Balance de las elecciones generales de 2009
PAP (Partido Alternativa Popular), 06/05/29
El Comité Ejecutivo del Partido Alternativa Popular
adelanta un primer balance de las elecciones recién
pasadas, el cual deberá ser completado por un Directorio
Político Nacional que debe convocarse en un término
perentorio.
Los
resultados del voto presidencial:
Con el 97.71 %
de las mesas escrutadas, equivalentes al 98.39 %
de los votos emitidos tenemos que: Ricardo Martinelli
obtuvo 938,446
votos ó 60.11 %; Balbina Herrera obtuvo 586,181
votos ó 37.55 %; Guillermo Endara
obtuvo 36,630
votos ó 2.35 %; se emitieron 18,403
votos en blanco ó 1.14 % y 30,018
votos nulos para 1.86%. La suma de votos nulos y blancos totaliza 3.0%. El índice de
participación se mantuvo en los límites históricos de 73.99%.
Interpretación
del respaldo logrado por Martinelli:
El techo histórico de 60% a favor de Martinelli,
debe ser interpretado como un masivo VOTO CASTIGO al
gobierno del PRD, pero también al régimen “partidocrático”
(PRD-Panameñismo) y confirma la ruptura de las masas con
los pilares del régimen surgido en la invasión de 1989.
Nos parece unilateral o simplista interpretar como un
“voto a la derecha”. Si bien lo es en el marco de la
geopolítica continental, hay ciertas consideraciones
nacionales que matizan en algo esta caracterización:
Primero porque la elección no se dirimió contra un
candidato de la izquierda (Balbina no lo es), sino
entre dos variantes de la derecha. Segundo, aunque
la cúpula de la “Alianza por el Cambio” es
representante directa del gran capital y políticamente
derechista, la campaña de Martinelli levantó una serie de
reivindicaciones legítimamente sentidas por el pueblo
contra el gobierno y el régimen. Por ello, algunos
califican a Martinelli como “populista de derecha”. En
ausencia de una alternativa de izquierdas en las papeletas
la gente expresó su deseo de “cambio” a través de
Martinelli. Si Jované hubiera podido participar
seguramente habríamos disputado un porcentaje de esos
electores. El Voto Protesta (Blancos y Nulos) se
mantuvo en los márgenes históricos y, si bien expresa el
electorado más consciente y orgánico de la izquierda, no
fue el camino por el cual se expresó el descontento popular.
Aunque la suma de ambos (3%) fue ligeramente mayor a lo
obtenido por Endara (2.3%).
El
PRD es el gran perdedor:
Aunque el poco más de medio millón de votos
obtenidos por Balbina está cercano al número de afiliados
del PRD, el resultado electoral implica una derrota en
toda la línea: no sólo no ganaron la presidencia,
sino que tampoco obtuvieron la alcaldía de Panamá, ni
salieron electos a diputados los principales dirigentes de
su Comité Ejecutivo. El voto castigo lo fue no sólo a
la candidata y al partido, sino también al gobierno.
Cargaron con el estigma de la corrupción, la incapacidad
para resolver problemas clave, como el transporte y la
seguridad, además de la polarización social producida por
la inflación galopante, pese a 5 años de crecimiento económico
y un uso clientelista de los ingresos del canal y la
continuidad de la política neoliberal. Por supuesto, puso
su grano de arena en la derrota las pugnas internas, no sólo
entre la fracción de Balbina y Navarro, sino el papel del
propio presidente Torrijos que parecía apostar a perder
para seguir controlando al partido. Se abre una crisis
interna por la conducción de ese partido. Pero se equivocan
quienes, desde el exterior creen erradamente que el PRD es
un partido de "izquierda", por el contrario, es el
partido más neoliberal de Panamá.
El
otro perdedor es el régimen “partidocrático”:
Desde fines del gobierno de Mireya Moscoso y sobre
todo a partir de la huelga en defensa de la Caja de Seguro
Social, en 2005, empezó un proceso masivo de ruptura con el
régimen bipartidista (PRD-Panameñsimo). Las acusaciones de
financiamientos ilegales por ambos bandos, los escándalos
de las candidaturas a la alcaldía (de Velásquez y
Vallarino) y la manera antidemocrática en que se impidió
la postulación de Jované, terminó de evidenciar ante la
ciudadanía la corrupción con que se maneja el sistema político
electoral panameño. Un mandato indirecto que se
desprende de la votación, es la necesidad de una reforma
completa del sistema electoral, la cual no puede quedar en
manos de los partidos repudiados por la población.
Reforma electoral que debe salir del control del Consejo de
Partidos Políticos y de los Magistrados del Tribunal
Electoral. Debe darse una amplia participación popular y de
la sociedad civil. La ciudadanía exige control público de
las donaciones a las campañas, quitar las trabas a la libre
postulación, disminución de la cuota de adherentes para
inscribir partidos, etc.
El
acierto de la campaña “Jované Presidente”:
Fue un acierto del Partido Alternativa Popular
proponer y concretar, junto a nuestros aliados del Partido
del Pueblo e independientes, la candidatura por libre
postulación del Prof. Juan Jované. Esto permitió que
por primera vez, desde 1984, la izquierda panameña tuviera
una expresión política directa en el proceso electoral.
Que el Tribunal Electoral nos impidiera inscribir la
candidatura no fue óbice para la gira nacional exitosa, las
diversas tribunas, además de espacio en los medios de
comunicación. El fallo favorable que obtuvimos de la
Corte Suprema de Justicia, a cuatro días de la elección,
fue una victoria no sólo jurídica, sino política y moral
que ayuda a abrir camino real para este proyecto. Hemos
roto el mito de que los sectores populares y la izquierda
panameña tenían que limitarse a simples contestatarios en
la lucha social. Hemos demostrado que somos capaces de
ofrecer al país un proyecto distinto al neoliberalismo y la
corrupción.
La
tarea inmediata, construir el proyecto político popular:
El éxito obtenido por la campaña “Jované
Presidente” debe reflejarse en la concreción de un gran
proyecto político popular y de izquierdas que empiece a
actuar desde ahora como oposición al gobierno empresarial
de Martinelli y a los neoliberales del PRD. La forma que
este proyecto tendrá está en discusión con nuestros
aliados. Sin embargo, el PAP ha propuesto aprovechar el
espacio logrado con nuestro partido en formación, para que
cobijemos en su seno esta alianza encabezada por Jované.
Sea ésta u otra la alternativa que se adopte, la tarea
inmediata es reunir a los equipos del PAP en todo el país
para hacer el balance de la campaña y organizar.
Panamá, 6 de mayo de 2009.
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