Debate
sobre el ALBA
Boletín
PST, 30/08/08
El
gobierno liberal de Mel Zelaya en Honduras ha adherido
recientemente al ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas),
que es promovida por Chávez. La posición a adoptar frente
al gobierno de Honduras por este hecho, ha motivado una viva
polémica en la izquierda. El debate se inició con las críticas
a una declaración del PST de Honduras –“Por un ALBA
sin Mel y sin burgueses”–. A estas críticas respondió
el Carlos Amaya, del PST de Honduras y uno de los dirigentes
de la CNRP (organismo que convocó a los recientes “paros
cívicos” en ese país). Presentamos aquí los textos de esta polémica, sobre un tema que interesa a
toda la izquierda latinoamericana.
1.
Por un ALBA sin Mel y sin burgueses
Este 25 de
agosto, el gobierno de Mel Zelaya se apresta a firmar un
acuerdo económico llamado Alternativa Bolivariana para las
Americas (ALBA).
El anuncio
de la firma ha generado diversas reacciones que van desde
las críticas más reaccionarias de la derecha, la
tolerancia timorata de un sector empresarial que se ha
favorecido con el actual gobierno, hasta el apoyo ciego y
acrítico de la mayoría de los dirigentes del movimiento
popular y la izquierda que sin conocer cuál es el contenido
del ALBA para Honduras, han puesto a los trabajadores de
furgón de cola del partido liberal.
El
Partido Socialista de los Trabajadores plantea que
Honduras tiene el derecho a firmar acuerdos económicos con
cualquier país del mundo siempre y cuando no signifiquen
relaciones de subordinación y explotación,
desafortunadamente, los empresarios y los gobiernos que históricamente
han defendido sus intereses, han realizado acuerdos que sólo
pobreza y miseria han traído a la mayoría de los hondureños.
EL ALBA
parece ser un acuerdo que va en dirección contraria a los
tradicionales acuerdos con el imperialismo norteamericano y
la Unión Europea. Sin ser un proyecto socialista, se
inscribe dentro de las políticas de confrontación que a
veces asumen algunos sectores de la burguesía
Latinoamericana cuando coyunturalmente sus intereses se ven
amenazados por el imperio.
Chávez
arropado con un lenguaje revolucionario, es por ahora el
representante de una burguesía nacionalista que alienta
pactos y acuerdos que incomodan al imperialismo, pero que no
llegan a poner en precario las excelentes relaciones
comerciales entre Venezuela y los Estados Unidos.
Si el ALBA
fuera producto de un pacto con un gobierno obrero, campesino
y popular, los resultados serían diferentes, pero el
Gobierno de Mel es proimperialista e impulsa de manera
obediente la política económica del FMI. Estamos frente a
un gobierno que demagógicamente cuestiona a los «poderosos»
pero en la práctica gobierna para ellos, por eso no ha
resuelto un tan sólo punto de las 12 demandas que ha
planteado la Coordinadota Nacional de Resistencia Popular.
Petrocaribe
es la prueba palpable de que el ALBA en manos de Mel y su
gobierno será un fracaso; lo que se planteó como la solución
final al problema de los combustibles ha terminado siendo un
nuevo festín para los empresarios de los carburantes. En
manos de Mel y su corte de empresarios, el ALBA será un
alentador amanecer para los ricos. El Pueblo hondureño y
los demás pueblos de América Latina sólo podrán alcanzar
una verdadera soberanía económica y construir un nuevo
horizonte cuando tomen el destino en sus propias manos.
Estamos por
un ALBA sin burgueses, terratenientes o militares «patriotas»
que mediaticen la lucha por tomar el poder y construir el
socialismo. Nuestro partido les propone sumar a su actual
compromiso de lucha contra el modelo neoliberal y sus
medidas privatizaras, la lucha por el poder político: por
un gobierno obrero, campesino y popular que lleve a cabo las
transformaciones que el país demanda en las calles.
2.
Respuesta de Gilberto Ríos de “Los Necios”
Carlos:
Leo ya sin
sorpresa la facilidad con la que adjetivan la posición del
resto de las organizaciones políticas que participamos del
Encuentro de las izquierdas.
Estuvimos
de frente discutiendo el asunto y en esa mesa no nos
llamaste "ciegos" ni tampoco "acríticos".
Que triste
mediocridad Carlos, que falta de altura.
Grillo
3.
Respuesta de Erasto Reyes del “Bloque Popular SPS”
Las
contradicciones entre nosotros, siempre serán de suma
importancia si se debaten en el marco del respeto a las
decisiones de la mayoría y en el marco de la tolerancia. Yo
le puedo expresar a usted Carlos, que no hay tal ceguera, ni
falta de critica.
Se han
producido muy buenos debates entre nuestras organizaciones
para su información y se ha cuestionado cual debe ser el
papel nuestro cuando se decide participar en estas
actividades. Hemos tenido compañeros que también han
decidido no participar en la reciente actividad y hemos
respetado y con altura hemos debatido. Eso sin duda nos
demuestra que poco a poco vamos haciendo algo que refleja lo
que pensamos y decidimos, creando un discusión sana e
incipiente democrática entre nosotros.
Nosotros,
somos buenos para soltarnos tremendos rollos, en teoría
somos grandes y hasta impresionantes, pero para construir
con nuestro pueblo sus proyectos de vida somos escasos y
hasta nos quedamos cortos. Eso ha sido en parte por la falta
de propuestas concretas que nos permitan la acumulación política,
social, económica entre otros aspectos. Sí usted dice que
no sabemos o conocemos el significado del ALBA, enséñenos
hermano, ilústrenos y háganos ver, sáquenos de la
ignorancia.
Solo le diré
que el ALBA no viene, ya esta acá y no necesita de una
firma que lo legitime o una aprobación del Congreso para
que se le ratifique, porque el pueblo en sí ya lo esta
poniendo en practica y se esta beneficiando de algo que
nosotros hemos sido incapaces de darle a nuestro pueblo. A
nosotros los del BP–SPS se nos ha señalado ingenua y
ortodoxamente de promover el chavismo en los barrios y
colonias de SPS y eso nos ha llevado a una conclusión,
definitivamente tenemos compas que no hacen, ni dejan
hacer.
Y fíjese
que no nos aprovechamos de esto para incluirnos en planillas
con nadie, contrario a lo que hemos visto en otros compas
que creen que al capitalismo se le va a vencer con ser
diputado o alcalde de este país. No hay duda, que el ALBA
debe ser del pueblo y no de un grupo de gente que desde el
poder pretenden impresionar, cooptar y hasta desaparecer el
sentido de nuestros compañeros dirigentes y nuestras
luchas. Esta es una alternativa, no es la poción mágica
o la solución de nuestros problemas, esa debemos
construirla nosotros mismos.
Hasta
luego Erasto
4.
Contra respuesta del PST
El
ALBA y el gobierno liberal de Mel
El
verdadero debate que hay que hacer
Es evidente
que la firma del ALBA por parte del gobierno liberal de
Manuel Zelaya ha generado todo tipo de posiciones y debates
tanto entre la burguesía como al interior del movimiento
popular y la izquierda hondureña.
Lo más
publicitado ha sido la reacción de la ultraderecha
proimperialista que ha logrado aglutinar un amplio frente
contra el ALBA y ataca a Mel de “izquierdista”. Un
frente empujado desde la embajada norteamericana y el
Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) que ha
sumado a los grandes medios de comunicación.
Del otro
lado, la posición de Mel Zelaya, su equipo más cercano y
un sector minoritario pero poderoso de la burguesía hondureña
que ven en el ALBA una fuente de financiamiento para un
Estado quebrado por la implementación del modelo neoliberal
y los tratados de libre comercio que liberan a las grandes
empresas del pago de impuestos, tasas y aranceles provocando
la descapitalización del Estado hondureño.
Además
apoyan incondicionalmente al gobierno burgués de Mel Zelaya
toda una nueva clase media acomodada conocida como la
“izquierda” del partido Liberal y que en algún momento
tuvo veleidades de izquierda marxista o revolucionaria. Ex
comandantes que ven la oportunidad de enriquecerse a costa
del cargo que ostentan.
Lograr
identificar claramente los intereses de estos dos sectores
burgueses más allá de sus discursos demagógicos es una
tarea impostergable para quienes planteamos la necesidad de
luchar por un verdadero cambio de sistema y vemos en la
clase obrera, el campesinado, las comunidades pobres y los
llamados nuevos sujetos sociales (etnias, mujeres, jóvenes,
ambientalistas, etc.) al verdadero sujeto de dicho cambio en
la medida que rompa con el histórico bipartidismo para
dejar de ser furgón de cola de la burguesía y sus nuevos
tránsfugas ideológicos que aparecen cotidianamente.
Como
ejemplo de lo anterior, vale la pena recordar lo expresado
por el presidente liberal Manuel Zelaya Rosales en la firma
del ALBA: “Hoy Honduras lo que necesita es un plan de
país, por lo menos a treinta años en que todos comulguemos
con ellos y en el que le demos al César lo que es del César
y a Dios lo que es de Dios. Honduras necesita incorporarse a
un verdadero liberalismo social, o lo que es lo mismo un liberalismo
socialista para que todos los beneficios vayan a los que
más lo necesitan”.
La
disyuntiva para la izquierda hondureña y el movimiento
popular es clara: o nos aliamos con este personaje para
impulsar la aberración ideológica del “liberalismo
socialista” o lo desenmascaramos como lo que es, un burgués
demagogo que utiliza su “patastera ideológica” para
engañar a los incautos al servicio de la burguesía.
El
Partido Socialista de los Trabajadores afirma categóricamente
que “el liberalismo socialista” de Mel Zelaya es la
continuación del “poder ciudadano” es decir, otro
distractivo, propio de su “patastera” ideológica, para
impulsar su política explotadora y represiva profundamente
pro burguesa y que en vez de acercarnos al socialismo nos
aleja de cualquier posibilidad de cambiar el sistema.
Ese es el
trasfondo de la polémica al interior del movimiento popular
y la izquierda a propósito de la firma del ALBA y cuál
debe ser la posición que debe adoptar el movimiento popular
para preservar su independencia política con respecto a los
explotadores (independientemente de si son azules o
colorados, o si son comandantes vaqueros o caciques
reaccionarios) que tan trabajosamente se ha ido construyendo
en la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular.
¿Qué
discutimos y qué no?
En primer
lugar una aclaración necesaria, el documento “Por un
ALBA sin Mel ni burgueses” cuestionado por algunos
dirigentes del movimiento popular, es una declaración
oficial del PST como organización política marxista
revolucionaria independiente, no de un compañero en
particular ni mucho menos de una corriente interna de algún
partido de izquierda inexistente, por tanto no tiene sentido
invocar “decisiones de mayoría” para tratar de
silenciar nuestra posición, ni tampoco polemizar con un
compañero en particular como si se tratara de un punto de
vista personal, se trata de un debate político fundamental
para el conjunto del movimiento popular y revolucionario de
Honduras, razón por la cual hay que hacerlo con toda
seriedad y claridad para que nuestros compañeros
trabajadores, campesinos, maestros, estudiantes, pobladores
y demás luchadores puedan entender el debate y avanzar en
la discusión política democrática al interior del
movimiento popular.
En segundo
lugar, con algunos compañeros que pertenecen al Bloque
Popular o la Tendencia Revolucionaria y que están
polemizando con el PST, les aclaramos que coincidimos con
ellos en cuanto al carácter del ALBA y sus contenidos específicos
para Honduras.
Tanto el
documento del Bloque Popular como el del PST coinciden en
que el ALBA no es un proyecto socialista sino una variante
de capitalismo más o menos nacionalista, más o menos
participativa, regido por mecanismos enmarcada en la
constitución burguesa hondureña.
Además es
evidente que todas las actividades realizadas (“Operación
Milagro”, “Yo si puedo”, las brigadas médicas, las
becas para estudiar medicina, etc.) son de beneficio para
nuestro pueblo y tampoco están cuestionadas. Además el PST
reconoce que Honduras tiene el derecho de firmar cualquier
tratado, que el ALBA es diferente a los tratados de libre
comercio e incluso que en manos de un gobierno popular sus
resultados podrían ser diferentes.
Sin
embargo, otras organizaciones populares y de izquierda
(COPINH, OFRANEH, Mártires de Guaymas, Red Comal, URP,
Equipos Docentes, Asociación de Amistad Honduras–Cuba)
afirman que “este día … caminamos desde y con el
ALBA hacia nuevas formas de vida, soberanía y unidad”
dejando entrever que son una alternativa al capitalismo y no
otra forma de capitalismo y que por eso “le temen los
capitalistas y explotadores” como si MEL no fuera
capitalista y fuera un “valiente” luchador del
movimiento popular. Ese es el cuestionamiento central que
hace el PST.
Por muy
bueno que pueda ser el ALBA, no podemos dar apoyo político
al gobierno burgués de Manuel Zelaya Rosales por haber
firmado este acuerdo, porque es desconocer su carácter
burgués y su política concreta llevada a cabo desde que
ganó las internas del partido Liberal y que en más de una
oportunidad nos ha llevado a violentas confrontaciones y
represión en nuestras luchas cotidianas.
Desconocer
estos hechos es confundir al pueblo hondureño sobre quiénes
son sus amigos y quienes sus enemigos y renunciar a la
independencia política del movimiento obrero y popular. No
hay absolutamente ningún hecho previo que nos lleve a
pensar que Mel se ha hecho revolucionario, antiimperialista
o progresista.
Tan pronto
ganó las internas del PL su movimiento aprobó el TLC con
Estados Unidos, su política energética no ha pasado de
discursos demagógicos mientras el pueblo paga el festín de
los dueños de las térmicas y de SEMEH además de las
petroleras.
Sobre las
bases militares gringas ha negociado la instalación de una
base en la Mosquitia a cambio de un edificio civil
controlado por los militares gringos en Palmerola. Ha
reprimido al pueblo cuantas veces se lo ha propuesto, no ha
aclarado ninguno de los asesinatos de dirigentes populares y
ha contribuido a estafar al pueblo hondureño con la reforma
a la ley del Ministerio Público que finalmente quedó en
papel mojado.
En relación
a la tierra, los recursos naturales y los problemas
ambientales nos remitimos al CREM, Zacate Grande, Omoa, San
Juan Tela, como muestra de su verdadera política. Y en
relación a la educación y la salud dejamos que hable el
magisterio y los trabajadores de la salud. Para no mencionar
que no ha dado respuesta a los 12 puntos de la CNRP y las
centrales.
¿O será
que hemos estado equivocados en nuestra lucha y deberíamos
haber dejado de lado estos puntos porque el central es la
firma del ALBA? Estas son las razones que nos llevan a
hablar del “apoyo ciego y acrítico de la mayoría de
los dirigentes del movimiento popular y la izquierda”.
No vemos en
el documento de los compañeros mencionados arriba una visión
crítica al gobierno de Mel y, con la aclaración hecha
antes sobre el acuerdo que tenemos con el BP, tampoco el
documento del BP alerta sobre el carácter del gobierno que
está firmando el ALBA, y en cuanto a la posición de la
izquierda su silencio es político y “acrítico”.
En relación
al contenido del ALBA, si el mismo es lo que ya se ha hecho
y se está haciendo en Honduras, quiere decir que no era
necesario un acto político de apoyo al “comandante
vaquero” pero es evidente que en el marco del ALBA hay
otros proyectos y que no está clara su ejecución, por
ejemplo se aprobó el contrato con PETROCARIBE, cuál ha
sido el beneficio para el pueblo hondureño y cuál para los
dueños de las térmicas?
Se habla de
“alimentos, tractores, financiamiento para el campo,
fertilizantes, semilla mejorada, erradicación del
analfabetismo, médicos populares, satisfacción de las
necesidades energéticas del país por 100 años, y sobre
todo libertad e independencia económica”.
¿Serán
posibles estas maravillas sin reforma agraria, con el
decreto de emergencia paralizado y con los compañeros del
CREM en estado de sitio? El PST tiene todo el derecho del
mundo a dudar sobre la seriedad de la palabra de Mel Zelaya,
representante de un sector de la burguesía hondureña que
no ha hecho nada por el pueblo hondureño.
Y esta duda
no debería enojar a nuestros compañeros de lucha.
Recordemos la “palabra” del señor Presidente que
tuvimos oportunidad de escuchar en la reunión que tuvimos
en su casa de habitación y donde se comprometió a
introducir la Ley de Agua y solucionar el problema del CREM
en cinco días. Todos los compañeros presentes saben si
cumplió o no.
No es un
problema de “altura” o “falta de altura” sino de
claridad ideológica para hablarle al pueblo que decimos
representar y junto al que luchamos todos los días.
Claridad con la que debatimos entre las distintas fuerzas
progresistas y revolucionarias sean políticas, sociales o
gremiales, no desde ahora, sino desde nuestra fundación
como corriente política revolucionaria hace más de 22 años.
Cuando el
compañero Erasto dice que “en teoría somos grandes
… pero para construir con nuestro pueblo sus proyectos de
vida somos escasos”, olvida que el actual PST es uno
de los principales impulsores de los espacios unitarios
locales, regionales y nacionales existentes en Honduras,
entre ellos la CNRP, que el PST es el único partido político
que ha luchado lealmente al interior de estos espacios para
construir, preservar y profundizar la democracia entre las
organizaciones populares.
Que por
tener posiciones claras no caímos en la trampa de la
reforma a la ley marco del agua y contribuimos a elaborar la
única ley auténticamente popular presentada hasta ahora al
congreso. Olvida que el actual PST, ha impulsado acuerdos
entre la izquierda desde antes del surgimiento de la UD y
que somos parte del llamado (a veces) Encuentro de la
Izquierda Socialista Hondureña, y que siempre hemos
mantenido posiciones de independencia de clase incluso en el
terreno electoral no para destruir el capitalismo sino para
unir las fuerzas que pueden destruirlo –siempre y cuando
dejen de creer en capitalistas como Mel––, mientras
otros prefieren confiar en fuerzas extrañas a la clase
obrera y el movimiento popular, ilusionados que en algún
momento y por obra del espíritu santo venga algún mesías
a resolver los problemas que el pueblo con sus actuales
dirigentes no puede resolver.
Finalmente,
estamos de acuerdo con Erasto “No hay duda, que el ALBA
debe ser del pueblo y no de un grupo de gente que desde el
poder pretenden impresionar, cooptar y hasta desaparecer el
sentido de nuestros compañeros dirigentes y nuestras
luchas.” Pero para lograr ese objetivo debemos
denunciar y no dar apoyo político a la gente en el poder,
llámese Mel Zelaya o Micheletti, debemos criticar a los
dirigentes “ciegos y acríticos” que contribuyen a
confundir al pueblo sobre sus enemigos y debemos luchar por
construir una alternativa de poder obrero, campesino y
popular desde las bases.
Carlos
Amaya
Miembro del CC
del PST, coordinador de la APP y miembro de la Conducción
Colectiva de la CNRP.
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