Honduras

Honduras, tumba para periodistas

Cinco reporteros asesinados sólo en el mes de marzo

Por Daniel Lozano
Corresponsal
Público.es, 07/04/10

José Mairena y Manuel Juárez, dos periodistas críticos
ametrallados: bajo el gobierno de Pepe Lobo
se asesina con total impunidad

Tegucigalpa.– El golpe de Estado contra Manuel Zelaya ha abierto la caja de Pandora en Honduras. Nueve meses después, "el país vive una crisis de ingobernabilidad y violencia", se lamenta Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh) y la voz más crítica contra los desmanes de los golpistas de Roberto Micheletti. Resultado: cinco periodistas muertos en marzo.

"Vivimos en un país en crisis social, con una sociedad confrontada y con sed de venganza y donde el crimen organizado se ha robustecido con policías", añade Pavón, esgrimiendo cifras aterradoras: "En Honduras sufrimos 63 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, frente a 3,9 de Europa". La ONU ha establecido que el triángulo de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) es la zona más violenta del planeta.

¿Quién ha matado a estos cinco periodistas hondureños? "Las muertes tienen características comunes: se han realizado en puntos cardinales del país, fueron acribillados en el interior de sus vehículos con AK–47 y ejercían periodismo local", pormenoriza Pavón. "Sí se diferenciaban en su compromiso político: algunos militaban en la resistencia, otros fueron críticos suaves".

El escenario del último crimen es Olancho, la tierra salvaje de Zelaya y del actual presidente, Porfirio Lobo. José Mairena, conductor del programa “Así es Olancho”, en Radio Excelsior, ya había cumplido 52 años; Manuel Juárez, los 55. Los dos murieron tiroteados el 27 de marzo. No eran miembros de la resistencia, pero su periodismo crítico con los poderes locales tronaba en una tierra donde no se conocen las medias tintas.

Censura e intimidación

"El país cayó en un mes al peor nivel mundial en cuanto a la seguridad de los periodistas", denuncia Reporteros Sin Fronteras (RSF). "Tampoco se ha hecho justicia por los ataques, intimidaciones, censuras y asesinatos de periodistasy defensores de Zelaya desde el 28–J", añade RSF. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Sociedad Interamericana de Prensa y los gobiernos francés y alemán se unieron a las críticas. Y la Unesco, que se puso a la cabeza: "Es una intolerable ola de violencia sin precedentes"

La marea internacional provocó ayer, por fin, la reacción del Gobierno, quien ofreció una recompensa de 101.000 lempiras (3.990 euros) a quien aporte datos para la investigación. "Lo digo claramente: no hay ningún indicio de que estén vinculados con situaciones políticas; o sea, que son actos posiblemente de narcotraficantes", declaró Óscar Álvarez, ministro de Seguridad, quien adelantó la inminente captura de sospechosos.

"Mientras el Gobierno no lo demuestre, nosotros apostamos por los móviles políticos", contradice Pavón. El caso más evidente es el de NahumPalacios. El periodista de Tocoa no sólo informaba contra el golpe de Estado, también del conflicto de los campesinos del Aguán, que se enfrentan con los terratenientes de la zona. Días antes de su muerte, Palacios culpó directamente al empresario Miguel Facussé de cualquier atentado contra su vida. Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), ha relatado cómo Palacios entrevistó a las víctimas de un operativo paramilitar que buscaba "guerrilleros". Sus palabras ya son parte de su testamento: "Esta gente no tiene cara de terroristas; son gente humilde, campesinos pobres".

Operación Trueno

El Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán (MUCA) denunció ayer la puesta en marcha de laoperación Trueno, intervención militar violenta "con detenciones y asesinatos de dirigentes del MUCA y de laResistencia". El campesino Miguel Ángel Alonso es la última víctima, "asesinado por esta nueva estrategia de exterminio", según el MUCA. "Tenemos constancia de que paramilitares colombianos han sido contratados por los terratenientes", revela a PúblicoRasel Tomé, coordinador de la resistencia.

Los dos primeros periodistas asesinados fueron Joseph Hernández y David Meza. El primero, por un error. Los sicarios buscaban a Karol Cabrera, la periodista favorita de Micheletti, que sólo sufrió un rasguño y que ahora ha pedido asilo en el extranjero. Y el segundo, David Meza, ejecutado en La Ceiba, mantenía "una muy conocida trayectoria. Quizá le seleccionaron para extender el miedo", interpreta Pavón.

Impunidad total de los sicarios

El periodista que milagrosamente sí pudo salvar su vida es José Alemán, ahora exiliado. El corresponsal de Radio América sufrió un atentado el 28 de marzo. Le dispararon sin éxito y él buscó refugio en la policía. La respuesta de los agentes precipitó su huida: "No somos capaces de brindarle seguridad". Horas antes, Alemán había narrado en su emisora el enfrentamiento de la policía con unos asaltantes, en el que murió uno de los presuntos malhechores.

¿Qué responsabilidad tiene el Estado? "La impunidad y la ingobernabilidad", ataca Tomé. "No hay condiciones para creer en la Justicia. Incluso el general golpista Romeo Vásquez ahora dirige la empresa de telefonía nacional, desde donde puede tener acceso a todas nuestras conversaciones: todo parece posible hoy en Honduras".