Dos escándalos en el mismo
mes
Por Claudio Testa
Para Socialismo o Barbarie, 26/04/11
• Entrega luchadores políticos
al gobierno represivo de Colombia
• Pacta con “Pepe” Lobo,
presidente de Honduras, gestionar el reconocimiento de su
gobierno y la capitulación de la resistencia
En agosto del año pasado, se produjo
un acontecimiento al que los crédulos en el “socialismo
del siglo XXI” prestaron poca atención o comprendieron
mal. Fue el “abrazo Santos-Chávez” en Santa
Marta, Colombia.
En esa ocasión, el flamante
presidente colombiano, Juan Manuel Santos, firmó con Chávez
una serie de acuerdo políticos y económicos que implicaron
un giro de 180º en las relaciones entre los dos países.
Con el presidente saliente, Álvaro Uribe, habían estado en
un punto de ruptura y casi al borde de un conflicto armado.
Opinamos, entonces, que el “abrazo
Santos-Chávez” tenía un significado político
importante, que iba más allá de los papeles
formalmente suscriptos entre ambos gobiernos: “Su
acercamiento significa que ambos se desplazan políticamente
hacia posiciones de ‘centro’... En el caso de Chávez,
se trata claramente de un curso a la derecha. Es muy
significativo que, en la cumbre de Santa Marta, fuese Chávez
y no el presidente colombiano el encargado de lanzar
rayos y centellas contra las guerrillas, mientras Santos
se daba el lujo de no tocar el punto.” (Socialismo o
Barbarie, periódico Nº 183, 20/08/10).
Hoy esto se ha confirmado con creces.
El “abrazo Santos-Chávez” se ha transformado en un matrimonio
político que va más allá de la estrictas relaciones
entre ambos gobiernos. El dúo opera políticamente en toda
la región... Y demás está decir que no promueve ningún
tipo de “socialismo”, ni del siglo XXI ni del siglo XX.
En abril, esto fue marcado por dos
hechos particularmente escandalosos: primero, el acuerdo con
“Pepe” Lobo, presidente de Honduras, para gestionar la
capitulación de la resistencia; días después, la captura
y entrega de refugiados políticos al gobierno represivo de
Colombia.
El nuevo amigo de Chávez:
“Pepe” Lobo, presidente del régimen golpista hondureño
El 9 de
abril, en Cartagena, Colombia, los presidentes Santos y Chávez
se reunieron sorpresivamente con “Pepe” Lobo, “en
busca de apoyo al regreso de su país a la Organización de
Estados Americanos (OEA)” (La Jornada, 10/04/11).
Lobo es el presidente electo en los
fraudulentos comicios del 29 de noviembre del 2009, bajo la
bota de los golpistas. Su gobierno es una continuación
directa del régimen instaurado por el golpe. La represión
brutal de toda huelga o movilización, los asesinatos de
centenares de luchadores sindicales, estudiantiles y
campesinos por sicarios que gozan de total impunidad, marcan
la presidencia de Lobo.
El nuevo mandatario del golpismo
tiene el problema de que la OEA y muchos gobiernos de América
Latina –entre ellos Brasil y Argentina– aún no lo
reconocen como gobierno legítimo de Honduras, a pesar de
las gestiones que el Departamento de Estado vienen haciendo
desde que asumió el mando.
Pero lo que no logró Hillary Clinton
ahora intenta conseguirlo Chávez. Es un giro total. En mayo
de 2010, en ocasión de la Cumbre Iberoamericana en Madrid,
Chávez anuncio que no asistiría si participaba Lobo, por
ser un gobierno “ilegitimo”.
Once meses después, el mismo Chávez
declara en Cartagena: “con mucho gusto he conocido al
presidente Lobo... y los resultados son muy positivos”; y
explicó que “nosotros hemos hecho gestiones para tratar
de ayudar a que Honduras se reintegre a todos los organismos
internacionales y a los programas de cooperación con
nuestros países”. (Reuters, 09/04/11) ¡Esas
“gestiones” de Chávez incluyen también la capitulación
de la resistencia!
En síntesis: ¡una puñalada por la
espalda a la resistencia hondureña, de quien posó como su
gran valedor!
Los motivos del cambio es la Realpolitik
que practican este tipo de gobiernos. Como explica
extensamente Tomás Andino, un miembro de la resistencia
hondureña, se está gestando un jugoso negocio de
Petrocaribe con el régimen golpista.[1]
El entregador policial
“bolivariano”
La semana pasada, saltándose
cualquier norma legal, Chávez entregó al gobierno de
Santos al periodista de origen colombiano y nacionalidad
sueca, Joaquín Pérez Becerra, director de ANNCOL
(Agencia de Noticias Nueva Colombia) que tiene un sitio web
en Suecia y suele reflejar las opiniones de las FARC.
Pérez Becerra había sido detenido
al llegar desde Europa a Caracas, acusándolo de
“terrorista”, aunque desde hace 20 años vive legalmente
en Suecia y la Unión Europea, sin que jamás haya sido
considerado como tal por las autoridades.
Luego, Santos aclaró lo sucedido:
“Pérez –afirmó– ha sido el responsable durante muchísimos
años de toda esa mala propaganda que le han hecho las FARC
a Colombia en Europa.” (revista Semana,
Bogotá, 25/04/11). ¡Hacer “mala propaganda” es
terrorismo.
Y añade esa revista: “Santos llamó
al presidente Chávez, para pedirle que capturara a Joaquín
Pérez, quien había abordado en el aeropuerto de Frankfurt
(Alemania) un avión comercial con destino a Caracas. «Le
di el nombre y le pedí que si nos colaboraba para su
captura», dijo Santos. Y así se dio.”
Pérez habría sido entregado casi de
inmediato y sin juicio de deportación a una comitiva de
policías y militares venidos desde Bogotá. ¡Esto es
doblemente infame, conociendo la práctica de torturas y
asesinatos que impera en Colombia!
Hasta ahora, Chávez venía
entregando a Santos a combatientes de las FARC y el ELN que
se refugiaban en Venezuela. En diciembre pasado, le entregó
a Nilson Terán, segundo jefe del frente norte del ELN.
Pero la captura y entrega de un
periodista cuyo único “delito” es hacer “mala
propaganda” en Europa del régimen narco-paramilitar
colombiano, es descender otro escalón.
Por supuesto, no justificamos tampoco
la entrega de guerrilleros. Siempre estimamos que la política
de las FARC y el ELN es absolutamente desastrosa. También
dijimos eso, cuando Chávez coqueteaba con las FARC para
presionar a Uribe. ¡Pero cualquiera sean las diferencias
políticas, nadie que se pretenda “socialista” o
“revolucionario”, puede entregar a un luchador por más
equivocado que esté!
Chávez hace esta canallada, por las
mismas razones que trata de legitimar al régimen golpista
de Honduras: la Realpolitik que asoma detrás del
ocaso del “socialismo del siglo XXI”. En este caso, los
crecientes negocios comunes colombo-venezolanos, por el lado
económico, y el papel de garante del “orden” regional,
por el lado político.
Nota:
1.- Tomás Andino, “¿Por qué
Santos y Chávez nos quieren ‘reconciliar’ con el
Lobo?”, www.socialismo-o-barbarie.org, edición del
18/04/11.
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