La
Paz.– Una vez más la clase obrera se pone de pie para
pedir por mejores condiciones de vida. No solamente es una
petición sectorial sino que también sale a pedir mayores
fuentes de trabajo.
El
desencadenamiento de los conflictos que estamos viviendo es
por intransigencia del gobierno y su mísero aumento
salarial que es del 10%. A esto se suma la reivindicación
que corrió por estos últimos años que es la derogación
del Decreto 21060.[
Hoy
la cosa llegó a niveles de descontento que ya no pueden dar
marcha atrás. Después del gasolinazo, que fue rechazado
contundentemente por la población, se abrió una brecha
entre ella y el gobierno. Esta brecha no ha podido ser
superada por Evo... y encima hoy la intensifica con las
declaraciones que sale a dar atacando a los trabajadores.
La
lucha por salario y trabajo digno
Desde
el miércoles 6 de abril, la clase obrera, con los mineros a
la cabeza, está en las calles por mejores condiciones de
vida y un sustancial aumento salarial. Están en lucha los
mineros de los departamentos de Oruro, Potosí, La Paz y
Santa Cruz. Al grito de "con armas o sin armas, los
mineros estamos presentes" se hacían sentir detonando
decenas de cachorros de dinamita por las calles paceñas. La
gente aplaudía el paso de estos trabajadores dando el
reconocimiento y sabiendo que son los que pueden cambiar las
políticas de avasallamiento que esta teniendo el gobierno
contra la clase trabajadora.
Esa
marcha del 6 de abril, había salido a las 8 de la mañana
de la Ceja de El Alto. Llegá a inmediaciones de la Plaza
Murillo (donde está el Palacio Quemado, sede del gobierno)
a horas del mediodía. Un fuerte resguardo policial cercó
la plaza, mientras los dinamitazos hacían estallar los
vidrios de los edificios de los alrededores.
Más
de 10.000 trabajadores se dieron presentes a esta primera
marcha que dará inicio a una seguidilla de manifestaciones
por tres días consecutivos. Los trabajadores fabriles, del
magisterio, constructores y trabajadores de las cajas de
salud estarán de todos los departamentos del país. Estos
últimos vienen en huelga hace mas de seis días.
Estas
marchas estuvieron encabezadas por la Central Obrera
Boliviana (COB), que hoy se pone del lado de los
trabajadores después de estar muy cercana al gobierno del
MAS. Pero párece que hoy la COB se ha dado cuenta que la
coyuntura cambio y que el gobierno no tiene el apoyo de
antes.
Las
reivindicaciones de la COB
Frente
a esto, las reivindicaciones que plantea la central son las
siguientes:
•
La
reactivación del aparato productivo y la industrialización
y transformación de materias primas.
•
La
generación de empleos
•
La
defensa de las cajas de salud.
•
Un
incremento salarial para todos los trabajadores, superior al
límite del 10% decretado por Evo.
•
La abrogación del Decreto 21060.
Lo
que sucedió al cercase la Plaza Murillo fue lo de siempre.
Al intentar entrar a la plaza, los trabajadores fueron
reprimidos por la policía. Hubo varios heridos en los
enfrentamientos de las fuerzas represivas con los mineros y
trabajadores del magisterio, que terminaron en el hospital.
Esto
fue creciendo día a día. La bronca de la gente se hacia
sentir en los cantos como: "Evo a la olla, el pueblo al
poder" o "Evo cabrón te espera el paredón".
El
“bloqueo de las mil esquinas”
El
día jueves 7 se intensifican las medidas determinando
bloqueos. Luego se realizó una marcha que también término
en gasificación por parte de la policía.
Esta
medida –llamada “bloqueo de las mil esquinas"–
paralizó toda la ciudad hasta las 14 horas, en que se
organizó la marcha. Al mismo tiempo se intensificaba las
luchas y se sumaban más trabajadores de distintos lugares
del país.
El
viernes 8 la marcha planteada para ese día partió de la
zona del cementerio. Horas antes, el vicepresidente García
Linera da declaraciones que incitan a medidas más
radicales, diciendo que el presidente sólo hablaría con la
COB cuando se elija nueva dirección el 1º de Mayo, en que
se realizará un congreso de la central obrera.
Esta
respuesta estimula que a lo largo del día se sucedan
repetidas marchas por el centro de La Paz. Finalmente, Evo
tuvo que salir a rectificar a su vicepresidente, accediendo
a abrir una negociación por las presiones de estos días.
Las
declaraciones del gobierno sólo suman mayor descontento
Pero
lo que estaban pidiendo los trabajadores era hablar
directamente con el presidente Evo Morales, no con ningún
intermediario; o sea, con los ministros a quienes de paso se
les pedía la renuncia. En ningún momento el gobierno
acepto esta propuesta, por ser condicionante. Los días
fueron trascurriendo sin solución aparente. Finalmente, el
sábado 9 el gobierno tuvo que sentarse a discutir con los
dirigentes de las diferentes organizaciones, bajo la presión
desplegada en todos estos días.
Pero
el gobierno se mantuvo en su posición, agrediendo y
descalificando a los dirigentes a través del vice García
Linera. El viernes declaro: "Hay normas laborales que
establecen que quien no ha estado cinco o seis días en su
fuente laboral será objeto de despido y les digo que vamos
a cumplir [con ello en este caso]. Es una medida dura, pero
no hay otra salida para poner orden en la Caja que hoy por
hoy es una vergüenza, es una fábrica de dolor y de
tragedia." Este fue el tono con que agredió la
dignidad de los trabajadores.
Siguiendo
en este tono, agregó mentiras para enfrentar a los
trabajadores en lucha con el resto de la población:
"El dinero que debía ser usado para el suero del
enfermo, el dinero que debía ser usado para la operación
del que está llorando con dolor de vesícula en la puerta
de la Caja, ese dinero lo están utilizando para dar de
comer a los marchistas que están tirando dinamitas",
afirmó García Linera.
Por
otro lado el nefasto ministro de Trabajo dijo lo siguiente:
"Habría que hacer una comparación con el total de
afiliados que dice tener la COB y el caudal de gente que
vino a marchar". Pero al decir esto, el gobierno juega
con fuego: es una típica incitación a masificar las
marchas.
La
huelga general fue tomando fuerza a través de los días
El
gobierno se empecino diciendo que la huelga no era
contundente y que sólo se hizo sentir en la ciudad de La
Paz. Esto también resultó falso. A medida que iban pasando
los días, las diferentes organizaciones iban adhiriéndose
a la huelga general en los departamentos.
Por
otro lado a través de los discursos el gobierno no sumaba
organizaciones a su favor. Por el contrario, el descontento
se hacia sentir cada vez en toda la población urbana.
Solamente los sectores campesinos apoyan hoy día
decididamente al gobierno. Es por eso que el vicepresidente
García Linera también intentó repetir una maniobra que se
ha dado varias veces en la historia de Bolivia: enfrentar a
los campesinos con los obreros.
En
suma, el gobierno está tan desprestigiado que lo que dice
un día de no reunirse con la COB, al otro día debe
rectificarlo. Es que ve que no tiene otra salida que
terminar negociando bajo las presiones que le determinó la
clase obrera movilizada.
¡Ningún
acuerdo con el gobierno que no contemple todas las
peticiones!
En
relación a estas negociaciones entre el gobierno y la COB,
pensamos que los trabajadores y sectores populares
movilizados deben levantar una consigna absolutamente clara:
¡Ningún acuerdo con el gobierno que no contemple todas las
peticiones de la COB!
Esta
exigencia a la dirección de la COB es decisiva, para que no
quede frustrada, en todo o en parte, la movilización obrera
más importante desde que Evo asumió la presidencia. Es
además una exigencia doblemente necesaria, porque la actual
dirección de la COB mantuvo durante estos años una casi
total pasividad frente al gobierno masista.
Estos
dirigentes no merecen la menor confianza de las bases
movilizadas... pueden salir firmando cualquier cosa! Ahora
mismo están en negociaciones secretas. Si tienen que
ocultar lo que están discutiendo, es porque no satisface
los reclamos de las bases. A eso se agrega que han retirado
a los mineros de las calles y ya tampoco participan de la
huelga.
Se
puede repetir así lo que ya sucedió el año pasado: que a
cambio de algunas migajas, dejen solo al magisterio rural y
urbano. ¡Esto sería un verdadero crimen, porque hoy las
relaciones de fuerza en relación al gobierno son mucho
mejores!
¡La
clase trabajadora no puede dejar pasar este momento
favorable, ni perder en las negociaciones por arriba lo que
está ganando en las calles!
La
respuesta del gobierno a estos pasos atrás de la dirección
de la COB, ha sido la de ratificarse en que no cederá en
ningún punto importante, comenzando por mantener el límite
del 10% de aumentos de salarios. Esto ha obligado a la
dirección de la COB, en estos momentos, a anunciar que la
huelga y las movilizaciones seguirán.
La inflación y
el tema del salario
En
la cuestión del salario –un punto central e inmediato de
los reclamos– hay que explicar algunas cosas para entender
el problema de fondo.
El
gobierno se jacta de haber aumentado el salario en
proporciones que antes no se hacían. Afirma que el salario
aumento el 66% desde el 2005. Pero resulta la mayor parte ha
sido comida por la inflación. Según informes del mismo
gobierno, la inflación ha sido del 40%. Entonces ha habido
un pequeño aumento del salario real, pero éste es ínfimo
considerando que los salarios venían siendo salario de
hambre. ¡Y lo siguen siendo hoy!
A
esto hay que agregar que la inflación en Bolivia no es
igual para ricos y pobres. Se registrar un aumento
impresionante de la comida y demás productos básicos, que
son el gasto esencial de los trabajadores.
El
trabajador que recién empieza sus labores muere de hambre
con los míseros aumentos que da el gobierno. Cuando
protesta, el Estado le dice: “espere muchos años más,
porque tenemos que hacer otras cosas con esa plata”.
En
relación a esto, García Linera dijo lo mismo que los
gobiernos anteriores: "Todos tenemos derecho a un mejor
salario, pero no tienen derecho a que hipotequemos la
riqueza, lo poquito que hemos ahorrado en los últimos años,
simplemente para pagar salarios."
La
cuestión es que, como de costumbre, esta plata va para
otras cosas y para otros bolsillos, como por ejemplo
aumentar considerablemente el presupuesto militar. En estos
cinco años de gobierno de Evo Morales, fue el Ministerio de
Defensa el que más presupuesto ha recibido.
Y
todo esto, sin al avión de 38 millones de dólares para el
presidente o el satélite Tupac Katari que fue encargado a
China por 380 millones de dólares... y enumeración lista
podría continuarse por mucho tiempo. Es en estas cosas que
gasta el gobierno el dinero del pueblo, dinero que “no
puede destinar para salarios”, según García Linera.
El
vicepresidente alega que si se realiza un aumento del 20%
del salario para todos, sería una "irresponsabilidad
histórica". Dice que el gobierno no caerá en el
"vicio udepista" en referencia al proceso
inflacionario que sucedió entre el 1982 y 1985 en el
gobierno de Unidad Democrática y Popular (UDP). Es el mismo
discurso de siempre, respondiendo con miedo las demandas
legitimas de los trabajadores. ¡En cambio, los demás
gastos del Estado no generarían inflación: sólo los
miserables salarios de los trabajadores serían los
culpables!
En
definitiva, el hambre se representa en el 20% que se aumentó
al salario mínimo: ahora un trabajador que gane el mínimo
tendrá 116 dólares para gastar en el mes! Recordemos que
en diciembre pasado después del decreto del gasolinazo, los
precios subieron entre un 30 a un 40% en todos los
suministros básicos. Y este golpe inflacionario fue culpa
del gobierno. Y cuando Evo se echó atrás obligado por la
movilización y derogó el decreto de aumento de la
gasolina, los precios no retrocedieron.
.–
Promulgado por el presidente Víctor Paz Estensoro el 29
de agosto de 1985, el Decreto Supremo 21060 fue un
conjunto de medidas reaccionarias y antiobreras que
marcaron el vuelco de Bolivia al neoliberalismo.
Decretado en forma dictatorial por el poder ejecutivo,
implicó la liquidación de gran parte de la clase
obrera minera, así como medidas económicas y
financieras neoliberales salvajes que inauguraron el
ciclo de los gobiernos de derecha “dura”. Este ciclo
terminó con la rebelión de octubre de 2003, que derrocó
al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. (Nota de SoB)