Uribe da luz verde para
que los integrantes de los escuadrones de la muerte cambien uniforme,
ahora de la vigilancia privada.
'Es una política de
corte fascista', denuncia sindicalista
Por Dick Emanuelsson
(*)
Bellaciao.org, 24/08/05
El presidente
Colombiano quiere incorporar ahora a los paramilitares que han
negociado su reinserción a la vida civil. Según el jefe de estado
son 14.000 paramilitares a los cuales hay que tenerlos 'ocupados' para
que no cometen barbaridades.
'Están colaborando con
vigilancia y con información, pero hace falta que nos ayuden con
inteligencia', agregó el Jefe de Estado según la emisora RCN, 29 de
julio.
Pero el presidente del
sindicato de los trabajadores de la Vigilancia privada, Carlos Gómez,
dice en una entrevista a este reportero (en audio) que la política de
Uribe es una política fascista que tiene como meta de militarizar aún
más el país.
'Es terrible porque eso
en la práctica es una forma de legalizar el crimen, el horror que se
ha padecido el país ha vivido, es una política de corte puramente
fascista'.
El mismo día en que
Uribe dio su aval de paramilitarizar la vigilancia privada, la agencia
de noticia Colprensa informaba en un extenso reportaje del
departamento del Sucre, que forenses del departamento de derechos
humanos de la Fiscalía ya han abierto 73 fosas comunes con decenas de
cadáveres, víctimas del paramilitarismo en Colombia. Según los
campesinos de la región de San Onofre, puede haber tres mil (3000)
campesinos enterrados en fosas comunes.
Pero eso no impide al
senador uribista Gabriel Zapata Correa de proponer una ley que le de
facultades especiales para el Presidente para que éste pueda perdonar
delitos atroces, según la edición del diario colombiano El Tiempo,
este domingo
'Según el proyecto,
radicado por un senador uribista, el perdón se podría otorgar, por
'conveniencia nacional', a narcotráfico, masacres y secuestros.'
El gobierno de Alvaro
Uribe Vélez se ha visto aislado y condenado nacional- e
internacionalmente por la 'Ley de Justicia y Paz', que da impunidad a
los integrantes de los escuadrones de la muerte, llamado también
paramilitares o AUC, que es su sigla. Según el congresista Gusta
Petro esa organización no es nada más que una organización mafiosa
que controla la gran parte del narcotráfico hacia al exterior y se
adueñado más de cuatro millones de hectáreas de los tres millones
de campesinos que han vuelto desplazados en su propio país.
Uribe fue calificado
como 'el candidato de los paramilitares', como decían sus críticos
en la campaña electoral del 2002 y 'ahora esta pagando el labor de
los paras' con esta ley.
La incorporación de
los paramilitares en la vigilancia privada es también considera como
el renacimiento de los Convivir, organizaciones de vigilancia
supervisado por los mandos de los batallones locales de las FF.AA. Fue
impulsado por el ex presidente Ernesto Samper en el departamento de
Antioquia donde Uribe entonces era el gobernador. Pero los Convivir
tuvieron que ser disueltos ya que fue obvio que era la legalización
de los grupos paramilitares.
Ahora vuelve otra vez,
pero en escala nacional. Y ahora el presidente no se llama Samper sino
Uribe.
En Colombia la
vigilancia privada se ha vuelto en una de las actividades más
lucrativas del país. Hay casi 250.000 trabajadores que reciben un
salario de miseria, un promedio de 450.000 pesos, un poco más del mínimo,
381.500 pesos, aproximadamente 140 dólares. La jornada de trabajo es
entre 60-72 horas por semana y los dueños, militares y policías
retirados con rango entre mayores a generales, ejercen un regimiento
militar.
El sindicato, Sindicato
de Vigilantes Unicos, luchó duramente para que la vigilancia privada
no obedeciera a la cúpula de las fuerzas militares colombiano y logró
el 1982 que la Superintendencia tuviera el control y la supervisión.
Fue una gran victoria del sindicato que ahora ve con el gobierno de
Uribe que la vigilancia se vuelve peor que antes.
(*) Dick Emanuelsson es
un corresponsal sueco acreditado desde hace dos años en Colombia para
la prensa sindical sueca.
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