Trabajadores
al Poder,
corriente interna numerosa y consecuente del Partido de la
Unificación Democrática
(UD), en su asamblea General del 7 de Noviembre del presente
año revolvió, por unanimidad, no solo condenar una vez mas
el golpe de estado sino que llamar a todas las bases de la
UD y a todo el pueblo hondureño a condenar y boicotear, por
todos los medios, las elecciones fraudulentas del 28 de
noviembre por considerarlas una herramienta de la oligarquía
nacional y del imperialismo yanki para perpetuar en el poder
a los autores del actual golpe de estado. Participar en
ellas es, en la practica (único criterio de la verdad),
convertirse en oportunistas y traidores a la gran causa de
la Revolución Hondureña y volverse parte orgánica
del aparato ideológico de los golpistas que quieren, a toda
costa, además de perpetrarse en el poder, engañar al
pueblo hondureño y a la comunidad internacional, evadir la
condena mundial por sus violaciones a la constitución y a
los derechos humanos, huir o atenuar el seguro
enjuiciamiento penal internacional y agenciarse para si la
ayuda de los países y pueblos del mundo. Nosotros excitamos
a la actual dirigencia oficialista de la UD a no dejarse
chantajear con la amenaza de perder la inscripción como
partido, pues en el futuro la Resistencia y todas las
fuerzas populares devienen obligadas a formar una coalición
de todos sus movimientos constituyentes para formar una sola
fuerza política e inscribirse y actuar como tal en
cualquier circunstancia, y ante quien sea. También les
aconsejamos no dejarse embaucar, engatusar, tentar o comprar
por ningún tipo o cantidad de chambas, trafico de
influencias, deudas políticas, dispensas u otras
complicidades y corruptelas pues mas vale seguir siendo
pobres pero honrados y no enfrentar el desprecio, la condena
y el castigo del pueblo hondureño y de la historia que ni
olvidan ni perdonan. Tampoco es argumento valido y, mucho
menos digno, avalar el fraude electoral escudados en que
podríamos recoger
algunos votos de personas desorientadas que no hallarían
por quien votar; en verdad que esto es un insulto a la
inteligencia del pueblo
en resistencia que tiene un alto nivel de dignidad y que si
ha aprendido las amargas lecciones que este golpe
sanguinario le ha dejado.
Es
necesario que entendamos que los golpistas nacionales y el
imperialismo yanki se han metido en un berenjenal o
atolladero histórico del cual no hayan como salir. Por eso
están urgiendo al Congreso Nacional para que se reúna
cuanto antes para restituir al Presidente Zelaya, por eso
Obama ha enviado otro emisario de “alto nivel”, el Sr.
Greg Kelly, para que desenrede el rollo. Sin embargo, aun en
la crisis aguda en que están prosiguen
dilatando el proceso pues el Congreso re reunirá
hasta el viernes de la próxima semana o sea el 20 de
noviembre, pero como es fin de semana seguirían discutiendo
el lunes 23 y el martes 24 y el miércoles 25
restituirían solemnemente al presidente, con bombos
y platillos, atado de pies y manos, con una venda en los
ojos, la boca sellada, los oídos tapados, respirando por
nariz ajena, lleno de precondiciones, con 24 procesos
judiciales fabricados, con 80 % de ministros y funcionarios
golpistas bajo sus “ordenes” y la posibilidad real de
ser asesinado por los fascistas, asesinos y ladrones que
actualmente detentan el poder en Honduras. Un cuadro macabro
digno del Infierno de Dante y del Macondo de García Márquez,
al mismo tiempo. Pero, Presidente Zelaya!. Es Ud. el que
tiene la sartén por el mango, pues ya funcionó la dialéctica
o sea que ya se dio vuelta la tortilla; ahora Ud. pone las
condiciones. Es decir, que el punto fundamental es
retrotraer al gobierno a la situación plenamente
constitucional de antes del 28 de junio; pero esto significa
lo siguiente: 1.– que
el Congreso Nacional funcione, exclusivamente, con los
suplentes de los diputados golpistas y con los propietarios
no golpistas; 2.– que
este nuevo congreso destituya por golpistas: al dictador
usurpador Sr. Micheletti Bain, a todo su gabinete, a todos
los funcionarios nombrados por el régimen golpista, a todos
los magistrados propietarios golpistas de la Corte Suprema
de Justicia y que esta funcione con sus suplentes, al Fiscal
General del Estado y fiscales inmiscuidos en el golpe de
estado, a toda la cúpula militar ejecutora del golpe, al
Comisionado de los Derechos Humanos por usurpación e
incumplimiento de sus deberes, a la Procuradora General de
la Republica por golpista; 2.– Anular todos los juicios
contra los funcionarios del régimen constitucional,
fabricados con pruebas falsas durante la vigencia del golpe;
3.– Devolver
al gobierno constitucional del Presidente Zelaya todo el
tiempo usurpado (mas de 4 meses) por los golpistas; 4.–
Posponer las elecciones nacionales por un periodo
proporcional al tiempo usurpado por los golpistas; 5.–
Destituir a los magistrados ilegales e
inconstitucionales del Tribunal Supremo
Electoral por ostentar cargos de elección popular
(Matamoros Watson es diputado, Ortez Sequeira es regidor de
la alcaldía capitalina y un magistrado suplente es también
diputado), quitándole a esta las prerrogativas
inconstitucionales otorgadas por los golpistas y reiniciando
la inscripción de todos los movimientos políticos que reúnan
los requisitos de ley; 6.– Viabilizar por la vía legal y
democrático– participativa la convocatoria e instalación
de una Asamblea Nacional Constituyente; 7.–
Incoar los juicios pertinentes y necesarios a las
personas que han promovido, financiado y ejecutado el actual
golpe de estado, tanto a nivel nacional como internacional,
así como a todo golpista que halla cometido crímenes políticos,
económicos, contra los derechos humanos y de lesa
humanidad. Actuar de otra forma seria justificar, legalizar y santificar
el actual golpe de estado con todas las funestas
consecuencias que esto traería para Honduras, Latinoamérica
y el mundo.
Es
necesario que entendamos que Honduras ha sido utilizada como
conejillo de indias para experimentar un nuevo modelo de
golpe militar, diseñado por la CIA, el Pentágono y la
ultra derecha yanki, para derrumbar gobiernos progresistas
que incomoden a los Estados Unidos de América y a las
oligarquías nacionales. Este modelo de golpe militar del
Siglo 21 conserva algunas características de los del siglo
pasado como las de ser tan o mas cruentos y sanguinarios
y ser ejecutados por los ejércitos nacionales que
mantienen una fuerte militarización de todas las esferas
gubernamentales y de la sociedad, en general;
pero su gran diferencia estriba en que son
meticulosamente planificados con la suficiente anticipación
que abarca varios meses e incluso años y con el camuflaje
suficiente para no ser detectados; implican y comprometen a
los mas amplios sectores civiles de la ultra derecha
tradicional tanto a nivel nacional como de la metrópoli
yanki. Así, en Honduras participan los empresarios
(especialmente los dueños de los medios de comunicación),
el congreso nacional y todas las dependencias nombradas por
él, las cúpulas derechistas (opus dei y otras) de las
iglesias católica y protestante, las ONGs y fundaciones
de la mal llamada Sociedad Civil, las dirigencias de
los partidos tradicionales y otros grupos reaccionarios;
mientras que de parte del imperio participan, además de la
CIA y el Pentágono, senadores de ultra derecha, los grupos
terroristas anticastristas y venezolanos antichavistas,
grupos religiosos fundamentalistas, etc. En el nuevo modelo
los militares jamás ocupan la presidencia de la república
o cargos del poder ejecutivo, pues este hueso se lo dejan a
los civiles, ejerciendo, eso si, un poderoso control sobre
ellos. Elemento esencial del modelo es la medición de la
respuesta antigolpista de las fuerzas populares y de la
comunidad internacional, si esta es demasiado fuerte se
recurre, entonces, a mediatización en forma de diálogos,
acuerdos, encuentros y demás medidas dilatorias (como el de
San José, Tegucigalpa y Guaymuras) que no son mas que
trampas para
que la victima acepte y/o justifique el golpe. Estas
conducen, forzosamente, a la trampa mayor de todas que son
las elecciones, acto final de la tragicomedia, que perpetua,
justifica, legaliza y santifica el golpe militar. De esta
manera, el nuevo modelo de golpe de estado, tipo siglo 21,
está probado, listo y empaquetado para ser aplicado en toda
la América Latina que responde, además, a la nueva forma
de gobernar del Sr. Obama llamada el “smart Power” o
poder inteligente que se diferencia, según él, del “hard
power” (poder duro) de los presidentes republicanos como
Reagan y Bush o del “softh power” (poder blando) de los
demócratas como Carter o Clinton.
Debemos
entender, por nuestro bien, que los gringos están frente a
una catástrofe militar en Irak, Paquistan y Afganistán
donde necesitan para sostenerse, no para vencer, por lo
menos medio millón de soldados y no los 34 mil que Obama
piensa enviar, hecho que no resistiría la economía de USA
ni siquiera un año. Por eso están preparando su patio
trasero, América Latina, para regresar a imponer su poder
hegemónico a los países progresistas a través de la
fuerza militar. He ahí la importancia del actual golpe
militar en Honduras.
En
virtud de lo anterior, respetuosamente le aconsejamos al
Presidente Zelaya que, a estas alturas, no acepte ninguna
restitución amañada por los graves riesgos que esto
conlleva para su vida, para Honduras, América Latina y el
Mundo. Que mejor calce dignamente la sandalia del exilio político
y les deje la “papa caliente” del golpe para que les
queme la conciencia y las entrañas y los desenmascare ante
el mundo. El pueblo de Honduras, los pueblos del mundo y la
historia lo absolverán. Lo queremos vivo luchando junto a
nosotros pero en otros espacios y escenarios.
Al
Sr. Obama le queremos decir que no hay poder mas inteligente
que el poder popular porque históricamente esta destinado a
sustituir a todos los demás poderes. Este poder es
omnipotente y omnisapiente porque nace de las entrañas de
los pueblos a través de la democracia participativa para
rescatar la soberanía popular y darle participación a
todos los sectores de la población (sindicatos,
organizaciones campesinas, patronatos, gremios
profesionales, organizaciones de los micro, pequeños y
medianos productores, organizaciones de los jóvenes, de los
estudiantes, de los ancianos, de las mujeres, de los
sexualmente diferentes, los desocupados, los intelectuales
etc., etc.,), para formar organizaciones políticas
horizontales, en red, no hegemónicas ni verticales,
incluyentes, renovables, revocables que privilegien el
dialogo y el consenso, que respeten el disenso, en fin, que
sean una alternativa al bipartidismo tradicional al servicio
de una minoría oligárquica y de los intereses de las
transnacionales. Todo esto lo queremos conseguir por la vía
democrática y pacifica a través de la convocatoria e
instalación de una asamblea Nacional Constituyente Popular.
Precisamente por solo querer consultarle al soberano,
nuestro pueblo, de si quería o no esta constituyente fue
que le dieron el golpe militar al Presidente Constitucional
de Honduras, Manuel Zelaya Rosales. Golpe que fue planeado
por el sector militar de su gobierno y que, desgraciada y
sorprendentemente, recibe su apoyo a través del
reconocimiento del futuro fraude electoral ya montado en
nuestro país y de las mediatización y dilación del
proceso de dialogo realizada por los funcionarios del
Departamento de Estado de su gobierno. Al respecto, estamos
seguros que el fortalecimiento del golpe de estado en
Honduras, tarde o temprano y mas temprano que tarde, actuara
como un boomerang que le hará mucho daño a su prestigio y
a su proyecto de cambios en el seno de su propio país, pues
Ud. ha sido inconsecuente con su propio ideario y, sobre
todo, con el Premio Nóbel otorgado a su persona ya que Ud.
se dejó doblar la muñeca por los halcones fascistas de su
país para victimar a un pequeño país llamado Honduras que
solo ansia vivir en democracia. Recuerde que la historia y
los pueblos tardan pero no olvidan.
¡No
al oportunismo político y a la inmoralidad!
¡No
a las elecciones fraudulentas!
¡Sí
a la Constituyente!