de Caminos aplastó a dos campesinos.
"De
pronto escuchamos disparos y algunas personas cayeron
heridas. Hombres, mujeres y niños corrieron a todo lado
para salvar sus vidas, pero muchos fueron heridos o tomados
por la fuerza para ser torturados", recuerda Roberto
Tito, testigo directo de la masacre.
"Fuimos
matados como chanchos, con ametralladoras, con rifles, con
escopetas, con revolver. Los campesinos solo traían sus
dientes, palos, ondas, no traían escopetas. Luego de los
primeros disparos, algunos huyeron hacia el río Tahuamanu,
pero les persiguieron y les dispararon", cuenta Shirley
Segovia, dirigente de una subcentral de Porvenir.
El
dirigente social pandino Dionisio López declaró a radio
Patria Nueva que al menos 30 sicarios casi lo matan a
golpes: "Estaba queriendo rescatar a los heridos de
bala, y ahí me interceptaron en Porvenir, más o menos a la
una y media (13:30). En Cobija me golpearon más o menos
hasta las 10 de la noche. Dijeron que yo era masista por el
color de mi cara, querían matarme...".
Ese
jueves, después de la emboscada sangrienta, los sicarios y
narcotraficantes al mando del prefecto del departamento de
Pando continuaron asesinando campesinos. Al menos cien
personas cruzaron la frontera para salvar la vida.
Días
antes los vándalos y grupos de choque quemaron casas,
saquearon mercados y atentaron contra varios medios de
comunicación. La violencia se desbordó luego de la
masacre. El prefecto Fernández llamó a la ciudadanía a
mantener la calma y pacificar la ciudad de Cobija, pero
mantuvo movilizadas a sus huestes "por la restitución
del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH)". La
autoridad departamental culpó al Poder Ejecutivo de las
ocho muertes registradas hasta ese momento, la mayoría
campesinos
"Este
gobierno no conseguirá ni en Pando, ni Tarija, ni en Beni,
ni en Santa Cruz, ni Chuquisaca, ni en el país en su
conjunto, consumar lo que pretende (...) no voy a retirarme
en ningún momento de esta lucha (...) La mentira no vencerá
en este país, queremos dejar un mejor futuro para nuestras
familias (...) guardemos nuestras fuerzas para luchar (...)
hay que retirarse para darle un poco de tranquilidad a esa
gente que está en zozobra", dijo Fernández.
El
viernes continuaban las persecuciones y los asesinatos en
Cachuelita y Filadelfia, provincias rebeldes que rechazaron
el "referéndum autonómico" de los patrones
autonomistas y que revocaron a Fernández en el referéndum
del 10 de agosto. Los paramilitares pagados por la
prefectura no dejaban rescatar a los heridos y los cuerpos
de los asesinados.
En
la ciudad de Cobija, amedrentaban 40 funcionarios de la
Prefectura de Pando encapuchados, con armas cortas y
metralletas. Se denunció la existencia de 15 campesinos
rehenes en las oficinas del Comité Cívico.
"La
situación es dramática y trágica, están asesinando
campesinos cada momento y la Policía y el Ejército no están
actuando para salvar vidas. Mucha gente fue torturada en los
ambientes del Comité Cívico; pedimos que se intervenga el
departamento Pando", clamó el senador de UN Abraham
Cuellar, amenazado de muerte por funcionarios de la
Prefectura.
La
representante presidencial en Pando Nancy Texeira, al borde
del llanto, criticó al gobierno por abandonar a su gente y
exigió una intervención inmediata del departamento.
A
las 7 de la noche del viernes, el gobierno de Evo Morales
dictó estado de sitio regionalizado en el departamento de
Pando con el fin de evitar mayores crímenes de lesa
humanidad.
Pero
los grupos sediciosos se rieron de la noticia y asaltaron
dos tiendas de armamento en Cobija y atacaron con
ametralladoras a los militares que retomaron el control del
aeropuerto. En la refriega murieron dos funcionarios de la
Prefectura y el conscripto Ramiro Tañini Alvarado (17),
victimado con una bala calibre 22.
Leopoldo
Fernández declaró que no acataría el estado de sitio y
advirtió que las movilizaciones continuarían. "Va a
costar implementar un estado de sitio abusivamente. Creyeron
que Pando era el eslabón más débil, (pero) vamos a seguir
luchando, queremos un país con libertades, no van a
conseguir paralizar el proceso autonómico ni le van a
quitar a Pando esa esperanza de crecer, tenemos derecho,
vamos a pelear por lo que nos corresponde, no nos quitarán
nuestros recursos".
Hasta
el mediodía de este sábado los militares aún no habían
logrado tomar el control de la ciudad de Cobija y menos
ingresar a Filadelfia y Porvenir. Se escuchaban ráfagas de
ametralladoras en algunas zonas de la ciudad de Cobija.
A
las 21 horas el ministro de la Presidencia Juan Ramón
Quintana llegó a Cobija con más efectivos militares para
hacer cumplir el estado de sitio.
El
ministro de Gobierno Alfredo Rada confirmó el sábado que
al menos 16 personas perdieron la vida en la masacre del
jueves, pero horas después reportes extraoficiales daban
cuenta de que habría por lo menos 30 muertos. Diversas
fuentes informan que hay 80 heridos de bala y hasta 100
desaparecidos. La Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia denunció la desaparición
de más de 50 afiliados y 26 heridos de bala.
¿Quién
es Leopoldo Fernández?
Es
un cacique de pueblo que mantuvo un control casi feudal de
los poderes públicos y privados en Cobija y provincias
entre 1979 y 2005. Fue funcionario público en las
dictaduras de Luis García Meza (1980–1981), Celso
Torrelio y Guido Vildoso (1981–1982); responsable en Pando
del Instituto Nacional de Colonización (actual INRA);
parlamentario, prefecto y ministro de Gobierno de Hugo
Banzer–Jorge Quiroga (1997–2002).
Se
cree que García Meza le regaló tierras. Ahora Fernández
está metido en el negocio de la castaña y de la ganadería.
Declaró a la Contraloría un patrimonio personal de 1,4
millones de dólares.
Fernández
está bien relacionado con madereros, aserradores y
terratenientes locales como los Sonnenschein, Hecker Hasse,
Becerra Roca, Vaca Roca, Peñaranda, Barbery Paz, Claure y
Villavicencio Amuruz, entre otros, que concentran miles de
hectáreas de tierras fértiles.
Leopoldo
Fernández sirve bien a la racista, intolerante y violenta
elite local descendiente de los patrones de la goma y de la
castaña que sometieron a los indígenas a un régimen de
explotación laboral servidumbral desde fines del siglo XIX.
El
pueblo pandino asegura que Fernández no defiende el IDH
para la región sino su bolsillo. Lo único que ha hecho por
el departamento en los últimos 30 años de politiquería:
treinta kilómetros de carreteras.
La
ex ministra de Gobierno Alicia Muñoz denunció en 2006 que
Fernández entrenaba en Cobija a paramilitares supuestamente
para trabajos de "seguridad ciudadana". El año
pasado, Leopoldo mandó a quemar la casa del senador pandino
Cuellar que apoyó la Ley de Reconducción Comunitaria de la
Reforma Agraria de Evo Morales. La pasada semana nombró a
un director apócrifo de la oficina del Instituto Nacional
de Reforma Agraria (INRA) en Pando, declarado hace poco por
el gobierno como el primer "territorio saneado de
Bolivia".
El
presidente de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos
de Bolivia (APDHB) Rolando Villena reveló que el prefecto
Leopoldo Fernández contrató a sicarios de Brasil y Perú
para extinguir a los indígenas y campesinos que apoyan el
proceso de cambio en Bolivia.
Fernández
está claramente incriminado en la masacre: "No se
preocupe, la masacre del Porvenir, la mayor masacre en
democracia, proporcionalmente superior a la ocurrida en El
Alto en 2003, cuando murieron 60 (la guerra del gas), no ha
de quedar en la impunidad", enfatizó el ministro Rada.
La
Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam) que aglutina
a varios gremios sociales representativos exigió al
prefecto Fernández que renuncie de inmediato por ser el
autor intelectual y material de los crímenes en Porvenir,
junto con trabajadores de la Prefectura, narcotraficantes,
la mafia maderera y la Embajada de Estados Unidos.
El
máximo ejecutivo de la Csutcb Isaac Ávalos pidió al
Ministerio Público y al Fiscal General de la Nación que
inicien de inmediato un proceso penal y encarcelen "al
criminal Leopoldo Fernández", el "carnicero de
Porvenir".
Fuentes:
Edgar Ramos, ABI, Erbol, Red Antiracismo, UPIC–Tierra.
Masacre
en Pando II
Paramilitares
asesinan a los campesinos
Agencia
ABI, 12/09/08
|
Plan
de “extinción de indígenas y campesinos” en
Pando
La
APDHB denuncia que sicarios
tienen orden de matar
La
Paz, 13/09 (ABI).– La Asamblea Permanente de
Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) denunció este
sábado, que los sicarios pagados de los prefectos de
la "media luna" tienen orden de matar como
sucede en Pando.
"Tenemos
información oficial de la Policía que en la media
luna, entre los grupos de choque, existen personas
contratadas denominadas sicarios no para atentar
contra las instituciones del Estado, sino para matar a
la gente", apuntó el viceministro de Régimen
Interior y Policía, Rubén Gamarra.
Por
su parte, el presidente de la Asamblea Permanente de
los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Rolando
Villena, dijo que le confirmaron que en Cobija existen
grupos de sicarios del Brasil y Perú que fueron
contratados por el prefecto, Leopoldo Fernández, para
extinguir a los indígenas, campesinos que están
apoyando este proceso de cambio.
"El
Gobierno no debe permitir que en territorio boliviano
haya estos sicarios, asesinos a sueldo", apuntó
al condenar al Prefecto de Pando de comandar a estos
grupos de sicarios.
Destacó
que el Gobierno haga presencia de soberanía en el
departamento de Pando, en especial, su capital Cobija. |
Cobija
(Pando), 12 sep (ABI).– Un puente ubicado a siete kilómetros
de Porvenir por donde un millar de campesinos que marchaban
hacia Cobija en protesta de la violencia impulsada por el
prefecto Leopoldo Fernández, fue el escenario de la masacre
que paramilitares entrenados y financiados por el
“cacique” pandino desataron este jueves contra gente
indefensa.
Los
hechos desmintieron al prefecto Fernández, quien había
asegurado que se trató de un enfrentamiento armado
“iniciado” por el Gobierno.
Roberto
Tito, uno de los trabajadores rurales que estuvo en ese
puente cuando comenzó la balacera contra gente indefensa,
testimonió que ellos marchaban desarmados, pero de
pronto escucharon los disparos y algunas personas comenzaron
a caer heridas de muerte.
Francotiradores
ubicados en las copas de los árboles dispararon sobre la
multitud sin importar que marcharan niños y mujeres
confundidos entre campesinos, cuya única arma eran palos y
machetes.
“Estábamos
desarmados, no como dicen ellos. Nos detuvieron a unos siete
kilómetros antes de Porvenir y luego nos atacaron cuando
avanzamos a la altura del puente nos emboscaron y comenzaron
a disparar con ametralladoras automáticas”, relató Tito,
compungido por la muerte de al menos 10 de sus compañeros,
ya que hasta este viernes se reportó un número
indeterminado de desaparecidos.
“Los
compañeros tuvieron que escapar a todo lado. No perdonaban
ni a niños ni mujeres. Esta fue una masacre a los
campesinos, esto es algo que no debemos permitir”, señaló
el trabajador rural.
El
testimonio de Tito es respaldado por la versión del senador
Abraham Cuellar, quien asegura que a la altura del Puente de
Cachuelita había un boquete de 10 metros de ancho y de
profundidad para que no pase los camiones y no pase la
gente. Es en estas circunstancias que comenzó la balacera.
“La
gente estaba caminando a pie, ha sido una emboscada
preparada por la Prefectura, planificada con armamento bélico
y el resultado lamentable son muchos muertos del lado
campesino y la mayoría son de las alcaldías de esa región
que no pertenecen al MAS sino que son organizaciones que
apoyan al Gobierno”, dijo Cuellar.
Paramilitares
de Leopoldo
Ya
en septiembre de 2006, la entonces ministra de Gobierno,
Alicia Muñoz, denunció que el prefecto Leopoldo Fernández
entrenaba en Cobija al menos a un centenar de paramilitares,
bajo la fachada de conformar una fuerza “para seguridad
ciudadana”.
Aunque
Fernández negó veracidad a esa denuncia, de la que Muñoz
tenía fotografías y grabaciones de video probatorias, el
jefe de Seguridad Ciudadana de la Prefectura de Pando,
Alberto Murakami, admitió el entrenamiento de civiles.
Murakami
alegó entonces que se trataba de un centenar de
“vecinos” adiestrados para cumplir labores de
vigilancia, ante el auge de la “delincuencia” y el “déficit
de policías”.
Muñoz
hizo la denuncia como prueba de que los prefectos opositores
no actuaban legalmente como aseguraban. El tiempo y la
masacre de gente indefensa, lamentablemente dio la razón a
esa ex Dignataria de Estado.
Porque
dos años después, esos integrantes de “seguridad
ciudadana” cumplieron a cabalidad su papel para el que
fueron entrenados: dispararon a mansalva contra gente
indefensa. No sólo eso, los paramilitares, muchos de ellos
brasileños, se encargaron de secuestrar a quienes no
pudieron escapar de las balas asesinas.
Víctimas
escaparon al monte
En
medio de la masacre los campesinos sólo tuvieron una
alternativa para salvar sus vidas y se internaron en el
monte, mientras los paramilitares descargaban sus armas
sobre la multitud.
“Son
gente de la Prefectura y del Servicio Departamental de
Caminos que están bien armados con ametralladoras y
francotiradores porque de las copas de los árboles nos
disparaban a mansalva”, relató Tito.
La
denuncia del dirigente campesino fue corroborada por el
senador Abraham Cuellar, quien aseguró que este viernes, a
24 horas de esa masacre, la persecución paramilitar a
campesinos pandinos continuaba.
“Sabemos
que hay una persecución implacable en Filadelfia y
Cachuelita, que son provincias aledañas a Cobija, siguen
los asesinatos, siguen matando gente, gente desarmada”,
aseguró el legislador.
Acusó
a sicarios contratados por las autoridades pandinas y que
andan armados incluso de ametralladoras, lo que obligó a
que al menos un centenar de personas hayan cruzado la
frontera con Brasil para buscar refugio.
Es
una masacre
En
ese contexto, se evidenció que hoy mismo una gran cantidad
de gente todavía se encontraba sobre la carretera de
Porvenir – Puerto Rico, Porvenir – Filadelfia, y
Porvenir – Cobija.
“Hay
gente en los montes y van saliendo a las carreteras a pedir
auxilio, ayuda, y ahí son encontrados y golpeados o son
asesinados”, denunció Cuellar.
Por
ello, el legislador pidió que es urgente que las
autoridades nacionales asuman las medidas correspondientes
“para salvar vidas que están en peligro”.
“Lo
que se esta haciendo es una masacre impresionante, es una
masacre, es un genocidio con personas inocentes, gente
desarmada, se están persiguiendo a alcaldes, concejales,
dirigentes campesinos y vecinales”, apuntó.
A
las denuncias de Cuellar se sumaron otras que señalaron que
en las horas de la mañana de este viernes se habrían
encontrado más cuerpos en el monte y en los ríos de esa
región, aunque oficialmente las mismas no fueron
confirmadas por alguna autoridad.
IDH,
el pretexto
En
ese contexto, la movilización de gente de la Prefectura,
Sedcam, sicarios y paramilitares contratados por el prefecto
Fernández, supuestamente en reclamo de la reposición del
30 por ciento de los recursos del Impuesto Directo a los
Hidrocarburos, es sólo la fachada para consumar una dura
represión.
“Pando
recibe 8.000 bolivianos (anuales) por persona mientras que
cada paceño recibe 240 bolivianos por IDH, entonces no
existe argumentos, en Pando tampoco hay problemas de tierra,
las tierras son tituladas, entonces es la angurria, la
ambición del Prefecto”, acusó Cuellar.
Informe
oficial del martirio campesino en Pando
Econoticiasbolivia,
12/09/08
La
Paz.– La violencia desatada contra campesinos e indígenas,
en el sector de Tres Barracas de la localidad El Porvenir
(Pando), por parte de paramilitares con armas de fuego y
promovidos por la Prefectura y cívicos de ese departamento,
dejó el saldo lamentable de ocho muertos, 15 rehenes
torturados, varios heridos y un número no determinado de
desaparecidos, según el informe oficial de la gubernamental
agencia ABI.
El
informe señala textualmente que el Gobierno responsabilizó
de los hechos al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández (ex
ADN, Podemos), quien habría instruido a funcionarios de esa
entidad atacar a los campesinos que se dirigían a la
capital pandina para realizar un cabildo en contra de las
acciones violentas como la toma de entidades públicas.
A
la altura de Tres Barracas, los grupos de choque de la
Prefectura de Pando bloquearon caminos, armaron barricadas y
emboscaron con armas los campesinos.
"En
la mañana de este jueves el escenario de violencia fue la
localidad de Porvenir, donde se registro un ataque a
campesinos y sectores populares que se dirigían hacia la
ciudad de Cobija para manifestar su rechazo a las acciones
de los comités y los prefectos de oposición", señaló
el ministro de Gobierno, Alfredo Rada.
Por
su parte, el viceministro de Régimen Interior y Policía,
Rubén Gamarra, confirmó que los campesinos fueron
interceptados por los grupos armados de esa Prefectura a la
altura del sector de Tres Barracas de la localidad El
Porvenir, donde se originó el enfrentamiento.
Muertes
Aseguró
que la emboscada reportó ocho víctimas fatales y varios
heridos.
Al
respecto, el comandante de la Policía de Pando, Cnl. Silvio
Margazo, confirmó la muerte de las ocho personas, añadiendo
que una mayoría de ellos son campesinos.
Los
muertos fueron identificados como Bernardino Racua
(dirigente campesino de Pando y descendiente del líder histórico
indígena, Bruno Racua), Nora Montero de Racua (campesina),
Dumay Villanueva (campesino), y Agripino Vargas (campesino).
Asimismo,
Roberto Rodríguez (miembro del Comité de Vigilancia
Filadelfia), Pedro Yoshida (funcionario del Servicio
Departamental de Caminos, Sedcam), Hernán Justiniano
(Presidente del Concejo Municipal de El Porvenir) y uno aún
no identificado.
De
acuerdo al reporte de medios de comunicación, hasta el
momento se contabilizó más de 50 heridos, que están
siendo atendidos en los hospitales de Filadelfia y Cobija
En
ese sentido, el viceministro Gamarra condenó la declaración
del funcionario de la prefectura pandina, Ricardo
Shiracagua, quien amenazó "que un muerto se pagará
con otro muerto".
"Lo
que empezó con un ataque violento contra el Estado se está
convirtiendo en un conflicto interno, esto es producto de la
violencia y vandalismo generado por los prefectos y cívicos
en su afán de asaltar los recursos de la nación",
denunció Gamarra.
De
ese modo, la autoridad de Gobierno se refirió a las
acciones impulsadas por el denominado Consejo Nacional
Democrático (Conalde), que hace 18 días convocó al
bloqueo de rutas.
Ese
bloqueo derivó en la toma de entidades públicas e
instalaciones petroleras supuestamente en demanda de la
devolución del 30 por ciento del Impuesto Directo a los
Hidrocarburos (IDH), recortado para el pago de la renta
Dignidad, pero en realidad persiguen un objetivo político
de derrocar al gobierno constitucional.
Rehenes
campesinos
Según
la representante Presidencial de Pando, Nancy Texeira, los cívicos
de ese departamento tomaron por rehenes al menos a 15
campesinos, 13 hombres y dos mujeres, que fueron torturados
desde el medio día de hoy hasta aproximadamente las 17.00
horas.
Añadió
que este grupo de indígenas fue remitido por los cívicos a
la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para
iniciarles una investigación.
"En
el Comité Cívico los golpearon, porque la gente estaba allí
gritándoles y les decían de todo, para que digan quien los
financiaba, cuando ellos en realidad solo realizaban un
movimiento legítimo", explicó Texeira.
Sostuvo
que existen varios campesinos desaparecidos, además de
otros heridos que posiblemente habrían huido al monte para
resguardarse de sus agresores.
Los
hechos
El
Cnl. Margazo, Comandante policial de Pando, relató que el
hecho violento comenzó a las 09.30 de hoy y se prolongó
hasta las 13.00 horas, cuya situación se tornó
insostenible para los efectivos del orden que en vano
intentaron apaciguar los ánimos caldeados de ambos
sectores.
También
mencionó que se hace difícil determinar de dónde provenían
los disparos ya que estos venían de todos lados.
"Cuando
se encontraron los grupos hemos hechos todo lo posible por
contenerlos y no lo logramos, no entendieron, eso duró, con
nosotros al medio para calmarlos, por lo menos una
hora", dijo el Comandante de la Policía de Pando.
Al
respecto, la delegada presidencial en esa región, Nancy
Texeira, informó que los campesinos fueron atacados por los
funcionarios prefecturales y cívicos pandinos con armamento
bélico como ametralladoras.
Asimismo,
dijo que tras la arremetida contra los indígenas, los
grupos violentos también tomaron las oficinas del Servicio
Nacional de Áreas Forestales (Sernap), provocando destrozos
y buscando más armas de fuego para continuar las agresiones
contra campesinos.
Los
medios de comunicación advirtieron que desde Riberalta
comenzaron a trasladarse en volquetas a Cobija grupos de
choque en contra del gobierno, para continuar con la ola de
terror desatada en la región Pandina.
Entretanto,
el viceministro Gamarra, anunció que el Gobierno hará
todos los esfuerzos por evitar la violencia interna en el país,
promovida por los prefectos del Conalde.
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