Entrevista
a Mauricio Cori Huanca, presidente de la FEJUVE
"Los
dirigentes hemos sido rebalsados por la base"
Mauricio
Cori H. es el presidente de la Federación de Juntas Vecinales de la ciudad de El
Alto. La FEJUVE jugó un papel decisivo en el levantamiento.
En el diálogo se despliegan las contradicciones de una organización que
Cori define como meramente "cívica", "vecinal" y
"sindical", pero que se proyectó en octubre como un órgano de
poder.
Socialismo
o Barbarie: ¿Que
opinión tiene del gobierno de Mesa? ¿Que actitud deberían tener frente
a él los movimientos obreros y sociales, como la FEJUVE?
Mauricio
Cori Huanca:
Primero que nada el Presidente Mesa debe dar señales de soluciones a las
demandas nacionales y regionales, y de coordinar con los municipios
existentes.
La satisfacción de las
demandas nacionales tiene que ser a corto plazo, no a largo plazo. Porque
si vemos que se van a ejecutar de inmediato, va a ser una señal de
soluciones de conflictos.
Si
se va a largos plazos, el neoliberalismo va a armar más su estructura y
al pueblo lo van a reprimir. A esos no hay que dejarlos respirar.
Nosotros,
como FEJUVE, pedimos al presidente Mesa, que priorice las demandas
nacionales, la Ley de Hidrocarburos, la derogación de la ley de seguridad
ciudadana, el código tributario que ya esta entrando en vigencia...
Pedimos
también el “No al ALCA”, que es una maldita traición, infiltrada por
los modelos neoliberales. En Bolivia no tenemos la compatibilidad con los
mercados internacionales,
SoB:
¿Que habría que hacer, entonces, frente al gobierno de Mesa?
MCH:
Como
bolivianos, primero que nada tenemos que cuidar la democracia, porque no
seria raro que los neoliberales quieran dar un golpe de Estado, o
infiltrar algunos de los dirigentes para desestabilizar el movimiento
social. Mesa debe cuidar la parte estructural, lo que es el país
soberano. Si no lo cuida, va ser uno de los responsables de que los
yanquis y los británicos se quieran apoderar del gas, y eso no lo vamos a
permitir.
Hay
un desafío del conjunto del país: defender la democracia, la soberanía,
junto a nuestros mandantes que son el presidente y sus ministros.
SoB:
Si
este movimiento fue capaz de tirar abajo Goni, ¿por que no asumió el
poder y dejó que siguiera gobernando alguien que es una continuidad?
MCH:
Primero que nada en las FEJUVE de El Alto, no hay una instrucción política,
no hay ideas partidarias. Si hacemos política, es una política cívica,
vecinal, sindical de la ciudad de El Alto. Esa es un dificultad para poder
tomar el poder.
Aquí
no estaban el MAS [partido de Evo Morales] ni el MIP [partido del Mallku
Quispe]. Esos opositores en el parlamento tendrían que haber llevado una
orientación directa, que para conseguir nuestros objetivos, teníamos que
tomar el poder. Y estábamos a punto de tomarlo, a un paso.
Lamentablemente
hay que reconocer que los dirigentes no calculamos fríamente esta situación
que se podría haber dado.
Nosotros
habíamos pedido la abrogación de las leyes de Hidrocarburos, de
seguridad ciudadana y el código tributario, y contra el ALCA. Entonces la
FEJUVE —no al principio la COB, ni la COR— decreta un paro cívico
indefinido. Después se viene todo, desde ese paro indefinido que decreta
la FEJUVE.
Pudimos
hacer eso, el paro indefinido, porque hemos sido promotores de una
organización diferente, por distrito. Tenemos nueve distritos,
organizamos por comisiones de huelga y comisiones de contactos.
SoB:
¿Puede explicar más sobre la organización de la FEJUVE?
MCH:
El presidente solamente es un portavoz válido. Media con el gobierno,
pero tiene que bajar al Ampliado de Presidentes
las demandas y ofertas del gobierno hacia la Federación. En el Ampliado,
se hacen conocer las notas del gobierno, e diálogo. Pero el que delibera
y decide es el Ampliado.
Sob:
¿Qué son las comisiones de contactos?
MCH:
Son derivaciones de los ampliados. Hacíamos cabildos abiertos y allí
determinábamos resoluciones. Como no había movilidad, ni motocicletas,
ellos debían ir a pie, y así nos comunicábamos. Nos reuníamos en
lugares estratégicos, no en el local de la Federación.
La
comisión de huelga junto con los vecinos preparaba la lucha, sanjeaba las
calles, las avenidas, bloqueando, organizando las vigilias a la noche, con
llantas, llamas intensas, durante las 24 horas.
Se
controlaba inclusive a vecinos que no conocíamos en el barrio, porque
hubo infiltraciones de agentes del gobierno. Se reconoció a agentes y les
han dado su merecido. Como ellos maltratan a golpes a los hermanos cuando
los detienen, ellos han sufrido los mismos golpes. No a patadas sino a
garrote, a chicote, de uso y costumbre de los originarios.
Fue
una lección. No podía infiltrarse nadie. Había un control total, Teníamos
que unirnos, porque la sangre derramada de los hermanos muertos en
Warisata, en Sorata y en el Alto, llamó a la sangre viva: “¿por qué
nos matan?”
Los
dirigentes hemos sido rebalsados por la base. No se podía controlar los
nervios de la gente. Teníamos que bajar por todos lados. Teníamos que
organizar los distritos. Hemos cercado todos los distritos. En ese momento
todos los vecinos se solidarizaban. Hemos ganado al pueblo para que se una
a la lucha. Hasta hemos controlado a la policía. Primero identificamos dónde
vive el policía, a los militares también. Lo marcamos. Luego la decisión
sale del ampliado y de los vecinos del comité de huelga, colgar a los que
están andando en contra del pueblo.
Allí
se quebró la policía. Porque si ellos nos reprimían, corrían el riesgo
de que colgáramos a su familia. Estaban en doble riesgo: o quedarse a
cuidar a su familia o salir a la calle a reprimirnos. Y decidían no salir
a la calle y cuidar su familia.
Al
ejercito lo propio, no salir a la calle Solamente al soldado hay que
mandar. Así se controló en el país.
Queremos
contar esto a los hermanos latinoamericanos. Tenemos que planificar, que
hagamos política, que salgamos a luchar, que en la próxima arremetida
del gobierno tendremos identificados a los policías. Hay que empezar por
allí, con los funcionarios públicos, con sus casas identificadas, con su
detención. El gobierno no va a aguantar, por mas que tenga poder económico-bélico.
En
otros países no practican esto, no lo saben. A nosotros nos ha dado un
resultado positivo.
SoB:
¿Qué habría que hacer ahora?
Debemos
cuidar la democracia y la soberanía de nuestro país. El gas no debe
venderse sino industrializarse en nuestro país, para crear fuentes de
trabajo. Nos dicen que los bolivianos somos miserables, tenemos el caso de
lo que sucedió con las minas de plata, de oro, de estaño.
Los
gobernantes nunca se han acordado de nosotros. La educación, que es lo
fundamental, no ha llegado adecuadamente. Siempre hubo marginamiento. Por
eso ha madurado el pueblo contra el 5% que nos gobierna con el gran
capital.
El
enemigo no es Goni, no es Carlos Sánchez, no es el Alcalde Paredes, no es
Mesa. El enemigo es el neoliberal, el sistema capitalista, ese es el
enemigo identificado. Y como sirvientes, como cocineros, ahí esta el Goni,
Carlos Sánchez, el Alcalde Paredes, Mesa, los diputados, esos son los
sirvientes del modelo.
Esta
vez se ha quebrado al modelo en el país. Pero ellos no se han quedado con
las manos cruzadas. Sabemos que también puede haber un golpe de Estado,
estamos pensando qué es lo que va venir, que es lo que van a decidir Gran
Bretaña y EEUU, en contra de Bolivia.
SoB:
Hay una serie de propuestas sobre la refundación de Bolivia, que está
ligado a lo de Asamblea Constituyente. ¿Qué opinas?
MCH:
Sufrimos en carne propia que la Constitución Política del Estado está
hecha para los gobernantes, no para los gobernados. La Asamblea
Constituyente se tiene que hacer de una forma muy diferente. Decidir allí
cómo podemos cambiar, qué queremos cambiar, cómo queremos a nuestro país,
cómo es posible que teniendo tantas riquezas, seamos mendigos. La
Constituyente tiene que sustituir a la Constitución Política del Estado.
SoB:
¿Qué opinas del proyecto de reconstitución del Collasuyo?
MCH:
Muy bueno. Queremos deliberar y decidir libremente nosotros, no que lo
haga ese 5% de capitalistas.
Entrevista del 5-12-03
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