EEUU sale en defensa de Uribe
Por Jim Lobe
Inter Press Service (IPS), 02/08/04
Washington - El gobierno de George
W. Bush salió este lunes en defensa del presidente de Colombia,
Alvaro Uribe, luego de conocerse un viejo informe de la inteligencia
militar estadounidense que expone supuestos vínculos suyos con el
narcotráfico.
Desaprobamos completamente las
acusaciones contra el presidente Uribe", dijo este lunes el
portavoz del Departamento de Estado (cancillería) Adam Ereli.
"No tenemos información creíble
que sustancie o corrobore las alegaciones que aparecieron en un
informe de 1991 sin evaluar (por las autoridades de la inteligencia
estadounidense y que) vinculan al presidente Uribe con el negocio o el
tráfico de droga", añadió Ereli.
El análisis de la Agencia de
Inteligencia de Defensa (DIA), dependiente del Departamento de
Defensa, indicaba hace 13 años que el hoy presidente colombiano y
entonces senador era un "cercano amigo personal" del jefe
del narcotráfico Pablo Escobar y que había trabajado para su Cartel
de Medellín.
"Puedo decirle que era un
informe que incluía información basada sobre (...) una fuente no
corroborada. Es información en bruto (...) no inteligencia bien
evaluada, y deduzco por mis colegas del Departamento de Defensa que no
constituye una posición oficial de la DIA" o del Pentágono,
sostuvo Ereli.
El documento divulgado el fin de
semana por el independiente Archivo de Seguridad Nacional (NSA) en la
Universidad George Washington, obtenido al amparo de la Ley de
Libertad de Información, incluye breves reseñas sobre 105 de los
"más importantes narcoterroristas" de Colombia.
Las personas mencionadas en el
informe fueron, según sus autores, "contratados por los carteles
de drogas colombianos para seguridad, transporte, distribución,
recaudación y cumplimiento de operaciones" en Estados Unidos y
en Colombia.
El documento incluye, al comenzar,
una aclaración de sus autores o supervisores según la cual no todos
los datos habían sido objeto de una evaluación final.
Uribe figura en el numeral 82 de la
lista, a continuación de Pablo Escobar, "máximo jefe del cartel
de Medellín", Yair Klein, un mercenario israelí que ayudó a
entrenar a paramilitares del cartel, y Berta Inez, "colaboradora
directa de Escobar", muerta en un tiroteo con policías
colombianos y comandos estadounidenses en 1993.
Alvaro Uribe Velez es, de acuerdo
con el documento, un "político colombiano y senador dedicado a
colaborar con el cartel de Medellín a altos niveles
gubernamentales".
"Uribe estuvo vinculado con
empresas involucradas en actividades de narcotráfico en Estados
Unidos. Su padre fue asesinado en Colombia por sus conexiones con los
narcotraficantes", agrega el informe.
Según la versión predominante en
Colombia, el hacendado Alberto Uribe, padre del mandatario, había
sido asesinado en 1983 por las insurgentes Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
Alvaro "Uribe trabajó para el
Cartel de Medellín y es un amigo personal cercano de Pablo Escobar
Gaviria", prosigue el documento. "Participó en la campaña
política de Escobar para ganar el cargo de asistente
legislativo" y "desde el Senado atacó toda forma de tratado
de extradición".
Uribe negó tajantemente cualquier
conexión con el narcotráfico en una declaración que también fue
publicada en el sitio web del NSA el domingo.
Algunas de las acusaciones habían
sido formuladas en el pasado, en especial por sus adversarios políticos
en la campaña electoral de 2002.
"Es algo que la izquierda ha
intentado endilgarle, y esto les da munición nueva" a los
opositores, dijo el experto en asuntos colombianos Adam Isaacson, del
instituto académico centroizquierdista Centro de Política
Internacional (CIP) con sede en Washington.
Pero el propio Isaacson no conoce
conexiones sólidas entre Uribe y Escobar. El documento, por otra
parte, contiene errores factuales y no cambiará, al parecer, muchas
opiniones.
Isaacson también consideró errónea
la inclusión del traficante de armas saudita Adnan Khashoggi y del músico
colombiano Carlos Vives, ganador de un premio Grammy de la Academia de
Artes y Ciencias Discográficas de Estados Unidos.
Por su parte, el vicepresidente de
la institución Diálogo Interamericano, Michael Shifter, estimó que
el informe "fortalecerá a los anti-Uribe y a sus defensores, que
lo verán como una campaña de calumnias".
En una declaración emitida en
Bogotá, Uribe observó que en 1991 asistía a la Universidad de
Harvard e insistió en que no tenía negocios de ningún tipo fuera de
Colombia.
También aseguró que su padre,
Alberto Uribe Sierra, fue asesinado por las FARC cuando intentaban
secuestrarlo.
Por otra parte, observó que no se
opuso activamente a la extradición de supuestos narcotraficantes a
Estados Unidos, asunto que era objeto de un debate constitucional en
Colombia, sino que proponía retrasar un referendo en la materia hasta
después de las elecciones presidenciales y parlamentarias entonces
pendientes.
Uribe destacó que desde la
presidencia ha autorizado hasta ahora la extradición de más de 170
presuntos narcotraficantes.
La asistencia antidrogas y contra
la insurgencia de Estados Unidos a Colombia aumentó durante el
gobierno de Bush. Este país latinoamericano es el principal receptor
de ayuda militar y de seguridad estadounidense de toda América.
La declaración de Uribe no niega
lo que, según el NSA, es "la acusación más importante del
documento: que (el hoy presidente) tenía una estrecha relación
personal con Pablo Escobar y de negocios con el cartel de Medellín".
"Como la fuente del informe y
los comentarios del oficial a cargo no fueron desclasificados, no
podemos estar seguros de cómo la DIA juzgó estos datos", dijo
el director del Proyecto de Documentación sobre Colombia del NSA,
Michael Evans.
"Pero sabemos que oficiales de
inteligencia creen que el documento era serio y suficientemente
importante como para que fuera elevado a analistas en
Washington", agregó Evans.
El NSA advirtió que buena parte de
la información sobre otras personas identificadas en el documento
"es correcta y fácilmente verificable".
"Es evidente que se empleó
una significativa cantidad de tiempo y energía para compilar este
informe, y que no viene de una sola fuente en un cóctel, como es
frecuente en estos casos", añade el NSA.
El ex investigador jefe de la
organización de derechos humanos Human Rights Watch en Colombia Robin
Kirk indicó en un libro publicado el año pasado que ninguno de los
enemigos de Uribe pudo demostrar los supuestos vínculos entre el
actual mandatario y los narcotraficantes.
En 1984, indicó Kirk, la policía
colombiana se incautó de un helicóptero cuyo número de registro
supuestamente se correspondía con uno de Alberto Uribe, el padre del
actual presidente.
Los investigadores también
identificaron el número de teléfono de un hermano de Uribe en uno de
los aparatos celulares de Escobar.
"Pero la familia indica que en
esos días el hermano estaba mudo, hospitalizado con cáncer de
garganta. Alvaro (Uribe) afirma que el teléfono había sido
'clonado', una técnica usado por los delincuentes de Medellín para
hacer llamadas gratis", sostuvo Kirk.
De todos modos, recordó Isaacson,
"casi todos en la clase gobernante de Colombia estaban mezclados
con el narcotráfico" hasta que el ex presidente estadounidense
Ronald Reagan "declaró la guerra contra las drogas a mediados de
los 80".
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