Mauricio
Funes, candidato del FMLN
Más
cerca de Lula que de Chávez
Entrevista
de Franz Smets y Andrea Sosa Cabrios
Deutsche
Presse–Agentur (DPA), 12/03/09
San
Salvador.– El candidato presidencial de la ex guerrilla
salvadoreña Mauricio Funes, que el domingo competirá con
el abanderado oficialista de derecha Rodrigo Ávila, sabe
que en las urnas también tendrá un rival invisible: los
"mitos y temores" sobre los gobiernos de
izquierda.
En
entrevista con DPA, Funes, de 49 años, trata de
contrarrestar los embates de la Alianza Republicana
Nacionalista (ARENA), en el poder desde hace 20 años, y
asegura que su propuesta está más cerca del Brasil de Luiz
Inácio Lula da Silva que de la Venezuela de Hugo Chávez.
"Yo
no estoy planteando un estado intervencionista pero sí un
estado regulador vigilante que haga posible que exista
competencia en el país, que se respete la
institucionalidad, que se respete la propiedad privada, que
se garantice la seguridad jurídica y sobre todo la
seguridad física."
"Los
inversionistas extranjeros no tienen que temer que se van a
confiscar bienes o se van a revertir los procesos de
privatización o que vamos a echar al traste la dolarización
o los acuerdos comerciales firmados hasta ahora. Tenemos que
mandar un mensaje de certidumbre", señala.
Funes,
un conocido periodista de la televisión que fue
corresponsal de la cadena de noticias CNN, es el primer
candidato presidencial del Frente Farabundo Martí de
Liberación Nacional (FMLN) sin pasado guerrillero.
Afirma
que el propio FMLN ha cambiado desde que optó por el camino
político hace 17 años, después de los acuerdos que
pusieron fin a la guerra civil de 1980–1992: "Quien
siga diciendo que el FMLN es un partido de extrema izquierda
no reconoce la evolución histórica que ha tenido".
Funes,
casado con una brasileña, dice sentirse identificado con el
esquema de gestión pública de Lula, "que ha logrado
desmontar los mitos y los miedos que hay de los empresarios
hacia la izquierda y está haciendo de Brasil una de las
economías más dinámicas y competitivas del continente y
está reduciendo sustancialmente la pobreza y la brecha
social".
Incluso
descarta una confrontación con Washington como ha sido la
constante de Chávez y apuesta por una "política de
entendimiento mutuo y de alianzas" con el presidente
Barack Obama.
"Tengo
que ser sensato y realista. La importancia de Estados Unidos
en los destinos de El Salvador es fundamental", señala.
"Sería insensato de mi parte pensar que voy a tener
una política enfrentada al presidente Obama."
Estados
Unidos capta un 60 por ciento de las exportaciones salvadoreñas
y es lugar de residencia de una tercera parte de los 5,7
millones de salvadoreños, la mayoría trabajadores
indocumentados sobre los que pende la amenaza de la
deportación.
A
Obama, Funes le pedirá que garantice "la estabilidad
migratoria" porque El Salvador no tiene capacidad de
dar trabajo a los deportados. "No los podemos recibir
de la noche a la mañana."
Las
encuestas de la última etapa auguran una disputa muy
cerrada entre Funes y Ávila. El abanderado de ARENA logró
en las últimas semanas ponerse a la par de Funes, que había
liderado los sondeos en la primera parte de la contienda.
"De
mantenerse un gobierno de la derecha, el país va al abismo.
Por lo tanto, más que si está preparado El Salvador, yo
diría que es una exigencia histórica: no va a pasar nada,
va a llegar un equipo de gobierno sensato que va a comenzar
a hacer lo que la derecha no ha hecho a lo largo de estos 20
años."
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