Honduras

Trabajadores protestan en todo el país

Obreros en las calles

Diario El Heraldo, 18/04/08

Tegucigalpa.– Honduras amaneció en manos de policías, militares y sindicalistas. La clase obrera se hizo sentir ayer con fuertes protestas y masivas movilizaciones que se desarrollaron en contra del gobierno en las principales ciudades del país. Y es que miles de trabajadores concretaron la mañana de ayer el anunciado “paro cívico nacional” en medio de fuertes protestas, marchas, plantones y tomas de carreteras registradas en el norte, sur, oriente y occidente del territorio nacional. Fueron las centrales obreras, los sindicatos, las organizaciones magisteriales y algunos grupos estudiantiles los que decidieron tomarse las principales ciudades del país en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

Las acciones paralizaron la producción y afectaron las exportaciones, generando un impacto económico en perdidas de al menos 1,000 millones de lempiras, según estimó ayer el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep). También provocaron la paralización del sistema educativo nacional.

Los trabajadores salieron a las calles a protestar por el cumplimiento de un pliego de 12 peticiones que meses atrás entregaron al gobierno y que plantea la búsqueda de soluciones a problemas como el constante incremento al precio de los combustibles, los altos costos de la canasta básica, la inseguridad que se vive en el país y, además, exigieron la derogación de la Ley General de Agua, la aprobación de la Ley de Minería y la no privatización de las instituciones del Estado, entre otras demandas. “Los trabajadores de Honduras estamos en las calles exigiendo respuestas a este gobierno”, dijo el dirigente de los trabajadores, Juan Barahona.

En la capital, las acciones iniciaron al filo de las 6:30 de la mañana. A esa hora, decenas de trabajadores comenzaron a tomarse diferentes puntos de la ciudad en medio de un amplio dispositivo de seguridad que fue encabezado por los elementos de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y los miembros del Comando de Operaciones Especiales (Cobras), que horas antes de la protesta habían realizado entrenamientos para aprender a “toletear”.

Los obreros decidieron tomarse puntos estratégicos. Uno de los sectores fue el paso del bulevar Fuerzas Armadas, a la altura de Las Brisas, donde policías y militares enfrentaron a los trabajadores con garrotes y gases lacrimógenos en un intento por liberar el paso. En promedio fueron detonadas unas 10 bombas lacrimógenas que causaron alarma y pánico en medio de la manifestación.

Varios trabajadores resultaron heridos y otro fue detenido. También hubo reporte de al menos cuatro policías lesionados, así como de golpes a algunos de los organizadores de la protesta. Ahí, los trabajadores quemaron pólvora y gritaron consignas en contra del gobierno. “Fuera ‘Mel’”, repetían los trabajadores. Se estima que en la capital protestaron al menos 2,500 trabajadores.

Los protestantes también actuaron en San Pedro Sula, Comayagua, Siguatepeque, El Paraíso, Danlí, Choluteca, Juticalpa, El Progreso y Tela, entre otros sectores. En la ciudad de La Ceiba, la policía agredió a los trabajadores que se movilizaron por ese sector. Pasadas las 12:00 del mediodía, el gobierno invitó a los trabajadores a dialogar a través de una comisión de al menos seis ministros de las diferentes carteras, pero el intento fracasó porque la dirigencia obrera pidió negociar, pero con el presidente Manuel Zelaya. Minutos después, los trabajadores decidieron retirarse del lugar.

Los cuatro puntos cardinales del país se vieron afectados por las tomas organizadas por la clase laboral

“El Paro Cívico Nacional” fue evidente a lo largo y ancho del país. De norte a sur y de oriente a occidente, decenas de trabajadores hicieron sentir su voz pidiendo al gobierno el cumplimiento de 12 puntos suscritos en un compromiso.

Toma de Olanchana.– En Juticalpa, los sectores populares se manifestaron de forma pacífica, sin ningún incidente que lamentar, mientras la policía y el ejército se mantuvieron a la expectativa. Según fuentes policiales, unas 300 personas, entre maestros, estudiantes y obreros, marcharon por el interior de la esta ciudad, luego se tomaron la carretera que conduce a Tegucigalpa, a la altura de La Morita, en esta jurisdicción.

Durante la toma, que se prolongó un par de horas, los líderes de la manifestación popular atacaron al gobierno central y a la empresa privada por el salvajismo del capitalismo, que consideraron es el eterno mal de todos los países pobres del mundo, como Honduras. Gelsomina Elizabeth Munguía, presidenta del Bloque Popular en Olancho, manifestó que los organizadores del evento se sentían complacidos por la cantidad de personas que asistieron a la protesta pública.

En Oriente.– Pero la protesta también se hizo sentir en Danlí. En esta ciudad, unos 600 educadores y sindicalistas participaron en la jornada de protestas de ayer, sin que se produjeran tomas ni cierres de carreteras o edificios públicos. La marcha se inició alrededor de las 9:00 de la mañana y finalizó al mediodía con un plantón al frente del edificio de la Corporación Municipal.

El Bloque Popular encabezó la movilización que fue acuerpada por representantes de las seis organizaciones de educadores afiliados a la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (FOMH). También participaron los sindicatos del Instituto Nacional Agrario, El Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados, la Dirección Ejecutiva de Ingresos y los trabajadores de la salud, entre otros.

El desfile pacífico partió a las 9:00 de la mañana desde el Monumento a la Madre, en la salida a Tegucigalpa, y marchó hacia el centro histórico de la ciudad de Danlí, en completa tranquilidad, con apenas breves interrupciones del tránsito. Decenas de policías y militares acompañaron la marcha a distancia, sin que se produjeran incidentes.

En el Norte.– La zona norte y occidental de Honduras tampoco se quedó atrás, centenares de manifestantes alzaron sus voces. Los departamentos de Santa Bárbara, Cortés, Atlántida y Yoro tuvieron sus propios incidentes en la protesta que buscaba manifestar la incomodidad por la crisis económica que enfrenta el país.


Los manifestantes le exigieron al gobierno principalmente frenar el alto precio a la canasta básica familiar

Detenidos, golpeados e intoxicados en la capital

Tiempo Digital, 18/04/08

Tegucigalpa. –. Garrotazos, afectados por gases lacrimógenos y detenidos en diferentes ciudades del país, dejó ayer el Paro Cívico Nacional convocado por la Coordinadora de Resistencia y el Bloque Popular. Unos 50,000 manifestantes estiman que acudieron a la marcha en la capital, según los organizadores.

En la capital al menos cinco personas resultaron con golpes, y muchas otras con afecciones por los gases lacrimógenos, después que la Policía desalojó por la fuerza a un fuerte grupo de manifestantes en la colonia Las Brisas de Comayagüela.

Aunque el gobierno hizo todo lo posible porque esta movilización no causara efectos secundarios en el país, la misma logró la paralización parcial de las actividades económicas de la nación.

Centenares de personas afiliadas a las diferentes centrales obreras y organizaciones populares del país se volcaron a las calles para exigirle al gobierno frenar el alza a los precios de la canasta básica familiar que en los últimos meses se ha disparado y está afectando la seguridad alimentaria de la población hondureña, además de 11 puntos más que en reiteradas oportunidades las han dado a conocer, como la derogación de algunas leyes y la aprobación de otras.

A eso de las 6: 45 de la mañana iniciaron las acciones del movimiento organizado con la toma de la salida a oriente, el Bulevar Fuerzas Armadas a la altura de la colonia Las Brisas, el Anillo Periférico por el sector de la colonia Villas del Sol y en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), pero sólo en el sector de Las Brisas se presentaron hechos violentos.

La ciudad desde las 4: 00 de la mañana se encontraba militarizada. Puentes, calles y bulevares tenían fuertes contingentes de policías y elementos del Ejército, con el propósito, según las autoridades, de resguardar el orden y la libre circulación de las personas y vehículos.

Decenas de manifestantes del Bloque Popular y la Coordinara de Resistencia se tomaron el Bulevar Fuerzas Armadas a la altura de la sede del STIBYS, quienes fueron desalojados por la Policía, acción que no los desanimó y minutos más tarde los protestantes se tomaron el Bulevar Comunidad Económica Europea.

La toma se registró por unos 40 minutos, y a las 8: 25 de la mañana las autoridades policiales y militares desalojaron a los marchantes, advirtiéndoles que tenían cinco minutos para hacerlo en forma pacífica, lo cual no acataron y a las 8: 30 lanzaron bombas lacrimógenas y balas de salva para dispersar a las manifestantes que tuvieron que refugiarse en el centro comercial Metro Mall.

En los otros puntos de la ciudad las actividades de protesta se realizaron en forma normal. En la Universidad Nacional afiliados a la CUTH y al SITRAUNAH efectuaron actos cívicos con bailes folclóricos y música de acordeón.

La marcha terminó a eso de la 1: 30 de la tarde en los alrededores de Casa Presidencial, donde se concentró la mayoría de las autoridades policiales y militares, que temían que se pudieran caldear los ánimos y presentarse hechos que lamentar, lo que finalmente no ocurrió.

El campesino Alberto Zapata fue detenido por la Policía en el sector de Las Brisas en Comayagüela, quien, según la autoridad, portaba un arma en la manifestación pública y pacífica. El labriego pertenece a la Alianza Campesina.

Al menos cuatro periodistas y fotógrafos resultaron golpeados por la Policía al emprenderla a golpes contra los manifestantes, al igual que algunos dirigentes de la Coordinadora Nacional de Resistencia y el Bloque Popular que también recibieron garrotazos.

En Potrerillos, policía y protestantes se enfrentaron con gases lacrimógenos y piedras

La marcha pacífica convocada a nivel nacional por dirigentes populares, en cuestión de segundos se convirtió en un campo de batalla a la altura de El Triunfo en Potrerillos, Cortés, donde campesinos y policías comenzaron a empujarse, acción que culminó con lanzamiento de bombas lacrimógenas por un lado y piedras por el otro.

Los manifestantes llegaron desde las 5 de la mañana y se ubicaron a lo ancho de la carretera impidiendo el tránsito vehicular, pero a las 7:30 alrededor de 60 efectivos de la Policía Preventiva y del Comando de Operaciones Especiales (COBRAS) llegaron al lugar y los desalojaron para permitir el paso a los conductores.

Tras ser desalojados se resignaron a situarse a la orilla de la carretera y con la ayuda de un megáfono los manifestantes comenzaron a leer los puntos por los que protestaban. Mientras tanto desde el sur se acercaba un enorme grupo de maestros provenientes de Santa Cruz de Yojoa, para integrarse al grupo de campesinos.

Al verse en superioridad numérica, con el apoyo de los maestros, un dirigente campesino incitó a sus compañeros para cerrar nuevamente el paso. Los policías intentaron evitarlo, pero lo que lograron fue desatar la batalla campal.

Los uniformados lanzaban gas lacrimógeno y los campesinos y docentes se defendían con piedras y leños.

“Yo estaba leyendo los puntos por los cuales estamos aquí, en eso el oficial que está a cargo me agarró de la camisa, entonces yo tuve que agarrarlo de la de él también, porque es un irrespetuoso y prepotente. Nosotros nos tomamos la calle a raíz de ese incidente”, dijo el dirigente campesino Oscar Manuel López.

Luego de más de media hora de enfrentamiento, retornó la calma al sector. A eso de las 10: 30 un grupo de dirigentes y policías pretendían negociar. Por un lado los manifestantes pedían que se les dejara transitar por las dos trochas de la carretera, mientras los efectivos policiales les decían que se organizarán en filas a la orilla de la carretera para permitir el tránsito de los carros.

Tras la negociación, el enfrentamiento terminó con un apretón de manos entre los policías y los dirigentes. Acordaron que los protestantes estarían en el lugar hasta las once de la mañana.

El comisario Leonel Sauceda manifestó que lo único que esperaban era que la manifestación se realizara de manera pacífica.

Los manifestantes alzaron sus brazos, cerraron los puños y gritaron “el pueblo unido jamás será vencido”, entonaron el Himno Nacional y guardaron un minuto de silencio en memoria del maestro Wilfredo Lara Lara, quien murió en una protesta similar el año anterior. Ahí dieron por finalizado su movimiento.

“Nuestros alumnos nos llegan con hambre al salón de clases, esa es la realidad, por esa razón estamos apoyando este paro cívico porque la educación es el pueblo y se está viendo afectado con el alza de la canasta básica y la privatización de los servicio públicos”, señaló Ana Vadeza Reyes, presidenta del COLPROSUMAH, seccional 9 de Villanueva, Cortés.

Al suspender la manifestación en la aldea El Triunfo de Potrerillos, los protestantes se dirigieron hasta el parque central de Potrerillos, donde, frente a las instalaciones de la municipalidad quemaron un muñeco con el nombre del alcalde de ese sector, Valentín Ramírez, a quien acusan de tratar de privatizar el agua.

En El Progreso, Yoro

Las bombas lacrimógenas, lanzadas a discreción por agentes de la Policía Preventiva, sorprendieron a los centenares de manifestantes que ayer se apostaron, desde tempranas horas de la mañana, en el puente La Democracia, que comunica este municipio con La Lima y San Pedro Sula.

El intento de desalojo dejó varias personas hospitalizadas, entre éstas ocho estudiantes del Instituto Perla del Ulúa y una empleada del Hospital de El Progreso, identificada como Marlen García, que asistió a la actividad como miembro del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (SITRAMEDHYS).

Saúl Hernández, coordinador del departamento de informática del Instituto Perla del Ulúa, manifestó que los alumnos participaban tranquilamente en la actividad, cuando repentinamente cuatro bombas lacrimógenas cayeron cerca de sus pies. “El humo los desorientó y no sabían para donde correr”, explicó el docente.

Según se informó, uno de los explosivos cayó cerca de una vivienda y el gas estuvo a punto de provocar la muerte de un menor de apenas ocho meses.

Los progreseños, al igual que otros miles de hondureños, se lanzaron a las calles exigiendo, entre otras cosas, control en el precio de los productos de la canasta básica, la derogación de la ley marco del agua potable y un aumento general de salarios.

La denominada "Marcha contra el neoliberalismo" se llevó a cabo en tres puntos diferentes de la ciudad: a la altura de los puentes La Guacamaya, salida a Santa Rita; La Democracia, que conduce hacia La Lima; y Quebrada Seca, que comunica El Progreso con Tela.

Sin embargo, sólo se registraron disturbios en el puente La Democracia, donde la policía lanzó bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes, pero al final sólo consiguió que los ánimos se caldearan más.

"Pueblo, únete", “Por el agua y la tierra, estamos en pie de guerra”, “Porque el agua nos pertenece, lucharemos hasta la muerte”, eran algunas de las consignas que gritaban los manifestantes.

Al filo de las 10:40 de la mañana, los participantes desalojaron voluntariamente los pasos tomados y se encaminaron al parque Ramón Rosa, situado frente a la alcaldía progreseña, donde leyeron varios pronunciamientos. 3,000 personas aproximadamente participaron en las protestas de El Progreso.