Colombia

El plan, negociado en secreto en Washington durante meses, provoca una conmoción nacional y pone en guardia a Venezuela y Ecuador

Uribe acepta alojar cinco bases militares de EEUU

Por Antonio Albiñana
Desde Bogotá
Público.es, 16/07/09

"Colombia perderá soberanía y se convertirá en una base de operaciones, una especie de portaaviones, contra los países vecinos". Quien así habla no es sospechoso de antiamericanismo primario; es el senador Rafael Pardo , ex ministro de Defensa colombiano y candidato a sustituir al presidente Álvaro Uribe desde el espectro centrista.

El plan de EEUU de instalar a sus militares en cinco puntos del territorio colombiano, con un máximo de 800 militares y 600 civiles, ha creado una conmoción nacional que alcanza a los vecinos, sobre todo a Venezuela y Ecuador. Las negociaciones se han llevado en secreto en EEUU en los últimos meses y el acuerdo ya está prefirmado a falta de una inminente quinta ronda de conversaciones en Bogotá.

Se trata de sustituir la base de Manta en Ecuador, el más importante centro de operaciones estadounidense en la región tras la entrega de Panamá, y cuya vigencia se ha negado a prolongar el presidente, Rafael Correa . Sobre todo desde que supo que fue en Manta donde se montó y se apoyó el bombardeo colombiano de territorio ecuatoriano para liquidar al dirigente de las FARC Raúl Reyes . La acción, en la que murieron 27 personas, entre ellas un ecuatoriano, fue una violación de la soberanía de Ecuador rechazada por toda América Latina y supuso la ruptura de relaciones entre Colombia y Ecuador.

Una zona de fuerte presencia guerrillera

Las operaciones desde Manta, en teoría para la lucha contra el narcotráfico, van a ser trasladadas inicialmente a tres bases militares en Colombia: Malambo en el Atlántico, Tolemaida en la región del Tolima, y Larandia en el Caquetá, una zona de fuerte presencia guerrillera. Después se prevé la instalación del Ejército estadounidense en otros dos puntos de Colombia.

Ante el escándalo suscitado, portavoces del Gobierno se han apresurado a afirmar que sólo será una "ampliación" del acuerdo vigente con EEUU y que en las bases también estarán militares colombianos. Pero la realidad es que las actuaciones estadounidenses se ampliarán de la lucha contra el narcotráfico a la lucha contra el terrorismo. Y del Pacífico hasta el Caribe.

El Gobierno de Uribe trata ahora de desmentir por todos los medios que sea un traslado de la base militar de Manta, algo que anunció literalmente el propio embajador estadounidense, William Bronfield , hace algunas semanas. Bronfield fue el cerebro de la operación militar de EEUU en diciembre de 1989 en Panamá, cuando los aviones norteamericanos arrasaron todo un barrio de la capital para llevarse a su antiguo aliado Noriega, a costa de al menos 2.000 muertos civiles, entre ellos el fotógrafo español Juantxu Rodríguez.

El candidato preferido por Uribe para su propia sucesión, el ex ministro Óscar Felipe Arias , apodado Uribito, proclamó ayer que las nuevas bases estadounidenses servirán "para defender a los colombianos de su vecindario".

La cooperación pacífica de EEUU

Esta ofensiva para desplegar efectivos, medios militares y avanzada tecnología de inteligencia en Colombia vulnera la dinámica abierta por el presidente Barack Obama , que en sus primeras intervenciones trató de abrir nuevas vías en Latinoamérica basadas en la cooperación pacífica, y con acento en los problemas sociales, tomando distancia del autoritarismo que participó en la instalación de casi todas las dictaduras del continente.

Además, la instalación de esas bases hará inviable la iniciativa UNASUR, la alianza regional liderada por Brasil para evitar situaciones de crisis entre países vecinos. Ecuador y Venezuela se han manifestado ya contra esa presencia militar de EEUU en la zona.

Para el líder de la alianza de izquierda Polo Democrático, el jurista Carlos Gaviria , "es vergonzoso cómo se ha llegado al acuerdo, que debió ser objeto de un debate público. Nos estamos convirtiendo en un país súbdito de Estados Unidos".

Un capítulo del acuerdo que levanta muchas ampollas es la imposición de EEUU de que su personal goce de total inmunidad frente a la justicia colombiana. El precedente es Ecuador, que reclamó sin éxito contra más de 300 norteamericanos que nunca pudo juzgar y que estaban acusados de diversos delitos, incluyendo robos y homicidios. En Colombia se han producido numerosos incidentes incluyendo episodios de tráfico de drogas con estadounidenses que actuaban bajo la fachada de "asesores civiles" cuando en realidad eran agentes secretos.


El país andino aceptará las operaciones de 800 militares y 600 contratistas
extranjeros

EE.UU. instalará más bases en Colombia

Katalina Vásquez Guzmán
Desde Medellín
Página 12, 17/07/09

Washington supliría las operaciones antidrogas que dejará de realizar a partir de hoy en Manta, Ecuador. El Congreso y el Consejo de Estado colombianos reaccionaron porque no se los consultó. Desde el Ejecutivo insistieron en que no fue una imposición del Norte.

Colombia y Estados Unidos firmaron un acuerdo para que más militares norteamericanos se instalen en el país latino. Serían 800 militares y 600 contratistas extranjeros en tres bases de Colombia. El Consejo de Estado y el Congreso de la República, que está de vacaciones, no fueron consultados al respecto, lo que suscitó fuertes críticas en estos estamentos y la oposición. Además, la decisión fue interpretada por muchos como una reacción por el cierre de la base militar en Manta, Ecuador, pues hoy vence el plazo para que un contingente norteamericano que ocupa el país vecino desde 1999 se retire del territorio, como lo ordenó el presidente Rafael Correa hace un año.

El ministro de Defensa de Colombia, general Fredy Padilla, negó que los hechos tengan relación y dijo que se trata de “un esquema de cooperación moderna”. El presidente Alvaro Uribe afirmó que “obtener acuerdos con países como los Estados Unidos para que, con todo el respeto a la Constitución colombiana y a la autonomía de Colombia, nos ayuden en esta batalla contra el terrorismo, contra el narcotráfico, es de la mayor conveniencia para el país”.

Por su parte, el Consejo de Estado se manifestó preocupado por la decisión y pidió explicaciones. Rafael Ostau Delafont, presidente del Consejo, le recordó a la prensa un artículo de la Constitución del que “el Ejecutivo debe tener pleno conocimiento”. El artículo 189 dice que corresponde al presidente de la República “permitir, en receso del Senado, previo dictamen del Consejo de Estado, el tránsito de tropas extranjeras por el territorio de la República”, lo que contradice la afirmación de Uribe sobre el respeto a la Constitución. A última hora de ayer, llegó una suerte de reparación. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Internacionales abrió un diálogo preliminar con el mencionado Consejo.

Los militares de Estados Unidos se asentarán en el Caribe colombiano de Malambo, puerto al Norte, la localidad de Palanquero (Centro) y la base de Apiay (Suroeste). Y en próximos días podrían sumarse también las bases de Tolemaida (Centro) y Larandia (Sur), según el general Padilla. En Colombia, actualmente hay presencia de militares norteamericanos desde el Norte hasta el Sur del país. La base más grande está en Tres Esquinas, Caquetá (Sur); hay una más en Villavicencio, Meta (Centro), y en Florencia está la base de la Hacienda Larandia, donde se ubica la llamada “inteligencia técnica” del Pentágono.

El ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, explicó que el acuerdo de ayer no significa que habrá más bases militares estadounidenses en Colombia. En Caracol Radio afirmó que la autorización de llegada de militares norteamericanas tiene el fin de prestar una asesoría técnica con operación de mando de las Fuerzas Militares colombianas. “No habrá ninguna restricción en ninguna base para las autoridades colombianas, solamente se aceptará esa asesoría”, indicó agregando que “no tiene nada que ver la base de Manta”.

Varios parlamentarios rechazaron la autorización y dijeron que para los tratados internacionales en ese sentido es obligatorio el concepto del Congreso. Así lo expresaron el senador liberal Juan Manuel Galán y Jairo Clopatofsky, del Partido de la U. Para la oposición, la “soberanía colombiana está marchita, estamos entregando la soberanía, nos estamos comportando como un país súbdito de Estados Unidos”, según dijo Carlos Gaviria, del Polo Democrático Alternativo.

Según AFP, “Estados Unidos supliría desde tres bases militares colombianas las operaciones antidrogas que dejará de realizar el viernes desde la base ecuatoriana de Manta, según un acuerdo que negocian Bogotá y Washington, sin ninguna prisa por parte de Colombia”. En el Palacio de Nariño se repitió que en el acuerdo “se cumple la Constitución y la ley” y que no se trata de una imposición de Estados Unidos.