Firme por la candidatura popular independiente a la
presidencia de la República
Por la independencia política de los trabajadores
¡Ninguna confianza en el gobierno de Mel Zelaya!
Editorial de El Trabajador Nº 76, mayo 2009
"Mirar la realidad cara a cara, no buscar la línea
de la menor resistencia, llamar a las cosas por su nombre,
decir la verdad a las masas por amarga que ella sea, no
temer los obstáculos, ser fiel en las pequeñas y en las
grandes cosas, ser audaz cuando llegue la hora de la acción"
El Partido Socialista de los Trabajadores (PST) consciente
de la necesidad que tiene la clase trabajadora de alcanzar
su independencia política, hoy amenazada por la perorata
demagógica de Mel Zelaya, hace un llamado para que las
organizaciones políticas de izquierda y sindicales
retomemos las enseñanzas que las grandes luchas y
movilizaciones nos han dejado.
Hay compañeros que equivocadamente creen que el discurso
seudoizquierdista de Mel, constituye el punto de arranque
para organizar nuestras fuerzas; lo que tenemos que tener
claro es que la clase trabajadora sólo puede obtener sus
grandes objetivos políticos y populares si se organiza de
manera independiente, se dota de su propio programa para
movilizarse y se unifica con el pueblo explotado.
El "comandante vaquero": lobo con piel de oveja
La clase trabajadora hondureña, no puede poner su agenda
de lucha en manos de un Gobierno patronal que dice ser amigo
nuestro para confundirnos y desmovilizarnos. El Gobierno de
Mel Zelaya, igual firma la ALBA que el Tratado de Libre
Comercio. Hoy se pelea con los empresarios, pero a renglón
seguido acepta que bajo su gobierno éstos han ganado mucho
dinero. Hace unos meses se abrazaba y llegaba a pactos con
el gobierno de Chávez y después lo vimos abrazándose y
firmando acuerdos con Bush. Lo mismo hace hoy con Obama, a
quien presenta como amigo de los países latinoamericanos en
momentos en que éste, aliado con las burguesías de todo el
mundo, toma medidas para pasarnos la factura de la crisis
económica mundial.
Mel, el mismo que habla de la "cuarta urna" para
convocar a una Constituyente, es el que en noviembre del año
pasado, apareció en una concentración del partido liberal,
dando todo su respaldo político al nefasto y repudiado
Roberto Michelleti, con quien cada tanto protagoniza
enfrentamientos mediáticos. El gobierno
"revolucionario" de Mel Zelaya es el que mandó a
reprimir a balazos las movilizaciones de los maestros en el
2006 y el que reprimió a garrotazos el Paro Cívico del 17
de abril del 2008 y en lo que va del año reprimió a los
compañeros de COPIN y a los estudiantes de San Pedro Sula.
Mel y los 12 puntos: mucho, mucho ruido... y pocos
resultados
Una muestra de la política demagógica del gobierno es la
respuesta a los 12 puntos del Encuentro Obrero, Campesino y
Popular.
En medio de la peor crisis económica mundial, con el
evidente derrumbe del modelo neoliberal y un violento ataque
al nivel de vida de los pueblos de todo el mundo y de una
verdadera masacre del empleo, Mel reafirma su política a
favor de los Tratados de Libre Comercio con los países
imperialistas con los mismos argumentos con los que fue
aprobado el TLC con Estados Unidos y propone "derogar
el TLC para ¡¡negociar un nuevo TLC!!", y por las
dudas se escuda en el resto de gobiernos centroamericanos
para decir que no puede hacer nada si no es en común con
esos gobiernos burgueses.
Sobre las propuesta de reforma fiscal para que el que más
gane pague más impuestos, el fomento a la industria
nacional y la eliminación de todo tipo de exenciones
fiscales a las grandes empresas nacionales y extranjeras, el
presidente dijo que no se puede auyentar la inversión
extranjera. Y de las bases militares y tropas
norteamericanas que constituyen un ejército de ocupación,
sostuvo que "no tenemos ningún acuerdo de bases
militares con EEUU", que el convenio del 54 establece
"asistencia recíproca" y que en el Plán Mérida
"no hay ningún acuerdo para instalar ninguna base
militar ni en la Mosquitia" lo que hay es
"cooperación para detener el narcotráfico".
También sostuvo que no se puede derogar el Salario
diferenciado aprobado por el Poder Ejecutivo que rompe el
principio constitucional de igual salario para igual
trabajo, porque es a diez años y no le puede fallar a los
empresarios.
Estas respuestas hacen a su esencia de clase y claramente
muestran los intereses que defiende, más allá de algunas
medidas progresivas que tome y que por ser totalemente
aisladas, simples parches, no cambian el rumbo del país y
casi siempre generan nuevos problemas al pueblo trabajador.
El presidente no es antiimperialista ni anticapitalista,
sigue defendiendo la esencia del capitalismo atrasado
hondureño: su dependencia política, económica y militar
del imperialismo norteamericano.
El agua potable, un pequeño y precario triunfo
De todos los puntos discutidos con el presidente, el tema
del agua potable es donde, si se cumple su compromiso,
podemos afirmar que hay un primer triunfo que es necesario
hacerlo permanente.
El presidente se comprometió a través del gerente
general del SANAA a suspender todo traspaso de los sistemas
de agua potable a las municipalidades. El más conocido en
estos momentos es el intento de traspasar los sistemas de
Comayagua, en contra de la voluntad de la población. Con el
acuerdo presidencial se deberían suspender todas las
medidas dirigidas a continuar con ese intento.
Este triunfo de la movilización y resistencia popular de
más de cinco años y que enfrentó dos gobiernos no es
definitivo, ya que la ley privatizadora sigue vigente.
La ley de agua potable popular presentada al Congreso
Nacional en el 2003, y al Poder Ejecutivo en el 2008, ha
sido llevada nuevamente al Congreso Nacional, esta vez por
el Poder Ejecutivo y por tanto la lucha por su aprobación y
la derogación de la ley municiprivatizadora continúa, al
igua que la lucha contra la Ley General de Aguas, igualmente
privatizadora, que Mel se comprometió a pedir la suspensión
del tercer debate.
En general muchos de los puntos presentados por la CNRP se
trasladan al Congreso Nacional, razón por la cual no
podemos decir que están resueltos, sino que ya entraron en
el debate nacional y que hay que redoblar la lucha.
Algunas primeras conclusiones
La apertura al diálogo con el gobierno, que todavía no
es la solución a los problemas planteados, pone en
evidencia algunas cuestiones importantes para el movimiento
obrero y popular.
1. Los problemas fundamentales que son los causantes de la
crisis general del país no tienen respuesta positiva del
gobierno quien insiste en mantener su misma política de
dependencia del capital extranjero permitiendo la presencia
militar norteamericana.
2. Las posturas "progresistas" de Mel son el
reflejo de las contradicciones en los sectores dominantes
producto de la misma crisis que su política genera y que no
pasan, en las pocas veces que llegan a concretarse, de
medidas paliativas "parches" que no solucionan
nada.
3. Dichas contradicciones, que a veces ponen al país al
borde de verdaderas crisis políticas e institucionales,
muestran la falta de alternativas nacionales por parte de
las facciones burguesas y sus representantes, abrindo la
oportunidad de que la clase trabajadora y los sectores
populares organizados irrumpan en la arena política y
social con sus propias demandas y propuestas de solución.
4. Avanzar en la línea anterior sólo será posible a
condición de mantener la total independencia del movimiento
popular de cualquiera de las facciones burguesas, no
depositar ninguna confianza política en Mel y su gobierno,
profundizar la democracia directa de las bases del
movimiento popular en todo el país para contrarrestar los
intentos de cooptación de las dirigencias nacionales y
mantener y profundizar la organización y movilización
unitaria del pueblo trabajador.
Firmes en la lucha y firmando por las candidaturas
independientes populares
Por todo lo anterior, hoy más que nunca debemos preparar
la jornada de protesta del 26 de mayo, nada debe detenerla,
la movilización independiente por nuestras demandas es la
ruta que nos enseñaron los huelguistas de mayo del 54 y no
podemos perderla por los cantos de sirena de un gobierno
patronal.
Hoy, además de la lucha gremial, tenemos la oportunidad
colosal de dar una gran batalla política para reafirmar
nuestra independencia, se trata del histórico lanzamiento
de la Candidatura Independiente Popular a la Presidencia de
la República de Carlos H. Reyes, dirigente obrero probado
en la lucha popular, quien junto a los designados
presidenciales Bertha Cáceres, dirigente de los pueblos indígenas,
Carlos Amaya dirigente del PST y de la Asamblea Popular
Permanente de El Progreso, así como Lidia Maribel Hernández
dirigente COPEMH y del Bloque Popular en San Pedro Sula, son
la fórmula presidencial que un importante grupo de
organizaciones de la Coordinadora Nacional de Resistencia
Popular han lanzado para iniciar la lucha contra el
bipartidismo.
Estos compañeros respaldados por organizaciones del
movimiento popular y fuerzas políticas de la izquierda
hondureña, impulsan como programa de gobierno la solución
a las 12 demandas que la Coordinadora Nacional le ha estado
exigiendo a los dos últimos gobiernos desde el 2003. Se
trata entonces de exigir políticamente en las urnas lo que
pedimos en las calles, tenemos la oportunidad de acompañar
las dos tácticas: la gremial y la política como si fueran
una sola.
La movilización en las calles, los paros laborales
preparados democráticamente y la candidatura independiente
popular son las armas políticas con que contamos para
fortalecer la unidad en torno a nuestros intereses, al mismo
tiempo que preparamos la marcha del 26 de mayo, acuerdo
tomado en el reciente Encuentro Obrero, Campesino,
Magisterial y Popular, debemos salir a recoger las sesenta
mil firmas que necesitamos para convertir a Carlos H. Reyes
en candidato a la Presidencia de la República.
También hacemos un llamado para que se lancen
candidaturas independientes en aquellas zonas donde existan
condiciones para lanzarlas, estamos ante una oportunidad
extraordinaria para mover el tablero político y que esta
vez, los trabajadores y el pueblo explotado en general sí
tenga por quién votar para iniciar la construcción del
poder popular en Honduras.
"Ya se acerca el tiempo en que los trabajadores dejarán
de votar por sus patrones, así como los campesinos por sus
terratenientes, las mujeres por su señor patriarcal y los
oprimidos por sus opresores..."
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