Los
fascistas también alaban la nueva Constitución
Econoticiasbolivia,
29/10/08
“Hemos
ganado”, dice el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, el
líder de los fascistas que cree que el nuevo texto
constitucional garantiza las autonomías regionales, las
tierras de los latifundistas y todos los privilegios de la
oligarquía.
Santa
Cruz.– Uno de los principales líderes del fascismo
boliviano, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, calificó
como un gran logro de los
movimientos autonomistas la
aprobación congresal de la nueva Constitución Política
del Estado, pactada entre el gobierno indigenista de Evo
Morales y la derecha parlamentaria.
"Hemos
ganado, no hay tal empate”, dijo Costas anoche al evaluar
el contenido de la nueva Constitución que da vía libre a
las autonomías regionales, deja intocados los inmensos
latifundios en el oriente y los valles, garantiza la libre
empresa y la propiedad privada sobre la tierra y los
recursos naturales, además de garantizar el respeto a todos
los derechos adquiridos por cualquier vía por las empresas
y empresarios.
“El
Gobierno nacional reconoció que para las próximas
elecciones se elegirá a un gobernador, además de los
asambleístas legislativos y que ahora es la Constitución
la que se tiene que compatibilizar a los estatutos autonómicos”,
dijo durante la posesión de los miembros del Consejo Económico
y Social de la prefectura de Santa Cruz.
Costas
aseguró que la nueva Constitución, que debe ser puesta a
votación en el referéndum del 25 de enero del 2009 en todo
el país, garantiza las regalías departamentales, los
recursos para la región y la capacidad para dictar leyes y
operar en materia de tierras y recursos naturales.
"No
se dan cuenta que hemos ganado, no hay tal empate. En el
tema de la ley marco, tendrá que discutirse y pelearse,
saquen la ley de la Corte o identificar las competencias
nacionales. Tenemos unos Estatutos, si lo quieren
compatibilizar tendrá que ser con nuestra anuencia",
dijo Costas, que de este modo pasó a respaldar el acuerdo
tejido entre las fuerzas indígenas y campesinas de Morales
con las de la derecha parlamentaria y empresarial.
A
la espera de Branko
El
prefecto cruceño declinó, sin embargo, explicitar si su
declaración representaba un apoyo al referéndum y un
llamado para votar por el SI a la nueva Constitución,
aspectos que aún son cuestionados y debatidos en el oriente
y parte de los valles que están bajo el control de la
oligarquía y los prefectos fascistas.
Allí,
en las filas de la oligarquía, los clanes empresariales y
organizaciones cívicas y populares derechistas y fascistas
hay quienes respaldan la posición de Costas y creen que han
ganado con la nueva Constitución, a pesar que ésta
viabiliza la reelección del presidente Morales hasta el
2014. Todos ellos creen que se debe asistir al referéndum y
muchos piensan que se debe votar por el SI a la nueva Carta
Magna.
Otros,
en cambio, creen que las concesiones hechas por Morales en
materia de autonomía, tierras y derechos para la burguesía
agrofinanciera no son suficientes avances como para
compensar una prolongación de Morales en el poder. Ellos
están por rechazar el referéndum y la nueva Constitución.
En
todo caso, ambos sectores aguardan el retorno del presidente
del Comité Cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic, que
fue a Washington a recabar la venia de Washington para
operar en uno u otro sentido.
Cuestión
de fondo
En
el fondo, muchos de los seguidores de Costas y del prefecto
de Tarija, Mario Cossío, están casi seguros que con la
nueva Constitución han logrado derrotar al “indio
presidente”, al obligarle a arriar sus banderas de reforma
sobre los latifundios, las tierras y las autonomías.
Los
otros, en cambio, creen que nada de ello es relevante, ya
que, de aprobarse la nueva Constitución, Morales podría
ganar ampliamente las próximas elecciones de diciembre del
2009 y posteriormente, con un
apoyo de más de dos tercios en el Congreso,
modificar otra vez la Constitución, reabriendo el periodo
de reformas.
Otras
dudas
En
las filas de los seguidores del presidente Morales también
hay muchas dudas y cuestionamientos sobre la nueva
Constitución, especialmente en lo que se refiere a la no
reversión ni expropiación de los inmensos latifundios en
manos de los 100 clanes familiares (25 millones de hectáreas
de las tierras más fértiles de Bolivia).
La
vigencia de las autonomías separatistas departamentales en
desmedro de las autonomías regionales, un sistema de
representación política bicamaral que favorece a las minorías
y la transformación del control social efectivo en una
vigilancia moral sobre las autoridades son otros temas
cuestionados.
Los
fascistas aguardan la venia de EEUU para
boicotear la reelección de Evo
Econoticiasbolivia,
27/10/08
Los
prefectos fascistas y los grupos de la ultraderecha aguardan
el retorno de Branko Marinkovic, que está en Washington
buscando apoyo para impedir el referéndum del 25 de enero.
La
Paz.– Aunque con muchas vacilaciones y mayores
deserciones, la rancia oligarquía boliviana, los 100 clanes
dueños de la tierra y los prefectos fascistas comenzaron a
perfilar la resistencia y desacato al referéndum del 25 de
enero de 2009 con el que el presidente Evo Morales intenta
viabilizar su reelección y lograr la aprobación de la
nueva y anodina Constitución Política del Estado pactada
con la derecha parlamentaria.
Reunidos
a fines de la anterior semana en la brigada parlamentaria de
Santa Cruz, en el bastión de la rebelión oligárquica
contra Morales, los racistas y ultraderechistas dirigentes
de las organizaciones empresariales, cívicas, vecinales y
laborales cruceñas convocaron a la población a “rechazar
el proyecto de Constitución aprobado mediante un acuerdo
político en el Congreso Nacional, porque desconoce la
voluntad popular expresada en las urnas mediante los referéndums
que aprobaron las autonomías departamentales y el Estatuto
Autonómico”.
“Convocar
a todos ciudadanos de Santa Cruz y a las instituciones en
general, en el marco de la unidad departamental, a asumir la
defensa de la autonomía, la democracia, la libertad y
nuestra economía”, dice el pronunciamiento que condena el
pacto entre las fuerzas indígenas y campesinas gobernantes
con los parlamentarios de derecha.
El
objetivo declarado de los más duro de la oligarquía y de
los fascistas es “rechazar el nuevo texto constitucional
que promueve el Gobierno nacional y otras fuerzas políticas”
porque posibilita la reelección presidencial de Morales.
Los
radicales de derecha aguardan, sin embargo, el retorno del
empresario y líder fascista del Comité Cívico de Santa
Cruz, Branko Marinkovic, que está en gira en los Estados
Unidos, donde busca apoyo para impedir por la fuerza el
referéndum del 25 de enero y la posterior reelección de
Morales.
Una
vez que Marinkovic haya recabado la opinión de Washington,
se ha previsto una reunión decisiva del denominado Consejo
Nacional Democrático (Conalde), que aglutina a los
prefectos de Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y Tarija, y a los
fascistas comités cívicos de estas regiones, quienes
definirán si boicotean el referéndum y la reelección de
Morales o si se someten al veredicto de las urnas, aceptando
la nueva Constitución que ha sido reformulada para poner
fin a todas las reformas emprendidas por las fuerzas indígenas
y campesinas.
Las
concesiones de Morales
El
rechazo de los fascistas al referéndum sobre la nueva
Constitución Política del estado se da, incluso, a pesar
de todas concesiones realizadas por Morales.
El
texto constitucional, aprobado inicialmente por la Asamblea
Constituyente, fue reelaborado el pasado martes en el
Congreso, tras que el presidente Morales accediera a
eliminar todas las reformas que pudieran parecer radicales a
los ojos de la burguesía a fin de lograr la venia de ésta
a su reelección.
En
el Congreso se reescribieron cerca de 150 artículos de los
400 existentes, abandonando todas las reformas que herían,
aunque sea parcialmente, los intereses económicos de la
burguesía agrofinanciera y frenaban (o no impulsaban
abiertamente) el desarrollo del capitalismo y la expansión
de la propiedad privada, la inversión extranjera y la
ganancia empresarial.
El
nuevo texto constitucional deja intocados los inmensos
latifundios, preserva la gran propiedad privada y la inversión
extranjera, y mantiene en pie casi todos los privilegios de
los terratenientes y oligarcas que explotan sin límite los
recursos naturales. Por ello, su aprobación ha sido
calificada como una “traición” por los sectores
radicales del indigenismo y de los sindicatos
revolucionarios.
“Son
más de 100 concesiones de Evo Morales a la derecha. Y si
esto no es retroceso, no es debilidad e incapacidad, no es
traición al pueblo, ¿qué es?”, cuestionó la dirigencia
del Movimiento Indio Pachakuti del Mallku Felipe Quispe.
Los
radicales de derecha
Entre
los más radicales están los empresarios y cívicos de
Santa Cruz, que creen que tienen el suficiente poder para
impedir la realización del referéndum, mediante mecanismos
jurídicos (impugnación ante el Tribunal Constitucional),
recursos electorales (control sobre las Cortes Electorales)
y la fuerza (grupos de choque y juventudes fascistas).
Así,
por ejemplo, el presidente de la "Asamblea Legislativa
Departamental" de Santa Cruz, Delmar Méndez, adelantó
que impugnarán ante el Tribunal Constitucional el proyecto
de la nueva Constitución, cuestionando la validez y
legalidad de los mecanismos que utilizó el Congreso
Nacional para reformular el texto que ya había sido
aprobado con anterioridad por la Asamblea Constituyente.
Según
el vicepresidente de la Asamblea Constituyente, el masista
Roberto Aguilar, el Congreso modificó 146 de los más de
400 artículos de la propuesta aprobada por la
Constituyente.
"Como
todo en este Gobierno, se ha hecho (la aprobación de la
convocatoria y la validación de los cambios) violando la
ley" (...) el hecho que se haya realizado de esta
manera, en cierto modo, nos da a las personas que no estamos
de acuerdo con el modo de pensar de este Gobierno la
posibilidad de reclamar. Más adelante podremos impugnar
este texto constitucional, independientemente de los
resultados del referéndum", dijo.
Las
dudas de Costas y los otros
El
prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, dijo que un equipo
jurídico evaluará lo realizado por el Congreso para
definir si se acepta o no la convocatoria al referéndum
sobre la nueva Constitución. El prefecto cruceño también
aguarda los resultados de las gestiones en Estados Unidos de
Branko Marinkovic.
Costas
también criticó el texto y dijo que el Congreso lo que ha
hecho ha sido "maquillar la Constitución" y
aunque dijo que "sirve para algo" anunció que no
va a "ser ingenuo ni incauto" y va a "seguir
en esta resistencia democrática".
Para
Costas, el Movimiento al Socialismo (MAS) lo que ha hecho ha
sido "postergar su proyecto" porque no pudo
"imponer su Constitución", por lo que la
resistencia que se lleva a cabo en Santa Cruz, "ahora
tiene más sentido que nunca".
Más
al norte, en el Beni, también subsisten las dudas. Este es
el caso, por ejemplo, del dirigente del Comité Cívico,
Alberto Melgar, quien dijo que el Beni “ni se vende ni
negocia autonomías”.
“Veremos
cómo lo hacemos, si no dejamos que se haga el referéndum o
hacemos campaña por el No”, dijo Melgar, tras asegurar
que este hueves se reunirá la Asamblea de la benianidad
para tomar decisiones.
Primero
la bolsa y la tierra
Otros,
en cambio, creen que ya no es posible ni necesario detener
la realización del referéndum y creen que se debe asistir
a las urnas y trabajar en contra de la reelección de
Morales. Al interior de esta corriente, hay sectores que
creen que la reformulada Constitución tiene la virtud de
garantizar plenamente sus derechos y privilegios sobre la
tierra y los recursos naturales, aunque mantiene como su
gran defecto que viabiliza la reelección de Morales, que
hoy por hoy es imbatible en las urnas. Estos grupos creen
que es aceptable asegurar el poder económico, la bolsa y el
dinero, aunque a costa de tener que soportar al “indio
presidente” por lo menos hasta el 2014.
En
este grupo están los dirigentes cívicos de Tarija. Así,
el presidente del Comité Cívico, Reynaldo Bayard, anunció
que está dispuesto a hacer campaña por el SÍ a la nueva
Constitución Política del Estado. "Creo que se ha
respetado el IDH, las regalías, las autonomías, y en ese
aspecto estamos predispuestos a hacer la campaña por el SÍ
a la aprobación, para que la aprobación sea de manera
rotunda. Los esfuerzos que hicimos, ahí están, en los
resultados, aplaudimos a los parlamentarios que
trabajaron", dijo.
El
prefecto de Tarija, Mario Cossío, más prudente, no quiso
hasta ahora emitir opinión, esperando para ver por dónde
soplaba el viento del norte.
En
cambio, los grupos empresariales y sectores derechistas que
siguen al ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga están
convencidos de haber “castrado totalmente” el programa
de reformas de Morales, por lo que, incluso, ya han
comenzado a hacer campaña a favor de la nueva Constitución.
“Sólo falta que hagan campaña para que la gente vote por
la reelección de Evo Morales”, ironizó un comentarista
de radio.
Otro
que festeja es el presidente de los empresarios privados de
Santa Cruz, Pedro Yovhio, quien pidió un aplauso por el
proyecto de Constitución modificado en el Congreso porque
“refleja la propuesta autonómica” y “respeta las
tierras productivas”.
Decepción
y protestas
Estos
argumentos y apoyos dieron pauta para el ahora concejal
Roberto De la Cruz, uno de los líderes de la rebelión de
octubre del 2003, que derrocó al ex presidente neoliberal
Gonzalo Sánchez de Lozada, sentenciara que la nueva
Constitución tiene un “rostro más parecido al de Jorge
Quiroga que al de Evo Morales”.
"Los
cívicos y los terratenientes de Santa Cruz deben estar
festejando porque se incorporaron las autonomías
departamentales con capacidad de legislación y no habrá
afectación de las tierras, como ellos pedían" dijo De
la Cruz.
“Evo
Morales y el MAS acaban de arrodillarse nuevamente ante la
derecha, los racistas y la reacción. La reciente movilización
de decenas de miles de aymaras, quechuas y trabajadores ha
demostrado ser un engaño y una traición al pueblo, pues el
gobierno ha pactado la modificación de más de 100 puntos
en la nueva Constitución Política del Estado, aceptando
las condiciones de la oposición, entre ellas la posible
reelección de Evo Morales por una sola vez”, agregó la
declaración del Movimiento indígena dirigida por el Mallku
Quispe.
Cerrando
heridas
Las
críticas y cuestionamientos también se hicieron sentir al
interior de las fuerzas políticas y sindicales que
respaldan al presidente Morales, por lo que este lunes se
reunían de emergencia para explicar el alcance de las
concesiones a la derecha.
El
senador por el gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS),
Félix Rojas, aseguró que el texto de la nueva Constitución,
consensuado en el Congreso Nacional, mantiene vigente la
esencia del trabajo de la Asamblea Constituyente, pero que
se aclararán todas las dudas e interrogantes que sean
planteadas por las organizaciones sociales.
Rojas
adelantó que una vez aclaradas las inquietudes se procederá
a delinear la estrategia de socialización del texto de la
nueva Constitución Política del Estado, con miras al
referendo del 25 de enero de 2009.
"Esperamos
salir más fortalecidos y munidos de estrategias que
permitan lograr la aprobación por una gran mayoría el
nuevo texto constitucional en el país", dijo.
Según
el parlamentario, al interior de su partido no existen
problemas de fondo sino de forma por los cambios que se
hicieron en el capítulo de autonomías. "La reunión
es abierta, donde estarán todos, incluido Román Loayza,
donde expondrán todas sus observaciones a la texto
constitucional modificado en el Congreso", afirmó, al
admitir que algunos sectores de campesinos están rechazando
el acuerdo congresal.
|