Preocupados
Venezuela, Brasil, Ecuador, Chile y Nicaragua
El
Comando Sur penetra en Colombia
Por
Katalina Vásquez Guzmán
Visiones
Alternativas, 03/08/09
El
general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur, visitó
Cartagena en medio de la polémica por la instalación de
nuevas bases estadounidenses en suelo colombiano. Venezuela,
Brasil, Ecuador, Chile y Nicaragua se manifestaron
preocupados.
El
jefe del Comando Sur de Estados Unidos fue bienvenido en
Colombia. El general Douglas Fraser llegó a Cartagena el
fin de semana, en medio de la polémica por el anuncio de la
instalación de más bases militares norteamericanas en este
país, y tras el paso del canciller de Israel. Fraser se
reunió con varios comandantes militares de Sur y Centroamérica
y el sábado viajó a Bogotá, donde fue recibido por el
comandante de las fuerzas militares colombianas, Fredy
Padilla.
Venezuela,
Brasil, Ecuador, Chile y Nicaragua, entretanto, expresaron
su preocupación por lo que significa el aumento del pie de
fuerza norteamericano en la región, y el apoyo de Colombia
a la potencia mundial en materia militar. Hace dos semanas
se supo que Bogotá y Washington negocian un acuerdo para
que EE.UU. use tres o más bases aéreas colombianas, donde
se instalarían 800 militares y 600 contratistas, hasta por
diez años. Desde entonces, las molestias no paran. El
primero en reclamar fue el Consejo de Estado nacional, a
quien no se lo consultó, como indica la Constitución, ya
que el Congreso estaba de vacaciones. El gobierno venezolano
fue el siguiente en protestar. Para el presidente Hugo Chávez,
las bases norteamericanas en su país vecino son una amenaza
a su soberanía, y así lo repitió este fin de semana en su
columna dominical “Las líneas de Chávez”.
“Esta
semana he conversado con varios jefes de Estado de nuestro
continente, con el fin de alertarles acerca del peligro que
representan las nuevas bases militares gringas para
Venezuela. Es evidente que este será un tema central en la
próxima reunión de la Unasur”, escribió. Brasil, Chile
y Nicaragua se sumaron a la lista de inquietos. El canciller
brasileño, Celso Amorim, expresó que entiende “las
preocupaciones” del país bolivariano y exigió a Colombia
que presente “garantías formales” sobre el acuerdo que
negocia con el país del Norte, según publicó ayer el
diario Folha de Sao Paulo.
Con
el nuevo acuerdo, Estados Unidos quedaría instalado en el
norte, el occidente, el centro, el oriente y el sur del país,
para, según alega Bogotá, solamente para apoyar la guerra
contra el narcotráfico y la guerrilla. Pero otros países
no lo ven así. “Lo que a Brasil le preocupa es una
presencia militar fuerte, cuyo objetivo y capacidad parecen
ir mucho más allá de lo que pueda ser la necesidad interna
de Colombia”, señaló Amorim. El jueves, el presidente de
su país, Luiz Inácio Lula da Silva, y Michelle Bachelet,
su colega chilena, pidieron una reunión del Consejo de
Defensa Suramericano para analizar el acuerdo militar de
manera paralela a la cumbre de Unasur. Esta se realizará el
próximo 10 de agosto en Quito, Ecuador, pero Colombia no
participará.
El
tema del acuerdo Bogotá–Washington será el primero a
tratar, como probablemente lo es en la agenda del general
Fraser, que reemplazó en el cargo a James Stavridis, desde
junio pasado. El itinerario del nuevo comandante
estadounidense se manejó con absoluta reserva, pero se sabe
que es el encargado directo de las operaciones que se
iniciarían en Colombia, así como del retiro de sus tropas
de la base militar de Manta, en Ecuador. A sus encuentros no
se permitió la entrada de la prensa y no hubo
declaraciones. Oculta también es la información sobre los
avances del polémico acuerdo para que militares y aeronaves
de Estados Unidos usen bases en Colombia. “En la región
es importante tener transparencia y claridad, algo que tal
vez faltó; por ejemplo, podemos tener garantías formales
sobre cómo las bases serán usadas”, precisó el
canciller de Brasil.
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