La Santa Sede no vivía una guerra interna así desde el
Renacimiento
Disputas en el Vaticano, como hace 500 años
Por Elisabetta Piqué
Corresponsal en Roma
La Nación, 19/02/2012
Roma.– Cacería de "topos" que filtran a la
prensa documentos superconfidenciales. Intrigas y venenos que apuntan al
segundo del Papa, el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, cuya cabeza
muchos querrían ver rodar. Rumores de una renuncia en abril próximo de
Benedicto XVI, un papa teólogo que aparece cada vez más débil, demasiado
intelectual y ajeno a la guerra interna de la curia y a la ya comenzada lucha
por su sucesión. Desde el Renacimiento no se veían semejantes juegos de
poder en los sacros palacios del Vaticano.
No es hoy una imagen feliz la de la Santa Sede. Ríos de
tinta se derraman en los diarios italianos sobre la guerra que recrudece en su
interior, desnudada hace apenas unos días por el denominado
"VatiLeaks".
Un papado cada vez más débil
"Lo siento mucho por el Santo Padre, que debe estar
muy triste al ver cómo intentan destruir lo que ha edificado", confesó
el cardenal alemán Walter Kasper, de 78 años, en una entrevista con el
Corriere della Sera, en la que lamentó la existencia de "un estilo
malo" en la curia, el gobierno central de la Iglesia.
Varios prelados intentan minimizar la disputa y dicen que
"se trata de internas muy en clave italiana" y que "son cosas
que pasan en todas las grandes instituciones".
Sin embargo, muchos otros comentan con horror la difusión
de documentos reservadísimos –sobre presunta corrupción en el seno del
Vaticano, sobre manejos financieros turbios y hasta sobre un supuesto complot
para matar al Santo Padre–. El contenido de esos archivos no es tan crítico,
pero el hecho de que se hayan filtrado de los sacros palacios refleja, ni más
ni menos, una lucha intestina posible solamente en una curia a la deriva,
marcada a fuego por ambiciones de poder.
"Esto es un caos; es urgente una reforma en el
Vaticano", comentó, espantado, un cardenal anglohablante llegado a la
Santa Sede para el consistorio de ayer, que pidió el anonimato.
En este marco, Benedicto XVI aparece muy solo. Tan solo
que, hace unos días, un editorial de L'Osservatore Romano, que recordó en
primera página el 30° aniversario del arribo a Roma de Joseph Ratzinger,
describió al Pontífice como "un apacible pastor" rodeado "de
lobos": una metáfora que resumió el clima dramático que reina en estos
días en el Vaticano.
De hecho, aumentan las voces que hablan de una renuncia
del Santo Padre al trono de Pedro, algo que no se da en la Iglesia desde el
siglo XV, pero que está previsto en el canon 332 del Código de Derecho Canónico.
El propio Benedicto XVI no descarta esa alternativa en el libro entrevista Luz
del mundo , del periodista alemán Peter Seewald.
"Si un papa se da cuenta con claridad de que ya no
es física, psicológica o espiritualmente capaz de ejercer el cargo que se le
ha confiado, entonces tiene el derecho y, en algunas circunstancias, también
el deber, de dimitir", aseguró el Papa en ese libro.
Ayer, sin embargo, según la mayoría de vaticanistas,
Benedicto XVI pareció desmentir el rumor al cerrar su homilía con el pedido
de que rezaran por él "para que pueda ofrecer siempre al pueblo de Dios
el testimonio de la doctrina segura y regir con humilde firmeza el timón de
la santa Iglesia".
Lo cierto es que ya comenzó a hablarse abiertamente de
la sucesión, en vistas de un cónclave que se vislumbra cercano, aunque
Benedicto XVI aparezca en relativa buena forma. El Papa viajará el mes que
viene a México y Cuba y, probablemente en septiembre, al Líbano. Y en su
entorno hay quienes aseguran que "llegará a la edad de León XIII, el
papa más longevo del Novecientos, que murió a los 93 años".
"La sensación de debilidad y vulnerabilidad que se
ha adueñado de los vértices de la Iglesia no sólo tiene que ver con la
salud física del Pontífice. Tiene que ver con su capacidad de guiar el timón
de la nave de Pedro", escribió el semanario L'Espresso, en un artículo
en el que aseguró que ya comenzó la lucha por su sucesión.
En ese sentido, cobra fuerza la figura del cardenal Mauro
Piacenza, uno de los purpurados italianos más jóvenes, de 68 años, prefecto
de la Congregación para el Clero. Este prelado genovés, que apunta a
reemplazar al cuestionado Bertone en la Secretaría de Estado –algo para
muchos improbable vista su estrecha y añeja relación con el Papa–, estaría
al frente de una "cordata" de "sirianos", discípulos del
famoso cardenal ultraconservador Giuseppe Siri (papable en tres
oportunidades), en un eventual cónclave. Piacenza es señalado como un
probable gran protagonista del próximo cónclave. "Es la vendetta de los
«sirianos» contra los «montinianos» [discípulos de Pablo VI]",
explicó un monseñor.
En una atmósfera al mejor estilo Angeles y demonios,
mientras en el Vaticano arrecia la caza a los "topos", todo el mundo
espera que se filtren más documentos a la prensa, en una fuga de noticias muy
ruidosa y dañina, que ensombreció aspectos positivos del pontificado de
Benedicto XVI, que el próximo 19 de abril cumplirá 7 años. Entre ellos, su
coraje para enfrentar el escándalo por abusos sexuales de menores por parte
de sacerdotes, que en los últimos años representó un estigma para la
Iglesia Católica.
Noticias opacadas
"Los contragolpes de las intrigas opacaron las que
debían ser dos buenas noticias para el Vaticano. La semana pasada auspició
una cumbre sobre los abusos sexuales, poniendo en marcha una respuesta global
y preventiva y comprometiéndose en las reformas", escribió John Allen,
vaticanista norteamericano, en el National Catholic Reporter.
"Además, justo ahora los dirigentes vaticanos están
moviéndose como nunca para llevar sus instituciones a los niveles
internacionales de transparencia financiera. Probablemente en ningún otro
momento de su historia el Vaticano estuvo tan comprometido a cooperar con
cuerpos de control laicos, externos", agregó, lamentando que
prevalecieran las notas sobre el escándalo sobre las noticias positivas.
Vittorio Messori, el escritor católico amigo de Juan
Pablo II (escribieron Cruzando el umbral de la esperanza ) y también de
Benedicto XVI, aseguró, en un artículo del Corriere della Sera, que
"parece haber un hundimiento moral y, también, un retorno a los tiempos
del Renacimiento, con intrigas y luchas de poder, por dinero, por la carrera,
por intereses políticos e ideológicos".
Messori recordó que fue Santa Catalina de Siena
(1347–1380) quien dijo que "la corte del Santo Padre me parece a veces
un nido de ángeles, otras, un nido de víboras". Y recordó que
Benedicto XVI está profundamente convencido de que "si la Iglesia está
en crisis es porque está en crisis la fe de los hombres de la Iglesia".
Tensión en la Santa Sede
Advertencia del Papa sobre la guerra interna
en el
Vaticano
Aludió a las peleas y pidió a los cardenales que eviten
caer en la "lógica del poder"
Por Elisabetta Piqué
Corresponsal en Roma
La Nación, 19/02/2012
Roma.– Antes de entregarles el birrete color púrpura y
el anillo cardenalicio a 22 nuevos cardenales, el Papa aludió ayer, en forma
directa, a la atmósfera llena de divisiones y juegos de poder en el seno del
gobierno central de la Iglesia, que marcó el cuarto consistorio de su
pontificado.
En la homilía pronunciada en una Basílica de San Pedro
teñida de rojo por la presencia de más de 120 cardenales de todo el mundo,
Benedicto XVI llamó a sus máximos colaboradores a evitar caer en la "lógica
del poder y de la gloria" y a ser servidores de la Iglesia, fieles al
ejemplo de Cristo.
"El servicio a Dios y a los hermanos, el don de sí:
ésta es la lógica que la fe auténtica imprime y desarrolla en nuestra vida
cotidiana y que no es, en cambio, el estilo mundano del poder y la
gloria", les recordó el Santo Padre a sus máximos colaboradores, al
comentar un pasaje del Evangelio.
"Dominio y servicio, egoísmo y altruismo, posesión
y don, interés y gratuidad: estas lógicas profundamente contrarias se
enfrentan en todo tiempo y lugar. No hay ninguna duda sobre el camino escogido
por Jesús: El no se limita a señalarlo con palabras a los discípulos de
entonces y de hoy, sino que lo vive en su misma carne. En efecto, explica: «Porque
el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en
rescate por la multitud». Estas palabras iluminan con singular intensidad el
consistorio público de hoy. Resuenan en lo más profundo del alma y
representan una invitación y un llamamiento, un encargo y un impulso
especialmente para ustedes, queridos y venerados hermanos, que están a punto
de ser incorporados al Colegio Cardenalicio", señaló el Papa.
Sus palabras fueron una alusión directa al clima
envenenado que se respira en el Vaticano, golpeado por una fuga inédita de
documentos reservados y cartas anónimas que sacaron a la luz intrigas varias,
incluido un inverosímil complot de atentado contra el Santo Padre.
"A los nuevos cardenales se les confía el servicio
del amor: amor por Dios, amor por su Iglesia, amor por los hermanos con una
entrega absoluta y sin condiciones, hasta derramar su sangre si fuera preciso,
como reza la fórmula de la imposición de la birreta e indica el color rojo
de las vestiduras [...]", recordó el Pontífice.
"Queridos hermanos y hermanas, recen para que en
ellos [los cardenales] se refleje de modo vivo nuestro único Pastor y
Maestro, el Señor Jesús, fuente de toda sabiduría, que indica a todos el
camino", exhortó. "Y recen también por mí, para que pueda ofrecer
siempre al pueblo de Dios el testimonio de la doctrina segura y regir con
humilde firmeza el timón de la santa Iglesia", concluyó.
Estas palabras de cierre del sermón fueron interpretadas
por la mayoría de los vaticanistas como una neta desmentida de los rumores de
renuncia al trono de Pedro que corren en torno a Benedicto XVI, que en abril
cumplirá 85 años y que utilizó una plataforma móvil para desplazarse en
procesión hasta el altar mayor de la Basílica de San Pedro.
Con este consistorio, el cuarto del pontificado de
Benedicto XVI, el colegio cardenalicio suma un total de 213 cardenales, de los
cuales 125 son electores, es decir, tienen menos de 80 años y están
habilitados para participar de un eventual cónclave.
Por primera vez, los 63 purpurados electores
"creados" por Benedicto XVI superan a los 62 designados por Juan
Pablo II. De los 22 nuevos cardenales, sólo uno es latinoamericano: João
Braz de Aviz, arzobispo emérito de Brasilia y prefecto de la Congregación
para los Institutos de la Vida Consagrada.
Con siete nuevos cardenales, en la geografía del próximo
cónclave los italianos pasan a ser el grupo nacional más fuerte, con un
total de 30 cardenales electores de los 67 europeos. También crece el peso de
los purpurados que pertenecen a la Curia, que, en este consistorio, se
llevaron un total de 10 birretes, algo considerado una verdadera victoria para
el cardenal Tarcisio Bertone, que habría influido bastante sobre el Papa.
Muy criticada fue la ausencia de designaciones en el
continente africano, donde crecen las vocaciones, y una única en América
latina, el continente donde vive la mitad de los 1000 millones de católicos.
Por las filtraciones, el Vaticano denuncia un ataque en
su contra
Disputas en la Santa Sede
Por Elisabetta Piqué
Corresponsal en Roma
La Nación, 15/02/2012
Roma.– Después de las últimas filtraciones de
documentos de la Iglesia hiperreservados que hablaban de corrupción,
nepotismo, intrigas, luchas de poder, reciclaje de dinero y hasta de un
complot para matar al Santo Padre , el Vaticano salió a contraatacar.
Una nota que difundió anteanoche su vocero, el padre
Federico Lombardi, si bien admite que esta filtración inédita de papeles es
"triste", culpa a los medios de darles interpretaciones erróneas y
malintencionadas , y consideró el ahora llamado "VatiLeaks" una
nueva ofensiva contra la Iglesia.
"Hoy debemos todos mantener la calma, porque nadie
se puede sorprender de nada. La administración norteamericana ha tenido
WikiLeaks; el Vaticano tiene ahora sus leaks , sus fugas de documentos, que
tienden a crear confusión y desconcierto y a desacreditar al Vaticano, al
gobierno de la Iglesia y a la Iglesia misma", indica la larguísima nota
de Lombardi.
"A la gran serie de ataques a la Iglesia sobre el
tema de abusos sexuales justamente correspondió un compromiso serio de
renovación en el largo plazo [...]. Al mismo tiempo, se sabe que hay en curso
un compromiso serio para garantizar una verdadera transparencia del
funcionamiento de las instituciones vaticanas también desde el punto de vista
económico [...]. Ahora, diversos documentos difundidos tienden justamente a
desacreditar este compromiso –asegura el vocero en la nota–. Quien piensa
que desalentará al Papa y sus colaboradores en este compromiso se
equivoca."
El vocero alude específicamente a los documentos
confidenciales salidos a la luz en los últimos tiempos. Es decir, a la carta
difundida por el programa televisivo Los intocables , escrita por el entonces
número dos del Governatorato y actual nuncio apostólico en Estados Unidos,
Carlo María Viganó, al Papa, en la que denunciaba "situaciones de
corrupción y prevaricato" en el seno de la Santa Sede.
Al mismo tiempo, se refería a documentos que revelan
manejos financieros turbios del IOR (Instituto para las Obras de Religión),
conocido como el Banco Vaticano.
Y, por último, a la carta anónima "estrictamente
confidencial" enviada a Benedicto XVI, que publicó el viernes pasado un
diario italiano, que hablaba de un supuesto complot contra el Papa. Esta epístola,
auténtica y escrita en alemán (que le hizo llegar el cardenal colombiano Darío
Castrillón Hoyos a Benedicto XVI en enero), saca a la luz inquietantes
declaraciones que habría realizado en un misterioso viaje a China el cardenal
italiano Paolo Romeo, arzobispo de Palermo (Sicilia).
Romeo no sólo habría dicho que el Papa moriría
"en 12 meses", sino que habría hablado de una relación conflictiva
entre Benedicto XVI y su segundo, el cardenal Tarcisio Bertone, y del trabajo
que estaría haciendo el Papa para su sucesión. El ex patriarca de Venecia y
actual arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola, sería el candidato número
uno de Benedicto XVI para que sea su sucesor en el trono de Pedro.
Confusión
"Se trata de documentos de naturaleza y peso
diversos, nacidos en tiempos y situaciones distintas", puntualiza
Lombardi en su nota. "Juntar todo sólo sirve para crear confusión. Y
una información seria debería saber distinguir las cuestiones y entender sus
diferentes significados", añade.
Su nota fue difundida anteanoche, después de que un
cable de la agencia de noticias Reuters, titulado "El amotinamiento de
los monseñores", se hiciera eco de las intrigas que arrecian en estos días
en los sacros palacios. Y fue considerada por expertos consultados por LA
NACION "otro gol en contra del Vaticano, que en vez de dejar morir el
tema, lo reaviva y potencia con esta respuesta".
"Es obvio que las actividades económicas del
Governatorato deben ser manejadas sabiamente y con rigor; es claro que el IOR
y las actividades financieras deben insertarse correctamente en las normas
internacionales contra el reciclaje", sostiene Lombardi. "Estas son
evidentemente las indicaciones del Papa. Mientras que es evidente que la
historia del complot contra el Papa es una locura y no merece ser tomada en
serio", agrega.
"Claro, hay algo triste en el hecho de que [los
documentos confidenciales] sean pasados con deslealtad del interior al
exterior de modo de crear confusión", indica, al admitir la autenticidad
de las cartas filtradas.
"Hay responsabilidad de una y otra parte. Sobre todo
de parte de quien entrega este tipo de documentos, pero también de parte de
quien se mueve para usarlos con fines que no son ciertamente el amor puro de
la verdad. Por eso debemos resistir y no dejarnos arrollar por la confusión,
que es lo que los malintencionados desean, y seguir siendo capaces de razonar.
En cierto sentido la existencia de ataques más fuertes es señal de que hay
en juego algo importante", remata.
La mayoría de los vaticanistas interpretó la fuga de
noticias como un reflejo de una "guerra intestina" que recrudece en
el Vaticano, donde se hace cada vez más evidente la deriva y el desgobierno
del brazo derecho del Papa, el cardenal Tarcisio Bertone.
"En cuanto a la cuestión de supuestas luchas de
poder en vista del próximo cónclave, invito a observar que los pontífices
elegidos en este siglo han sido todos personalidades de altísimo e
indiscutido valor espiritual", concluye Lombardi.
Especulaciones sobre una renuncia
Roma (De nuestra corresponsal).– Al desestimar la hipótesis
de un atentado contra el Papa, monseñor Luigi Bettazzi, obispo emérito de
Ivrea (Italia), especuló con una eventual renuncia. "Pienso que [lo del
complot] es un sistema para preparar la eventualidad de las dimisiones",
dijo Bettazzi.
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