“Paramilitarismo
de estado”: el Poder Ejecutivo y un tropel de legisladores,
gobernadores, alcades, generales, curas y grandes empresas
comprometidos en la trama paramilitar. Las declaraciones del jefe
paramilitar Salvatore Mancuso no dejan títere con cabeza.
Las
revelaciones de Mancuso a la Fiscalía y la prensa han producido un
salto en la crisis del gobierno de Uribe y más en general del
régimen político colombiano. Va quedando a la vista que las
bandas paramilitares –que en los últimos años han asesinado a
decenas de miles de campesinos e indígenas, activistas sindicales,
luchadores políticos y de derechos humanos– no son un fenómeno
marginal, sino que llegaron a constituirse como parte esencial
del sistema de dominación política de la burguesía colombiana y
las corporaciones extranjeras. Por eso, el mismo Mancuso definió bien
a esta realidad como “paramilitarismo de estado”. A
continuación editamos la crónica de estas revelaciones publicada en
cuatro partes por la revista Semana de Bogotá. (SoB)
El
año de la verdad – 1
Mancuso
dice que los generales Rito Alejo del Río, Martín Carreño e Iván
Ramírez ayudaron a expandir el paramilitarismo
Revista
Semana, 15/05/07
Por
primera vez, uno de los hombres sindicados de crímenes de lesa
humanidad da nombres de oficiales vivos que, según él, contribuyeron
en su causa. El desmovilizado líder de las AUC aseguró ante la
Fiscalía que los tres altos oficiales del Ejército –ya
retirados– fueron vitales para el crecimiento delictivo de su
organización en todo el país.
El
desmovilizado líder paramilitar Salvatore Mancuso hizo dos
revelaciones trascendentales durante este martes en el marco de la
segunda parte de la versión libre ante la Fiscalía en Medellín. En
primer término hizo un diagnóstico conceptual de la razón de ser de
estas organizaciones criminales de extrema derecha. Estas surgieron,
según él, porque en Colombia hay un "paramilitarismo de
Estado". Entonces tomó ejemplos de los manuales de instrucción
del Ejército Nacional para concluir que no sólo él, sino este fenómeno
armado, provenían de ahí.
Luego
saltó al terreno de los hechos y contó con quiénes trabó una unión
para conseguir sus objetivos. Entre estos, soltó tres nombres de
generales de la República que han ocupado puestos claves en la cúpula
de la institución. Son ellos los generales Rito Alejo del Río, Iván
Ramírez y Martín Orlando Carreño.
Sus
revelaciones fueron bien recibidas por un auditorio integrado por víctimas
del conflicto y que minutos antes –cuando llegó a la sede donde iba
a rendir su declaración, fuertemente escoltado y con un chaleco
antibalas– le habían gritado: "Asesino, asesino,
asesino". Según las familias de las víctimas del
paramilitarismo presentes en la versión libre, éste ahora sí comenzó
a revelar lo que había prometido durante la semana pasada.
En
esta ocasión, Mancuso suministró detalles inéditos. Después de
entregar una documentación ante el Fiscal delegado de Justicia y Paz
–incluyendo su carné que lo acreditaba como boy scout cuando era niño–,
comenzó con una frase contundente y que tal vez podría resumir lo
dicho durante la mañana: "Yo soy la prueba fehaciente del
paramilitarismo de Estado en Colombia".
A
partir de esa frase comenzó a explicar cómo desde la década de los
60 y hasta los 90 todos los manuales de contraguerrilla del Ejército
Nacional justificaban e invocaban el pensamiento de las Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC). Así relató, cronológicamente, los nombres
de algunos comandantes del Ejército que en todo este tiempo
propugnaron las AUC. Por ejemplo, mencionó nombres como el de Harold
Bedoya cuando era comandante general de la segunda división del Ejército
en 1993, con sede en Bucaramanga, o el del comandante del Ejército en
1973, Luis Carlos Camacho Leyva, o del comandante Orlando Zafra en
1985 y el de Fernando Landazábal Reyes en 1988, y también el del
comandante Luis Arcesio Bohórquez en 1989. De todos ellos, aseguró
ante la Fiscalía, hicieron doctrina paramilitar y los cita
textualmente.
"La
defensa nacional no es sólo responsabilidad del Ejército",
sentenció en una cita textual del comandante del Ejército en 1973,
Luis Carlos Camacho Leyva. En otras palabras, Mancuso dijo que se
empezó a enrolar en los paramilitares como "cooperante".
Luego
dijo que en la medida que el proceso fue adquiriendo una dinámica
mayor tuvo que pasar a las acciones. Entonces habló de tres reuniones
con los generales del Ejército Iván Ramírez Quintero y con Rito
Alejo del Río, en las que se planeó la expansión paramilitar por el
norte de Colombia.
Aseguró
que el general Rito Alejo les indicaba a los escuadrones paramilitares
qué terrenos podían tomar y cuáles zonas estaban libres de peligro
para concentrar a los hombres reclutados.
Su
versión coincide con varias organizaciones de derechos humanos que
han señalado al general del Río como uno de los oficiales que ha
violado los derechos humanos desde la institución. El Cinep dice que
el general (hoy retirado) Rito Alejo del Río Rojas ocupó el cargo de
comandante de la brigada 17 del Ejército con sede en Carepa,
Antioquia, desde diciembre de 1995 hasta diciembre de 1997.
"En
tal período fueron perpetrados centenares de crímenes de lesa
humanidad contra las comunidades más vulnerables de la zona cuya
responsabilidad, al menos por omisión, se atribuyó a sus tropas, las
cuales fueron vistas habitualmente actuando en unidad de acción con
las más reconocidas estructuras paramilitares. Muchos miles de
campesinos, negros e indígenas fueron desplazados violentamente de
sus aldeas y el paramilitarismo tomó el dominio completo de la región.
Pero el general del Río no llegó a Urabá sin antecedentes
inquietantes que fueron configurando una trayectoria y un perfil
fuertemente contrarios a lo que la ética y el derecho demandan de la
milicia. Una serie de acusaciones han quedado registradas en numerosos
expedientes judiciales y disciplinarios, que si bien la justicia
colombiana con sus arraigados métodos de impunidad que la
caracterizan ha dejado sin investigar ni sancionar, llegando incluso
el Fiscal General de la Nación a precluir el proceso contra él (9 de
marzo de 2004), sus sustentos probatorios ineludibles llevan a definir
el perfil de este general como uno de los más tozudos impulsores y
gestores del paramilitarismo en Colombia y lo hacen responsable de
numerosos crímenes de derecho internacional".
Precisamente,
el senador Gustavo Petro ha insistido en que el presidente Álvaro
Uribe Vélez le debe una explicación al país de por qué le ofreció
un homenaje de desagravio al general del Río cuando precisamente la
embajada de Estados Unidos había anunciado el retiro de su visa y las
organizaciones de derechos humanos de ese país publicaban detallados
informes de su accionar. Incluso Mancuso contó que entre 1996 y 1997
se reunió con el general Rito Alejo en la finca 'La 21', en San Pedro
de Urabá.
Aseguró
que allí estuvieron Carlos Castaño (jefe de las AUC ya muerto), y
Freddy Rendón, alias 'El Alemán', y que el tema que trataron fue la
expansión paramilitar en Urabá. Según Mancuso, este oficial iba en
un helicóptero civil, pero él llevaba su uniforme militar. Esta es
la primera vez que un ex jefe 'para' se refiere al general Del Río.
Luego
Salvatore Mancuso señaló al general Martín Orlando Carreño y
explicó que cuando estaba en la Brigada 17 enviaba a sus soldados a
patrullar en compañía de los comandos paramilitares. "Yo era
uno más dentro de esa Brigada". En otras palabras, Mancuso, dijo
que él era un soldado raso al servicio de las decisiones de Carreño,
quien con el paso del tiempo fue ascendiendo en su carrera hasta
ocupar la comandancia del Ejército.
Mancuso
reveló que sus hombres patrullaron con el general Martín Orlando
Carreño y que a través de un general de la Brigada 11, al que
identificó como Iván Ramírez, conoció al también general Alfonso
Manosalva (fallecido) con quien se reunió al menos 10 veces. El
general Ramírez comandante de la XI Brigada en Montería y luego llegó
a ser jefe de inteligencia del Ejército. De él también las
organizaciones de derechos humanos han hecho varios reportes donde lo
sindican de varios delitos.
Como
se recordará, a Manosalva el ex líder paramilitar ya lo había señalado
en anteriores versiones como uno de sus colaboradores en la matanza de
El Aro (Antioquia).
Pero
las revelaciones de Mancuso no pararon ahí. Contó el episodio con el
magistrado Rodrigo Escobar de quien dice acudió a Mancuso por el caso
de su novia (no dio el nombre). Quería saber qué había pasado con
ella, si aún la tenían retenida o la habían matado. Cuenta que el
magistrado "buscó a uno de nuestros congresistas", a Miguel
de la Espriella, para preguntarle eso. Entonces Mancuso llamó a
'Jorge 40' y éste le dijo que estaba muerta porque según una
información ella manejaba parte de las finanzas de la guerrilla.
Al
filo del mediodía, Mancuso terminó diciendo: "El
paramilitarismo ha sido orquestado por los gremios económicos, que
son los que ponen la plata, plata que favorece a los políticos y el
Ejército dispara a quien se oponga a esto, sea guerrilla o no
sea". Dando así pistas de lo que puede venir en las próximas
horas.
El
año de la verdad – 2
Ex
jefe de las AUC también acusa a dos de los funcionarios más
importantes del círculo del Presidente Uribe
Revista
Semana, Bogotá, 15/05/07
Salvatore
Mancuso aseguró que el Vicepresidente de la República, Francisco
Santos, le pidió crear un grupo de paramilitares en Bogotá; y que el
Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, le propuso a Carlos Castaño
un acuerdo para derrocar de la presidencia a Ernesto Samper Pizano.
Eran
más de las tres de la tarde y los asistentes a la diligencia de versión
libre del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso seguían esperando las
prometidas revelaciones sobre los nexos de la clase política
colombiana con las autodefensas. El edificio del Palacio de Justicia,
en el complejo urbanístico del sector de La Alpujarra, en Medellín,
acogía a decenas de víctimas y periodistas nacionales y extranjeros.
Ya
durante la mañana sus revelaciones habían sido escandalosas. Mancuso
confesó que fue entrenado por militares y que se asoció con varios
ex comandantes de las Fuerzas Militares para cometer sus delitos (Ver
artículo: 'Mancuso dice que los generales Rito Alejo del Río, Martín
Carreño e Iván Ramírez ayudaron a expandir el paramilitarismo'). En
la tarde, su testimonio prometía ser sobre la clase dirigente. Lo que
muchos creían es que volverían a hacer un repaso de su fuerte
influencia en las regiones. Sin embargo, cambió de tercio y entró de
lleno al círculo de poder del presidente Álvaro Uribe Vélez.
Dijo
que en 1997 el hoy ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, fue a
buscar a Carlos Castaño para pedirle respaldo para un acuerdo que
pretendía derrocar de la Presidencia al entonces Jefe de Estado
Ernesto Samper Pizano. Según Mancuso, el hecho ocurrió el primer día
en que él tuvo contacto directo con Santos. "Llegó hasta donde
estábamos con Castaño usando unas coordenadas que le habíamos dado
para que se desplazara hasta el sitio Guadual, en el municipio de
Valencia, Córdoba. Castaño me dijo que Santos había pedido la cita.
Preguntó qué tan comprometido estaba Samper con los narcos y Castaño
le respondió que tenía pruebas. Santos le dijo a Castaño que estaba
haciendo una jugada política arriesgada y que venía en nombre de
otros a hacerle una propuesta. Que la idea era un acuerdo en el que
estuvieran las FARC y las autodefensas, que ese acuerdo terminara en
una Constituyente y que luego le pedirían a Samper que se retirara
del gobierno".
Un
golpe de Estado
Según
el relato de Mancuso, Castaño le respondió a Santos que lo pensaría.
"Se dio la vuelta y me dijo: Imagínate lo que me está
proponiendo, un golpe de Estado". Al decir del ex jefe
paramilitar, Castaño creía que ese tipo de acuerdo sería una forma
interesante de hacerse al estatus político que por esa época
comenzaban a reclamar las autodefensas.
Mancuso
le dijo al fiscal delegado de la Unidad de Justicia y Paz que esa no
fue la única cita en la que estuvo con Santos. La segunda, según el
testimonio del ex jefe paramilitar, ocurrió por la misma época en el
sitio conocido como "El 21", en el municipio de San Pedro de
Urabá. A ella habrían asistido, además, el ex ministro Álvaro
Leyva, el dirigente Hernán Gómez, el periodista Germán Santamaría,
el esmeraldero Víctor Carranza, Carlos castaño y Mancuso. En esa
cita, "Santos se volvió a referir al golpe de Estado contra
Samper y dijo que se acordaría un comunicado conjunto con las FARC
declarando el cese de hostilidades. El gobierno de Samper se enteró y
ahí fue cuando salió la denominación de los "conspiretos".
La
versión de Mancuso coincide con el relato que el extinto jefe de las
autodefensas Carlos Castaño hizo en el libro 'Mi confesión'. Tiene,
eso sí, la intención de descalificar a Santos para demostrar que la
penetración de las autodefensas llegó hasta todos los sectores políticos
y para neutralizar cualquier acción del ministro en contra de las
Autodefensas. Pero no es una versión nueva.
En
junio de 1997, tras la liberación de los soldados secuestrados por
las FARC en Las Delicias, Caquetá, el grupo guerrillero le pidió a
Samper la desmilitarización de cuatro municipios para crear una zona
de distensión con el fin de iniciar un proceso de paz. Días después
Santos se reunió con los capos de las autodefensas para proponerles
el acuerdo político que derivaría en una Asamblea Constituyente,
pero la idea se filtró y fue ventilada públicamente por el ex
comisionado de paz de Samper, José Noé Ríos, quien acusó a Santos
de conspirador.
Esa
misma versión fue revivida por los medios de comunicación nacionales
hace algunas semanas, tras la divulgación del acuerdo de Ralito y
luego de que el presidente Álvaro Uribe señalara que a diferencia
del pasado, este gobierno no ha hecho acuerdos con ilegales.
Los
dardos contra el Vice
Al
Vicepresidente de la República., Francisco Santos también le cayó
otro baldado de agua sucia de los que Mancuso lanzó en su versión
Libre. El ex jefe paramilitar aseguró que Santos, primo del ministro
de Defensa, también se reunió varis veces con los jefes de
autodefensas y que "me sorprendí porque lo noté identificado
con la causa" y porque "le dijo a Castaño que le gustaba el
modelo (de autodefensas) de Córdoba y que le gustaría que se
repitiera en Bogotá". En una de esas reuniones, continuó
Mancuso, "Castaño le propuso a Santos que comandara el Bloque
Capital, pero este se negó diciendo que no sabía de esas vainas".
El desmovilizado jefe de autodefensas asegura que una semana después
se reunió en Bogotá con algunos periodistas de El Tiempo y que luego
Santos escribió una columna titulada "Proyecto
contrainsurgente" en donde hacía alusión a la estrategia de las
AUC.
Hace
algunos días, y ante el anuncio de que Mancuso salpicaría a los políticos
que se reunieron con él, el Vicepresidente se anticipó al
desmovilizado y aseguró que sostuvo varias reuniones no solo con
grupos de autodefensas sino con guerrilleros, en cumplimiento de su
trabajo al frente de la Fundación País Libre, que trabaja en defensa
de los secuestrados. Además, agregó que no tiene rabo de paja y que
el país conoce de su trayectoria de denuncia constante contra todo
tipo de actores armados.
Políticos
salpicados
Mancuso
revivió la discusión sobre algunos de los políticos vinculados con
la 'parapolítica', pero también involucró a otros que no han sido
investigados por la Corte Suprema de Justicia. El caso más relevante
en este segundo grupo es el del senador Mario Uribe, primo del
presidente Álvaro Uribe, con quien dijo haberse reunido "una o
dos veces". En la primera de esas citas estuvo presente la ex
congresista Eleonora Pineda, hoy presa y acusada por la Fiscalía de
concierto para delinquir tras su vinculación al escándalo por la
firma del "Acuerdo de Ralito" con Mancuso, Don Berna, Jorge
40 y Diego Vecino.
En
la cita, al decir de Mancuso, hablaron sobre "un pacto político
para apoyarla a ella y para apoyarlo a él en algunos municipios del
Alto San Jorge y Ayapel". Uribe es el presidente del Partido
Colombia Democrática, uno de los más golpeados por el escándalo,
dado que parte de sus congresistas y líderes políticos están
presos, entre ellos los senadores Álvaro García y Miguel de la
Espriella y la ex representante Pineda.
En
el caso de la política de Córdoba dijo que las AUC se reunieron con
casi todos los dirigentes políticos y mencionó en concreto a Miguel
de la Espriella (a quien se refirió como "uno de nuestros
congresistas"), Reginaldo Montes, Salomón Náder y hasta Juan
Manuel López, a quien reconoció que por épocas no recibió apoyo
paramilitar porque pretendía "usar a las autodefensas". Fue
por esta razón que en las elecciones de gobernador de 2003 Mancuso le
dio el aval al candidato del llamado "sindicato" (Julio
Manssur, Zulema Jattin, Miguel de la Espriella, Reginaldo Montes y
Eleonora Pineda), en vez de dárselo al de López.
La
diligencia continuará este miércoles y se espera que Mancuso revele,
tal como lo anunció en días pasados, nombres de más políticos
comprometidos con su accionar y también de quiénes eran los
empresarios que financiaban a las autodefensas.
El
año de la verdad – 3
Salvatore
Mancuso vincula a más políticos y empresas con las autodefensas
Revista
Semana, Bogotá, 15/05/07
El
ex jefe paramilitar reveló una lista de 25 alcaldes de la Costa Atlántica
que según él fueron elegidos con apoyo de las autodefensas, se
ratificó en su versión contra el senador Mario Uribe y otros
congresistas y dijo que empresas como Postobón y Bavaria apoyaron a
su grupo ilegal.
El
segundo día de versión libre del ex jefe paramilitar Salvatorte
Mancuso ante la Fiscalía resultó tan explosivo como el primero. El
ex líder de las autodefensas no solo se ratificó en sus
declaraciones del martes, sino que aseguró tener pruebas para refutar
a los políticos salpicados que salieron a rectificarlo e involucró a
un nuevo grupo de dirigentes de la Costa Atlántica.
Este
miércoles Mancuso estuvo más seguro de sus palabras ante el Fiscal.
Habló rápido y en ocasiones farfullando los nombres de todos los políticos
con los cuales habría tenido pactos. Una de las personas a las que más
mencionó fue, sin duda, a la ex representante Eleonora Pineda de
quien dijo era su enlace político con Bogotá. "Esa mujer sí
sabe mucha letra menuda... esa era su función" le dijo Mancuso
al Fiscal cuando olvidó uno de los tantos nombres de políticos que
mencionaba en las reuniones de jefes de las autodefensas con
dirigentes de la Costa Atlántica. Incluso contó una anécdota del día
que el presidente Álvaro Uribe hizo uno de sus primeros concejos
comunales en Montería. Dijo que Eleonora sacó del concejo a Armando
Benedetti y a otro congresista al que identificó como
"Campos" para llevarlos a una reunión en Ralito con Mancuso.
En ella se comprometieron, según él, a liderar el proceso de paz con
las AUC. Para esos días Ralito no era aún "zona de distensión".
Se
refirió al actual Alcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez, sin mencionar
su nombre, y dijo que él les dio dos secretarías a cambio de votos
para su elección. De la ex congresista Rocío Arias, reconocida por
su cercanía con las autodefensas, dijo que salió elegida
Representante gracias a un acuerdo con los paras en Antioquia.
Al
final de la tarde volvió a mencionar al Senador Mario Uribe para
insistir en que se han visto en dos reuniones, pese a que el senador
aseguró no haber hecho pactos con las autodefensas. La primera de
ellas habría sido en Tierralta, Córdoba, en 2002 y en ella Eleonora
Pineda los llevó hasta una finca donde pactaron para darle apoyo en
votos para el Senado. Aclaró que el senador, primo del presidente Álvaro
Uribe, ya sabía que él tenía orden de Captura. La segunda reunión
fue "porque Carlos Castaño no lo pudo atender y me lo mandó a mí.
Lo hizo a través del periodista Antonio Sánchez. Ahí se coordinó
direccionar a los líderes de Córdoba para votar por Mario".
También
dijo que más adelante dará detalles sobre la forma en que, según él,
multinacionales empresas "como Bavaria y Postobón apoyaban a los
paramilitares.
Entre
tanto el presidente Álvaro Uribe ratificó su confianza en el
Vicepresidente Francisco santos y el ministro de Defensa, Juan Manuel
Santos, a quienes el ex jefe paramilitar acusó un día antes de
solicitarle a Carlos Castaño la creación del Bloque Capital y de
proponerle al extinto jefe de autodefensas un pacto para sacar del
poder al ex presidente Ernesto Samper, en 1997, respectivamente.
Incluso el Vicepresidente les pidió a las autoridades investigar las
denuncias que en su contra hizo Mancuso.
La
mayoría de los congresistas mencionados por Mancuso durante su versión
libre del martes prefirieron guardar silencio. Entre los pocos que
hablaron figura el senador Mario Uribe, quien lo hizo para decir que
nunca ha pactado con grupos ilegales y que no es cierto que haya hecho
alianzas para respaldar candidato alguno a la Cámara de
Representantes en Córdoba.
Otros
salpicados
En
horas de la mañana afirmó que tuvo reuniones con políticos de Córdoba
como Julio Manzur, Zulema Jattin, Reginaldo Montes, Salomón Náder,
Libardo López, José Maria López y Musa Besaile. Luego Pasó al
departamento de Bolívar donde, dijo, se reunió en casa de la ex
congresista Eleonora Pineda (hoy presa en la cárcel del Buen Pastor),
con Libardo Simancas, Alfonso López Cossio, Alfonso Ilsaca, "Juancho"
Duque, Juan José García y algunos emisarios del senador Javier Cáceres.
En esta última reunión se habló y se pactó la forma cómo iba
salir elegido Alfonso López Cossio en las votaciones para Congreso.
Dijo
que el "Comandante Mauro" y Jorge 40 eran quines dominaban
los municipios del Cesar, Magdalena y La Guajira y se ratificó en que
hasta hace unos cuatro años las AUC tenían el control del 35% del
Congreso. "Ese mismo cálculo lo debe hacer la guerrilla"
dijo. A continuación dijo con complacencia que "todas las alcaldías
actuales de María la Baja, El Guamo y Arjona son nuestras" y que
"manejé 25 de los 28 municipios de Córdoba... los otros tres
eran de 'Don Berna' y 'El Alemán'".
Según
Mancuso, en Tierralta impuso dos Alcaldes: Sigifredo Señor y Humberto
Santos Negrete. En Buenavista, a Fernel Bertel; en Lorica, a Rodolfo
Montes; en La Apartada, tras una contienda apoyada por ganaderos
afectos a las AUC, a Catalina Durango de Paz; en Puerto Libertador, a
Julio Sánchez Moreno, en Montelíbano, a Moisés Ander; en Ayapel, a
Pedro Julio Márquez; en San Pelayo, a Wilson Arroyo; en San Antero, a
Martín Álvarez Morales y Wilmer Pérez; en San Bernardo del Viento,
a Wilson Negrete Flores; en Chinú, a Julio Álvarez Turiso; en Chimá,
a Carlos Rodríguez; Sahún, a Pedro Otero; en Ciénaga de Oro, a René
Burgos; en San Andrés de Sotavento, a Juan Carlos Casado; y en Puerto
Escondido, a Carlos Vergara. Mancuso iba leyendo nombre por nombre y
municipio por municipio como si se tratara de una lista de mercado. En
varias oportunidades se repetía o, incluso, los pronunciaba tan rápido
que el Fiscal le pedía repetir nombres..
A
la hora de referirse al departamento de Sucre, aclaró que los datos
que tiene se los había proporcionado Diego Vecino e hizo referencia a
ayudas par ala candidaturas de Muriel Benito Rebollo a la Cámara y
Jairo Merlano al Senado. También se refirió a los alcaldes Pedro
Luna, de Coveñas; Jorge Blanco, de San Onofre; y a la Diputada Nelly
Blanco. "Nosotros sacamos el 80 por ciento de los concejales en
los 5 municipios que comprenden al Golfo de Morrosquillo porque el 20
por ciento restante ya eran adeptos nuestros" dijo el Jefe
paramilitar.
En
la sesión de la tarde, Salvatore comenzó a hablar de importantes
ganaderos del norte del país como Jaime Isaac, Joaquín García,
Olegario Otero y Mauricio Aristizábal. Dijo que había sostenido una
reunión con ellos para precisar las finanzas de las AUC. Dentro de
los personajes también nombró al empresario Elías Vélez.
También
se refirió a dos reuniones más: una primera en un prestigioso Club
de Medellín pero no hizo referencia a los nombres de las personas que
allí participaron salvo el de Diego Vecino. Y otra en el César con
la familia de Jorge Gnecco, en la que se trató el tema de la expansión
de las AUC.
El
año de la verdad – 4
Mancuso
dice que las empresas Postobón y Bavaria y las multinacionales
Chiquita, Dole y Del Monte hacían pagos a los paramilitares
Por Darcy Crowe, AP
Revista
Semana, 15/05/07
En
su tercer día de versión libre, el desmovilizado jefe paramilitar
aseguró que decenas de empresas financiaron a paramilitares
colombianos. Entre ellas, también las multinacionales Chiquita, Dole
y Del Monte. "Cada una de ellas pagó un centavo de dólar por
cada caja de banano que exportaron", dijo en esta jornada
dedicada a revelar, según él, las empresas que lo financiaron.
El
ex paramilitar Salvatore Mancuso incriminó este jueves a un puñado
de multinacionales bananeras, a dos de las mayores empresas del país
y a una decena de compañías carboníferas por financiar a esas
milicias de extrema derecha culpables de narcotráfico y masacrar
civiles.
Mancuso
señaló en una corte de Medellín, en desarrollo de la audiencia
libre, a las multinacionales Chiquita, Dole y Del Monte y manifestó
que "cada una de ellas pagó un centavo de dólar por cada caja
de banano que exportaron", relató Jesús Vargas quien presenció
el testimonio del ex comandante restringido a la prensa.
También
inculpó a las empresas de bebidas Postobón y Bavaria por pagar
"impuestos" para operar en la costa Atlántica del país, de
lo cual tenían conocimiento de los directivos de ambas compañías,
dijo Vargas que es abogado de una asociación de víctimas de los
paramilitares.
Postobón
pagaba unos 7.000 dólares mensuales al cambio de entonces por cada
departamento en el que distribuía sus productos, mientras que Bavaria
desembolsaba unos 70 centavos de dólar por cada 30 cervezas que vendía
en la costa Atlántica.
Postobón
es parte del grupo Ardila Lule, uno de los mayores conglomerados económicos
del país. Bavaria, hasta el 2005 perteneció al empresario Julio
Mario Santodomingo, listado por la revista Forbes como uno de los 500
hombres más ricos del mundo.
"Mancuso
dijo que los directivos de Bavaria sabían sobre esos pagos ya que los
distribuidores locales exigieron que les ayudaran" a absorber su
costo, dijo Vargas. La cervecera sudafricana SABMiller adquirió a
Bavaria hace dos años por unos 9.000 millones de dólares.
Bavaria
y Postobón no estuvieron disponibles inmediatamente para comentar las
imputaciones. El abogado del ex jefe paramilitar, Hernando Benavides,
confirmó a la AP que su cliente nombró a las multinacionales
bananeras y a esas dos empresas.
Mancuso
también relató que las empresas carboneras que operan en el
departamento del Cesar, donde se encuentra uno de los yacimientos
carboníferos con mayores reservas del mundo, también pagaban
"impuestos" a las paramilitares Autodefensas Unidas de
Colombia (AUC). Agregó que los transportistas de carbón abonaban más
de 70.000 dólares mensuales.
La
mayor parte de esos "impuestos" se comenzaron a cobrar a
mediados de la década de los 90 cuando los grupos paramilitares
establecieron control de varias zonas de la costa Atlántico después
de sacar a las guerrillas izquierdistas, pero Mancuso no precisó cuándo
dejaron de pagarles.
En
el 2001, Estados Unidos clasificó a los paramilitares como una
organización terrorista. La Fiscalía atribuye a paramilitares por lo
menos 10.000 cadáveres que están en fosas comunes y el fiscal
general Mario Iguarán ha dicho que las empresas que financiaron a los
paramilitares "no pagaron por seguridad, pagaron por
sangre".
Chiquita
admitió en un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense
que financió paramilitares y pagó una multa de unos 25 millones de dólares.
La bananera ya no opera en el país.
La
empresa carbonífera estadounidense Drummond, que explota sus
yacimientos en el departamento del Cesar, enfrenta un proceso judicial
en su país por supuestamente pagar a un comandante paramilitar para
que matara a tres líderes sindicalistas asesinados.
El
testimonio de Mancuso ante las autoridades forma parte de un acuerdo
de paz con el gobierno del presidente Álvaro Uribe que les concede
penas máximas de ocho años de cárcel por los crímenes que
cometieron, reparen económicamente a sus víctimas y dejen de
delinquir. Unos 31.000 combatientes se han desmovilizado como parte de
ese acuerdo.
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