San
Juan.– Una escalada represiva por parte policial se presentó en el
Capitolio cuando estudiantes intentaron ingresar a la Casa de las Leyes y
fueron repelidos por efectivos de la Unidad de Operaciones Tácticas, que
rociaron gas pimienta contra los jóvenes.
Quienes llevaron la peor
parte fueron cinco de ellos, identificados como reporteros de Radio Huelga,
quienes sin demostrar violencia hicieron desobediencia civil y fueron rociados
con gas pimienta y luego fueron expulsados del edificio a macanazos y
empujones. En el grupo había tres mujeres, algunas de ellas pertenecientes a
una radio (Radio Huelga) comunitaria de los estudiantes.
Itzamar Abreu, quien se
identificó como estudiante y reportera de Radio Huelga, denunció que fue
agredida con una macana en la cabeza.
Minutos después la situación
fue controlada y entre 75 a 80 efectivos policiales establecieron un cordón
humano en la plazoleta del lado norte del Capitolio para mantener a distancia
a los manifestantes.
El representante popular
Charlie Hernández se personó a la plazoleta del ala norte del Capitolio y
constató uno a uno que los funcionarios policiales estuviesen debidamente
identificados como manda la ley.
Incluso, exigió al oficial
en mando que se removiera a varios uniformados que no portaban consigo su
placa.
Según Hernández, la acción
policial es totalmente injustificada y excesiva: “Esto es un atropello. Todo
esto ocurre por el ánimo de represión del Gobierno que ha negado el acceso
de los ciudadanos a las graderías a ver las sesiones legislativas; todo esto
es la consecuencia natural de la represión, y yo lamento mucho que la Policía
de Puerto Rico haya venido en ánimo de golpear y para colmo, no haya tenido
el valor de por lo menos identificarse”, sostuvo el legislador.
Minutos después, la
presencia policíaca fue reforzada con efectivos de la Unidad Montada.
“Son las 5:00 de la tarde
del día 30 de junio de 2010, grupos de estudiantes, profesores y ciudadanos
pidieron entrada a la Casa de las Leyes y fueron golpeados y torturados por la
Polícia, hay numerosos heridos, mientras se moviliza la Guardia Nacional
hacia el Capitolio. Choques violentos se esparcen por toda la zona del
Parlamento y las represiones continúan.”
Tras un año de que el actual
gobierno del Partido Nuevo Progresista (PNP, partido que busca la anexión de
Puerto Rico a los Estados Unidos), intentara y lograra exitosamente la toma de
varias instituciones que sostienen el gobierno democrático de Puerto Rico, un
ambiente de hostilidad seguido por temerarias acciones retadoras de la paz pública,
han desembocado en acciones violentas y agresivas del actual gobierno, tanto
contra los partidos de oposición, como del movimiento estudiantil organizado,
los sindicatos, la prensa, así como de todos los sectores de la sociedad
civil puertorriqueña.
Esta toma del control
constitucional procede de la Rama Legislativa bajo la autoridad del Senador
Lcdo. Thomas Rivera Schatz, apoyada por el gobierno central bajo el mando del
Secretario de la Gobernación, el Lcdo. Marcos Rodríguez Ema, con el obvio
propósito de tener a su disposición y sin disputa, el control de todos los
organismos rectores judiciales, universitarios, económicos y civiles. Ante
este panorama, el actual Gobernador, Lcdo. Luis Fortuño, funciona sin
voluntad, sin opinión y sin presencia ni responsabilidad pública.
Con el control del Tribunal
Supremo de Puerto Rico, la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto
Rico, el pretendido control de los medios de comunicación, entre muchos
otros, se atenta contra la genuina participación del pueblo puertorriqueño
en todos los procesos democráticos protegidos por su Carta de Derechos.
Los incidentes comenzaron con
el despido de más 20,000 empleados públicos con el pretexto de aliviar el
gigantismo gubernamental y resolver el gravísimo déficit fiscal del país.
Esta decisión ha provocado el caos económico, ha empeorado la prestación de
servicios públicos y ha provocado la desesperanza en todas las familias
puertorriqueñas. De la misma forma se instauró una grave persecución contra
los institutos artísticos del país, estrangulando sus presupuestos y de esta
manera evitar la propagación del arte como disidencia. Mientras el Gobierno
favorecía con contratos de cantidades obscenas, a cientos de asesores,
contratistas, y cabilderos asociados a su partido.
Continuaron los ataques con
el nombramiento al Tribunal Supremo de cuatro Jueces afiliados y militantes al
partido del poder logrando con ello la mayoría a favor del gobierno de todas
las decisiones que por votación individual se hicieran en ese foro. Luego
continuó con la eliminación y represión de la participación estudiantil en
los procesos universitarios, la supresión de derechos de exención de
matricula de atletas, artistas, entre otros, mientras obligó a los
estudiantes de los 11 recintos universitarios del estado a declarar una Huelga
que duró 60 días. Los estudiantes en Huelga lograron negociar a través de
un tribunal de primera instancia, sin embargo, los referidos compromisos
fueron invalidados por el Secretario de la Gobernación quien dijo que los
acuerdos “no valen el papel en que están escritos”.
Este hecho precedió a la
acción del gobierno central y del Senado de proponer un proyecto de Ley,
aprobado en cuestión de horas, para aumentar cuatro miembros más a la Junta
de Síndicos. Dichos miembros son incondicionales del partido en el poder.
Los estudiantes
universitarios de la universidad del estado, cuya vasta mayoría dependen de
la beca de estudios federal, se enfrentan a una cuota anual recurrente de $800
dólares. Cuota que no pueden pagar y que se negarán a pagar obligados
nuevamente a la consecuente Huelga. De esta manera, la administración central
de la UPR arriesga la acreditación de la Universidad y podrá privatizar sus
activos.
En esta misma dirección, el
Gobierno de Puerto Rico venderá los terrenos donde se ubica la zona del
llamado “Karso” del Noroeste, que recoge un tercio de los abastos de agua
de todo el país, para entregarlo a manos privadas que construirán un expreso
de peaje sobre la referida zona, rica ecológicamente.
Pasando por alto muchos otros
acontecimientos, el Presupuesto del país fue
aprobado, junto con innumerables leyes que favorecen la privatización,
la descolegiación profesional, así como la repartición de fondos públicos
amanos privadas sin tomar en cuenta las necesarias y obligadas vistas públicas
de participación ciudadana, y apagando los micrófonos de las bancas del
Partido de Oposición de manera despótica.
Los incidentes lograron un
punto climático cuando esta pasada semana, el FBI (Federal Bureau of
Investigation de los Estados Unidos) arresta por cargos de soborno, venta de
influencias y otros a un senador del PNP, el senador Héctor Martínez, mano
derecha del Senador Rivera Schatz.
Una pugna pública salta a
las noticias entre Rivera Schatz y este cuerpo federal castrense, en defensa
de la supuesta inocencia del senador Martínez, quien ha sido asociado al
narcotráfico y quien fuera grabado en medio de su acto de soborno. Como último
de los muchos incidentes de violencia y temeridad del Presidente Senatorial,
se censuró mediante la fuerza la entrada de los periodistas a las sesiones
del Senado, privando al pueblo puertorriqueño de la discusión que se realizó
sobre el presupuesto del país. Los incidentes llegaron a la violencia verbal
y física entre senadores, y han elevado la indignación del país a un punto
insostenible de ansiedad y rabia.
El Lcdo. Thomas Rivera Schatz
ha tomado virtual control del país con sus actitudes tiránicas y fascistas,
y no se descarta que desde sus mismas gradas se inicien esta semana procesos
de persecución y violencia contra otros sectores del país, apoyados por el
Secretario de la Gobernación de Puerto Rico.
Son las 5:00 de la tarde del
día 30 de junio de 2010, grupos de estudiantes, profesores y ciudadanos
pidieron entrada a la Casa de las Leyes y fueron golpeados y torturados por la
Polícia, hay numerosos heridos, mientras se moviliza la Guardia Nacional
hacia el Capitolio. Choques violentos se esparcen por toda la zona del
Parlamento y las represiones continúan.
Este control de facto del
poder político en la Nación Puertorriqueña viola todos los más elementales
principios de la democracia y del gobierno participativo, por lo que enteramos
al mundo de la actual situación de violencia contenida que existe en nuestro
pueblo y que está a punto de estallar contra estos dos políticos que han
tomado por asalto el poder del país. Aún cuando en Puerto Rico no existen
las condiciones para un levantamiento armado popular por la obvia desigualdad
de las fuerzas en pugna, una revolución de afirmación cultural y estudiantil
comienza a tomar las calles y a rescatar los espacios robados por los autores
de este golpe.
Exhortamos a todos los medios
de comunicación del mundo a que den noticia de la actual situación de la
Nación Puertorriqueña y solicitamos por ende su completa solidaridad.
(*)
Dramaturgo puertorriqueño. Texto escrito con la activa colaboración,
comentarios y apoyo de más de un centenar de ciudadanos puertorriqueños.