Las movilizaciones del 21 y 26 de
noviembre están
marcadas por la dinámica post-referéndum
Por
Teresa López
El
Trabajador Nº 71, diciembre de 2007
El Partido Socialista de las y los Trabajadores quiere compartir el
balance que realiza de las pasadas movilizaciones del 21 y
26 de noviembre. Ambas actividades reflejan la dinámica que
se abre cuando el NO es derrotado, un período de retroceso
en la conciencia de las y los trabajadores y estudiantes que
debemos analizar detenidamente para revertir.
El
21 de noviembre se sancionó oficialmente el TLC
El gobierno trasladó el acto que sancionaría el TLC una
semana para desmovilizar y evitar que la vanguardia
radicalizada que aún se mantiene en lucha le estropeara el
acto. Por esta razón, el acto se llevó a cabo el 21 de
noviembre y el gobierno tomó sus precauciones, como haber
vallado la Casa Presidencial 100 metros a la redonda para
que los manifestantes no se pudieran acercar.
Para esta movilización que resultaba simbólica para la
oposición al TLC, no hubo una convocatoria adecuada por
parte del movimiento del NO. Los Comités Patrióticos en
medio de su dispersión y falta de organización conjunta,
hicieron una convocatoria modesta que no se hizo escuchar.
Las dirigencias sindicales no se hicieron presente, excepto
CUSIMA, lo cual nos hace pensar que reinaba un ambiente de
esperar salir hasta el 26 que paraba el ICE.
La convocatoria fue débil y ese fue un elemento por el
cual la actividad en Casa Presidencial contaba con alrededor
de 150 personas. Sin embargo, la razón fundamental por la
cual esta actividad tiene una asistencia mucho menor que las
movilizaciones de hace algunos meses es que el movimiento de
masas da por sentado que los resultados del referéndum son
decisivos para aceptar la derrota.
26
de noviembre: ¿Paro nacional?
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¡Las
provocaciones del 26 de noviembre
quebraron al movimiento
estudiantil!
Este retroceso post-referéndum produce dentro de la
vanguardia en lucha desesperación dentro de un sector que
sin hacer un análisis exhaustivo de la situación
post-referéndum, intenta realizar acciones
“ultraizquierdistas” que no son consultadas al conjunto
de la movilización ni son apoyadas por una mayoría y que,
en cuanto hay activistas en desacuerdo con la acción,
agreden a los compañeros de lucha, como sucedió el 21 con
el PRT al intentar bloquear la calle principal de San Pedro.
Durante el corte de ruta del 26, unos compañeros quebraron
las vallas publicitarias de la parada del bus y a nuestro
parecer tenían la intención de continuar con la misma
parada. Este comportamiento, como “la gota que derramó el
vaso”, nos alarmó a todos los que no vimos un fin político
en hacer esta acción, sino más bien una posible excusa de
la policía para reprimir. Por lo que los grupos políticos
allí presentes: JS, JR, MEA, junto a la FEUCR les
comentamos que no nos parecía y que debían consultar a
quienes participan de la acción antes de poner en peligro a
varias personas, que de no mantener la disciplina preferíamos
advertir y retirarnos. Este llamado de atención provocó en
este sector una reacción contra los involucrados, que fue
desde permanentes insultos hasta intentos de agresión a
compañeros en lucha, lo cual nos parece detestable.
La JS denuncia que este sector es un peligro para el
movimiento estudiantil y que sólo mediante una coordinación
entre la izquierda y en Asambleas Democráticas se puede
revertir esta situación para exigir a los compañeros a que
se comprometan a acatar las decisiones tomadas y a no hacer
acciones sin consultar que no tienen objetivo político y
pueden poner en peligro el corte de ruta y todas y todos los
involucrados en él.
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Para este día de jornada nacional de lucha era incierto cuál
sería el movimiento del ICE, pues decidirían propiamente
qué hacer ese día en una Asamblea. Sólo sabíamos que se
dirigían a la Asamblea Legislativa. La Asamblea contó con
alrededor de 200 trabajadores, que le dieron un voto de
confianza a su dirección, para lanzar una Huelga General
Indefinida cuando se aprobaran los proyectos de apertura del
ICE.
Sin embargo, se esperaba la presencia de trabajadores de
varios puntos del país, mientras sólo paró el ICE sabana,
pero forzadamente, porque los dirigentes sindicales tuvieron
que obstaculizar la entrada, o sea un “paro burocrático”.
La burocracia sindical del ICE no pudo hacer una
convocatoria adecuada por impedimentos que llevó a cabo la
administración del ICE, como cortar la red de contactos
electrónicos, mecanismo mediante el cual convoca la
burocracia del ICE. Esta situación a lo interno del ICE es
agravado por las amenazas del presidente Pedro Pablo Quirós
de despedir a las y los trabajadores que participaron del
paro.
El clima post-referéndum y estos problemas de convocatoria
provocaron un despliegue del ICE hacia la Asamblea de tan sólo
alrededor de 500 trabajadoras y trabajadores.
Esta situación pone en debilidad las intenciones de la
burocracia sindical del ICE, presionar al gobierno para
negociar en mejor posición la situación de los
trabajadores que ante una apertura serían despedidos,
incluyendo a la misma burocracia. Es decir, sin la gente
suficiente para presionar al gobierno, la burocracia
sindical, en este caso Fabio Chávez radicaliza su discurso,
alertando de Huelga General Indefinida como medida
desesperada ante su posible desaparición, pero consciente
de que no sería acatada por los trabajadores del ICE, que
no acataron siquiera un paro de 24 horas.
De esta forma, la jornada fue débil. En San José tuvo
apoyo de la vanguardia que se redució considerablemente
pero se mantiene en lucha, conformada por algunos Comités
Patrióticos y un pequeño sector del movimiento
estudiantil, así como la izquierda revolucionaria. En otras
zonas del país como San Ramón hubo cortes de ruta pero no
fue generalizado.
El
movimiento estudiantil de la UCR se encuentra desarticulado
Con la finalidad de explicar al movimiento estudiantil y de
analizar con los estudiantes la coyuntura, los grupos políticos:
JR, MEA, MILPA U, JS, MAS-FEUCR y algunos activistas
independientes intentamos realizar Asambleas para activar
una Coordinadora Estudiantil que discutiera la situación
nacional y convocara a esta jornada nacional de lucha.
Este intento ha fracasado rotundamente, por varias razones:
lo primero es que a partir de la segunda Asamblea la FEUCR
renunció a involucrar a los estudiantes con una
convocatoria pública, sino que fuimos convocados por
inercia los grupos políticos y activistas antes
mencionados, cuando la primera Asamblea contó con la
presencia de estudiantes interesados en articularse.
En segundo lugar, esta dispersión de la dirección del
movimiento estudiantil es acompañada de la dispersión de
las y los estudiantes que no se movilizan en esta coyuntura
porque estamos inmersos en un retroceso político que impide
que aquellos miles de estudiantes que se
movilizaron el 26 de febrero, tan sólo 9 meses después,
luego de una derrota electoral afirman que el futuro del país
está ya decidido “democráticamente”.
Tras esta situación política, el 26 asistimos al Pretil
para movilizarnos una vanguardia estudiantil que aunque
sigue en lucha es minúscula. A pesar de ser pocos, el
ambiente fue de “bloquear por bloquear” porque “si no
teníamos gente, teníamos suficientes escombros”.
La Juventud Socialista consideró importante intentar hacer
un corte de ruta porque probablemente a sabiendas del
fracaso de la movilización del ICE, podría ser la única
acción en el Valle Central. Sin embargo, posteriormente
pudimos corroborar que fue un error porque con nuestra
fuerza era imposible sostener un bloqueo que a falta de
gente ponía en riesgo la seguridad de 70 personas.
El movimiento estudiantil y los trabajadores urgen de una
discusión política y de un balance de la lucha contra el
TLC que permita asimilar la derrota electoral para tornar la
lucha a las calles de donde fuimos arrebatados por el
gobierno, el PAC y al dirección política del NO.
El Partido Socialista de las y los Trabajadores propone que
desde nuestros centros de estudio y trabajo, la FEUCR, y la
burocracia sindical mantenga un espacio democrático de
discusión con las bases para preparar políticamente y no sólo
técnicamente, lo que sería la realización de acciones de
lucha que deben ser encabezada por el FIT-ICE en cuanto esté
en plenario el proyecto de telecomunicaciones y apertura del
ICE.
Es urgente además una coordinación entre los sectores
sociales y los comités patrióticos, por lo que proponemos
que el Movimiento de Resistencia Nacional convoque a una
Asamblea Nacional de todas y todos los luchadores, invitando
a Comités Patrióticos, para sacar las conclusiones políticas
de la derrota y mancomunar esfuerzos para detener la Agenda
de Implementación, ya sea en la Asamblea Legislativa
(aunque desde el PST nos parece imposible por la actitud
traidora del PAC) o en los centros de estudio, trabajo o
comunales.
Declaración de la Juventud Socialista del PST sobre
los incidentes del
pasado lunes 26 de Noviembre
Compañeras y compañeros
estudiantes y activistas:
El pasado lunes 26 de noviembre
vimos los alcances que tienen la desesperación ocasionada
por la falta de discusión política en este momento, en que
los resultados viciados del referéndum han desplomado la
moral del movimiento opositor al TLC y su Agenda de
Implementación.
Varios sectores (JS-PST,
MAS-FEUCR, JR-PRT, MEA, algunas asocias de Sociales, y
activistas independientes, entre otros) habíamos acordado
en reuniones previas, llevar a cabo una acción en apoyo al
Paro Nacional y la jornada de lucha que sectores sindicales
habían convocado, y principalmente respaldando al Frente
Interno de Trabajadores del ICE en el paro de labores que
había anunciado.
La combatividad del movimiento
social fue nula y la jornada en sí fue un fracaso, la única
central del ICE que estuvo en paro, de hecho, fue la
sucursal de la Sabana, de tal manera que la fuerza misma del
FIT-ICE estuvo reducida aproximadamente a 500 trabajadores y
trabajadoras que marcharon hacia la Asamblea Legislativa.
En la Universidad, los sectores
del movimiento estudiantil reunidos nos dedicamos a discutir
logísticamente un bloqueo a la intersección frente a la
salida de Derecho, dando por un hecho –a pesar de todas
las pruebas adversas- que la convocatoria en final de
semestre era realizable y que un sector amplio del
Movimiento Estudiantil bloquearía. Según la Federación,
ése era el compromiso y único consenso; ni siquiera se
consideró la posibilidad de que a falta de gente, nos
movilizáramos a apoyar la concentración de ICE en la
Asamblea.
Todo esto -la falta de apoyo
nacional a la jornada de paro, la poca convocatoria, la
coyuntura de final de semestre, etc.- derivó en que termináramos
haciendo un bloqueo alarmantemente peligroso con 70 personas
en su punto más álgido-toda la vanguardia universitaria-,
con el agravante de que un sector decidió unilateralmente
destruir la parada de buses a golpes, poniendo en peligro
con sus acciones a todas y todos los presentes, al extremo
en que al reclamárseles llegaron hasta las amenazas de
golpes a compañeros de la JS.
En este momento fue que se entró
en conciencia de que era imposible sostener el bloqueo y se
determinó dirigirse hacia la Asamblea a apoyar la
movilización del FIT-ICE, ya que no tenía sentido
continuar arriesgándonos y exponiéndonos a las decisiones
de unos cuantos, que optaron por quedarse, y como
evidentemente no se puede sostener un bloqueo con 10 ó 15
personas, terminaron sustituyendo la gente por llantas
quemadas que detuvieron el tránsito unas horas más.
Desde la Juventud Socialista señalamos
que la discordia durante el bloqueo se debió al método de
las Asambleas Estudiantiles que acordaron la acción, del
cual denunciamos los siguientes vicios: 1) Se discutió
siempre lo táctico, antes de lo político, lo que ocasionó
que se acordara hacer bloqueo, antes de discutir las
posibilidades de que fuera a ser exitoso, 2) Con tal de no
perder el apoyo de los de Sociales -quienes a parte de
dificultar la unidad de acción por su falta de compromiso
político, alegan que el método democrático no es
realmente tal porque somete a las personas- se adoptó el método
del consenso, y a pesar de que se aseguró que en caso de
disenso se retomaría la discusión del método, cuando la
JS destacó la posibilidad de que lo del lunes fuese a
fracasar, no se cumplió lo que se había asegurado, y se
agudizó el carácter burocrático de las Asambleas, de lo
que resultó que quienes en un principio no querían
someterse a las mayorías, como minoría que eran el lunes,
quisieran someter a la mayoría, pero esta vez no diplomáticamente,
sino que a la fuerza, 3) A partir de la segunda asamblea, no
hubo una intención real por involucrar al resto de los
estudiantes en estas instancias.
Confiando en la lección que nos
dejó la experiencia con los grupos burocrático-consensuales
que han separado al movimiento estudiantil, hacemos un
llamado a todas las agrupaciones de izquierda interesadas a
que conformemos un Frente de Izquierdas Universitarias cuyo
carácter sea democrático, cuyo orden de la discusión
parta de lo político y derive en lo táctico, y cuya base
aspire a ser lo más amplia posible. Sólo de esta forma
podremos: actuar en conformidad con la realidad operando de
ella una lectura apropiada, ser representativos del las y
los estudiantes, y actuar políticamente ecuánimes pero
radicales, y no presas de una aguda confusión, o una
angustia estremecedora.
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