Terratenientes
pretenden afianzar su poder
Centro
de Estudios Populares (CEP)
Bolpress,
12/09/08
El
sector más conservador y reaccionario de la burguesía salió
esta semana a la "ofensiva" dentro de la pugna
permanente con el gobierno del MAS. Los grupos de choque
armados por la burguesía compradora y los terratenientes,
autodenominados "media luna", asaltaron y quemaron
instituciones del Estado en los departamentos de Pando,
Beni, Santa Cruz y Tarija.
El
gobierno de Evo Morales tildó a esta acción de "golpe
de Estado civil prefectural", pero al mismo tiempo
anunció que no va "a caer en la provocación".
Eso significa en los hechos, como no sucede con su actitud
para con los sectores populares, la mera contemplación de
estos actos violentos pues la Policía brilla por su
ausencia y las Fuerzas Armadas han enviado a adolescentes
del servicio militar obligatorio a "defender" esos
predios estatales.
¿Cómo
se llegó a este enfrentamiento? Luego del referéndum
revocatorio del 10 de agosto (donde Morales sacó más del
65% en el país), el gobierno convocó por decreto a otra
consulta para el 7 de diciembre que incluye la elección de
dos prefectos en La Paz y Cochabamba, subprefectos en todos
los departamentos, consejeros departamentales y la aprobación
de la Constitución del MAS salida de la fracasada Asamblea
Constituyente.
A
la vez el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas (con 70% de
apoyo en el revocatorio en ese departamento), llamó a la
elección de asambleístas departamentales en función de
crear su asamblea legislativa autonómica. El reaccionario
Consejo Nacional por la Democracia (Conalde), que agrupa a
los prefectos de la "media luna", anunció
protestas para recuperar el Impuesto Directo a los
Hidrocarburos (IDH), restado este año por el gobierno a los
presupuestos departamentales.
Lo
concreto es que el gobierno intenta conseguir algunas
subprefecturas y consejeros departamentales en las regiones
orientales donde tiene fuerza el control terrateniente.
Tanto el gobierno como la "media luna",
respaldados por los votos, buscan afianzar sus posiciones y
disputan por imponer sus respectivos programas, uno burgués
burocrático (gobierno del MAS) con su Constitución y
reformas políticas, y el otro que apuntala el proyecto
terrateniente y "neoliberal". La pugna de estas
facciones está llevando al país a una situación que
aparenta ser incontenible, aunque en menores
"escaramuzas" ambos han terminado en la negociación.
El
gobierno tiene bases que piden "mano dura" contra
los cívicos de la "media luna", pero los
ministros y Evo Morales proclaman que es mejor "tener
paciencia" y amenazan con el "peso de la ley"
para los movilizados. Por otro lado algunos sectores de la
"media luna" también tienen contradicciones,
mientras unos exigen intentar el diálogo (empresarios
afectados por el bloqueo), otros, los terratenientes
(particularmente del chaco y llanuras del norte), son los más
determinados a quebrar el brazo al gobierno e incluso han
criticado al Conalde por su "falta de medidas
contundentes".
Con
todo, los terratenientes han comenzado a tomar acciones para
afianzar su poder. En Pando, el prefecto y latifundista
Leopoldo Fernández designó como nuevo jefe de la oficina
departamental del Instituto Nacional de Reforma Agraria
(INRA) a Gary von Boek. Así los terratenientes quieren
asegurar sus propiedades. Los grupos de choque juveniles,
militantes "cívicos", empresarios, forman parte
de este poder gamonal. Como nunca antes, el primer herido en
los enfrentamientos en Santa Cruz fue el vicepresidente de
los empresarios privados José Céspedes.
La
respuesta del gobierno
Los
ministros Alfredo Rada y Walker San Miguel denunciaron que
"se ha iniciado un golpe de Estado civil
prefectural", pero anunciaron que "no caerán en
la provocación y que actuarán responsablemente" con
acciones legales y una investigación. Para esto pidieron
ayuda del mismo presidente del Comité Cívico de Santa
Cruz, Branko Marincovic, para que éste "entregue la
lista de los responsables de estos hechos".
Las
demandas de los cívicos de las regiones, ahora
estructuradas en un proyecto autonomista, han sido solamente
la otra cara del centralismo estatal. Estas demandas han
sido desplazadas sin ningún problema cuando a esos cívicos
les ha tocado ser parte del poder central, y han sido
retomadas cuando éstos eran desplazados del aparato estatal
centralista. Centralismo y regionalismo son dos caras de una
misma moneda, las clases dominantes precisan del Estado para
enriquecerse con la brutal explotación burocrático
terrateniente, y esto hace un tanto difícil pensar en un
proyecto separatista que los revisionistas y el gobierno
denuncian todos los días.
Las
organizaciones afines al gobierno anunciaron que van a
responder. El dirigente del Consejo Nacional por el Cambio
(Conalcam), Fidel Surco, anunció que van a cercar la ciudad
de Santa Cruz, en el Chapare; el dirigente cocalero y
diputado del MAS Asterio Romero anunció que harán un
bloqueo, en Bulo Bulo, en defensa del proceso de cambio y
del gobierno de Evo Morales. También otras organizaciones
pretenden hacer una marcha para cercar el Congreso.
Las
manifestaciones de los dirigentes masistas están orientadas
a defender la legalidad burguesa, las declaraciones de
dirigentes como Isaac Ávalos, acerca de tomar las tierras
de los terratenientes, sólo quedan en declaraciones pues
sus acciones, bajo la dirección del gobierno, concentran su
fuerzas en "defender la democracia", "el
proceso de cambio", "cercar el Congreso" para
aprobar una ley, pero se pierde y desvanece cuando sus bases
piden hacer tomas de tierras.
Mientras
Evo Morales decía "somos pacientes", los
campesinos de El Porvenir, en el departamento de Pando, se
enfrentaban a un grupo de efectivos de la Prefectura con un
saldo, hasta el cierre de esta edición, de 4 muertos por
bala y más de 20 heridos (de ambos bandos). Los campesinos
se dirigían a un ampliado cuando fueron emboscados por un
grupo de autonomistas.
Otros
sectores como el Comité Cívico Popular en La Paz, cercanos
al MAS, pidieron estado de sitio, pero fueron calificados
por el gobierno como "grupúsculos de
provocadores". Un grupo de pobladores alteños, en un
intento ingenuo, pidió al gobierno que les entregue armas
para enfrentar "a los grupos fascistas en Santa
Cruz" pero no mereció la más mínima respuesta de
parte del gobierno. Poco a poco ciertos sectores afines al
MAS se van dando cuenta de que su gobierno asume una política
"cauta" frente a las acciones violentas del poder
gamonal terrateniente, pero es particularmente violento con
los sectores populares y sindicales no cooptados por el
gobierno. Esto se pudo ver en las manifestaciones de los Sin
Techo en Oruro, con los cocaleros de Yungas de Vandiola, con
los Mineros de Huanuni, en todos los casos con muertos por
la policía y con las promesas de "investigación
imparcial" pero sin ningún resultado.
Las
acciones violentas en la "media luna"
El
martes 9, los enfrentamientos en Santa Cruz entre la Policía
contra la Unión Juvenil Cruceñista y militantes "cívicos"
resultaron en la toma, quema y saqueo de instituciones como
el INRA, la empresa de telecomunicaciones ENTEL, Impuestos
Nacionales, la ONG Cejis, bloqueo al aeropuerto Viru Viru y
la quema del canal estatal. El miércoles, con menos
violencia y permisividad de la Policía, tomaron la Terminal
de Buses, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos,
Superintendencia de Hidrocarburos, Dirección del Trabajo,
las oficinas del Servicio Departamental de Educación y la
Dirección Distrital de Educación de Santa Cruz. Se hablaba
también de la toma de las oficinas de la Aduana,
Migraciones y otras sucursales de la empresa ENTEL.
En
Tarija, el martes 9, los manifestantes organizados por el
Comité Cívico del aquel departamento tomaron la
Superintendencia Departamental de Hidrocarburos,
Migraciones, Impuestos Nacionales y el Servicio
Departamental de Caminos. Al día siguiente los
enfrentamientos continuaron y miembros de la Federación
Universitaria Local (FUL) bloquearon el Aeropuerto e
intentaron tomar si éxito las oficinas de ENTEL. Los medios
periodísticos informaron de más de 80 heridos.
En
el mismo departamento, en la ciudad de Villamontes, los
grupos de choque ganaderos tomaron las válvulas de gas de
la empresa Transierra. En la madrugada del día siguiente la
válvula de gas Nº 3 de dicha empresa reventó causando una
explosión que ocasionó el escape de gas que aún continúa
ardiendo. Se presume que el cierre de válvulas generó esta
explosión aunque el gobierno habla de un sabotaje
terrorista. En la ciudad de Yacuiba se tomó las
instalaciones de ENTEL.
Por
su parte en Cobija (Pando) los manifestantes tomaron las
oficinas del INRA. En Trinidad (Beni) fue tomado el
aeropuerto. Los "cívicos" sucrenses se sumaron a
las protestas haciendo una toma simbólica de la oficina de
Impuestos Nacionales y pusieron un candado a la institución.
Construir
el camino del pueblo
La
coyuntura del país parece no tener salida. Es compleja para
el viejo Estado, pero también lo es para los sectores
populares que sufren el alza constante de los precios de la
canasta familiar, el desempleo, la falta de gas, además del
sometimiento a la brutal explotación del Estado
terrateniente burocrático. La alternativa del pueblo
boliviano es construir un verdadero campo popular
independiente del gobierno, con una organización
revolucionaria que deslinde de aquellos que oportunistamente
están con un pie dentro del gobierno y un pie fuera y que
levante un programa revolucionario de toma de tierras de los
terratenientes para quebrar el poder gamonal latifundista.
Romper la camisa de fuerza que le impone el reformismo
masista y liberar la energía revolucionaria del pueblo
particularmente pobre es la necesidad para nuestro pueblo en
estos momentos duros.
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