Reproches entre empresarios
hondureños y legisladores
republicanos de EEUU
Un
encuentro secreto, el sábado, en Tegucigalpa
Por
Claudio Mario Aliscioni
Enviado
especial a Honduras
Clarín,
29/07/08
Tegucigalpa.–
El núcleo selecto de los más poderosos empresarios hondureños
pareció tomar con calma el retiro de visas oficiales
lanzado por Washington, según pudo comprobar Clarín.
Varios de los consultados dieron muestras de estar muy
informados de la medida, aunque sugirieron que no afectará
la campaña que iniciaron para acompañar al gobierno de
facto en su batalla contra Estados Unidos y la comunidad
global.
El
último de esos movimientos fue la reunión que mantuvieron
el sábado por la noche, en el hotel Intercontinental de
Tegucigalpa, con los legisladores republicanos Connie Mack y
Brian Bilbray. Pero en las dos semanas siguientes al golpe,
del que ayer se cumplió un mes, hubo varios encuentros en
la misma casa del embajador Hugo Llorens y sin la presencia
de congresistas. Seis de los consultados por este enviado
admitieron que en algunas de esas reuniones hubo
"momentos de lenguaje duro" y reproches mutuos.
En
privado, algunos empresarios admiten que con el ascenso del
presidente de facto Roberto Micheletti "puede haberse
roto la legalidad". Pero afirman que no pudieron
encontrar otro modo de desembarazarse del derrocado
presidente Manuel Zelaya. Esto mismo es lo que les ha
cuestionado el embajador de Washington por cuanto la asonada
puso en jaque a la administración de Barack Obama y a su
compromiso con la vigencia de la democracia. A su vez, los
empresarios critican a Llorens por no haber anticipado la
intención de Zelaya de proponer una reforma constitucional
y la reelección del presidente, dos temas que rechazan.
En
la reunión del sábado último con los legisladores de
EE.UU., un tema central aludió a las sanciones y bloqueos
comerciales contra Honduras. "Les dijimos que, si sufre
Honduras, sufrirá toda Centroamérica", explicó una
empresaria que asistió a la velada. Pero también
comentaron a los visitantes que Micheletti estaría
dispuesto a dejar el cargo si vuelve Zelaya con la condición
de que los poderes de éste último sean acotados.
"Incluso uno de los comensales habló de que podría
haber un presidente interino, nombrado por Zelaya, que llame
a elecciones", señaló una fuente.
Aunque
muchos aún hoy dicen ser "amigos de décadas" del
líder depuesto, hace una semana cerca de 50 organizaciones
empresariales le presentaron su apoyo al presidente de facto
durante una reunión en el salón Morazán de la Casa de
Gobierno.
Con
todo, ahora que EE.UU. da muestras de que empieza a
presionar con el retiro de visas, algunos hombres de
negocios son conscientes de que se viene la batalla de las
negociaciones y que debe primar el realismo y no la rigidez.
En los diálogos que mantuvo este enviado, ninguno de los
empresarios puso de relieve el grave hecho de que Honduras,
con su golpe de Estado, haya quebrado una historia de
rechazo al golpismo de toda la región: debió mediar una
pregunta explícita para que surgiera el tema. Sin embargo,
parece haber consenso en que llegó la hora de la
flexibilidad. "No se puede gobernar así un país
quebrado. La otra salida es la confrontación, gane quien
gane", dijo uno aludiendo a la mediación encabezada
por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Otro
consultado apuntó más allá y afirmó que, para Honduras,
es incluso un mal negocio que su problema político sea tema
de disputa entre republicanos y demócratas, como ha
comenzado a ocurrir.
"Esto
afecta también a los negocios aquí", dijo uno
acercando una carta de la multinacional Nike enviada el 27
de julio a la canciller Hillary Clinton. En el texto, al
cual tuvo acceso Clarín, las empresas del grupo –Adidas,
Knights Apparel, Gap– apoyan "la restauración democrática"
del país, aclarando que no respaldan a ninguno de los dos
bloques de "esta disputa interna".
Economía
de Honduras
El
golpe aceleró desplome
Por
Thelma Mejía
Inter
Press Service, julio 2009
TEGUCIGALPA– La economía de Honduras, que ya estaba
afectada por la recesión mundial, ahora va camino a un
posible colapso tras el derrocamiento del presidente Manuel
Zelaya y el posterior aislamiento internacional, advierten
expertos.
Mauricio
Díaz, del no gubernamental Foro Social de la Deuda Externa
de Honduras (Fosdeh), pronostica fuertes dificultades en
materia de inversión pública y para la llegada de
capitales externos, caída en la reservas internacionales y
problemas para mantener la estabilidad del tipo de cambio.
El
panorama económico es preocupante, "pues, si ya la
administración de Zelaya despilfarró fondos públicos y
disparó la deuda pública, ahora con la crisis
institucional sin duda la contracción económica será
mayor", señaló Díaz a IPS.
El
experto detalló que Honduras presentó un crecimiento de su
producto interno bruto (PIB) en torno a cinco por ciento
anual en promedio hasta terminar 2007, pero esa tendencia
favorable comenzó a girar el año pasado y este año en
curso se estima que cerrará el balance con sólo 1,5 por
ciento positivo.
Honduras,
cuyo PIB ronda los 14.000 millones de dólares, está entre
los países más pobres de América Latina, con 80 por
ciento de sus 7,8 millones de habitantes en esa condición
De
cara a los comicios generales del 29 de noviembre, si
finalmente se realizan, el coordinador del Fosdeh sostiene
que al margen de quien resulte triunfante, en la práctica
"perderá" porque el país tiene un panorama difícil
que obligará a serios ajustes económicos.
Para
el presidente del Colegio de Economistas de Honduras, Manuel
Bautista, el desplome de la economía se agravó con el
golpe de Estado, y todo indica "que, en vez de tener
crecimiento económico, tendremos un decrecimiento estimado
en 2,6 por ciento".
En
los primeros 30 días régimen de facto se reportan pérdidas
del orden de 70 millones de dólares, según estimaciones
preliminares del sector privado, que las atribuye al clima
de incertidumbre político, el toque de queda militar y los
bloqueos de carreteras, todo lo cual afecta severamente al
sector de servicios que representa 45 por ciento del PIB,
explicó Bautista a IPS.
La
caída de la economía, dijo, obedece no sólo a la crisis
política sino también al sombrío panorama económico
externo. No obstante, en el caso de Honduras, el aislamiento
al que se ha sometido el país y el hecho de que ningún
gobierno ha reconocido al régimen de facto de Roberto
Micheletti son todos factores que inciden en el riesgo de
colapso económico.
Ana
Cristina Pereira, analista financiera y profesora
universitaria, dijo a IPS que el incremento de la deuda pública
fue una de las "mayores irresponsabilidades" de
Zelaya, que "con sus medidas populistas no midió que
estaba llevando al país en una bancarrota de proporciones
insospechadas".
Reportes
oficiales del Banco Central, indican que la deuda pasó de
358 millones de dólares a 721,9 millones de dólares entre
2006 y marzo de 2009.
"El
impacto de estas acciones repercutirá en dos vías: la
primera es poner presión sobre el flujo de caja del
gobierno, ya que al tener obligaciones por cumplir tendrá
que pagar, en competencia con otras necesidades como es la
compra de medicamentos", indicó.
"El
otro impacto es que subirán las tasas de interés interna y
el gobierno empieza a competir con los intermediarios
financieros por los recursos", vaticinó.
Hasta
el 28 de junio, cuando Zelaya es sacado de madrugada de su
casa por fuerzas militares y enviado al exterior, Honduras
carecía de un presupuesto nacional pues no había sido
enviado al parlamento para su aprobación como indica la
Constitución.
Esta
carencia presupuestaria y la negativa de Zelaya de firmar
una carta de intenciones con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) para avalar nuevos préstamos hicieron
que se congelara el desembolso de créditos de otros
organismos financieros multilaterales por unos 320 millones
de dólares.
Este
congelamiento, así como donaciones para el área de la
educación y agua potable se mantienen en suspenso hora por
la instauración del régimen de facto.
Sólo
están en ejecución fondos por 215 millones de dólares en
materia de infraestructura que se ejecutan dentro de la
llamada Cuenta del Milenio con Estados Unidos, 60 por ciento
de de los cuales ya han sido ejecutado.
Hace
dos semanas, el parlamento del régimen de facto aprobó
finalmente un presupuesto por el orden de los 5.600 millones
de dólares, que es 8,2 por ciento menor al de 2008.
Gabriela
Núñez, ministra de Finanzas del gobierno ilegítimo
hondureño, dijo a IPS que el actual presupuesto
"refleja una disminución de 10 por ciento en el
gobierno central y de 20 por ciento en las instituciones
descentralizadas".
Un
estudio del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), denominado "Impactos económicos y
sociales de la crisis económica internacional en
Honduras", difundido hace dos meses, visualiza para el
país un aumento en 170.000 nuevos pobres para 2009,
producto de la crisis global.
El
estudio indica, además, que la aprobación por parte del
gobierno del depuesto Zelaya de un "considerable
aumento del salario mínimo" ha generado reacciones
negativas en algunos actores económicos.
El
salario base en Honduras pasó a partir de enero de este año
de 184 dólares a 289 dólares mensuales. Según el informe
del PNUD, el incremento promedio en los últimos ocho años
había oscilado entre seis y 10 por ciento, pero a partir de
2009 fue de "un valor promedio de 39 por ciento, lo
cual llega a cuadruplicar el nivel de los aumentos históricos".
La
medida de Zelaya fue bien recibida por los sindicatos y
rechazada por los empresarios y pequeños comerciantes, que
adujeron que se vieron forzados a despedir empleados. La
población económicamente activa del país, se estima en
2,9 millones de personas
El
PNUD sostiene que aproximadamente la cuarta parte de los
trabajadores que pierdan su empleo por el aumento del
salario mínimo "caerán en pobreza". Para la
analista Pereira, ahora, con la crisis política actual,
"el gobierno deberá usar medidas creativas para
mitigar el impacto y entre ellas está la creación de un
programa de compensación social para las personas y
familias afectadas por la crisis económica a fin de
amortiguarla".
A
juicio del ex rector universitario y experto en
competitividad Marcial Solís, la crisis también genera
oportunidades y confía en que la declaración emitida por
los gobiernos de El Salvador y Guatemala, en el sentido que
no cerrarán sus fronteras al comercio con Honduras,
"es un indicativo que las relaciones económicas
regionales no serán fáciles de romper".
Pero
lo cierto, indica el presidente del Colegio Hondureño de
Economistas, es que "estos siete meses los hemos
perdido, no hubo mayor inversión pública y el aislamiento
en que estamos nos obliga a apretarnos todos la faja;
Honduras no está para alardear de bonanza y muchos menos
estabilidad. Debemos recuperar la estabilidad política si
queremos amortiguar el golpe", acotó.
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