Entrevista al Dr. en Ciencias Esteban Morales Domínguez,
profesor e investigador tit. de la Universidad de La
Habana y miembro de la Academia de Ciencias de Cuba
"El bloqueo no da más, resulta una política
fracasada"
Por Carolina López Scondrass
Solidaridadconcuba, 07/03/09
P-¿Cuál es la situación actual y las características
del bloqueo a Cuba por parte de Estados Unidos?
El bloqueo se mantiene, con prácticamente todas las
medidas que fueron formuladas desde principios de los años
sesenta. Pero Estados Unidos ha tenido que admitir la
existencia de cierto comercio, que según las últimas
medidas de Bush, sobre las cuales Obama no ha hablado, se
trata de un comercio en el que Cuba no puede vender, sólo
comprar y pagar cash, porque no hay créditos.
Cuba debe pagar las mercancías incluso antes de que
lleguen a la Isla. Pero de todos modos yo pienso que esa es
una brecha que se ha abierto en el bloqueo, que se da la
mano con lo cuestionado que está, tanto dentro de Estados
Unidos como a nivel mundial y de las Naciones Unidas en
particular, cuya Asamblea
General lo ha criticado en múltiples
ocasiones.
El bloqueo no da más, pues resulta una política
fracasada, que afecta también a Estados Unidos y que
tampoco ha logrado sus propósitos con Cuba.
Obama se ha propuesto levantar las restricciones a las
remesas y los viajes y lo va a cumplir, pero lo hace por
ellos, no por nosotros, claro que Cuba se beneficiaría.
Respecto al bloqueo, hasta ahora, ha dicho que lo mantendrá.
Aunque es positiva su decisión de eliminar las últimas
restricciones tomadas por George Bush.
P-¿Cuáles son las repercusiones más
importantes/urgente/graves en la vida cotidiana de los
cubanos?
La repercusión es múltiple, tanto en la salud, como en
la educación y en todos los sectores de la vida nacional.
Es decir, el bloqueo afecta a la sociedad cubana, su nivel
de vida y la posibilidad de traer a la Isla mercancías más
baratas, por ser de más cercano mercado. Impide a Cuba las
transacciones en dólares norteamericanos. Impide el turismo
norteamericano a Cuba, al estos no poder gastar sus dólares
en la isla. Pero el bloqueo no ha logrado los resultados políticos
para los cuales fue diseñado, que era buscar el derrumbe de
la Revolución desde dentro, matándonos de hambre,
necesidades y descontento. El bloqueo ha actuado como un
modelo de presiones, con una guerra económica no declarada,
que trata de impedir a toda costa que Cuba ocupe el lugar
que le corresponde en el marco de las relaciones económicas
internacionales.
Se ha demostrado que Estados Unidos también pierde con el
bloqueo, tanto en términos comerciales, como de los
intereses científico, culturales, deportivos, etc., que
podrían satisfacer sus ciudadanos de tener relaciones
normales con Cuba.
P-¿Cual considera que deberían ser las medidas más
convenientes para solucionar estos problemas?
Que Estados Unidos cambie la política hacia Cuba,
levantando el bloqueo, y que Cuba continúe fortaleciéndose
en el orden interno y de su intercambio a nivel
internacional.
Unas relaciones más o menos normalizadas con Estados
Unidos, serían beneficiosas para ambos países, pues hay
muchos intereses insatisfechos de ambas partes. Además de
que contribuiría a sanear aún más el ambiente político
en el hemisferio y a nivel internacional; porque ni aun los
aliados de Estados Unidos están de acuerdo con la política
de bloqueo y los mismos mantienen relaciones económicas
normales con Cuba.
P-¿Qué posibilidades reales y concretas considera que
existen para que se promueva este cambio?
Ahora existen más posibilidades que antes, desde el período
en que la administración Carter trató de normalizar las
relaciones con Cuba hacia el período de los años
1977-1980; pero en aquella ocasión fracasó. Aunque se
avanzó en algunos acuerdos bilaterales, de los cuales
permanece el establecimiento de las respectivas Oficinas de
Intereses, en La Habana y en Washington (como especie de
limitadas embajadas). Ahora la relación entre Cuba y
Estados Unidos ha devenido más anacrónica, la política
norteamericana se ve más como fracasada, tratándose de una
política que ya no cuenta con la aceptación prácticamente
de nadie, tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. Las
oportunidades ahora parece ser mayores. Esta administración
de Barack Obama, pudiera en el futuro adoptar medidas
respecto a cambiar la política hacia Cuba, que podrían
mejorar las relaciones entre ambos
países.
P-¿Qué propone en este sentido el gobierno de Barack
Obama?
Hasta ahora Obama ha propuesto la posibilidad de conversar
con Cuba, pero de manera muy contradictoria, pues mantiene
condicionantes que Cuba no acepta. Dice incluso que mantendrá
el bloqueo. No obstante yo pienso, que en medio de la
situación de Estados Unidos en América Latina, puede que
se avance también en las relaciones con Cuba. Aunque las
prioridades de Obama son otras, como resultado de las
situaciones tan complejas que enfrenta Estados Unidos, tanto
internamente con la crisis económica, como a nivel
internacional, principalmente con las guerras en Irak y
Afganistán. Aparte de que Cuba nunca ha sido una prioridad
en la política norteamericana.
No obstante, tenemos la impresión de que Obama, que es un
individuo inteligente, ve la mala situación de Estados
Unidos y la necesidad de negociar, como él ha dicho
"tanto con amigos y también con los enemigos".
Pero creo que aun existen muchas incertidumbres respecto a
Cuba y hay que esperar.
De todos modos, Cuba tiene ahora una situación muy
favorable en la política hemisférica que Estados Unidos
deberá tomar en consideración, al reformular su política
hacia América Latina. Nosotros estamos esperanzados de que
algo bueno podría ocurrir, pero no podemos ser ingenuos,
porque la ingenuidad en política se paga muy cara. Pienso
que Obama amerita un "compás de espera", para que
tenga tiempo de encaminar la solución de los problemas que
tiene, y en medio de ese ambiente, podría ser mas factible
un proceso de diálogo con Cuba. Que Estados Unidos pudiese
solucionar, especialmente los problemas de la crisis económica
que ahora atraviesa, podría ser positivo para todos.
Entrevista al periodista cubano Ariel Terrero,
especialista en la economía cubana
"El reto es producir lo que se necesita con
eficiencia"
Por Lisandra Fariñas Acosta y Dalia González Delgado
Solidaridadconcuba, 07/03/09
En las páginas de la centenaria revista Bohemia hay un
periodista que exige las "cuentas claras". Así
decidió nombrar su columna. Temas álgidos unas veces, polémicos
otras, dan sentido a una sección cuyo punto de convergencia
está anclado en la economía cubana. Ariel Terrero es un
hombre agudo. Y con esa agudeza expone para Cubahora algunos
de sus criterios.
P- ¿Cuál es su visión como periodista, sobre la
presencia de temas económicos en la prensa cubana?
AT- Insuficiente. Creo que hoy precisamente estamos
viviendo un momento especial, muy difícil y tenso de la
economía cubana y de la economía mundial, que requiere
para las personas, en primera instancia, mucha información,
para que tengan al menos la mínima idea de lo que está
pasando. Muchas veces no se tiene noción de la coyuntura
económica que vivimos y creo que esa falta de claridad
tiene que ver con muchos elementos, no solo con la falta de
información, pero sin dudas este es fundamental. Otros
elementos que intervienen se relacionan con la estructura
propia de la economía cubana y otros influyen directamente
en que a la gente le sea menos urgente, o no, determinado
acceso a las noticias. Sin embargo, no es suficiente y lo
cierto es que las personas necesitan la información, la
piden y la buscan.
P- Entonces, ¿es un reto para los periodistas cubanos?
AT- Es un reto del sistema de la prensa cubana. Creo que
se están abriendo alternativas al sistema de información
en la sociedad en general, pero no se reflejan en gran
medida dentro del sistema de la prensa.
P- ¿Qué entiende por cultura económica de un país?
AT- Cultura económica es saber, percibir, deducir, lo que
está ocurriendo en tu país, tu entorno, y hablo de entorno
a escala internacional, para poder comprender, sobre todo,
los fundamentos económicos de lo que está pasando hoy. Hay
estructuras y políticas de la sociedad cubana que propician
que las personas no tengan urgencia para conocer y entender
determinados aspectos de la economía.
Ya lo planteaba Fidel en el discurso que dio en el Aula
Magna de la Universidad de la Habana, el 17 de noviembre de
2005, cuando le preguntó a unos estudiantes cuánto
gastaban en la bodega y el total del importe de
electricidad, y ninguno supo responder con exactitud ¿Por
qué puede pasar esto si en todo el mundo, cuando tú hablas
con un europeo o un latinoamericano, sabe con exactitud cuánto
gastó en agua, alimentación o en un crédito?
En Cuba hay elementos que propician este desconocimiento.
En mi opinión, pudiera ser un exceso de protección de
nuestro Estado sobre la sociedad, que no te obliga a
esforzarte para protegerte a ti mismo. Aquí juega un papel
importante saber cómo va la economía, cómo se comportan
los precios, y cómo vas a administrar los recursos
disponibles.
Tienes la garantía de que te va a tocar por la libreta de
abastecimiento determinada cantidad de productos, y te
tocan. El precio es irrelevante, no es el factor que más
incide en la cuenta doméstica del hogar promedio cubano.
Entonces no te importa si el precio del arroz de la cuota
esta en el mercado mundial de una manera o de otra, porque
ese precio en la bodega no se mueve, aunque fluctúe
internacionalmente.
Cultura económica es saber hablar sobre tarifas y
precios, entender las lógicas de movimiento del mercado,
conocer qué cambió de un año a otro y por qué, entender
qué puede pasar el presente año, si en el mundo está
ocurriendo una crisis económica con determinadas características,
tener conocimiento de esa crisis, a qué responde y cuáles
pueden ser sus consecuencias. Eso es cultura económica.
P- Un tema muy controvertido en la agenda económica
cubana es el de la productividad y el salario. La relación
entre estos factores debe ser proporcional. Se dice que un
aumento del salario y el nivel adquisitivo cubano promedio
dependen del incremento de la producción. Sin embargo,
incrementar la producción necesita un estímulo. ¿Ha
reflexionado sobre cómo salir de este escollo?
AT- Uno no se puede sentar a la mesa a comer si no cocina
primero, esa es la clave de todo. Si no se prepara, si no se
crea riqueza, no puedes distribuirla. Bajo ese principio es
que tiene que equilibrarse el problema de la productividad y
el salario.
P- Muchas veces se priorizan determinados sectores en
busca de una salida económica coyuntural, y se dejan de la
mano otros. ¿Cree que la prioridad económica actual está
plenamente en correspondencia con la cultura productiva del
país?
AT- Si tienes en tu casa un ingreso de 100 pesos y además
un montón de necesidades acumuladas, debes priorizar qué
es lo que vas a comprar con ese dinero. Por lo tanto, no se
trata de dejar algo de la mano. Si lo más urgente era pagar
un medicamento, un alimento o anticipar algo específico,
las demás cosas necesariamente se quedan.
Pasa igual a escala de la economía. Quien gobierna un
hogar tiene que decidir dónde pone el dinero. Igualmente,
quien gobierna un Estado, sea Cuba o cualquier otro país,
tiene que priorizar en qué invierte.
A veces, con un nivel de recursos muy limitados y tienes
que invertir en determinados sectores para que sirvan, como
se ha dicho, de locomotora al resto de la economía. En los
primeros años de la actual década, por ejemplo, se analizó
cuál era el sector con más perspectivas; se determinó que
era el turismo y se priorizó. Otros quedaron en el camino
como la industria azucarera, por una parte ya no rentable,
unido a los precios del mercado mundial que no justificaban
seguir invirtiendo y gastando en este sector, por lo que había
que reestructurarla. Se cerraron los centrales que ya no
eran eficientes o productivos, y se fueron haciendo
determinados ajustes a la economía.
Ahora pasa algo similar. Estamos haciendo una inversión
fortísima en la industria farmacéutica -con la biotecnología
primero-, después con los laboratorios y las plantas de
producción. Esto es una prioridad que se asumió con mucha
luz larga, porque al principio no se veían los beneficios a
corto plazo, como sí sucedió con el turismo. En este último,
invertías en un hotel que el próximo año ya te iba a
reportar ingresos. Mientras, cuando se invierte en la
biotecnología, se piensa en el futuro.
Ya hoy se ha convertido en el segundo exportador de bienes
del país detrás del níquel, por delante del tabaco, el azúcar
y de producciones tradicionales. Eso es en cuanto a la
exportación de bienes, porque en cuanto a ingresos en
general están por delante el turismo y los servicios
profesionales.
P- Hace ya varios años Fidel vaticinó que nuestra economía
sería una economía de servicios. Dentro de los acuerdos
del ALBA, ¿el papel de Cuba es aportar servicios a la vez
que recibe a cambio bienes materiales?
AT- Cuba es una economía de servicios desde hace tiempo.
El turismo, por ejemplo, es un sector de servicios, y es el
primero de la economía cubana. Esto da una idea del cambio
radical que ha experimentado la economía del país en
relación con el año 1989, cuando el 70 por ciento de los
ingresos provenían de la industria azucarera y la
agricultura.
Hoy eso se ha invertido, el turismo se ha ido por delante,
aunque también tenemos los servicios de alto valor
agregado, no solamente la medicina, sino muchos más que
reportan ingresos al país. Aunque la economía cubana sea
de servicios, eso no significa que se vaya a encerrar en ese
camino. Se trabaja en desarrollar otras producciones como
las de la industria y la agricultura. Cuando se dice que un
país tiene determinada economía no es porque sea el único
sector que explota.
P- Dentro de las misiones internacionalistas, la salud,
por ejemplo, se coloca como una nueva columna económica en
la nación. ¿Cree que el futuro de la economía cubana podría
estar en la llamada "economía del conocimiento"?
AT- Ese nombre se le ha dado, sobre todo, a economías
europeas, a Estados Unidos y a Japón, que han apostado a
dominar lo que llaman el know how de las tecnologías, el
conocimiento, las patentes, toda la propiedad industrial.
Ellos instalan la industria en el Tercer Mundo, donde es más
barata la fuerza de trabajo. Sin embargo, la tecnología la
crea, la administra y la explota el Primer Mundo. La clave
de poder económico es dominar todo ese conocimiento. Es eso
lo que reporta las ganancias.
Cuba está en el camino hacia la economía del
conocimiento. Hay economistas que han teorizado y
reflexionado sobre este tema, por las características que
tiene una sociedad que desde que triunfó la Revolución se
dedicó a la alfabetización, formación de técnicos,
ingenieros, licenciados, en los más diversos terrenos.
Tenemos un enorme capital humano, que nos permite exportar
servicios en cualquier campo. De ahí la tesis de que
evolucionamos en ese sentido.
P- Teniendo en cuenta las características de la economía
cubana, ¿hasta qué punto se minimizan en la Isla los
efectos de la crisis económica mundial?
AT- Lo que puede contribuir a minimizar o a atenuar los
efectos de la crisis, es la forma o la estructura de una
economía centralizada, el hecho de que es una economía de
propiedad estatal, donde el Estado puede maniobrar y
utilizar con inteligencia los recursos que en otros lugares
están dispersos.
Ahora en Europa y en Estados Unidos el gobierno está
interviniendo en la economía, creando bancos estatales, o
sea, buscando soluciones que impliquen una participación
directa del gobierno. El hecho de que Cuba tenga una
estructura económica diferente, le da la posibilidad de
emplear con más precisión los recursos que son limitados.
Esto es muy importante en una coyuntura que nadie sabe
hacia dónde va. Aunque sí creo que esas economías saldrán
de la crisis. No me parece que este sea el fin del
capitalismo, más bien quizás tengan que reestructurar y
cambiar las reglas del juego, pero hasta ahí.
P- Para finalizar, ¿cuáles son a su juicio los
principales retos que enfrenta la economía cubana?
AT- Sencillamente, producir lo que se necesita y producir
con eficiencia.
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