Comicios
convocados por el régimen golpista para el 29 de noviembre
La
OEA no reconocerá al ganador de las elecciones
AFP,
03/09/09
Washington.–
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, recibió
ayer el apoyo de la Organización de Estados Americanos
(OEA), que afirmó que no reconocerá los resultados de las
elecciones previstas para noviembre en su país. Pero a la
vez, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, mediador en
la crisis, declaró que el conflicto se resolverá con los
comicios presidenciales. Estas posiciones contradictorias
parecen complicar el panorama en el país centroamericano,
tras el golpe de Estado del 28 de junio.
"Los
países (miembros de la OEA) han manifestado hoy que no están
dispuestos a reconocer ni el proceso ni los resultados"
de las presidenciales del próximo 29 de noviembre en
Honduras, explicó Zelaya a la prensa tras reunirse con el
secretario general del organismo, José Miguel Insulza, y su
Consejo Permanente.
La
OEA, como Zelaya, sostiene que no puede considerarse legítima
una elección convocada por un régimen de facto, mientras
en Honduras se lanzó la campaña.
"Todos
se han manifestado en pro de endurecer más bien las medidas
contra el régimen" en Honduras, dijo, para recalcar el
respaldo que recibió de los 33 países miembros activos del
organismo, aunque no reveló de qué tipo de acciones se
trataría.
Insulza
señaló a su vez en una declaración que "todos los
miembros del Consejo (...) manifestaron el mantenimiento de
su pleno respaldo al presidente Zelaya como presidente de
Honduras, y al mismo tiempo ratificaron en todos sus puntos
las resoluciones que adoptaron la Asamblea General y el
Consejo".
El
derrocado presidente acudió ayer por cuarta vez a la OEA
desde que fue sacado de su casa a punta de pistola por un
grupo de militares y expulsado a Costa Rica. Hoy se reunirá
con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, de quien
espera una declaración "contundente y evidente"
sobre las violaciones de los derechos humanos desde el golpe
en su país, según adelantó. Y espera además que el
gobierno de Barack Obama finalmente declare como un
"golpe militar" lo ocurrido en su país. Hasta
ahora, la Casa Blanca no fue clara con respecto a este tema,
aunque mostró su apoyo al mandatario derrocado y rechazó
al gobierno golpista.
Zelaya
explicó que el encuentro de ayer en la OEA era
"necesario" después de que la misión de
cancilleres del organismo fracasara en su viaje a Honduras,
la semana pasada, en su intento de lograr que el gobierno de
facto de Roberto Micheletti firmara el Acuerdo de San José,
que apunta a restaurar a Zelaya en el poder en su país
hasta el final de su mandato, en enero.
El
plan fue redactado por Arias, quien, con la venia de EE.UU.,
se convirtió en mediador en el conflicto. Pero el
presidente de Costa Rica dio la nota discordante. En una
entrevista con el diario brasileño Folha de Sao Paulo, dijo
que es "posible" que la crisis en Honduras se
resuelva con las elecciones de noviembre, incluso si se
producen en virtud de un "golpe".
El
premio Nóbel de la Paz dijo que si las elecciones hechas en
naciones con "regímenes tiránicos" no hubiesen
tenido validez, no habría sido posible la transición de
los "gobiernos dictatoriales en Latinoamérica". Y
explicó que "fue con el dictador chileno Augusto
Pinochet que se realizaron elecciones (en Chile en 1989) y
fue con regímenes de fuerza en América Central que tuvimos
elecciones".
El
mediador dijo que insistirá en que Micheletti acepte los 12
puntos del acuerdo de San José, que incluyen la restitución
de Zelaya y la amnistía del ex presidente acusado de 18
delitos políticos.
En
tanto, la vicecanciller del gobierno de facto de Honduras,
Martha Lorena Alvarado, consideró
"desconcertante" que la OEA desconozca las próximas
elecciones luego de avalar y certificar los comicios el año
pasado.
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