Acá no hay medias tintas o
se está por la dignidad y la lucha de pueblo de Honduras o se pasa a formar
parte del grupo de los genocidas y sus cómplices.
“Ortega
cede ante Lobo”...“Ortega por fin reconoce a Pepe Lobo”
Estos son solo dos de los
titulares aparecidos en los medios en estos últimos días luego de que el
ilegítimo mandatario de Honduras, ingresara a territorio nicaragüense en
visita oficial, se diera un abrazo con Ortega y firmaran acuerdos bilaterales.
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Mientras
en Honduras se multiplican los asesinatos de luchadores de la
resistencia,
el “sandinista” y “bolivariano” Daniel Ortega se abraza con
Pepe Lobo |
A lo lejos se oyen tibias
aclaraciones de que “no hay un reconocimiento oficial por parte del gobierno
nicaragüense”, pero los hechos constatados las desmienten con absoluta
claridad. Y es que, de hecho, algo se ha quebrado de su tan categórica
negativa a legitimar a Pepe Lobo como presidente de gobierno de Honduras.
Según las declaraciones de
Ortega, la agenda desarrollada con Lobo tuvo por objetivo lograr el
"avance de la región centroamericana". "Centramos las
conversaciones en la importancia de retomar el proceso de integración
centroamericana, que se encuentra paralizado por razones de todos conocidas, y
necesitamos retomar el proceso con miras a fortalecer la integración”,
sostuvo.
Pero ninguna de estas
pretendidas cuestiones de “desarrollo regional” (y me pregunto desarrollo
con quienes y para quienes?) justifica esta tácita aceptación del genocidio
lento, planificado y selectivo que se está llevando a cabo en Honduras por
parte de los golpistas.
El exterminio de periodistas,
docentes, trabajadores y trabajadoras, la mayor parte de estos, miembros
activos de la resistencia. Los ataques al campesinado, que ya cuentan con
varios muertos en este último tiempo, brutalmente asediados por las fuerzas
militares y paramilitares en el Bajo Aguán y otras regiones. El aumento de
femicidios y violaciones a niñas, adolescentes y mujeres en los últimos
meses.
Las medidas económicas
salvajes que aumentan cada día los precios de los alimentos, los remedios y
todo artículo básico para la supervivencia. Los abusos empresariales a
trabajadorxs (algunos de los cuales involucran torturas y lesiones) de los que
se han conocido varios casos gracias a la prensa contrainformativa. Los
acuerdos de mayores privatizaciones, el avance de las transnacionales. Las
visitas de los mas duros representantes de la ultra derecha neoliberal (Otto
Reich se encontraba en ese país hace dos días) Y por último, la inauguración
de la nueva base militar de los Estados Unidos en suelo hondureño, que
justamentese encuentra en un departamento fronterizo con Nicaragua.
Todo esto no es ignorado, ni
por el propio Ortega, ni por el resto de las autoridades nicaragüenses, así
como tampoco por los y las militantes del Frente Sandinista de Liberación
Nacional que en su página web oficial, se limitan a reseñar elencuentro tan
claramente trascendente bajo el título: “Nicaragua y Honduras reactivan
acuerdos sobre Golfo de Fonseca”.
Se podrán decir muchas
palabras, habrá análisis más o menos certeros, pero nada tan claro y
oportuno como la carta enviada a Daniel Ortega y Rosario Murillo, por el Movimiento
Social Nicaragüense “Otro Mundo es Posible” integrantes de la Red
Internacional de Solidaridad con Honduras:
Carta pública
al comandante Daniel Ortega
Compañero Daniel Ortega
Presidente de Nicaragua
Compañera Rosario Murillo
Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía
Managua, 11 de abril de 2010
Compañero y compañera,
reciban un fraterno y revolucionario saludo en nombre del Movimiento Social
Nicaragüense “Otro Mundo es Posible”.
Como parte de la Red
Internacional de Solidaridad con Honduras, y con todo respeto pero con
firmeza, queremos manifestarle nuestro más profundo pesar y estupefacción
ante el reconocimiento de facto que como Presidente de Nicaragua ha hecho al
Presidente ilegitimo Porfirio Lobo de Honduras; elegido como todos sabemos a
partir de un proceso electoral totalmente ilegal.
Son innumerables las
comunicaciones que estamos recibiendo de diferentes organizaciones hondureñas
pertenecientes al Frente Nacional de Resistencia pidiéndonos algún tipo de
explicación ante lo que consideran una traición de un gobierno aliado de
izquierdas. Consideramos que un país como el nuestro, ejemplo durante tantos
años de dignidad y de la defensa acérrima de valores éticos por encima de
cualquier otra razón o intereses de cualquier índole, no puede en las
actuales circunstancias traicionar la sangre derramada por la ejemplar
Resistencia que el pueblo hondureño está demostrando al mundo frente a los
intereses imperialistas y de la oligarquía continental que pretenden hacer
retroceder el avance del proyecto de Bolivar, de Martí y de Sandino,
representado hoy en por ALBA en todo el continente; pero que nunca se
imaginaron la valentía del pueblo de Morazán y de Lempira que no están
retrocediendo ni un paso atrás.
Cuando hace semanas el
gobierno de Nicaragua condicionó cualquier posición ante el gobierno
ilegitimo de Honduras a un irrestricto respeto a los derechos humanos,
confiamos que Nicaragua se mantendría firme en el no reconocimiento del
gobierno de Lobo, como habían manifestado el resto de países del ALBA. No
entendemos como, precisamente cuando la escalada de represión está en su
punto más álgido desde el golpe de estado, sea cuando se produce este
reconocimiento de facto de parte de nuestro gobierno.
Por todo ello queremos
solicitarle, en nombre de la solidaridad con el pueblo hondureño, en nombre
de sus mártires y en nombre de la dignidad latinoamericana, y desde el espíritu
revolucionario que nos une a los centroamericanos, desde Lempira y Farabundo
Martí hasta Sandino, que el gobierno de Nicaragua no proceda al
reconocimiento formal, bajo ninguna circunstancia, del gobierno fruto del
golpe de estado en Honduras y proceda a exigir el cese inmediato a la represión
que el estado hondureño viene actuando en contra del pueblo.
Firma el Movimiento Social
Nicaraguense “Otro Mundo es Posible” (www.otromundoesposiblenic.codigosur.net)
La respuesta a esta carta aún
no ha llegado a mis manos, pero cada “mancada” ante la derecha golpista
por parte de un gobierno, implica legitimar cada asesinato, cada desaparecido
o desaparecida, las torturas y el avance hacia el exterminio de los compañeros
y compañeras del Frente Popular de la Resistencia y cualquiera que se oponga
a la dictadura de Lobo.
Esta acción de Ortega,
reviste mayor gravedad por cuanto debilita el cerco que se intentó realizar
desde el ALBA y los gobiernos y organizaciones regionales solidarios con el
pueblo hondureño.
La hipocresía manifiesta
demostrada por Ortega y su desprecio por la lucha de la resistencia popular y
gran parte del pueblo de Honduras, debería llevar a la reflexión a quienes
apoyan al gobierno de Nicaragua, toda vez que desconoce el significado y la práctica
de la solidaridad internacionalista y el respeto por los derechos humanos de
las personas.
Acá no hay medias tintas o
se está por la dignidad y la lucha de pueblo de Honduras o se pasa a formar
parte del grupo de los genocidas y sus cómplices. El silencio, y más en este
caso la acción llevada a cabo por Ortega implica un paso del que difícilmente
haya retorno.
En ese abrazo dado al
golpista Lobo, el presidente de Nicaragua, desoyó el clamor popular y no se
dio cuenta de que sus manos quedaron teñidas de sangre de hermanos y hermanas
hondureñas caídos en su lucha contra el golpe de estado y la actual
dictadura.
(*)
Nota preparada para la columna radial “En Tiempo”, por “Somos Uno”
radio de Monterrey, México.