En
las montañas de Colombia muere Miguel Marulanda Vélez
Algunas fechas y hechos en la vida de “Tirofijo”
Socialismo o Barbarie, periódico, 05/06/08
•
Pedro Antonio Marín
es el nombre que recibió al nacer en un municipio rural del
departamento del Quindío, zona cafetalera, según algunos
en 1928 y según otros en 1930, en el seno una familia
identificada, como la mayoría de los campesinos, con el
Partido Liberal. A su nacimiento, Colombia es un país
campesino, con apenas la cuarta parte de su población
viviendo en las ciudades.
• 1948,
año del “Bogotazo”. El asesinato del gran líder
populista del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán
y la insurrección que lo siguió, generalizan una guerra
civil de hecho, que venía en crecimiento desde hacía años.
Unos de sus principales incentivos era el asesinato de
campesinos liberales para que sus tierras pasaran a manos de
los terratenientes del Partido Conservador. Con otros rótulos
políticos, en otras regiones y con otros cultivos, este
mecanismo infernal se ha continuado hasta hoy en Colombia.
•
Salve su vida: hágase guerrillero.
El joven Pedro Antonio Marín y su familia son amenazados y
corren peligro de ser asesinados por los “pájaros”, las
bandas armadas por los conservadores, que serán el
antecedente de los “paramilitares” de Álvaro Uribe, el
actual presidente de Colombia. Pedro no tiene otra que
echarse al monte para salvar su vida.
“Por
eso, el origen de las FARC es bien distinto al de las demás
guerrillas del continente. Nacen de una rara confluencia
entre liberales y comunistas, y son las herederas de las
partidas de guerrilleros liberal–gaitanistas que
resistieron como pudieron las masacres de los
conservadores... nacen... por encima de todo, como
autodefensas campesinas en las zonas de colonización,
allí donde los campesinos se aferraban a la tierra
empujando la frontera agrícola para, simplemente,
sobrevivir con sus familias.” [1]
•
1964, Marquetalia y la fundación de las FARC. Desde 1948 a 1964, mucha sangre ha corrido en los campos de Colombia
(se calculan, por lo bajo, unos 300.000 muertos) y también
se han producido varios cambios políticos. Pero ninguno de
ellos favorece a los campesinos o a la clase trabajadora de
las ciudades, que mientras tanto han ido creciendo en relación
al campo.
En
la guerra de guerrillas no le ha ido bien al gobierno
conservador. Por eso, en 1953, un golpe militar, el del
general Rojas Pinilla, derroca a los conservadores y da un
giro político: ofrece la paz a las guerrillas campesinas.
La mayoría cae en la trampa de desarmarse. El “acuerdo de
paz” termina como de costumbre en la historia de la
burguesía colombiana: con el asesinato de los incautos que
entregaron las armas.
En
1957 cae Rojas Pinilla: los dirigentes del Partido
Conservador y el Partido Liberal firman un acuerdo, el del
Frente Nacional. Ambos partidos burgueses se turnarán en el
poder, dejarán de combatirse entre sí y dedicarán sus
esfuerzos a acabar, por las buenas o por las malas, con el
monstruo que se les ha ido de las manos: los campesinos en
armas.
Mientras
tanto, en esos años, Pedro Antonio Marín ha sido parte
de los campesinos liberales que, sensatamente, no se han
desarmado. En un breve período, bajo la primera
presidencia del Frente Nacional, la del liberal Lleras
Camargo (1958-1962), se acoge a una amnistía. Pero luego,
con otros cientos de familias, participa en la colonización
de una apartada zona rural del sur del departamento de
Caldas, en medio de la cordillera y de difícil acceso. Es
la legendaria Marquetalia.
Los
campesinos en armas de Marquetalia (y de otras zonas
parecidas de colonización, como El Pato, Río Chiquito,
Guayabero) no actuaban en el sentido de llevar adelante
una guerra revolucionaria por la conquista del poder a
escala nacional, sino de conservar sus zonas
“independientes”. “Marquetalia no fue más que un
intento de gobierno propio en una zona de colonización.”
[2] Pero eso a la burguesía colombiana, al gobierno del
Frente liberal-conservador (y a sus patrones de Washington)
les resultaba intolerable. Así, en 1962 comenzaron
los hostigamientos del ejército, que culminaron en 1964 con
bombardeos aéreos con napalm –suministrado por EEUU–
sobre los inermes campesinos.
Allí Pedro
Antonio Marín encabeza en mayo de 1964 un grupo de 44
campesinos que logra romper el cerco de 5.000 hombres del ejército.
Esa es la fecha que se considera como de fundación de las
FARC, aunque en el fragor de la batalla nadie se preocupó
de levantar un acta. Mientras tanto, Pedro Antonio Marín ya
se ha transformado en Manuel Marulanda Vélez (nombre
tomado de un dirigente sindical asesinado), al que sus
hombres también llamarían “Tirofijo” por su
certera puntería.
•
Del Partido Liberal al PC. Otro
cambio aún más importante: como otros campesinos en armas,
Marulanda ha dejado el Partido Liberal para unirse al PC
colombiano. Es una asociación que se mantendrá por
largo tiempo, aunque las FARC como tales, nunca serán, en
sentido estricto, una dócil “colateral” del PC.
Sin
embargo, esa relación tendrá consecuencias ideológicas,
políticas y programáticas fundamentales... y negativas:
entre ellas, la misión imposible de encontrar un “sector
progresista” de la burguesía colombiana con el cual
acordar una “salida democrática” al conflicto.
Todos
los intentos de “negociaciones de paz” –con los
presidentes Belisario Betancur (1982-1986) y Andrés
Pastrana (1998-2002)– se saldarán con decenas de miles de
asesinados. Siguiendo su tradicional política (y al revés
de lo ocurrido en Centroamérica), la burguesía y el estado
colombianos no abrieron mayormente las puertas a la cooptación
e integración de la principal guerrilla al régimen político.
Lo que funcionó con bastante éxito en América Central hoy
continúa bloqueado en Colombia.
Notas:
1. “Las FARC ante la muerte de Tirofijo”, por Raúl
Zibechi, www.socialismo-o-barbarie.org, edición del
01/06/08.
2.
La última batalla de ‘Tirofijo’, por Alfredo Molano
Bravo, idem.
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