Arde Bolivia

Entrevista a Pinto Parabá, periodista de Econoticiasbolivia y dirigente de la Central Obrera Departamental de La Paz

 “En El Alto, se han fusionado de una manera muy interesante, clase y nación”

Socialismo o Barbarie:-¿Cómo caracterizas al gobierno de Mesa?

Miguel Pinto Parabá: Es un gobierno que va a continuar las políticas neoliberales. Mesa es un empresario de los medios de comunicación. Ha sido duramente cuestionado por sus ligazones hace un tiempo con el Canal 7, de donde habría salido su fortuna. Ha sido una denuncia de los propios trabajadores del canal.

Su esencia es netamente empresarial, muy ligado a las transnacionales. Nada que ver con las empresas nacionales, las está matando. Mesa representa esa elite, autodenominada clase política, que ha llevando a brazo partido las políticas que colaboran con el capitalismo, las transnacionales, el ALCA, los proyectos del FMI y del Banco Mundial. Creo que ésa es su esencia.

SoB: ¿Qué actitud deberían tener, entonces, los movimientos sociales, obreros, campesinos, frente al gobierno?

MPP: Más que tener una expectativa, y nosotros tener que decirles lo que hacer, creo que hay que ver primero lo que ellos piensan.

El 17 ha cambiado el panorama político, con la renuncia de Sánchez de Losada, que nadie se la creía. En un Ampliado de la COB [Central Obrera Boliviana] en Huanuni [tradicional centro minero cercano a Oruro], discutimos ampliamente la renuncia de Sánchez de Losada, que nadie se la creía. Se planteaba una huelga general indefinida, a la cual la COD [Central Obrera Departamental] de La Paz, representada por mí, se opuso. Pero fue la tenacidad de los trabajadores mineros de Huanuni, quienes dijeron: “No. Esta no es una huelga por reivindicaciones. Esta es una huelga política, y tenemos que pelear por sacar al presidente de la silla.”

Ya se habían producido las masacres de Warisata. La vanguardia obrera, los mineros de Huanuni —que han sido los primeros en destrozar el modelo neoliberal, al conseguir que esta empresa retorne al Estado—, fueron los que dieron esa línea inicial.

El 17 de octubre, las masas nos sorprenden nuevamente, como el 12 y 13 de febrero,[ver El levantamiento de febrero]

 

OJO: PONER HIPERV{INCULO

 

  Allí hay que trabajar, delinear cómo funciona la mecánica de clase en este proceso. El proletariado, básicamente minero, ha sido un puntal, junto con los cooperativistas. En cambio, los fabriles no han podido organizarse dentro del movimiento obrero. En los sectores campesinos, los que más han peleado fueron los del Altiplano, que están comandado por Quispe. Evo Morales ha ingresado presionado por las masas sólo dos semanas después de iniciarse el conflicto.

El 17 de octubre, esos sectores que no han estado en el conflicto, son los que han negociado con el gobierno la salida constitucional. Y eso nos consta. Ha habido básicamente una negociación de los que estaban en huelga de hambre, los Ana Maria Campero [ex Defensora de los Derechos Humanos y dirigente de la APDHB - Asamblea Popular por los Derechos Humanos de Bolivia], la Confederación de la Prensa, la Asociación de Periodistas, varias instituciones de la clase media, que a través de la huelga de hambre han pedido paz. Fue una huelga de hambre de la clase media acomodada, no de los barrios, de las villas. Era esa clase media que estaba viendo en peligro su situación, porque el proceso estaba en ascenso. Hasta sectores empresarios se metieron en la huelga de hambre

Esos son los que junto con Mesa han hecho la salida constitucional. Este gobierno está expresando a ese sector de la clase media que ha creído en Carlos Mesa. Por detrás ha estado el MAS . En el gobierno de Mesa hay dos ministros nombrados a sugerencia del MAS. No militan en ese partido, pero sí son su sugerencia.

En términos marxistas es un régimen bonapartista, que no quiere meterse ni con los unos ni con los otros, de término medio de la pequeña burguesía. Pero ya han pasado dos semanas, y los sectores que lo han respaldado, están empezando a dialogar con nosotros. Evo Morales que lo respaldó, ha salido a hacerle frente, lo ha llamado de cobarde. También otros sectores. Y en el sector obrero, básicamente en El Alto, hay una corriente que esta diciendo que esta batalla todavía no ha concluido.

Más allá del liderazgo, en las bases los compañeros están muy molestos con la salida constitucional que han negociado sus líderes.

SoB: ¿Por qué no se tomo el poder y se dejo que asumiera Mesa?

MPP: Retomo las palabras, de uno que ha batallado adentro. Lo que dijo el Ejecutivo de la Federación de Mineros en el Ampliado de la COB del 18 octubre: “no aprendimos la lección del 12 y 13 de febrero”.[ver

 

HIPERVÍNCULO AL AMPLIADO COB]

 

 

El 12 y 13 de febrero nos mostraron cuál era la pauta, cuál era el termómetro, el calor de la gente, hasta donde podía alcanzar la movilización social. Y las masas nos volvieron a dar otra lección en las jornadas de octubre. Porque fueron ellas, desde abajo, retomando la experiencia de los mineros y las comunidades campesinas, que en el fondo se organizan de una manera comunista, no tienen líderes, sino que son las comunidades en asamblea que definen a sus líderes, a sus jilaqatas, a sus jefes. Esa combinación de abajo y la necesidad de tener mejores condiciones de vida (porque el tema gas en el fondo hace a su mejor condición de vida) hizo explosión de esa manera.

Pero lo que ha faltado —y eso está muy claro en este momento— es una organización. Algunos dicen que no debería haber. Otros dicen que es el partido. Eso esta en debate todavía. Pero llamémosle así: una organización, que es la clave. Es lo que se llama el factor subjetivo para hacer un proceso revolucionario. Una dirección revolucionaria, que no existe. Hay varias agrupaciones que no están reunidas todavía en este gran órgano que deberíamos conformar. Y tener bien en claro, creo que esas son las enseñanzas, que bajo este sistema ya no podemos vivir.

Creo que más allá de lo que los dirigentes están diciendo, hay que escuchar a la gente de base, la que ha batallado, la que ha puesto el pecho. Y esa gente de base de El Alto me ha manifestado que es el momento de hacer esto. Y si los dirigentes no hacemos esto, ellos van a sacar sus propios dirigentes, que han nacido en este conflicto.

Creo que ésa es una de las características por la cual ésta ha sido una rebelión espontánea, más que un proceso netamente revolucionario, con dirección, como nos muestran los historiadores que han analizado varias revoluciones. Las revoluciones de Francia, la de Rusia, la de China, la del '52 en Bolivia, han tenido dirección no sólo política, no sólo programática, sino también militar.

SoB: He estado conversando con diferentes sectores, entre ellos los indigenistas. ¿Qué opinas sobre lo de la República del Kollasuyu?

MPP: Ese es un tema de gran debate. La consigna que se ha lanzado, es la del Kollasuyu. Creo que tiene un fondo: es la consigna del campo, que ayer era tierra. Aquí, en Bolivia, es tierra y territorio .Creo que ése es el fondo que están planteando los sectores campesinos.

¿Qué significa eso?. Tierra, bajo la vieja lógica, que sea de quien la trabaja. Pero la diferencia está en que se ha planteado también territorio, en el sentido de nacionalidad. Eso es en el fondo autodeterminación. Que los dueños de la tierra tengan la capacidad no sólo de ser los dueños, de lo que esta abajo y encima, sino también de lo que esta en aire. Eso significa construir una nación con soberanía.

Honestamente creo que lo de El Alto, nos ha demostrado todo lo contrario, de que eso de la nacionalidades ha desaparecido en Bolivia. Más bien se han fusionado de una manera muy interesante, clase y nación. Porque clase y nación en El Alto ha empezado a fusionarse.

Son reivindicaciones no logradas por el sistema capitalista, que ahora surgen a través de diversas consignas, que no quedan muy claras todavía, “¡Gas!” está expresando eso. Está expresando nación. Está expresando tierra y territorio, en el fondo. República del Kollasuyu, esta expresando en el fondo también eso: tierra y territorio, soberanía, mejores condiciones de vida. Creo que hay que escudriñar qué cosas hay detrás de esas consignas.

SoB: Nos llama mucho la atención que sectores marxistas, trotskistas, no toman o toman muy poco el problema de la cuestión nacional. O cuando la consideran es sólo para polemizar con los indigenistas ¿A qué se debe esto?

MPP: Creo que hay un problema, hablando con términos científicos, materialistas históricos. Creo que la gran lección que nos han dejado estos últimos conflictos, es que nuestros grandes intelectuales de otros siglos han analizado la salida tal como es. Han partido de los hechos concretos, de la practica, de la transformación de la realidad, para sacarle términos a los conceptos. Marx, Lenin y Trotsky lo hicieron en su tiempo.

Ha pasado un siglo, y se han dado modificaciones, aunque no cualitativas, pero si cuantitativas muy importantes. En esa practica concreta, en Bolivia, se han ido mostrando elementos de fusión de lo nacional con lo de clase, que lamentablemente los partidos políticos de izquierda, no han podido entender porque no están en el seno de las bases. No están aprendiendo, como han aprendido esos marxistas. Están por encima de esa realidad. No están en el barrio, no están en el centro obrero. Y con esto no quiero decir que te pongas un overall y te pongas a trabajar, sino lo que se trata es de que estén apoyando, con cursos, formando sindicatos... Estar en el debate ideológico, entendiendo que esa gente que no tiene preparación cultural, te está dando lecciones.

Lo de El Alto, nos ha dado lecciones importantísimas, que hay que sacarlas urgentemente, para dar el segundo zarpazo.

SoB: ¿Me puedes explicar sobre los 20 puntos [pliego de reclamos votado por la COB para presentar al gobierno], que se discutieron en el Ampliado de la COB? Me dio la impresión en el Ampliado que había ciertas expectativas en Mesa, por lo menos en varios de los delegados con los que hablé.

MPP: Tengo muy claro ese tema, por mis años de dirigente. Creo que las jornadas del 2000, del 2001 y luego las del 2003 en febrero, desencadenaron no sólo la ruptura del aparato del Estado boliviano, no sólo han desmembrado su aparato de seguridad y también el mediático, sino que también han dañado, pero no todavía mortalmente, a la burocracia sindical, que ha manejado durante 20 años COB y varias organizaciones sindicales intermedias.

Creo que estamos viviendo un periodo de transición, de varias direcciones, que le han hecho mucho daño al movimiento obrero y que se han distanciado completamente de la estrategia revolucionaria que planteaba la COB en sus inicios Estamos en ese periodo de transición.

Podemos tener la voluntad de que esto cambie repentinamente. Pero eso es voluntarismo. La realidad nos está mostrando que muchos de los dirigentes están en esa fase de tránsito.

Mucha gente todavía esta viviendo con el balance de 1985, que estábamos derrotados. Esa gente todavía no ha comprendido lo que pasó en febrero. Menos entiende lo que ocurrió en octubre, porque no ha estado en el conflicto, no ha estado conduciendo, dirigiendo, palpitando, lo que esas bases decían en octubre. Los dirigentes están lamentablemente como costra burocrática.

Van a haber congresos ahora. Y creo que esos dirigentes intermedios van a volar de sus cargos, porque no están expresando la necesidad de la base. La base esta creando líderes por doquier, sin nombre, sin apellido, sin cargo. Están en el barrio, y son los que van a surgir en los próximos congresos, porque este es un proceso con líneas distintas, con iniciativas distintas.

Creo que esta es una explicación central por la cual hay una desvinculación entre los dirigentes que están con el balance de la derrota del pasado y los que están brotando desde abajo.

Lo de Bolivia es espectacular. Hay una tradición histórica, lo del '52, lo del '70, las coordinadoras del '64 al '69. Estamos retornando un poco a esas ideas, las estamos retomando para proyectarlas hacia adelante.

Entonces creo que la labor de los que quieren seguir siendo dirigentes, es estar abajo, sin nombre y apellido, acompañar a la gente, trabajar desde abajo. Quienes saquen la cabeza antes, van a perderla.

SoB: ¿Pero la actual dirección de la COB, no es una nueva dirección?

MPP: Los anteriores eran MNR. En agosto nos fuimos, construimos el Bloque Sindical Anti-neoliberal. Este bloque ha cuestionado los cuatro últimos años a la COB y hay mucha producción teórica sobre ese tema. Creo que con esta nueva eclosión de octubre, nuevamente van a saltar resortes burocráticos. Pero es un proceso. Todavía va a durar un tiempo esa reorganización.

Creo que no se ha escrito todavía la verdadera historia de lo que ha ocurrido en octubre. Muchos hacen especulación, sobre que podríamos haber tomado el poder ya. Sobre los irresponsables bolivianos, que ya han perdido otros procesos revolucionarios. Otros opinan que no ha ocurrido nada, que fue un golpe de Estado, o que fue una sublevación de Evo Morales.

No se muevan con mentiras, consulten a la gente, tenemos que aprender todos de esta experiencia y nosotros tenemos que aprender de todos también, y solo con ese balance honesto, sin adelantarnos a los acontecimientos subjetivamente, podremos lograr una Latino América y un mundo nuevo como han soñado nuestros grandes líderes revolucionarios.