Levantamiento
del embargo gana espacio legislativo
Por
Marina Litvinsky
Inter
Press Service (IPS), 02/04/09
Washington.–
Senadores y representantes de los dos grandes partidos de
Estados Unidos respaldan proyectos de ley que pondrían fin
a medio siglo de embargo contra Cuba, e incluso a la
prohibición de viajar a esa isla de régimen comunista.
El
proyecto denominado "libertad de viajar a Cuba"
fue presentado el martes en el Senado por el demócrata
Byron Dorgan y el republicano Michael Enzi, a los que se
unieron otros 20 legisladores, entre ellos los influyentes
Christopher Dodd y Richard Lugar.
Un
proyecto idéntico fue presentado este jueves en la Cámara
de Representantes por el demócrata Bill Delahunt y el
republicano Jeff Flake como principales patrocinantes,
acompañados por 121 diputados.
También
manifestaron su apoyo a la medida la Federación de
Granjeros de Estados Unidos, la Cámara de Comercio y la
organización de derechos humanos Human Rights Watch.
"El
pueblo de Cuba debe ser libre", dijo el senador Dorgan.
El embargo y la política de aislamiento no dieron el
resultado esperado de alentar una reforma política en Cuba,
y sólo fue capaz de "castigar a los
estadounidenses", agregó.
De
aprobarse, el proyecto prohibiría al presidente regular o
prohibir el traslado de ciudadanos estadounidenses o
residentes legales hacia o desde Cuba, ni las transacciones
habituales en esos viajes, excepto en tiempos de guerra u
hostilidad armada entre los dos países o de inminente
riesgo para la salud pública o de riesgo para la seguridad
física de los viajeros.
El
embargo a Cuba, iniciado en 1961 y afianzado posteriormente,
prohíbe los viajes a Cuba y los negocios con ese país a
todos los ciudadanos estadounidenses. Críticos han
considerado que esa política perjudica los intereses de
Washington y fortalecido al gobierno en La Habana.
"El
embargo es un fracaso de 50 años. Levantar la prohibición
a los viajes es un buen primer paso hacia una política más
racional", dijo Myron Brilliant, vicepresidente de la Cámara
de Comercio de Estados Unidos a cargo de asuntos
internacionales.
Esta
medida "fue implementada como un intento de darle
libertad a Cuba, pero convirtió a un tirano en mártir y,
en realidad, contribuyó a apuntalar al régimen",
agregó el empresario.
Entre
los impulsores del proyecto de ley figuran asociaciones de
productores agrícolas para quienes el levantamiento de la
prohibición de los viajes a Cuba aumentará las ventas del
sector en productos básicos como pollo, trigo y soja. Esas
ventas han promediado los 400 millones de dólares anuales
desde 2000.
"En
el largo plazo, debemos hacer más para brir canales de
comercio con Cuba, como lo hacemos con otros países",
dijo Bob Stallman, presidente de la Federación de
Granjeros.
El
embargo no ha hecho nada en pro de la democracia o de los
derechos humanos en Cuba, según los impulsores del proyecto
de ley.
"Human
Rights Watch ha analizado la situación de los derechos
humanos en Cuba por casi dos decenios, y el estado
lamentable de esos derechos no ha mejorado", dijo el
director ejecutivo de la división de América de esa
organización, José Manuel Vivanco.
Pero
la iniciativa cuenta con la habitual oposición.
"Este
proyecto sólo aumentará el turismo a Cuba, que enriquece a
quienes están en el poder, al tiempo que mantiene la opresión
de quienes buscan los cambios", dijo el senador Mel
Martínez, del opositor Partido Republicano, nacido en Cuba
y procedente del sudoriental estado de Florida.
La
presentación del nuevo proyecto sigue a la aprobación, a
comienzos de marzo, de una ley presupuestal que incluye
entre sus cláusulas la atenuación de varias restricciones
a los viajes y el comercio con Cuba.
La
norma ya vigente deja sin efecto regulaciones impuestas por
Bush, las cuales obligaban a quienes deseaban vender sus
productos en Cuba solicitaran una licencia específica caso
por caso, un proceso engorroso y a veces prolongado que llevó
a muchas empresas a desistir.
"Por
primera vez en casi una década, el Congreso actúa para
flexibilizar el embargo de Cuba y envía estas modestas
reformas a un presidente que prometió cambiar la política,
sin emitir amenazas de veto o de mantener las cosas como están",
señala una declaración emitida en conjunto por
organizaciones como el Centro para la Democracia en América
y la Oficina en Washington para América Latina.
Según
la ley aprobada, a los cubano–estadounidenses aún se les
permite visitar a sus familiares en la isla apenas una vez
cada tres años, pero la norma priva al Departamento del
Tesoro (ministerio de hacienda) de los fondos para controlar
la frecuencia de los viajes, lo cual la hace impracticable.
También
a las empresas estadounidenses que exportan alimentos y
medicinas a Cuba se les obliga todavía a recibir el pago de
sus ventas en efectivo antes de que sus embarques abandonen
el puerto. Pero en este caso el Tesoro tampoco podrá
controlar eso.
Muchos
esperan que Obama apoye el proyecto de ley. El presidente se
apresta a asistir a la Cumbre de las Américas, que se
realizará del 17 al 19 de este mes en Trinidad y Tobago.
Allí
se reunirá con todos los líderes del hemisferio, excepto
con el presidente cubano Raúl Castro, que no participa en
esas cumbres.
"El
presidente Obama está en el camino correcto al restablecer
los derechos de los cubano–estadounidenses a visitar y
apoyar a sus familias, pero aclaremos que el derecho
constitucional a los viajes pertenece a todos los
estadounidenses, sin importar su origen étnico o
nacional", dijo Sarah Stephens, del Centro para la
Democracia en las Américas.
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